18-"ESCARCHA"

Un mago de cabellos blancos no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos azules, cabellera rosa y un cuerpo tan espléndido como una diosa, ella era Meredy, una chica con un pasado tan oscuro como doloroso que no deseaba dejar entrar a nadie dentro de su corazón, lo había decidido desde que perdió a Ultear, creía que estaba maldita que todo lo que tocaba moría y no se daría el lujo de llorar por alguien más ya había sido suficiente. Sin embargo últimamente su pecho palpitaba cada vez que se encontraba cerca del mago de hielo, un sexy y apuesto Lyon Bastia que últimamente rondaba por sus alrededores siguiendo con eso hermosos ojos cada movimiento que ella daba, sólo de pensarlo un escalofrío recorrió su cuerpo, no debía de pensar en eso, faltaba poco para que se marcharán del gremio y cada uno tendría que partir a destinos completamente distintos, así que aguantaría todas esas ganas y lujuria de probar cada parte de su cuerpo con su lengua. Últimamente con lo único que soñaba era esa boca tan perfecta, esos labios dándole placer en su zona íntima mientras le decía cosas verdaderamente sucias solamente para ellas, haciéndola levantar increíblemente húmeda y temblorosa cubierta de sudor. Esto no podía ser sano, pensó al despertar de otro sueño esa misma noche así que tomando aire se colocó una camisa grande que usaba para dormir y con unas pequeñas bragas blancas. Bajando por las escaleras de los dormitorios femeninos descubrió que no había nadie, estaba sola aunque lo estaría realmente si el exquisito hombre que simplemente andaba en boxer no estuviera tomando agua del grifo dándole la espalda. Meredy lo reconoció de inmediato, esa musculatura, piel tan blanca, ese aroma y esos cabellos color nieve eran el protagonista de cada sueño húmedo que había tenido.

Lyon no se había dado cuenta de su presencia, no podía dormir estos últimos días, siempre se levantaba a las cuatro de la madrugada con un duro problema, mientras él pensaba dormir otra parte de su cuerpo estaba muy despierto como si tuviera vida propia, la culpable era esa Maga tan deliciosa llamada Meredy. Desde la primera vez que la había visto combatiendo en la guerra contra Zeref le llamó la atención, era decidida, fuerte e increíblemente sexy. Él estaba enamorado de Juvia pero sabía que nunca le haría caso, no cuando estuviera tan perdidamente enamorada de Gray Fullbuster, su mejor amigo y rival, así que se rindió y comprendió que esa Maga de agua no era para él. Sin embargo había comenzado a sentir cosas por esa cabellera rosa, todas las noches se imaginaba a ella abriendo sus piernas para él para darle una hermosa vista de su vagina, y siempre terminaba con él enterrandose en ella con duras embestidas haciéndola gemir y gritar su nombre.

-Qué haces aquí?-preguntó Meredy un poco molesta con el ceño fruncido.

Lyon reconoció su voz y maldijó por lo bajo,  realmente no pensó encontrarse con ella está noche y menos con el problema en su entrepierna. Él suavemente se giró y abrió sus ojos sorprendido al encontrarse con ella vistiendo una camisa blanca holgada sin sujetador, marcando sus pezones y pensó que esto no podría ponerse mejor, pero al descender hacia la parte inferior de su cuerpo se emocionó, esas bragas blancas lo volvían loco y si no estaba viendo mal, estaban bastante mojadas.

-Es obvio que durmiendo,  aunque creo que tu no lo hacías-dijo señalando un poco divertido sus bragas haciéndola sonrojar.

Sin embargo no se cubrió, simplemente dejó que su mirada cargada de lujuria le parecía excitante.

-Lo dice el tipo que tiene una erección a las cuatro de la madrugada-Meredy bajó su vista indiscreta hacia sus boxer dándole una vista tan placentera que estaba a punto de dar saltos de alegría.

Lyon simplemente se encogió de hombros, no le importaba que le miraba en cambio eso le hacía querer tenerla bajo su cuerpo dándole un orgasmo, que le temblara las piernas y que gritara su nombre.

-Quieres agua?-preguntó cortésmente cambiando de tema para sentarse en una de las sillas del salón viendo como ella se sentaba en el borde de la mesa tomando el vaso suyo.

Meredy intentaba darse cuenta de lo que acababa de hacer, parecía estar provocándole y a él no le importaba ni un poco, es más parecía divertido por la acción de la Maga. Bien era hora de ponerle un alto a las cosas, pensó Meredy.

-Qué estás haciendo aquí a parte de dormir?- la Maga trataba de cambiar el tema mientras tomaba un poco de agua tomando del mismo lado donde había puesto sus labios.

-Pues la casa de Gray fue ocupada por dos románticos, al igual que el resto de las habitaciones vacías del gremio así que vine aquí-en realidad eso era una excusa para verla a ella, tenerla cerca y saborearla antes de que se fuera.

