2
El sol fatiga mi dormida vista, su brillo molesta mi frente con cada movimiento leve que hago y el calor del mismo írrita mi cuerpo haciendo que me rinda al descanso.
Abro los ojos, miro mi alrededor desconcertada del lugar.
Merlina sigue durmiendo en la cama mientras que yo me aferró a la silla y a una sabana.
Días raros. Hace una semana estaba caminando sin rumbo y siendo contratada para ayudar a "despejar", ahora. Después de perder casi la vida, estoy con ropa limpia y un estómago que no se queja del dolor pues ayer comí un gran plato de estofado de ternera. Todo contrastando con los días de robo de comida o de persecución de "las lunas de plata".
Merlina se mueve en la sabana, sus ojos se fruncen pues el camino de luz se acerca a ella. Me levanto con lentitud y tomo mi sabana para ponerla entre la ventana y ella.
"Recuperarás tu honor"- Resuena en mi cabeza la promesa que me hizo, después de tal dicho comimos y dormimos. Me gustaría haber sabido más de la captora que clama "humanidad" pero así fueron los hechos que componen este sueño sin remate.
Abajo hay ruido, risas y leves gritos. Me acerco a la puerta y la abro lentamente mirando siempre de reojo que está chica no despierte.
Una vez en el pasillo que dan a las escaleras es que me encuentro con Bianca. Lleva una taza de agua y un plato con carne y algo del puré que quedó de la noche, me ve de arriba a abajo y niega.
-Espero no buscarás escapar-
-Solo quiere tener algo en el estómago, eso es todo-
-... Si, un sin techo garkiano buscara comida igual que un perro- pasa a mi lado y se detiene. Al igual que ayer su mirada exige mi cabeza, gruñó, pero ella sonríe con pena -Merlina es una buena persona. Ayuda en lo justo y a los justos, así que. Enid Sinclair. Agradece adecuadamente el que a mi señora le gusten los perros callejeros-
Bajo molesta ante sus palabras de mierda, ya sé que debo agradecer la clemencia, pero eso es algo que alguien como ella no debe siquiera decir o recordar. Pues, hasta donde mi mente me deje mirar. Ayer le di una buena paliza a sus hombres y a ella de paso.
Una vez en la planta baja me dan los buenos días algunos soldados que estaban en la torre mientras que los que vienen desde Erramos no dejan de mirarme de forma molesta.
Me acerco a la mesa en dónde comen todos y aparece un soldado joven que me ofrece un plato de carne y papas.
-Se nota que te odian- dice sentándose a mi lado -La señora Barclay me pidió que te diera la comida para que no le escupieran-
-¿Cómo sé que no le escupiste?- pregunto picando el puré con la cuchara, miro hacia la derecha y veo que alguien ve mi plato de comida.
-Jamás haría eso- se defiende el chico, miro la comida y pico con el tenedor ahora la carne -Tampoco tiene veneno-
-No lo había pensado hasta que lo dijiste... ¿Cómo es que?-
-Ramin- se presenta con una sonrisa que contrasta con la armadura oscura que lleva -Para que sepas, dudo que te vayan a atacar. La reina te quiere a su lado. Por lo que estarás a salvo en todo lugar de Nevermore-
-Una Garkiana a salvo en los territorios de Nevermore- suspiro con risa -Es cómo decir que un león está a salvo de un dragón-
-Vaya. No sabía que había dragones en el imperio Garkar-
-¿Qué, Dragones? Solo es una expresión, ¿Acaso...?-
La pregunta queda en el aire cuando aparece Merlina en escena. Al hacerlo todos se levantan de sus asientos, Ramin da un empujón con su pie y les copio.
Merlina nos mira a todos y asiente descansando en una silla.
Lleva de nuevo su máscara de metal, el pico filoso brilla con la poca luz solar que llega de la entrada de la casa. A su lado está Bianca que con cara irritable se sienta a su lado.
-Buenos días, Enid-
-Buenos días Mer... Majestad- su sonrisa apenas se ve por su máscara ¿Antifaz? Señaló el plato que le había llevado Bianca y se escucha un suspiro bastante amargo de la susodicha.
-Comer con mi gente es lo ideal, Enid. Que un regente vea por debajo a su pueblo no es lo que un líder hace. Eso solo lleva a desastres-
Vaya, eso fue... Raro. Estoy acostumbrada a que los nobles coman antes o en salas diferentes a la gente como nosotros. En la corte eso era el pan de cada día, los señores comían primero o tenían su sala especial para evitar nuestros olores y horrores.
Por lo que verla aquí. Sentada en una mesa de madera vieja y descuidada, como si fuera una de sus grandes riquezas es simplemente... Raro.
-Mi padre siempre dijo que la gente es igual en tres ocasiones: Al nacer, al comer y al morir. Por lo que tener una grata comida con la gente es lo correcto- explica mi silencio. Miro a mi alrededor y la gente sonríe y asiente a sus palabras. De nuevo, contrastando con sus armaduras.
El desayuno sigue con normalidad después de eso.
