Dos dias antes de la llegada de Gildarts al gremio.

Una maga de cabellos cafés se adentró en un bar de Magnolia para continuar bebiendo. Se sentó en una de las sillas vacantes y llamó al mesero, tenía un olor horrible de alcohol encima mas los constantes vómitos que había tenido, parecía una asquerosa mendiga, pero su compañero de al lado estaba peor. Fue entonces que lo miró, era Bachuss, el hombre que la había derrotado la vez pasada.

-Te retó a un duelo-habló enojada hacia él, el cual no había notado su presencia.

-Lo acepto con mucho gusto-dijo el borracho encantado de volver a encontrarse con la pequeña hada.

-Salud!-dijeron al unísono ambos chocando sus copas, hoy dejarían arruinado al dueño del bar.

Cana y Bachus continuaban bebiendo entre bromas, risas y gritos de festejos olvidando así el tiempo que no se detenía a esperar por ellos, estaban demasiado contentos como para recordarlo, pero el mago se no había notado lo hermosa que era la de cabellos cafés que reía brillante por la copa en su mano, embelesado por su exuberante belleza comprendió que no era mala idea poseerla.

-Eres hermosa-dijo de buenas a primeras sorprendiendo sólo un poco a Cana, porque ella lo sabía ya, era bella.

-Lo sé-ella simplemente se encogió de hombros con una sonrisa pícara.

Cana tomó entre sus manos otra jarra de cerveza para beberla pero fue interrumpida por un beso con sabor de alcohol de su compañero de bebida, debía decirlo, besaba de maravilla, y con mucho gusto le dio la bienvenida, hace rato que quería probarlo, aquel hombre que le había ganado en las bebidas se adentraba en sus sueños más eróticos desde que bebió Dulce Éxtasis, pero eso sólo le sirvió para darse cuenta de la terrible atracción que ella sentía por él.
Sus manos viajaron directamente a sus caderas para acariciar sus muslos mientras ella todavía exploraba su boca como una nueva adicción que había acabado de descubrir. Jamás pensó sentirse de esa manera atraída por un hombre, había estado con varios pero con un solo beso de este, le hacia estremecer de una manera inimaginable.

-Qué tal si nos salimos de aquí?-Cana no quería perder ni un minuto más en esas cuatro paredes rodeados de esa multitud.

Ella agarró su mano se levantó del taburete con rapidez y lo sacó casi a rastras de allí, lo quería hacer suyo y no le importaba donde, solo tenía una idea en su cabeza y era lo mucho que lo quería dentro de ella. Bachus sorprendido por lo atrevida que era aquella hada simplemente le siguió el ritmo, no sería él el que parara esta locura sino el que la terminaría con demasiado placer.

Buscando entre las calles algún lugar  para poseerlo no encontró nada, solo un pequeño pasillo que por algún motivo conducía directamente al parque, sin pensarlo se metieron allí, la bombilla del farol parapadeaba y Cana con suficiente soltura desabrochó el pantalón, bajó el bóxer de su chico observó detenidamente su erección, y son nada que pensar o decir lo metió en su boca dándole pequeños chupones a la punta para después saborearlo completamente, era grande y jugoso, ese sabor que tanto había ansiado desde que lo vio por primera vez, y ahora era de ella.
Cana no le temía a nada y sin duda no era una santa, solo con ver las expresiones candentes juntos a los gruñidos de su macho mientras le daba placer a su amigo era suficiente para ella. Bachus sin lugar a duda estaba disfrutando bastante de la experiencia adquirida de su chica a la cual le agarraba el cabello sujetándola directamente a su pene, para que siguiera ofreciéndole más que caricias.

-Gggrrss...Ah-intentaba contenerse pero le era imposible.

Bachus gruñía satisfecho de la acción de su hermosa damisela que se entregaba completamente a él, comprometiéndose a no dejar escapar ni una gota del delicioso néctar que salía al exterior ensuciando su boca y senos por su contacto con ellos, llenándose de semen. Cana orgullosa sonreía gustosa y feliz.

-Disfrutas mi amor?-habló dulcemente poniéndose de pie a su oído.

-Demasiado my love.

Bachus reclamante lamió su cuello haciéndola gemir pero no por esa acción sino porque mientras lo hacía deslizó ambas manos a sus caderas tomando por el borde del pantalón tirándoles con fuerza par dejarle ver sus bragas húmedas colocando cuatros dedos dentro de ella girándolos acariciando su clítoris para después ir directamente a su punto culminante para hacerla grita ahogadamente ya que no querían despertar a los inquilinos de la casa contigua por sus muestras de amor tan dulces.

-Eres tan perfecta dentro y por fuera-Bachus le susurró con voz ronca.

-Me siento halagada pero preferiría que estuvieras dentro de mi ahora-no era una petición sino una orden de la de cabellos cafés que no podía ocultar sus ansias más.

-Tan impaciente como yo,me encantas.

Después de esa declaración Cana definitivamente comprendió que sin duda este era el hombre que deseaba tener por siempre, así que se tiró en sus brazos besándolo con deseo. Él retiró su mano y con besos pequeños desabrochó el sujetador liberando sus pechos, para después besar sus pezones erectos, sus caricias eran placenteras Pedro sus ganas no lo eran, se necesitaban tanto como la bebida, definitivamente eran una adicción para el otro.

-Se que no es buen momento pero, te gustaría tener una cita conmigo?-preguntó Cana observándolo a los ojos.

-Si me gustaría mucho.

De ese modo se llenaron de besos, pero debían terminar lo que empezaron, Bachus la colocó de espaldas contra él, levantando su trasero a su altura mientras ella se sujetaba desnuda en la pared, el mago acariciaba sus pechos y con una buena embestida la penetró de lleno. Cana estaba tocando  las puertas del cielo, y este buen sexo le quitó cualquier embriaguez que tenía, otra vez de una manera más dura y posesiva la convirtió en suya Bachus. En ese callejón horroroso donde las luces parpadeaban, dos personas disfrutaban al máximo del clímax, definitivamente era algo que nunca olvidarían.

Cana Alberona estaba sentada en la barra junto a su padre y novio recién salido del horno,  preparándose para la competencia que dictaría su relación por completo. Las cosas en estas últimas semanas habían cambiado mucho, quizás demasiado pero era una buena temporada.

Han pasado cuatro semanas desde la desaparición de los chicos en la Isla Arcángel, un mes exactamente llenos de emociones desenfrenadas, esto puede parecer que esta terminando pero en realidad solo empieza.

Y aqui el lemon, el próximo cap también sera un lemon.

Espero que les guste,y espero sus comentarios.

Besos y hasta la próxima.