-De todos modos cuando salga de la cárcel,Gray los sacaría a patadas.

Lyon asintió, sabía que mañana a primera hora él saldría de la cárcel, cortesía de Juvia y otras tres amigas. No sabía en qué problema se había metido su amigo y los otros tres pero enojar a una mujer nunca era algo bueno. Lyon lo sabía muy bien.
Ambos se quedaron en silencio sin saber qué decir, estaban incómodos y tensos, muy tensos, además las vistas que obtenían uno del otro eran demasiado para su cuerpo.

-Sigues enamorado de Juvia?-preguntó Meredy sin poder contener esos celos enfermizos. Lyon frunció el ceño, desde cuándo a Meredy le importaba lo qué él sintiera, además cómo se enteró de eso?

-A qué te refieres?-Lyon estaba un poco confuso.

-Ya sabes a lo que me refiero Bastia.

Nadie nunca le había dicho de ese modo, Bastia, no era muy fan de su apellido pero sonaba muy bien de su boca pensó, esa sexy boca a la cual le encantaría morder. Sin embargo nuestra querida Meredy estaba celosa, como malditamente celosa y no sabía por qué, el control que tenía sobre ella era demasiado grande.

-No, ya no estoy enamorado de Juvia sólo la veo como una amiga-dijo sinceramente y ella prácticamente saltaba de alegría al saberlo.

- Por qué estás tan curiosa sobre eso Mery?-preguntó Lyon haciéndose el tonto y vio como ella le restaba importancia.

"Mery" le gustaba que le dijera así, sonaba lindo y nadie nunca le había dicho de esa manera tan dulce. Definitivamente este hombre le estaba haciendo perder la cabeza, sólo por decirle de ese modo y negar que sentía algo por Juvia se sentía como la mujer maravilla, además su zona íntima cada vez estaba más dispuesta a dejar entrar a esa gran longitud en ella, haciéndola sentir mujer.

-Será mejor que me vaya a dormir-dijo tratando de huir de allí sin embargo Lyon se interpuso en su camino, atrapandola entre la mesa y el cuerpo de él.

-No has respondido mi pregunta Mery-volvió a decir con voz melodiosa haciéndola derretirse aún más por sus encantos masculinos.

Lyon acarició su mejilla e hizo que Meredy lo observara para que no se perdiera ningún detalle y que notará en sus ojos el brillo de deseo que en ellos residía.

Una punzada de dolor golpeó su vientre, se había olvidado de respirar y lo único que podía ver era esos labios tan deliciosos.

-No-dijo más bien en una súplica para si misma de no caer en la tentación.

-No qué Mery?-dijo con voz cargada de deseo el mago acariciando las palabras haciéndola perder la razón.

-No puedo desearte-fue en un susurro que solamente escucharon ambos.

-Pero lo haces-no fue una pregunta simplemente una aclaración que ambos sabían perfectamente.

-Si-dijo la Maga sin poder aguantar más está tortura tan malvada creada por él.

Lyon sin contenerse buscó sus labios con un hambre desesperada, abriéndose paso al interior de su boca mientras ella se ponía de puntitas para poder continuar el beso y no apartarse de él ni por un segundo, su cuerpo se convirtió en gelatina al sentir sus manos agarrando y elevando sus nalgas, y ella sujetaba con fuerza el cabello sedoso blanco entre sus dedos.

-Envuelve tus piernas-dijo en orden y ella le obedeció.

No pondría ninguna resistencia si esto terminaba con uno de los mejores orgasmos de su vida, así que hizo lo que le mandó, envolvió sus piernas en su cintura y al hacerlo rozó el indiscreto miembro que se asomaba con mucha facilidad. Lyon continuó besando sus labios, mordiendolos dejándolos hinchados como una señal de que él estuvo allí, solamente él, al sentir el roce de la zona íntima de la de cabellos rosas dejó salir un gruñido contra su boca y ella arqueó su espalda para continuar el roce indiscreto contra su miembro. Lo único que impedía que se tomarán allí mismo eran las frágiles telas y que quitarían ahora mismo.

-No necesitas esto cierto?-dijo sacando la camisa y sin darle algún tiempo de reaccionar metió uno de los senos en su boca y comenzó a lamerlos, mientras ella dejaba salir un pequeño gemido.

Lyon la había sentado en la mesa permitiéndole mayor movimiento encima de Meredy, la necesitaba, necesitaba hundirse en ella con urgencia, pero también quería disfrutar este glorioso momento y lo haría a lo grande.

Disculpen la demora, pero aqui el cap. No me maten por dejarlos en espera tratare de subir la segunda parte de Escarcha pronto❤❤❤.

Besos y hasta la próxima.

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