Erza se moría de vergüenza, debía compartir carruaje con Jellal. ¡Jellal! El mismo que le enseñó el placer y lo delicioso del sexo. Ella quería esconderse debajo de una piedra.

Él en cambio parecía en su mejor momento, sentado a su lado con la vista al frente mientras permanecía indiferente. Un silencio incómodo, al menos para ella porque a Jellal prácticamente le deba igual o eso pensaba ella.

Después de todo era un experto en ocultar sus sentimientos, deseaba tanto tenerla y hablar con Erza. Decirle que deseaba una oportunidad, para arreglar todo. Sin embargo todavía no sabía si amaba a Erza o a Meredy, las cuales perdió por su estupidez. Esta vez pensaría con la cabeza fría y no se dejaría llevar por impulsos.

Para colmo Hisui estaba descansando, sino el parloteo incesante de la princesa sería un método de escape para ambos. Esa princesita era tan increíblemente ingenua y densa que no se daba cuenta de los demás, sumandole también una curiosidad por saber todo fuera del Reino, aunque Jellal sabía muy bien que esa chica de apenas 18 años se volvía una monarca decidida, fuerte, valiente, entregada a su pueblo y a su seguridad. Como había demostrado hace tiempo.

-Cuándo llegaremos al Imperio?-preguntó Jellal tratando de sacar un tema de conversación, por lo menos deberían ser capaces de llevar una conversación trivial y sin importancia.

-Dentro de unos días, no falta mucho.

Después de ese breve intercambio de palabras ninguno habló nuevamente y la tensión creció a un punto que era asfixiante.

Jellal estaba absorto en sus pensamientos pero Erza parecía que estaba a punto de explotar.

-Esto es tan incómodo, si hubiera sabido que serías mi compañero de trabajo no hubiera ocurrido nada entre nosotros.

Sabía que era lógico y racional, no se debía mezclar el trabajo con el placer pero por alguna razón escuchar esas palabras enfureció a Jellal.

-Si tienes razón, nunca debió haber pasado-esas palabras salieron llena de odio y cargada de amargura.

En ese instante Erza detuvó el carruaje,  ahora era ella quien estaba enojada y el culpable era el chico a su lado, al cual amaba.

-Odio cuando haces eso-dijo la pelirroja sin importarle un escándalo, después de todo nadie estaba para presenciarlo.

-Cuándo hago qué?-preguntó vacío y sin emoción, encontrándose con la mirada furiosa de Erza. Definitivamente era sexy cuando se enojaba.

-Actúas como si nada te importará, siempre eres lógico y racional, pues felicidades Jellal eres el mayor idiota que he conocido-sin contar a Gray o a Natsu, esos dos fácilmente se podían llevar el premio mayor pero también podría ganarlo Loki, ese maldito mujeriego estaba haciendo sufrir a Aries.

Esa afirmación tan cruda y simple hizo arder en furia a Jellal, ahora no se quedaría quieto.

-Si Erza, soy lógico y racional, necesito hacerme responsable de mis acciones y pagar mis pecados, así que me disculpo por protegerte de mi-su voz por primera vez cobró un matiz de emociones y sentía que finalmente estaba recuperandolo de vuelta.

Sin embargo no le gustó ese comentario y necesitaba más del Jellal que ella había conocido de niños y aquel hombre en la Isla Arcángel.

-No necesito protección!! No soy una damisela en apuros que necesitan que la rescaten, cuanto antes lo aceptes  mucho mejor y por si no te ha quedado claro yo tomo mis propias decisiones y me hago responsable de mis sentimientos. Tu simplemente los ignoras. Quién es el verdadero cobarde aquí Jellal?-preguntó con su voz más ronca, cargada de dolor.

El mago no sabía cómo responder, todo era cierto, huía de sus sentimientos porque no sabía cómo hacerles frente. Si le entregaba su corazón por completo a Erza qué garantía tenía de que no lo destruyera.

Siempre había tenido el control de la situación y no tenerlo le aterraba, sabía que la pelirroja lo amaba pero qué pasaría cuando descubriera el horrible monstruo que era en realidad y le abandonaba para siempre.

-No sabes nada estúpido y ni siquiera has intentado entenderlo porque es más fácil fingir que no están allí que aceptarlos y hacerle frente. Algunas veces tienes que pararte y luchar aunque sepas que todo este perdido, algunas veces debes gritar que necesites a alguien aunque estés sólo y dolido para levantarte por ti mismo. Algunas veces debes amar aunque te rompan el corazón, que no haber amado y haber sufrido. Nadie sabe lo que esta escrito en el destino pero algunas veces no es necesario si estás con tus seres queridos. Algunas veces....

Erza fue interrumpida por un beso apasionado y voraz que vertía todo su anhelo, cariño, desesperación, adoración amor. Saboreando sus propias lágrimas saladas en cada caricia y sin saber que habían sido derramadas.

Ambos se separaron por la falta de aire y Jellal limpiaba su rostro con sus manos cálidas y le regalaba una sonrisa sincera.

-Bonito discurso, lamento interrumpirte pero no soportaba verte de ese modo-Jellal quería reír al ver su expresión tan confusa tratando de resolver sus acciones, era tan adorable así que la apretó contra su pecho.

-No entiendo. Qué significa?-preguntó confundida como si se tratara de un problema matemático que le estaba provocando una jaqueca terrible. Jellal besó su frente en un gesto dulce y tierno.

-Signifca que te amo y no te dejaré ir nunca más de mi lado, aunque quieras escapar de mi-dijo en un tono risueño atrapandola en un abrazo protector y Erza escuchaba con atención sus latidos del corazón.

-Creeme no quiero irme a ninguna parte-susurró en voz baja cerrando sus ojos y sabiendo que estaba en el lugar donde siempre debía estar.

-Erza tengo curiosidad por lo que ibas a decir antes-dijo besando su cabeza y acariciando las hebras rojas escarlatas entre sus dedos.

-Algunas veces dos más uno no es igual a tres-Jellal frunció el ceño al escuchar sus palabras tratando de descifrar el mensaje.

-Qué significa?-preguntó curioso por la respuesta de su amada.

-Que algunas cosas no tienen sentido.

Esa fue su simple respuesta y Jellal estuvo satisfecho con ella, era cierto, y ese día una princesa de cabellos verdes fue testigo de su amor, Hisui suspiraba deseando alguna vez encontrar a su amor perdido.

Espero que les guste.

Besos y hasta la próxima.