Este cap es dedicado a Iramanders2 por siempre comentar y votar en esta historia, aparte de haber acertado con la pareja. Espero que te guste este cap.

Rufus estaba en la biblioteca buscando una forma de deshacer el encantamiento del vino, no podía estar más imaginando el cuerpo desnudo de su señorita mientras ella gemía su nombre, por si fuera poco la escena de anoche en el bar le había molestado bastante. El bastardo de Loki se había intentado aprovechar de Minerva para darle celos a Aries ayer en la noche, y eso era de perdedores. Sin embargo eligió quedarse junto a la de cabellos cerezas que estaba temblando y a punto de llorar al verlo de ese modo, sabía que su señorita se las arreglaría sólo y eso fue justo lo que pasó.

Buscando entre libros cómo un ratón de biblioteca no se dio cuenta que Minerva había entrado y cerrado con seguro la puerta, dejándoles solos.

-Rufus qué haces?-preguntó captando su atención.

El rubio al concentrar su mirada en ella se sorprendió de verla con una ropa más reveladora de la cuenta, dejando ver un poco sus grandes senos y sus curvas perfecta a la vista.

-Estoy buscando una manera de deshacer el encantamiento del vino-dijo ojeando las páginas del libro rápidamente nervioso.

-Quieres qué te ayude?

Rufus asintió embriagado por su belleza mientras que su señorita se acercaba hacía él, sentándose en el suelo como él había hecho junto a una pila desorganizada de libros y manuscrito. Minerva también le afectaba su cercanía, es decir está realmente sexy con ese cambio de imagen que había recibido pero no le gustaba nada que las chicas se acercarán a él como polillas a la luz, él debía ser sólo de ella.

-Estás saliendo con Aries?-dijo sin poder aguantar su curiosidad por más tiempo.

-No, ella es mi amiga pero sólo eso-Rufus estaba atónito por su pregunta pero logró responder calmado.

-Que alivio-Minerva estaba feliz por esa noticia y eso al rubio le divertía un poco.

-Por qué tanto interés por ella? Aunque puede que nuestra amistad se convierta en algo más con el tiempo, los dos no tenemos suerte para el amor-al decir esas palabras Minerva lo miró confusa.

-A qué te refieres con eso?-no le había gustado escuchar que en un futuro lejano saldría con Aries.

-Ella es la única que me entiende, es dulce y tierna-Rufus le estaba gastando una broma.

-En serio? Entonces sal con ella.

Minerva al decir esas palabras intentó ponerse de pie pero Rufus la agarró de la mano y con un ágil movimiento la colocó debajo de su cuerpo acostados en el suelo encima de los libros.

-No quiero salir con ella, quiero salir contigo-Minerva al escuchar esas palabras se quedó helada por unos segundos.

En los ojos del rubio se podía notar su deseo por ella, eran de un tono más oscuro y profundo, estaba claro que hablaba en serio. La de cabellos azabache sin resistir ni un segundo más besó con fuerza a Rufus sorprendiéndole pero después de unos segundos él correspondió a su beso dominante.

Minerva agarraba firmemente su cabellera dorada atrayéndole más a su cuerpo que ardía con frenesí por su toque. Rufus viajó hasta uno de sus muslos que agarró fuertemente, sus cuerpos entrelazado como uno sólo pero aún vestidos volviéndoles locos. Él rubio habla esperado mucho tiempo por ella y ella por él.

-Entonces no sientes nada por ella cierto?-dijo mirándole a los labios hinchados por sus mordidas mientras él se saboreaba.

-Qué tengo que hacer para qué me creas?-Rufus estaba prácticamente suplicando.

-Tan sólo no me sueltes y sigueme besando-dijo dirigiéndose a su cuello.

-Eso es justo lo que pensaba hacer-su voz estaba ronca y deseosa.

El mago con gran soltura quitó la blusa azul de su cuerpo mientras ella encajaba sus dientes en sus labios y con dedos temblorosos por el deseo quitaba la camisa blanca que traía puesta dejando entrever su pecho formado,  después se dirigió hacia su pantalón, desabrochando la cremallera

-No sabes cuanto te deseo-dijo en contra de su boca para bajar a sus formados senos que estaban ya al descubierto besándolos haciéndola estremecer por completo.

-Tu eres el que no sabe cuanto imaginé este momento.

Como si fuera una orden Minerva tomó los bordes de su bóxer y los deslizó dejando ver su formada erección mientras la parte íntima de ella se encontraba sumamente feliz al sentir cuatro dedos dentro de ella moviéndose en forma circular rozando su clítoris y su punto G al mismo tiempo. Rufus se divertía al ver las reacciones que ella ponía, su rostro deseando más y como mordía su labio para no gemir, no querían que nadie se enterara de lo que estaban haciendo.

