12-"FALL IN LOVE"


Mientras dos magos se entregaban en el sótano en la parte de arriba del gremio se encontraban todos prácticamente desmayados agotados por el concurso de beber. Elfman había perdido en contra de Bickslow terminó arrastrándose por el suelo, en cambio Gildarts y Bachus todavía bebían ya que Cana estaba en el baño haciendo sus necesidades.

Loki y Aries tuvieron problemas nuevamente así que ella se marchó mientras Leo le seguía para hablar con ella seriamente de una vez por todas. El gremio terminó hecho un desastre, cortesía de todos los animales que se habían emborrachados, pero deberíamos ir a la oficina de Makarov, el maestro de Fairy Tail que se encontraba fuera, para seguir con la historia de dos hadas.

Mirajane entró en el despacho suavemente para escapar un rato de toda la locura que había allá debajo, lo que no sabía es que un rubio estaba arrecostado en el suelo durmiendo.
Mira al verlo sonrió divertida y con su mano le acarició la mejilla recordando los viejos tiempos, cuando ambos habían salido en secreto de todos. Él había sido un gran gilipollas rompiendo su corazón en varios pedazos pero cambió, aún así no debía caer de nuevo en esa tentación llamada Laxus Dreeyar.

-Sigues siendo igual de hermoso-dijo suspirando recordando las veces que lo encontraba durmiendo en ese mismo lugar cada vez que lo iba a buscar.

-Lo sé, soy bello-abrió sus ojos lentamente sorprendiendo a la de cabellos blancos haciéndola reír por su descaro.

-Tu descaro tampoco ha cambiado mucho-Mirajane estaba un poco cortante y borde con él.

-Mira yo.....-intentaba decir algo pero no terminaba la frase.

-Dejalo ya Laxus, tu y yo podemos ser amigos pero no quiero hablar de eso entiendes?-la de cabellos blancos estaba dolida por lo que había ocurrido en el pasado y no quería que volviera a ocurrir, no de nuevo.

-Mira yo te quiero-dijo soltándole una bomba en la cara.

-Qué?-estaba eufórica y confundida.

Ella no quería caer de nuevo, pero sus labios, cabello, su piel, sus ojos y mucho más eran más adictivos que cualquier bebida que probó. Se había dicho mentalmente que si este día llegaba lo torturaría, le diría mil cosas sobre como dolía su pecho criticando su forma de ser con ella, pero nada le salía del garganta, solo podía escuchar te quiero y eso era un problema, porque no quería volver a cometer el mismo error dos veces pero era imposible no hacerlo.

-Necesito salir de aquí-Mirajane quería escapar lo más rápido posible para encerrarse en su habitación, pero su huida fue interrumpida por la mano alrededor de su muñeca que la sujetaba posesiva.

-No te alejes de mi-dijo suplicante abrazándola con tanta fuerza que le dificultaba respirar pero aún así no quería apartarse de él.

-Tu me alejaste Laxus, con tus tratos distantes y con tu carácter vacío. El culpable de todo esto eres tu.

La maga de take over estaba llorando, aunque era tan fuere como Erza su corazón estaba demasiado lastimado y uno de los causantes de aquello era el dragón slayer que la miraba como si lo estuvieran torturando con mil agujas. Sus palabras rezonaban en sus oídos entendiendo que el único imbécil allí era él, Mirajane necesitaba su espacio, olvidarse de esas palabras que le había dicho y con suerte sacarlo de su corazón de una vez por todas.

-No te diré que he cambiado porque no lo he hecho, ninguna persona cambia completamente de la noche a la mañana, pero te prometo que soy mejor de lo que fui antes-dijo admirando sus ojos de ese azul tan intenso que brillaban por las lágrimas que habían corrido por sus mejillas.

-Así que, por favor...te lo pido regresa conmigo Mirajane Strauss porque me vuelves loco y te necesito con locura-habló Laxus hincando su rodilla en el suelo sosteniendo su temblorosa mano mientras ella se tapaba con la otra su boca sorprendida.

-Me estás pidiendo ser tu novia Laxus Dreyar?-dijo sonriendo como una estúpida enamorada sin poder creerlo.

-No, te estoy pidiendo que te cases conmigo, creo que es bastante obvio-habló un poco divertido al verse postrado en el suelo.

-Es una broma cierto?-preguntó Mirajane queriendo saltar de alegría.

-Crees que si fuera una broma me tomaría el trabajo de comportarme como un perdedor enamorado que quiere volver con su ex por comportarse como un idiota y proponerle matrimonio?-dijo avergonzado por su comportamiento.

-Tranquilo no le diré a nadie que el poderoso Laxus se ha arrodillado suplicando por mi amor-dijo ayudándole a levantarse.

-Me siento honrado señora Dreyar-habló utilizando el apellido suyo como referencia de ser su esposa.

-Todavía no he aceptado.

Laxus la miró asustado al verla con un sonrisa triunfante en su rostro cruzada de brazos, se la había jugado y de una manera espléndida. La señorita Strauss había ganado esta vez, con eso le era suficiente pero todavía lo amaba para suerte de él, sino hubiera muerto hace mucho.

