Entrenamiento final.


-Nilsu más arriba, eso... Bien.- Romina estaba sentada en uno de los barandales de la bodega observando con detenimiento el entrenamiento de Nilsu y Ruby.

-Tienen talento.- Henna bebió de su termo. -Me agradan.-

-A mi igual.- La joven del mechón se recargó contra la pared. -Son tiernas, adorables, comelonas...-

-Y letales.- Henna sonrió. -¡Ruby vigila los pies de tu enemigo, un golpe bien dirigido puede hacerla perder el equilibrio, en batalla la mayoría de personas descuida sus pies!-

-¡Nilsu cuida tu equilibrio, Ruby escucha a su maestra... Lo mismo has tú, intenta memorizar su ataque y piensa como el enemigo!-

-Vaya, quién diría que se emocionarían tanto.- Tania sentada en el suelo sonrió. -¡Nilsu, Ruby... !- Las dos jóvenes voltearon y Tania meneó la cabeza a modo de reprobación. -No se desconcentren, mi trabajo es distraerlas... Ustedes a lo suyo.-

-¡Ruby conoces a Nilsu sabes como es, puedes usar eso a tú favor para predecir sus movimientos!-

-¡Nilsu intenta acercarte más, eres pequeña y eso te da más agilidad, flexibilidad y oportunidades de escabullirte y asestar golpes sorpresas!-

-¡Chicas, ambas, escuchen lo que les dicen sus maestras y aparte escuchen lo que les dice su cabeza. Usen no solo su cuerpo sino también su entorno, vuelvan el puñal en su mano una extensión más de su cuerpo y sincronícense. El mejor guerrero es el que sabe lo que su arma quiere!-

-Me encanta verlas emocionadas.- Tania mordió una manzana, se puso de pie, se acercó al barandal y saltó. -Bueno... Paren.-

Ruby y Nilsu obedecieron.

-Ya han practicado entre ustedes y han mejorado enormemente pero, aún falta probar si son capaces de enfrentarse a un dotado que no les tendrá piedad.-  Nevor hizo un ademán y las demás cayeron a su lado. 

-¿Qué tienes en mente?- La joven del mechón bostezó.

- Algo catastrófico.- Respondió Tania sonriente.

-Me lo imagino, no se puede esperar menos de tú maravillosa persona.- Dijo la joven del mechón frotándose los ojos, un gesto que la hacía ver demasiado tierna, demasiado adorable.

-Obvio, ahora... Ruby, Nilsu, ustedes me atacarán.- Agregó Tania para no desviarse con otros temas.

-¡¿Qué?!- Las dos se pusieron pálidas.

-¡¿Qué?!- Las otras tres miraron a Tania como si estuviera loca.

-A ver, stop, stop, stop...- Romina se interpuso entre Tania y las dos chicas. -Vas a hacerlas pedazos.-

-No, porque las tendrán a ustedes.-

-Ah...-

-Sí.- Tania les hizo un gesto de cabeza a Henna y a la chica del mechón. -Serán: Romina, Henna, Ruby, Nilsu y la idiota que está a mi lado contra mi, así aprenderán a coordinarse en aquipo y nos irá mejor mañana.-

-Bueno, bueno, así cambian las cosas.- La joven del mechón caminó hasta su grupo con Henna a su lado. -Esta idiota te hará pedazos Nevor así que prepárate.-

-Mmm, eso será divertido.- 

-Para mí sí, para ti... No creo.-

-Ya veremos, por cierto ocupen todo lo que tengan, armas, poderes... Den lo mejor, no se retengan. Por unos momentos yo seré su enemiga así que atáquenme como tal, ¿entendido?-

-Sí.- 

-Sí.-

-Yes.-

-Mmm, bueno.-

-Que empiece el juego... Y sí.- Tania les sonrió y sacó su bate. -Muevan primero.-

Las cinco se prepararon y dieron su primer ataque.

Tania desplegó uno de sus tantos poderes y con una oleada de energía las lanzó volando 

-¡Ruby por arriba!- Henna gritó y entre todas volvieron a rodear a Tania.