La Maga sin poder aguantar más este juego colocó su mano en su dura erección y comenzó a moverla suavemente viendo su rostro. Estaba un poco incómoda allí debajo de su apresante cuerpo masculino aunque le daba una perfecta vista a su cara, y con la mano desocupada llevaba su boca a sus pechos, la sensación que había dejado allí la quería volver a sentir. Minerva todavía estaba con sus bragas que estaban llena de sus flujos vaginales que no paraban de salir por el movimiento tortuoso de sus dedos dentro de ella.

-Por favor quiero más.

Era una petición suplicante de Minerva que lo quería adentro de ella ya pero Rufus no tenía esos planes, agarrando sus caderas la volteó con su trasero justo delante de él dejando todavía sus dedos dentro pero dándole placer de una forma diferente, con su mano libre le daba nalgadas y con cada una hacía que gimiera más fuerte, Minerva le gustaba estar de esa forma, era algo completamente nuevo y aunque no pudiera seguir masajeando su miembro estaba satisfecha. Rufus con sumo cuidado besando su espalda, sacando sus dedos de sus adentros deslizó su lencería restante por sus pies y volviéndola a voltear para que la observará.

-Señorita Minerva está segura de que quiere esto?-en su mirada se veía el miedo de que lo pudiera rechazar.

La Maga con una dulce sonrisa colocó su mano en el rostro durante unos segundos descubriendo lo cálido que era.

-Tu eres al que quiero.

Diciendo esto sorprendiendo a Rufus ella aprovechó ese momento para besarlo y tomar el control de lo que estaba a punto de pasar.

-Tu sólo disfruta-dijo mordiendo su labio inferior.

El rubio alarmado por sus palabras esperó con impaciencia a lo que se refería. Minerva escondió un mechón de cabello detrás de su oreja que le estorbaba y besó de manera pícara sus labios mejor dicho morderlos,  para después repetir ese proceso desde su cuello hasta su pelvis. Ella sabía que no se quedaría quieto así que le aguantó firmemente las muñecas contra el suelo. De alguna manera se intercambiaron los papeles, esto demostraba que las mujeres podemos tener el control de todo si lo apetecemos y ser muy malas cuando queremos.

-Te estás divirtiendo?-Minerva sabía que eso era una tortura ya que ella misma la soportó hace unos segundos

-Te ves muy sexy señorita-dijo concentrado en la imagen que tenía delante haciendo sonrojarla.

Rufus sonrió porque había logrado lo que quería, Minerva había titubeado y había aflojado su agarre permitiendo que Rufus se sentará y ella ahora estaba a milímetros de su rostro mientras sus pechos rozaban entre sí, y como una invitación el rubio agarró sus caderas fuertemente y las guío hacia su miembro, sus muslos completamente separados y su parte íntima encajó perfectamente en su miembro haciéndola soltar un gemido y un pequeño grito ahogado.

-Te encuentras bien?Perdona si lo hice demasiado apresurado-dijo preocupado por ella.

-De hecho nunca he estado mejor.

Minerva tomando la iniciativa comenzó a mover sus caderas a un ritmo lento mientras se acostumbraba al miembro de su chico. Rufus besaba sus labios y está vez con más confianza y deseo Minerva se movía de una manera más rápida y penetrante. Ella intentaba no gritar su nombre mientras pellizcaba sus senos con la boca y ella arañaba su espalda como un gato pero le era difícil, aunque sabían que era imposible ocultar su deseo y sus caricias que habían ocultado tanto tiempo.

-Te quiero Rufus.

-No dudes que yo también te quiero Minerva con cada centímetro de mi piel.

Besos, caricias y esas penetraciones que los estaban llevando al cielo ahora mismo era desconocido para todos sus amigos, un dulce éxtasis al igual que el vino fue despertado con pasión entre ambos, pero esos dos no terminaron allí; Rufus y Minerva no dejarían que eso acabara tan fácilmente. Ellos no desaprovecharían esa oportunidad y tendrían sexo hasta el amanecer si les era posible, el duro miembro del rubio quería estar adentro de ella todo el tiempo y ella quería producirle un placer completamente nuevo. Después de todo su gremio era Sabertooth, los Tigres que nunca se contendrían, aunque cuando regrese Levy se encontrará con todos sus libros y manuscritos llenos de fluidos vaginales y semen,  pero bueno eso es otra historia.

Y aqui el primer lemon de esta temporada. Dejen sus comentario de que les pareció el cap.

Besos y hasta la próxima.