Entre chistes locales que escucho y la emoción desmedida que Ramin suelta sobre un próximo festival en Nervermore hace que la comida sepa mejor.
Entre mis miradas veo a Merlina, su cara parece decir: "Te lo dije" o eso me da a entender sus oscuros ojos tras el antifaz de metal.
-Cuando lleguemos a Nervermore le darás una habitación a Enid, Bianca-
-Si su majestad-
-De preferencia una cercana a la mía. Por obviedad- Bianca vuelve a asentir y corta toda comunicación pues se centra en sus hombres. Merlina me señala con un tenedor y lo menea un par de veces -Gracias por cubrirme del sol, fue un buen gesto, digno del caballero de la reina-
-Es lo mínimo, supongo-
-Lo mínimo- repite calmada y en susurro contrastando con la chica que vi ayer en esa torre por la noche -En Nevermore nadie sabe mi identidad tras la máscara, por lo que te mostraré el lugar con calma-
-No quiere sonar grosera ni negar su generosidad. Pero ¿Por qué es amable conmigo? A recuerdo soy una Garkiana que lucho contra su gente y lo único que aporto es que soy un lobo. Nada más, así que ¿Qué ocurre?-
-Podrías morir, Enid. Eres mi caballero, mi guardia personal. Tal vez no hoy o mañana o nunca, pero alguna vez deberás dar la vida por mí... Además ¿Qué clase de gobernante sería si trato a mi gente como basura y desecho?-
-... Una feudal Garkiana. Lo siento, mi reina-
-Entiendo tu miedo, caballero. Pero ahora está es tu gente y yo soy tu reina. Deja que el temor se despegue de tu cuerpo, porque estás en tu casa desde ahora-
"Casa" una sonrisa aparece a la par de un leve lagrimeo que no llega a nada.
Un suspiro tembloroso me hace aceptar su trato. Nerviosa veo a Bianca la cual solo me ve con cierta comodidad en sus ojos.
Abro la boca apenas, sin ruido saliendo de esta.
Pero cuando me doy cuenta me incluyo en la plática de los soldados y, al escuchar las risas de la historia en dónde me persiguió una vaca en mi primera semana de exilio.
Es que me siento bien.
.........
Las únicas personas que vamos a Nervermore somos Bianca, Merlina y yo.
Los demás se quedarán en estas tierras mientras tanto. Merlina nos guía a la salida de la casa, nos junta en un círculo formado por las tres y con un susurró aparece una estela verde en medio del lugar.
-Tal vez vomites- dice Bianca cerrando los ojos con fuerza.
-¿Vomitar, qué?-
La sensación de vértigo se hace presente de golpe, cierro los ojos aferrándome a las dos cuál niño a su madre en la oscuridad. Abro los ojos apenas viendo como mi alrededor parece derretirse cómo el hielo.
Un golpe se siente, como si hubiera caído de cama. Abro por completo los ojos y lo que fue pasto ahora es roca sólida bajo mis pies.
Sujeto con temblor a Bianca y ella me da una palmada en el hombro.
-Si, así se siente al inicio-
-Enid- llama Merlina -Te presento a Nervermore-
Un enorme castillo color gris se alza sobre nosotras, su cuarteto de torres me hacen mirar aún más arriba de lo que ya hice, un adorno de cristal yace en el medio del castillo. Su forma es de una media luna acostada que tiene a su lado un punto y bajo está otro más solo más alejada que es unida a una fina línea del material. Miro mi alrededor, incluso giro notando que hay una especie de mirador tras de nosotras. Corro a este y me encuentro con casas y edificios bajo todo esto extendiéndose por posibles kilometros.
Algunas nubes parece se forman en las puntas de las torres y la roca, gris y negra. Solo recuerdan a una fortaleza impenetrable.
Veo a Merlina. Su sonrisa es de una niña mostrando sus juguetes.
Veo las torres y ahora son monstruos a lo que eran ya, la roca sólida a los costados llama mi atención hasta que mi cerebro conecta y corro hacia Merlina la cual se quita su antifaz.
-¿¡Es una montaña!?- grito recibiendo risas de ambas partes. La dura y gigantesca roca se parte y se une al castillo en arcos, torres menores o puertas. Como si hubieran excavado la roca y metido un castillo en medio de todo ello.
-Sí, es una montaña. Mi montaña- responde dejándome ver a completo su oculta emoción, se coloca de nuevo su antifaz y camina hacia una entrada.
-Estamos dentro del castillo- explica Bianca -Digamos que se divide en dos-
-¿En dos? Espera, ¿Estas diciendo que hay más de esto?-
-¿Cómo son los castillos en Garkar?-
-De donde yo era el castillo parecía ser más una "promesa de belleza" según escuche en ciertas ocasiones-
-¿Nunca lo viste?-
-Era un lobo huérfano. ¿Como lo vería?-
Seguimos a Merlina hacia dentro. En el lugar la reciben guardias que muestran lanzas con orgullo ante su reina.