-Coordinen sus ataques, deben estar bailando al mismo son.- Nevor se hizo a un lado cuando la daga de la joven del mechón salió disparada, saltó cuando Nilsu se abalanzó sobre ella, esquivó los poderes de Henna, Romina Y Ruby y al final cayó ligera como una pluma. -¿No me escucharon? Coordinen sus ataques cabezonas.-

Las cinco se recuperaron de inmediato y volvieron a embestir, esta vez estuvieron un poco más coordinadas pero aún así no fue suficiente para darle a Tania.

-¿Cómo diablos es tan buena?- Ruby saltó y dio tres patadas en el aire a su oponente, la cual las bloqueó y de un golpe con su bate la hizo caer.

-Fue...Entrenada en combate por la legendaria Valeska Dahen y además... Desde pequeña ha estado en su sangre, empezó a instruirse desde los cinco, toda una vida... Por eso es buenísima.- Jadeó Romina en respuesta.

-Yo igual me entrené desde pequeña...- La joven del mechón logró darle dos puñetazos a Tania antes de que esta la mandara volando y se estrellara contra una columna. -Y aún así... Ella es superior.- Concluyó mientras se sobaba la espalda.

-Además tiene la ventaja de que nos conoce de  toda la vida...- Henna esquivó los disparos y con su poder hizo un escudo para poder acercarse. -Sabe nuestros hábitos, nuestros movimientos, los ataques que ocupamos....- Henna atacó. -Sabe como derrotarnos...-

-Y lo malo es que nosotros no.- Romina embistió por detrás dándole tiempo a su hermana de atacar con mayor efectividad, Tania sonrió y bajó con elegancia mientras ambas hermanas chocaban con sus ataques.

Nilsu saltó desde unos contenedores apilados y logró derribar a Tania, la joven del mechón aprovechando la oportunidad inmovilizó a su amiga y junto a las demás la rodearon.

-Hay algo que siempre te he dicho...- Tania observó a la joven del mechón. -Y te lo vuelvo a repetir...- Nev jaló sus brazos y logró soltarse, de un brusco movimiento hizo caer de espaldas a la chica que la sujetaba. -Cuando apreses a un enemigo aferra bien el agarre, sino pueden soltarse con la fuerza adecuada.-

-Mierda...- La joven se levantó y las demás atacaron.

A Tania le tomó menos de un minuto dejarlas oficialmente fuera de combate. 

-Me duele tooooodoooo....- Romina se levantó y comenzó a sobarse todas sus extremidades.

-Yo creo que aún puedo pararme...- La joven del mechón lo intentó e inmediatamente se arrepintió, un dolor le atravesó las piernas y la obligó a permanecer en el suelo. -Olvídenlo, no puedo...-

-Yo solo tengo hambre.- Nilsu estaba como si nada, incluso se balanceaba sobre sus talones con una brillante sonrisa en el rostro.

- Te envidio.- Ruby se agarraba el hombro, sentía que si lo soltaba el brazo se le iba a caer. -Contigo se contuvo.-

-No.- Tania usó el don de curación para ayudar a la joven del mechón. -Nilsu es básicamente inmune a los ataques físicos gracias a que es mensajera de la muerte, se cura de inmediato. ¿Ya puedes levantarte?-

La joven del mechón bufó.

-Creo que vas a tener que cargarme, me duele hasta el alma.- Dijo mirando a su pareja.

-No seas tan dramática... O vas a ganarte un óscar.- Tania le acomodó uno de sus mechones rebeldes detrás de la oreja y luego el acarició la nariz.

-¿Dramática? ¿Yo?- Cuestionó falsamente la joven.

Tania puso los ojos en blanco.

-Nooo, el vecino.-

-Idiota... Cárgame.- 

Pidió, o más bien, ordenó la joven del mechón.

-No voy a hacer eso, puedes caminar.- Se defendió Tania.

