28-"SORPRESA! SORPRESA!"
Lucy sabía que las cosas no terminarían bien cuándo vio entrar a Loki y a Cana juntos. Prácticamente llevaban un cartel luminoso que indicaba problemas.
El león caminó decidido hasta el centro del gremio, subiéndose encima de una mesa mientras todas lo rodeaban.
-Yukino este es mi regalo-dijo Cana pícara señalando al espíritu que sonreía ladino.
-Seré el encargado de entretenerles está noche señoritas-mostrando sus perfectos dientes alineados lanzó el sombrero a la multitud que ahora chillaban emocionadas.
La rubia observaba la locura que estaba ocurriendo delante suyo conmocionada.
Leo se movía al ritmo de una canción lenta, cortesía de Mirajane, mientras se deshacía de su chaleco dejando ver sus abdominales emocionando a las chicas.
A Lucy se le había olvidado la fama del Casanova delante suyo. El Hechicero Semanal era una revista donde se hacían encuestas del mago más popular perteneciente a uno de los tantos gremios, Loki obtuvo el primer lugar.
-¡Cana esto es una locura! Yukino dijo que no quería nada de alboroto. Cierto?
Al voltearse se encontró con la maga celestial gritando como loca mientras sostenía la nueva prenda despojada del cuerpo de Loki.
-Dios mío, mira ese abdomen. Ahora sé porque Loki es tan popular-lo que faltaba la novia babeando por el stripper mujeriego aunque había que reconocerlo, el león no estaba nada mal.
-Si. Te entiendo-dijo embobada Lucy perdiendo el buen juicio hasta que recordó a su hermoso novio de cabellos rosas. -¡Ese no es el punto aquí!-gritó desesperada por atención.
Wendy no sabía hacia donde mirar, estaba incómoda y no le parecía correcto observar al león que ahora quitaba su pantalón quedándose en boxer.
-¡Hay menores aquí!-Juvia lo sentía por su amiga, era inocente y pura pero ella no. Quería disfrutar esos minutos sin pensar en lo mucho que extrañaba a Gray, su ex.
La Maga sin pensarlo demasiado se subió encima de la mesa agarrando a Loki para bailar con él, necesitaba un respiro y dejar de pensar en estupideces.
-Muestrame lo que sabes hacer vaquero-dijo Juvia pegando su cuerpo contra el suyo para llevar un ritmo lento mientras el león le sostenía las caderas.
-¡Juvia!-gritó frustrada la rubia al ver a su amiga moviéndose al compás.
Lucy quería golpear a alguien, necesitaba detener esta locura cuanto antes. Sin embargo desistió al ver como todas disfrutaban al pasar unos minutos, no estaban haciendo ningún daño así que ella también disfrutaría.
Sirviéndose cerveza de la barra tomó un largo sorbo del líquido dorado. ¡A la mierda! Ella no sería la aguafiestas, se acabó ser la voz de la razón allí.
El ambiente se alegró de forma inmediata mientras bailaban, observando el show que daban Juvia y el león.
En ese instante las puertas se abrieron de golpe dejando ver a los chicos acompañados por la hermosa corderita que vestía un vestido de hilo rosa sencillo que caía hasta mitad de sus muslos.
Aries sonreía divertida con el extraño humor de los imponentes magos, hablando decidida con Rufus. Lo había extrañado y tenían mucho de que hablar.
La sorpresa que recibió al abrir la puerta fue un golpe directo a su corazón. Ver a Loki con apenas unos boxer bailando de tal manera íntima con Juvia fue lo último que esperó.
Leo nunca quiso que terminará así, la jodida expresión de desilusión y tristeza por parte de su corderita dolía demasiado. Se supone que sólo sería un juego, un inocente juego. Una travesura como todas las demás, jamás imaginó que Juvia subiera a la mesa. No fue previsto y pagó las consecuencias.
Ver a Aries huir del gremio por su culpa lo hizo sentir como un idiota monumental. Sin importarle nada más lo que dijeran salió en busca de ella para ser detenido por el agarre de Gray.
Conocía esa mirada, era una con la cual estaba familiarizado cuando su corderita hablaba de manera entretenida con Rufus.
En otro momento se hubiera sentido mal por él, incluso le hubiera ofrecido un hombro para soltar toda su mierda pero hoy no. Justo en ese instante lo único que quería era borrar esa expresión de derrota en los vivaces ojos de Aries.
-Dejame ir Fullbuster, no quiero problemas-pero los tendrás, la amenaza implícita en sus palabras.
-No debiste acercarte a Juvia, mantente alejado-dijo sin importarle un carajo la advertencia del león. Estaba cabreado con Loki, Juvia y consigo mismo por dejarla.
-Ella es mayorcita y sabe lo que hace. No es mi puto problema sino sabes controlar tus malditas inseguridades y jodes la relación-todos observaban en silencio. No sabían qué hacer, la situación se estaba saliendo de control.
Gray tensó su cuerpo, apretando la mandíbula. Ese comentario rompió sus defensas, el maldito león tenía razón y eso no le hacía sentir mejor.
