19-"ESCARCHA;SIENDO TUYA"
Besos, caricias, mordidas, eran las herramientas del juego tortuoso del mago. Meredy incapaz de decir algo ya que las palabras no brotaban de su garganta, se quedaban atoradas y lo único que salía de su boca hinchada por los labios de Lyon eran unos sonoros gemidos, llenos de placer, cargados de excitación inminente.
El de cabellos blancos abría sus piernas aún más para rozar con su miembro la entrada húmeda de Meredy, quería tenerla, quería poseerla pero no quería apresurarse, debía disfrutar cada momento por si sería el último.
-Mery.
Su voz era como la miel, dulce y empalagosa, pero muy apetitosa, era increíble como esa simple palabra la hacía vibrar con fuerza. Meredy llevó su dulce boca a la suya en un intento desesperado de apagar la necesidad que tenía por él.
- Por favor Lyon-logró decir con gran dificultad.
-Qué quieres Mery?
Su voz era un gruñido, y aún si la necesitará con tanta urgencia quería saber lo que diría, era necesario para él escucharlo de esa boca que lo volvía loco. Así que se detuvo y se quedó observándole a esos hermosos ojos.
-A ti-dijo con tono suplicante enredando entre sus manos la cabellera blanca del exigente mago que añoraba su cuerpo.
-Bastia-volvió a decir Meredy al ver como el mago descendía esa lengua viperina sobre sus pechos depositando mordidas hasta encima de sus caderas, mientras ella dejaba salir un pequeño suspiro.
-Me encanta cuando me dices Bastia, dime así cuando esté dentro de ti mientras que gimes que eres mía por qué lo eres no es cierto?
Meredy no pensaba en esos instantes estaba concentrada en la respiración de él en su zona íntima, su cabello sedoso haciéndole cosquillas en sus muslos mientras él mantenía sus manos grandes firmemente en sus redondeadas nalgas atrayéndola más cerca. Lo único que no la hacía perder la poca cordura eran las bragas de encaje húmedas.
-Tampoco necesitas estas-dijo rasgando las braguitas, le gustaba más así sin nada a su merced, este momento se lo había imaginado mucho tiempo pero había superado sus expectativas, su pene estaba bastante apretado dentro de los bóxer y pronto estaría al descubierto, pero primero la disfrutaría.
- Mery no has respondido mi pregunta.
"Y como diablos quiere que te responda" pensó Meredy ya que de su garganta eran sonidos de placer provocados por él, sabía que su boca estaba a centímetros de su vagina y ella acariciaba su cabello blanco nieve.
-Si soy tuya-dijo de manera entrecortada sin saber que esas palabras la llevarían tan lejos de la atmósfera como era posible.
Al tener esa confirmación por la de cabellos rosas sonrió feliz y divertido, pero debía darle su premio ahora.
Lyon se acercó aún más rozando sus labios con su vagina y la respuesta inmediata de Meredy fue arquear su espalda, abrir más sus piernas, que por su cuerpo recorriera espasmos seguidos y se sintiera como la puta dueña del universo.
-Aún no has visto nada mi pequeña Mery-dijo arrastrando las palabras de una manera gruesa y maliciosa, tan deliciosa como a ella le encantaba.
El mago colocó un beso suave entre sus piernas haciéndola gemir pero él quería hacerla gritar, fuerte, que todos se enterarán que era suya y de nadie más.
Lyon comenzó a succionar todo el líquido que salía de su vagina, rodeando con su lengua su hinchado clítoris, abriéndose paso con esa atrevida lengua.
-Amo a esa lengua-dijo sin poder detener esos pensamientos atrevidos que salían de su mente.
El mago de hielo al escuchar eso soltó una sonora carcajada entre sus piernas y con sólo el sonido de su risa y las caricias adecuadas en su zona íntima alcanzó su primer orgasmo, empapando el rostro del mago con sus fluidos vaginales.
Meredy entonces comprendió lo que acababa de suceder, ella tubo un orgasmo en la cara de él.
-Qué acabo de hacer?
La Maga se cubrió con sus manos su rostro enrojecido de la vergüenza y con lágrimas amenazando salir de su rostro, se sentía indefensa, allí desnuda mientras Lyon aún no decía nada estando de pie observando como se cubría su hermosa cara.
-Meredy mirame-dijo con voz gruesa y en forma posesiva.
-No.
"Está enojado, seguro que está enojado" pensó Meredy como una niña pequeña que quería escapar de allí urgente.
-Mery por favor-su voz era dulce y tierna, y era una súplica que le hacía, debía saber en qué se había equivocado.
Ella abrió sus ojos y apartó sus manos de su cara viendo el rostro perfecto del chico que deseaba y que quería, eso le espantaba, querer para ella era sinónimo de perder. Lyon la observaba con una sonrisa cargada de dulzura y parecía una escultura aún en esa oscuridad. Él apartó una de sus lágrimas y ella sintió como no podía respirar simplemente por ese dulce gesto. Meredy se bajó de la mesa y se tiró en sus brazos, abrazándolo como si su vida dependiera de ello. Era sencillo y aterrador lo que estaba sintiendo por Bastia.