-Pero no quiero.-

-Tengo hambre.- 

-Nilsu, no presiones... Deja que discutan un rato.- Henna le revolvió el cabello a la pequeña y volvió a fijar la vista en el dúo que estaba peleando.

-Hagamos un trato.- La joven del mechón se cruzo de brazos en el suelo, parecía una bebita que estaba haciendo un puchero. -Solo me cargas de aquí al restaurant donde Nilsu quiera comer.-

Tania lo pensó y negó con la cabeza.

-Puedes caminar...- Repitió.

-Tienes que cargarme... Tú me diste con todo.- 

-Te lo merecías.- Soltó Tania mientras le daba unas palmaditas en la cabeza a su pareja.

-Mala.- Se quejó la joven.

-Ni te lo imaginas.-

-Por faaaaaaaavooooor.- Rogó a sabiendas de que eso era un punto sensible en su pareja, y que quizá así cedería a cargarla.

-No.- Tania intentó mantenerse firme.

-Amor...- Pidió la joven.

-No.-

-Por fis, por fis.-

-¿Sabías que eres irritante?-

-Entonces...¿Si?- Pregunto esperanzada.

-NO.-

-Tania...-

Tania suspiró, odiaba que las personas rogaran y odiaba más que esa idiota con cara de inocente que estaba en el suelo rogara como si su vida dependiera de ello. Era la líder de una de las mayores organizaciones del mundo, una chica letal, sumamente respetada internacionalmente y... Aún así en estos momentos parecía una niña berrinchuda.

Si fuera otra persona la cual estuviera suplicando que la cargaran Tania la habría dejado rogar y al final no hubiera cedido pero... Esa idiota rogona no era cualquier idiota, era su idiota. Su amiga y una de las únicas personas que no se darían por vencidas hasta obtener lo que quería.

-Eres patética.- Tania se arrodilló para quedar al mismo nivel que la rogona y le tomó el mentón obligando a la joven a mirarla. -Una joven que lidera y una rogona, patético...-

-No puedes negarte, ¿cierto? Al menos no conmigo....- Ella sonrió victoriosa.

Nevor hizo una mueca divertida y le soltó el mentón a su compañera.

-Mierda... Tienes razón, no puedo negarme.-

-¿Entonces....?-

-Solo hasta el restaurant, ¿trato?- Tania le tendió una mano y la joven del mechón se la estrechó.

-Trato.-

Después de eso la escena estuvo llena de risas, Ruby, Romina, Henna y Nilsu se burlaban de Tania mientras esta cargaba como una frágil damisela a la joven del mechón quién seguía sin borrar la enorme sonrisa de victoria de su rostro.

-¿Y por qué se burlan de mí?- Tania se detuvo frente a una calle para esperar que el semáforo les indicara que ya podían pasar. -Búrlense de está idiota... Ella es la que no quiere caminar, ¿yo qué?-

-Tú no pudiste negarte... Eso es tierno.- Romina le picó el hombro con un dedo y Tania bufó.

-Si siguen así... Ustedes pagan la cuenta.- Dijo Tania, totalmente enserio.

Todas dejaron de molestar de golpe, la joven que iba en brazos de Nevor soltó una suave risita.

-Me encanta verte cuando te fastidias.- La joven del mechón le revolvió el cabello.

Tania bajó la mirada.

-Empieza y te suelto.-

-Hicimos un trato... No puedes.- Ella le sacó la lengua victoriosa.

Tania sonrió.

-¿Quieres ver?-

La joven del mechón negó con la cabeza.

-No gracias, paso.-

-Bien, por cierto... ¿Dónde quieres comer Nilsu?-

La niña dejó de jugar con las pulseras de Henna.

-En Rumy's.-

Tania maldijo.

-¡Eso está del otro lado de la ciudad..!-

-Dijiste...- La joven del mechón volvió a llamar la atención de Nev. -De aquí hasta el restaurant, así que andando... Queda un largo tramo.-

-Serás...-

-Sshh... Hay niñas presentes.-

Tania suspiró y siguió andando, aún quedaba un largo camino por recorrer.

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