Libertad.


Penny observaba con tristeza la tumba de su abuela, Emma a su lado sostenía un paraguas abierto para protegerlas de la lluvia.

-Debemos volver.-

Penny solo asintió y dejó que la mayor la guiara por todo el laberinto de tumbas hasta la salida, luego se mantuvo callada hasta que llegaron a la casa de Emma. Cuando entraron todas sus hermanas estaban amontonadas en la sala, todas menos Ruby...

-Ve con ellas.- Emma le dio un suave empujón y Penny comenzó a caminar. Sus hermanas la recibieron sonrientes y la dejaron integrarse sin problemas, la única que no le dirigió palabra alguna fue Nilsu.

-¿Qué es esto?- Rosa levantó una bolsa de dulces y Lilian sonrió.

-Son golosinas, se pueden comer y saben deliciosas.-

-¿Y esto?-

-Eso es Pizza... Tania la compró para nosotras.-

-Sabe deliciosa.- Tahara habló con la boca llena.

-Me alegra que les guste.- Tania entró a la sala y Penny se tensó. -Hay mucha comida para ustedes, si necesitan algo pueden comunicárselo a Emma ella se encargará de todo, y bueno este será su nuevo hogar... Espero sea de su agrado.-

-¿Comunicárselo a Emma?- La nombrada miró a su compañera desde la otra entrada de la sala. -¿Y por qué no también a ti?-

Dahana respondió por Nevor.

-Se irá de aquí dentro de poco, la oficina de la UESI te mandará ayuda para cuidar de ellas e integralas poco a poco en la sociedad.-

Emma suspiró.

-Lo discutiremos más tarde.-

-Bien.-

-Ah... Esta cosa es muy suave...- Una de las niñas más pequeñas jugaba con una manta peluda de color azul.

-A mí me encantan estos bocadillos...-

-Penny te noto algo cayada.- Tania se acercó a la rubia que se quedó aún más tensa. -¿Te encuentras bien?-

-Yo... Este... ¿Si?-

Tania le sonrió a la joven.

-Ven, acompáñame... Hay algo que quiero mostrarte.-

Penny la siguió dudosa, antes de abandonar la estancia le dirigió una mirada de ayuda a Emma la cual iba a alcanzarla cuando una mano la detuvo, giró y se topó con Dahana.

-Déjalas... Tania tiene algo que darle, te prometo que estará bien, confía en mi.-

-En ti confío.- Emma observó la puerta por donde Penny había salido. -En Nev no mucho...-

-Descuida... Si mata a Penny yo la mato a ella.- Dahana se sentó en la alfombra y se puso a charlar animadamente con Nilsu.


***

-Llegamos.- Tania se detuvo frente a una puerta y le tendió una llave a Penny para que la abriera.

A la joven le temblaban las manos cuando metió la llave en la cerradura y giró la perilla, al instante que la puerta se abrió una cortina de metal cayó impidiéndoles la entrada y una voz robótica sonó en todo el pasillo.

-Esta es una sala restringida... La entrada es limitada a ciertas personas, favor de identificarse para poder entrar.-

Penny miró a Tania algo confundida pero la chica solo le guiñó un ojo.

-Tania Nevor, miembro de la UESI, asesina número 2, número de placa 6543...-

Pasó un segundo.

-Acceso permitido, ¿quién es su acompañante?-

Tania bufó.

-Señorita Penny Dahen, nieta única de Valeska Dahen.-

Otro segundo.

-Bienvenida a casa señorita Penny, soy Ately, estoy a su servicio en cualquier momento.-

Penny parapadeó.

-¿Gracias?-

-Pueden pasar.- 

La puerta de metal desapareció y les brindó acceso libre al interior.

El cuarto era una habitación finamente decorada, las paredes eran de un tono azul cielo y tenían dibujos de flores y pájaros, la cama era adornada por un pabellón, había sillones por doquier y dos puertas, una conectaba al baño y al vestidor, y la otra llevaba a un estudio repleto de libros y figuras de oro.

-¿Qué es esto?- Preguntó Penny con los ojos abiertos por la sorpresa.

Tania estaba recargada en el marco de la puerta.

-Es tu cuarto, Valeska lo preparó para ti... Por eso hay un sistema de seguridad que restringe la entrada. Todo lo que ves es tuyo, además de que a partir de ahora eres jodidamente millonaria.-

-¿Lo soy?- Penny admiraba los dibujos en negro y plateado que adornaban las paredes.

