11-"UNAS ALAS ROTAS PARA VOLAR"

-Bienvenidos al concurso de beber!-gritó escandaloso Loki, el encargado de producir todo este show, al escuchar esas  palabras gritos estruendosos se escucharon por parte de todos.

-Aquí tenemos a los concursantes-dijo señalando a nuestros amigos queridos que estaban sentados en la barra.

Gritos y exclamaciones fueron oídas por todos los integrantes del gremio. Las cuatro chicas seleccionadas para servir la bebida lucían hermosas vestidas en bikini con un delantal, cortesía de Gildarts. El león le echaba miradas recriminantes por hacer usar a su corderita ese modelo tan provocativo delante de Macao y Wakaba.

-Que empiece!!!

De ese modo las jarras de cerveza fueron llenadas, una gran cantidad de personas observaban lo que estaba a punto de suceder. Cana, Gildarts y Bachus tomaban de un solo trago completo la bebida. Esto acababa de comenzar y no terminaría nada bien.

-Oye dónde dejaron a Midnigth y Sorano?-preguntó Meldy que estaba justo al lado de Lyon.

-No lo sabemos-dijo encogiéndose de hombros Elfman que acababa de llegar.

-Esa no es tu hermana?-Ever dirigió a su atención hacia Lisanna y Bickslow que veían el show agarrados de la mano. Elf se estaba enojando.

-Bickslow!!!!-gritó obteniendo la atención de todos incluyendo a los tres que bebían.

-Lo que me faltaba-dijo Bickslow en voz baja observando como se avecinaba Elfman convirtiéndose en una feroz criatura.

-Espera un momento! Tenemos la solución perfecta para esto-Loki de había detenido en el medio de ambos para obtener una mirada curiosa en el rostro de sus amigos.

-Compitan, no destruyan el gremio.

Así, se unieron dos nuevos concursantes para el juego. Esta cada vez más se estaba convirtiendo en un problema, pero esto era lo único que se les ocurría, olvidándose de la desaparición de dos integrantes de Crime Sociere.

-Oye Midnigth ayudame-Sorano golpeaba la puerta intentando salir de allí.

-Es imposible, estamos encerrados aquí dentro-dijo con su calma habitual sentándose en el suelo.

-Sino fueran por estas malditas cadenas.

Si, nuestros dos magos estaban esposados con unas cadenas que te prohibían el uso de magia, les recordaba cuando estuvieron en cárcel y no era un momento lindo. El problema fue que Cobra les hizo una pequeña broma, les colocó un par de esposas a ambos, ellos intentando buscar una solución se quedaron encerrados en el sótano del gremio. 

-Esto es imposible. No podremos salir de aquí hasta que no abran las puertas-Midnigth tranquilamente sentado en el suelo admiraba las cadenas.

-Tienes razón-suspiró un poco cansina se sentó junto a él admirando el frío metal alrededor de sus muñecas.

Midnigth y Sorano se conocían de pequeños, aunque no fue un lindo comienzo se tenían a ambos. El mago tocaba con dolor el duro material que rodeaba su mano recordando esos momentos tan terribles. Sorano siempre quiso tener unas alas para salir de allí para volar de esa horrible realidad pero pronto descubrió que no había salida, de esa manera esas alas llenas de esperanza se quebraron con cada día que seguía encerrada entre barrotes.

-Parece tan lejano esos días-dijo con voz rota la maga.

-Si-Midnigth no deseaba recordar esos momentos pero cada vez que cerraba sus ojos los gritos le perseguían como una horrible pesadilla.

-Pero ahora estamos aquí, no es cierto? Lo logramos después de todo.

Sorano temblaba al pensar en los golpes que se quedaron marcados en su piel como un recordatorio eterno de su dolor, intentaba no llorar pero las lágrimas la traicionaban, ella no podía evitarlo, estaba tan rota como un pajarillo al cual le habían arrancado sus preciosas alas.

-No te preocupes tu y yo siempre estaremos juntos, hicimos esa promesa no es cierto?-Midnigth había quitado las gotas saladas de su hermoso rostro.

Sorano siempre pensó que estaba sola pero lo cierto era que lo tenía a él, tenía a todos de Crime Sociere incluyendo a su hermana que aparecería, estaba segura de ello. La maga tocó su mejilla de manera cálida sorprendiéndole y como si de un hechizo se tratara, lo besó con tantas ganas, las cuales había ocultado tanto tiempo y que ahora no dudaría en dejarlas salir.