-Ustedes dos se pueden romper el trasero fuera pero no permitiré que mi esposa tenga sobresaltos y perjudique al bebé. Así que salgan de mi vista.
Sting no bromeaba, de su cuerpo emanaba la energía dragón force a punto de atacar. Nadie le haría daño a su frágil esposa y su criatura, incluso si para ello debía provocar una guerra con Fairy Tail. En cuestión de segundos Rufus estuvo allí para él, lo sentía. Listo para atacar en cualquier momento.
La situación era cada vez más precaria, se podría desatar una guerra y los nervios se estaban perdiendo de forma lenta. Los demás dragones protegían a sus mujeres con sus cuerpos. Estaba al borde de la extinción.
-Gray, Sting tiene razón. Deja ir a Loki-la voz de Natsu era seria, con un temple digna de un líder. Si sus ojos no mostrarán la ira que sentía su voz templada los había engañado.
Gray de forma reacia dejó ir el brazo del espíritu que se desvaneció en el aire de forma rápida buscando a Aries en el plano espiritual.
Las chicas dejaron salir un largo suspiro sin saber que habían contenido la respiración por unos segundos. Los hombros de los chicos se relajaron al comprender que no habría una pelea.
Sin embargo nadie sabía que una silenciosa pelea se libraba entre miradas en el gremio. Gray fulminaba con la mirada a Juvia y está no se dejaba intimidar, en cambio ofrecía un desafío. Una sonrisa sin humor, más bien sádico, emergió de los labios del devil slayer.
Sting y compañía se acercaron a Yukino, que estaba visiblemente pálida. Preocupado el dragón de luz se arrodilló frente a su hermosa mujer.
-Estás bien amor?-preguntó mientras acariciaba su mejilla.
La Maga celestial asintió. Tomando su mano califa entre la suya y observó al hermoso hombre frente suyo.
-Me llamaste tu esposa-habló en voz baja, casi nadie pudo escucharla. Su tono salió tembloroso, abrumado de tantas emociones.
La mirada de Sting se suavizó. El ceño fruncido que antes tenía se desvaneció, no tenía nada de que preocuparse ahora.
-Claro Yukino, eres mi esposa. No necesito a un sacerdote para que me diga esos siempre lo he sabido corazón.
Esas palabras se sintieron como adrenalina inyectada a su torrente sanguíneo, sin pensar en nadie más besó con ferocidad a su esposo.
Alguien tosió de manera simulada para darle a entender que todavía estaban allí pero a ninguno les importó.
Lucy observó la escena con el corazón derretido, eran demasiado hermosos. Sintió la mirada de su novio como un toque que la quemaba sintiendo como un escalofrío recorriera su piel, no era precisamente del frío.
-Disfrutaste del show amor?-su voz salía en un tono engañosamente dulce. Lucy sabía muy bien eso, era más bien una amenaza disfrazada.
-No se de qué me estás hablando-dijo de forma inocente, era una mentirosa tan capaz. Incluso se veía genuinamente sorprendida por las palabras de su pareja.
Una suave risa salió de sus labios, su cuerpo respondió a ella. Definitivamente estaba jodida, lo sabía.
-Problemas de memoria cariño? Tranquila, tenemos toda la noche para recordar.
Gray no aguantaba más ese silencio cargado entre tanta tensión así que se acercó a Juvia con grandes zancadas. Ella al verlo sonrió internamente, parecía que después de todo el mago no tenía el corazón tan frío.
-Qué estabas haciendo con Loki?-preguntó molesto, no le importó mostrar sus sentimientos. Nada le importaba en esos instantes.
-Perdiste el derecho de saberlo cuando rompiste conmigo Fullbuster así que ahora no vengas a llorar-ahí estaba de nuevo, otra vez su apellido. Nunca pensó que podría odiarlo tanto hasta que escuchó por primera vez a su dulce Juvia dirigirse a él de esa forma.
La Maga se sintió poderosa al ver como Gray parecía a punto de estallar, perdiendo el autocontrol. Bien, ahora sentiría el dolor.
-Lo tengo si veo como la persona que más me importa se involucra con un mujeriego. No quiero verte sufrir-Gray tocó su mejilla, disfrutando del frágil contacto que desapareció porque Juvia se había alejado.
-El sufrimiento causado por ti fue mucho más grande. No seas hipócrita Fullbuster.
Con esas palabras Juvia se alejó, no quería que viera como dudó por unos segundos cuando sintió su piel en su mejilla. No quería desear besarlo al escuchar esas dulces revelaciones. Definitivamente necesitaba alejarse de Gray Fullbuster.
Lástima que ya no era posible.
Cana salió del escondrijo que proporcionaba la barra claramente borracha y a su lado Bachus, de igual forma.
La maga les regaló su mejor sonrisa, al verlos todos reunidos.
-Les gustó mi sorpresa?
Eh aqui el cap, espejo que les guste.
Besos y hasta la próxima.
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