Un gran trono oscuro y blanco con un enorme cuervo con las alas abiertas tras este nos saluda, con cada paso que Merlina da un trío de hombres aparece hincándose respetuosamente; Uno es un señor con barba corta y con un ropaje que lucha entre modernidad y armadura pues lo que parece ser piel ya sea de oso o lobo lo cubre del frío, a su lado un chico de cabello café con el mismo estilo del señor y junto al trono. Un joven bajo y de tez oscura y cabello alborotado de ropaje amarillo en toga que parece acomodar cosas de cristal en sus ojos.
Merlina se sienta en el trono. Mira con regocijo a su gente y con un movimiento de manos los guardias abandonan la sala.
-Que bueno que llegó a casa, reina mía- habla el que está a su lado.
-No hace falta formalidades, Eugene- dice quitando su antifaz -Ella es Enid Sinclair. Mi caballero personal-
Los tres hombres me ven de arriba a abajo, el de cabello café iba a decir algo hasta que Merlina interrumpe lo que no fue.
-Enid es una Garkiana expulsada por ser un lobo, es una feroz guerrera. He ahí sus respuestas-
-No hace falta las responda- habla el señor -Las decisiones de mi reina así serán-
-Bien, Tyler. Parece tienes algo en boca-
-¿Por qué una Garkiana, Merlina? Nuestra casa está llena de guerreros que pueden protegerte día y noche. Así que ¿Por qué?-
-Tyler- regaña lo que creo es su padre.
-La casa Galpin está llena de grandes guerreros, eso es un hecho. Pero no quiero un espadachín que solo sepa pelear con conocidos, quiero algo de beneficio, no algo eficaz- Tyler asiente y no dice más tras el regaño -¿Hay algo que amerite una junta?-
-Para nada, solo queríamos procurar su regreso- habla el señor.
-Siempre cuidando como un padre- dice Merlina con una sonrisa -Pueden irse. Disfruten el día de hoy-
Las tres personas aceptan y salen de la sala. Bianca me toma del hombro y señala con sus ojos su espada.
-No me tientes- y se despide dejándonos solas.
Nerviosa evito la mirada de Merlina. Por lo que veo el alrededor el cual está... Vacío, solo está el trono y banderines del reino los cuales copian la luna y las estrellas como la decoración de la entrada. En el piso hay pintura de una media luna que parece extender su luz.
-No es una sala que use con frecuencia- dice quitándose los zapatos como si hubiera leído mi mente -Rara vez vengo, incluso cuando mi gente pide audiencia esta sala es. ¿Como decirlo? Poco eficaz. Mi padre la dejo de usar cuando llego al poder y transformó mucho más a Nevermore de lo que cualquiera de mi sangre hizo. Un trono no habla por el rey, y un rey no habla por el trono-
-Oh, entonces... ¿Qué hace?-
-El reino de Nevermore se compone de "casas" al igual que el feudalismo, claro tenemos diferencias, pero es más fácil explicarte así. Estás casas fungen cómo extensiones de Nervermore, por lo tanto tienen sus propios "reinos" con el cambio de qué. De ser necesario, cambiaremos la familia a cargo de esas tierras-
-¿Se puede?-
-Mi familia puso esa regla en los años de extensión de Nevermore, mucho antes de que una gota de mi ser existiera siquiera. Una época en donde la luna y el sol se seguían y como los dragones a los lobos. Al no negar ninguna libertar y palabra al pueblo, las cosas se nivelan. Por lo que no debo velar por tierras, salvó las mías y. Cómo todo eso está en sintonía- dice lanzándome su antifaz en juego -Tengo tiempo libre-
Se levanta del trono y camina dejando atrás sus zapatos, los tomo y la sigo escuchando solo los pasos de sus descalzos pies.
En el pasillo que recorremos hay pinturas de todo tipo, pero la más interesante es una de dos personas.
Un rey y una reina.
-Son mis padres- de nuevo, parece que leé mi mente -Murieron hace tres años-
-Lo siento-
-No debes. No son de tu corazón sus pinturas e historias, solo muestra respeto a los muertos-
-De acuerdo-
Seguimos caminando en silencio unos cinco minutos, bajamos unas escaleras que llevaron a una tela roja en el piso que hacía sonreír a Merlina con cada paso que daba.
Paramos al poco en una habitación, la abre y me para antes de que la siga.
-Iremos al pueblo- explica negando su antifaz al querer dárselo -Busca en las puertas cercanas y si no hay nada quiere decir que Bianca cumplió- da la vuelta, se queda quieta y me mira de nuevo -Bienvenida a casa. Enid Sinclair-
Al cerrar la puerta camino en silencio, abro una puerta a solo cinco pasos de la suya de frente, entro y veo todo amueblado, pero despejado.
Voy a la gran cama que espera al lado de una ventana.
Miro por esta viendo más del poblado y notando el nivel de montaña a camino.
Me siento en la cama, es cómoda y bullida. De poco en poco me acuesto hasta que mi espalda disfruta la delicadeza de mi nuevo lugar de descanso.
Sujeto con firmeza el antifaz de Merlina. Lo pongo frente de mí y paso el pulgar sobre el pico afilado de este.
-Casa-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top