-Lo eres.-

-¿Esto...? ¿Esto es lo qué querías mostrarme?-

-No exactamente... Ately...-

-¿Si señorita Nevor?-

-Enciende las mariposas.-

-Entendido.-

Tania sonrió, se acercó al control de la luz y sumió al cuarto en la oscuridad. Al poco rato unas luces comenzaron a brillar por todas partes y cobraron forma... Las mariposas salían de todos lados y parecían reales cuando volaban, Penny intentó tocar una pero al instante esta desapareció y reapareció en el lado contrario de la habitación.

-¿Qué es esto?-

-Una mariposa por cada día que pasó buscándote... Era su regalo para ti, lamento haberte arrebatado a tu abuela.-

Penny estiró la mano para rozar el ala de una mariposa que pasaba volando sobre su cabeza.

-¿Cómo sabes de todo esto?-

-Tengo oídos en todos lados... Además, yo le di la idea, nunca esperé que por una vez me hiciera caso.-

-Es hermoso...- Penny se sentó en la cama. -Quisiera ver mariposas reales.-

-Luces Ately.-

-Sí señorita Nevor.-

La estancia volvió a estar iluminada y las mariposas fueron desapareciendo poco a poco. Tania se arrodilló frente a Penny y le tomó las manos.

-Voy a necesitar que cierres los ojos.-

Penny asintió y obedeció, al instante sintió leves aleteos dentro de sus palmas.

-Ábrelos.-

Así lo hizo, Tania le abrió las manos y una mariposa monarca salió volando.

-Es real...-

-Desde luego.- Nevor se puso de pie y cruzó los brazos. -¿Qué esperabas? ¿Ilusiones?-

La mariposa se posó en la nariz de Penny y la chica sonrió.

-No lo sé... ¿Cómo la hiciste?-

-Con un poder de creación... Mi padre mató a una delincuente que creaba mariposas con luz y su don quedó dentro de Minerva, ahora es mío.-

-Que don tan hermoso...- Penny sopló y la pequeña mariposa voló nuevamente. -Yo quisiera tenerlo... Es mucho mejor que el que tengo.-

-Tu don es maravilloso, los dones de acero son bastante fuertes... Deberías sentirte feliz de poseerlo.-

-Ya no lo quiero... ¿No puedes cambiarlo?-

-¿Qué? No, bueno sí, pero no... Tu don es tuyo... Debes aceptarlo.-

-No, no lo quiero... Así no puedo ser libre.-

-Penny ya eres libre... Tu libertad no depende de un don.-

-Por favor...-

-No...-

-Dijiste que podías...-

-Y puedo pero no lo haré, si quieres puedo cederte el don de hacer mariposas pero no pienso tomar a cambio el tuyo.-

-¿Tan malo es qué ni siquiera tú lo quieres?-

-No es eso... Es que tú debes aprender a vivir con el.-

-No... Por favor.-

-Penny...-

-Sino me lo cambias nunca seré libre...-

Tania suspiró, realmente no debió de haber abierto la boca.

-¿Y si te lo cambio?-

-Tendré libertad.-

-Bien...-

-¿Lo harás?-

Tania no respondió, accedió a uno de sus otros dones y realizó una jugada.

-Listo...-

-¿Ya?-

-Penny, no cambié tu don... Solo lo alteré, ahora puedes crear mariposas y manejar a tu cuervo de acero pero en vez de luz necesitas energía...-

-Tú...-

-No discutamos, sé que después puede servirte.-

-Gracias...-

-No hay de qué, ahora deja de decir tonterías de la libertad... Eres libre y punto, ¿entendido?-

Penny asintió.

-Entendido.-

Tania le revolvió el cabello.

-Ahora ve abajo, seguro que querrás pasar tiempo con tus hermanas.-

-¿Y tú?-

-Tengo un asunto pendiente, quizá baje más tarde.-

Penny no preguntó más, se despidió de la joven y bajó. Una vez que estuvo sola Tania volvió a hablar.

-Ately abre la ventana.-

-¿A dónde vas?-

Tania bufó.

-A acabar con los cárteles que aún siguen de pie.-

-¿Debo de avisar a la señorita Dahana?-

Tania se detuvo antes de saltar.

-Ni se te ocurra...-

Cuando saltó y desapareció en la noche la albina se materializó dentro del cuarto de Penny.

-Ately...-

Varias armas le apuntaron a la extraña.

-¿Tú quién eres?-

La niña se encogió de hombros.

-Eso no importa ahora... Tú solo avísale a Dahana que su idiota está por hacer un matadero de sangre.-

-Pero ella dijo...-

-Hazme caso... Es divertido verlas discutir.-

Luego la pequeña se transformó en un ave y salió volando para seguir a su dueña.

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