-Qué ocurre mi pequeña escarcha?-dijo acariciando su larga cabellera rosa envolviendo su menudo cuerpo con el fornido de él.
-Pensé que estarías enojado- su voz era algo quebrada, rota y un susurro que solamente Lyon escuchó.
- Por qué estaría enojado Mery?-preguntó con un ceño fruncido en su frente observándole ahora a esos tiernos ojos que habían derramado lágrimas por él.
- Por lo que acaba de pasar-estaba sonrojada y con una vergüenza enorme.
Lyon había visto muchas facetas de ella, la decidida, la fuerte, la sexy, la rompe-traseros, pero jamás la había visto de esta manera, indefensa y avergonzada, tímida, cualidades que nunca pensó ver en Meredy. Era algo lindo y bastante divertido, tanto así que empezó a reír de nuevo. A la Maga no le hacía ninguna gracia, pero el sólo sonido refrescante de su risa era algo por lo que era perdonar muchas cosas, pero no se lo dejaría pasar tan rápido.
- No es gracioso-dijo fingiendo estar molesta.
-Oh, si que lo es-dijo todavía un poco sonriente hasta que Meredy le dio un pequeño codazo en su duro vientre haciendo que sus senos rebotaran, su amigo estaba listo de nuevo para la acción.
-Sabes estoy preparado para el segundo round-dijo agarrándola de las caderas atrayéndola cerca de su erección con un brillo oscuro en sus ojos.
-Oh-fue lo único que salió de sus labios antes de que ella tomará la iniciativa de besarlo.
El beso era dulce, tierno y muy suave, algo para disfrutar pero Lyon y Meredy querían disfrutar de otras cosas.
El mago agarró sus nalgas y la levantó del suelo con rapidez, ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura mientras besaba su boca con ansias desesperadas.
Lo único que impedía la entrada de su miembro en ella era los bóxer negro que pronto estarían fuera.
Lyon la sostuvo entre sus brazos mientras la llevaba a los dormitorios, se acabó los juegos y la diversión, la necesitaba ya pero no quería que fuera en una mesa, la quería en su cama y eso era lo que precisamente iba hacer.
Subiendo las escaleras, llegando a la puerta de su habitación la abrió de un tirón y como si ella fuera de cristal o de porcelana la colocó encima de la cama mientras él se encargaba de quitar sus bóxer.
Meredy sin tener que ordenarle nada, abrió sus piernas para él y la fantasía que había tenido Bastia durante meses se había cumplido.
Dándole pequeños besos y acariciando con sus manos sus pechos se colocó entre las piernas de ella, rozando con la punta su clítoris, estaba húmeda, tan húmeda como siempre lo estaba. Ambos soltaron un gemido ante tal contacto y sin aguantar más Lyon se enterró en ella de una estocada penetrante y decidida.
"Definitivamente esto es el cielo"pensó Meredy antes de entregarse completamente a ese hombre que la volvía loca. Su cuerpo, su olor, su lengua, principalmente esa lengua, eran una adicción para ella, y había encontrado su nuevo juguete favorito entre sus piernas.
Lyon aumentó el paso, más duro, más rápido y definitivamente más placentero, casi rozando al dolor. Esto era lo que llamaban perfección, y lo mejor de todo fue cuando alcanzaron ambos el clímax llenándose uno del otro. La sensación fue algo liberadora y deliciosa. Ahora Lyon y Meredy estaban abrazados en la cama escuchando los latidos, la respiración del otro, era algo mágico, especial, perfecto y un poco egoísta.
-Así qué amas mi lengua?-Meredy sabía que no lo dejaría pasar tan fácil, ella le dio un codazo en sus costillas y él se echó a reír escandaloso, definitivamente ese era el sonido que más adoraba la Maga.
-Qué más amas de mi?-preguntó Lyon acariciando sus cabellos, Meredy sabía lo que quería escuchar pero no se lo diría tan fácil.
- Tu cuerpo-dijo orgullosa de su respuesta y Lyon volvió a reír.
-Entonces soy un juguete sexual eh?-preguntó divertido y ella se encogió de hombros.
- Te quiero Lyon-dijo en un susurro después de un largo silencio.
- Yo también te quiero Mery, mi pequeña escarcha.
El mago besó su frente de manera dulce y ella sonrió como una niña acurrucandose debajo de su cuerpo colocando su cabeza en su pecho cerrando los ojos, mientras Lyon con sus dedos largos y finos acariciaba su espalda. Esto era lo que había deseado y ahora tenía, a su dulce Meredy.
Eh aqui la continuación de Escarcha, espero que les guste y que perdonen por no haberlo subido antes.
Besos y espero sus comentarios.
Hasta la próxima😍😃❤💋
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