-Tú siempre me has gustado Midnigth, yo te gusto?-preguntó Sorano de manera tímida sonrojándose.

-Si-dijo con su respuesta seca de siempre, pero Sorano no le importó eso, solo quería abrazarlo y besarlo para no soltarlo nunca.

La de cabellos blancos se abalanzó sobre él haciéndolos caer en el suelo, cayendo ella encima sentada en sus muslos. Ella apartó sus cabellos para verle bien el rostro, era hermoso y aunque no se expresaba mucho, sabía que era tan sincero como ella. Lo necesitaba, quería tenerlo para ella.

Pensando que estaba bien seguir, besó lentamente su boca, fue un beso dulce e inexperto que se convirtió en algo mucho más fuerte, las cadenas eran algo incómodo pero era un lazo que los unía.

-Sorano yo...-pero fue detenido por la mano encadenada de la maga.

-No digas nada, yo quiero hacer esto contigo, siempre lo he querido.

Sin dejarle tiempo de pensar lo besó nuevamente con intensidad para después detenerse para verlo a los ojos, sacó de ella la blusa fina dejando ver sus pechos a la luz de la luna.

Midnigth pensaba que no existía mujer más bella como la que tenía en frente y aunque las esposas dificultó la salida de la blusa turquesa la vista se agradecía. Midnigth esta vez fue el que inició un beso posesivo acariciando con su mano sobrante su espalda mientras sus pechos desnudos se estrellaban contra sus abdominales marcados debajo de la camisa la cual se deshizo desabrochando los botones Sorano, mordisqueando su cuello bajando hasta su dorso.

-Las malditas esposas-habló Sorano con disgusto por la dificultad para maniobrar.

-Cobra me las pagarás cuando salgamos de aquí-Midnigth molesto se quejó de las incómodas cadenas.

-Olvidemos a Cobra.

Sorano estaba impaciente por tenerlo adentro de ella así que lo comenzó a besar explorando cada centímetro de su boca, buscando más de él. En cambio Midnigth con un rápido movimiento la sometió debajo de su gran cuerpo, elevando uno de sus muslos para permitirle la entrada al espacio entre sus piernas, en su entrepierna se notaba la elevación de su miembro listo para tenerla allí mismo.

Sorano sentía como su humedad se debía al contacto de la erección de su chico al cual quería probar en ese instante, la necesitaba ya.

Rápidamente comenzó a quitar el pantalón junto a sus bóxer de una buena vez, Sorano se encargaba de ayudarlo porque sus manos estaban atadas.

-La próxima vez, sin esposas-dijo un poco exasperado pero al final fueron capaces de quitar la ropa sobrante en él.

Sorano admiró la gran formación de su novio lista para adentrarse en ella, no estaba inquieta sino deseosa de probar ese néctar dentro suyo haciéndola gritar y gemir con tantas fuerzas quedándose sin voz al día siguiente si era necesario.

-Te deseo con tantas fuerzas que eres incapaz de imaginarlo.

La maga de cabellos blancos mordió su labio saboreandose retiró de golpe su pequeña saya junto a sus bragas dejándose ver lo húmeda que se encontraba. Él era el culpable de esta acción y se lo haría saber, son dejarlo siquiera preguntar si estaba segura lo aprisionó contra ella de una sola embestida.

-Aahh-gritó placentera para después seguirle un gruñido por parte del mago.

Sorano arqueó su espalda para sentir su miembro lo más adentro chocando con su punto G, más profundo y más duro era lo quería. Midnigth dejaba un rastro de saliva por todos sus senos que habían sido chupados y mordidos por su chico.

-Ggrrss...aahh-Sorano estaba gimiendo casi gritando por el placer que le brindaba.

Midnigth y Sorano habían alcanzado esa felicidad que tanto habían anhelado cuando eran pequeños, habían roto los barrotes que los ataban a ese lugar. Ella no necesitaba unas alas perfectas, solo unas rotas, porque ella se encargaría de arreglarlas para volar junto a ese chico que tanto quería.

Eh aqui el lemon. El sig cap también es un lemon¿de quien sera?

3 lemon's seguidos.

Espero sus comentarios. Besos.

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