-Qué quieres decir?-el dragón slayer la miró confuso.

-No me casaré con el tipo que fue un idiota conmigo, sería una estúpida si lo hiciera-dijo rompiendo el corazón de él está vez.

-Aunque le daría una nueva oportunidad para que me demostrará si se ha vuelto una mejor persona porque te amo. Aceptarías ser mi novio Laxus Dreeyar?-extendió su mano para que la tomara.

-Sería un estúpido sino lo hiciera.

Laxus y Mirajane se sonrieron uno al otro por unos segundos recorriendo con la vista cada rasgo de ellos.

Mirajane agarró al dragón reclamante por el borde de su camisa atrayéndole hacia su boca explorando cada rincón de ella, era tan deliciosa como recordaba o incluso más. Laxus conocía muy bien la fisiología de su chica, ya que la había probado antes pero debía reconocer que ahora era el doble de la mujer que era antes y eso le encantaba.

La de cabellos blancos como un reflejo se abalanzó encima de él colocando sus pies alrededor de la cintura mientras Laxus le sujetaba el trasero fuertemente por debajo del vestido. Mirajane estaba entretenida recorriendo con su lengua el interior de su boca enredando en sus dedos los cabellos rubios.

Laxus caminó unos pocos pasos antes de apoyarla en el escritorio de su abuelo para encontrase con documentos, lápices y bolígrafos encima de la gran mesa, ellos sin importarle mucho si fueran importantes o no, los tiraron al suelo removiendo todo lo que les estorbaba.

Mirajane mantenía sus piernas abiertas para que Laxus estuviera cómodamente mientras rasgaba su vestido completamente hasta debajo de su ombligo, Mira no se quedaba atrás con un solo tirón rompió todos los botones de la camisa de su chico sin pensar mucho lo que estaba correcto o no, eso importaba una mierda en estos instantes.

-Justo como los viejos tiempos-dijo nostálgico y un poco divertido el dragón slayer.

-Callate y hazme  tuya como tu solo sabes hacer.

La de cabellos blancos agarró entre sus manos las marcadas y jugosas nalgas de su chico abriendo más sus muslos permitiéndole que su parte íntima rozara con la deliciosa erección que ella conocía como la palma de su mano.

Laxus sonreía gustoso por saber como la volvía loca y eso le fascinaba en toda regla escrita, sus manos traviesas terminaron de romper completamente el vestido para encontrarse con el cuerpo desnudo de su chica por completo, sin sostén y bragas.

-Te gusta lo que ves?-dijo Mirajane agarrando sus dos senos provocándole mientras hacía como si gimiera.

-No tienes ni idea lo que está pasando por mi mente en estos momentos-dijo susurrándole al oído mientras adentraba tres dedos en su zona más húmeda y sin duda no era su boca.

-Me encantas cuando sacas ese lado tuyo-dijo mordiendo su seno suavemente para hacerla ronronear como una pequeña felina.

Laxus la acostó en la dura madera fría del escritorio abriendo sus pies de par en par admirando el hermoso espacio entre ellas, tantas veces que había soñado estos momentos, verla desnuda ruborizada mordiéndose el labio con sus senos llenos de su saliva masturbándose para él, sin duda esta chica sabía sacarlo de la cordura volviéndolo loco completamente.

-Aahh....grrss-decía mientras ella misma se daba placer.

-Dulzura dejame yo me encargo.

El rubio se puso encima de la de cabellos blancos besándola primeramente sus labios bajando a su cuello continuando con sus pechos que suscionaba y chupaba como si fuera un arte bajando hasta su ombligo hasta llegar a su dulce lugar favorito. Sosteniendo sus pies bien abiertos viendo lo húmeda que estaba comenzó a lamer su clítoris haciéndola gritar, gemir incluso gruñir del placer. Había extrañado esto, un buen orgasmo que la hiciera vibrar hasta el cerebro.

-Todavía no quieres casarte conmigo?-preguntó bromista al ver sus facciones.

-Si vienes ahora mismo y me das unas buenas embestidas lo reconsidero con gusto-dijo observando como Laxus al escuchar esas palabras se quitaba el pantalón junto al bóxer liberando su dura y apetecible erección.

-Mejor te consigues un vestido de novia.

El rubio sonrió felizmente y en menos de unos segundos estaba encima de Mirajane sujetando sus dos manos fuertemente hacia arriba besando sus labios mientras la de cabellos blancos arquebaa su espalda por completo dejando entrar su pene en ella, esa sensación que había extrañado tanto.

El clímax no se tardó mucho en llegar porque ellos habían soñado tantas veces este momento que era imposible no hacerlo, pero le faltaban otros buenos orgasmos, la noche era larga al igual que su apetito sexual.

Dicen que el amor es lindo cuando los dos son pervertidos, lo cierto es que ellos eran unos expertos en este tema.

Eh aqui el lemon.espero que les gusten y dejen su comentarios.

Hasta la proxima

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