이. real life
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Miyeon estaba agotada.
Su madre les había despertado muy pronto y la joven no había podido dormir demasiado por la falta de familiaridad con la casa, a la cual tardaría en acostumbrarse.
La mañana había sido tediosa, ya que habían ido a varios lugares para comprar algunas cosas que necesitaban y que al parecer su padre, quien se había encargado de la limpieza, había tirado. También había tenido que aguantar las protestas por parte de Minhyuk, que odiaba no poder descansar como todos los días, aunque agradeció que el berrinche solo le durase unos pocos minutos y empezase a colocar sus cosas casi de inmediato.
Minhee y ella fueron los más tranquilos, les fastidió el no poder quedarse en la cama más de lo que les gustaría, pero no se quejaron como lo había hecho el muchacho. Su agobio aumentó cuando el primero fue quien se encargó de organizar todo cuando sus padres les habían mandado a unos recados, Minhee era bastante terco y quería que todo saliese como él dijese, y los otros dos preferían callar cuando eso ocurría.
Lo único bueno que veía Miyeon en ese día era que se reencontraría, por fin, con Jeongin.
Había avisado a su familia esa misma mañana y se había dado cuenta de que Minhyuk era al que más le hacía ilusión aquella noticia, algo que no la sorprendía, le tenía mucho cariño.
El tiempo se le pasó muy lento, estaba cansada tanto física como mentalmente, pero prefería hacer un esfuerzo y terminar todo. Sabía que Jeongin iba a venir a su casa para echar una mano, pero ella no quería que lo hiciera, le encantaba la idea de volver a encontrarse con él, solo que prefería que no fuese por aquel motivo y que tuviese que hacer esfuerzo, si no que descansase o poder conversar a solas después de tanto.
—Por ahora ya está todo, después de comer podemos seguir con lo que nos queda —habló su madre, lo que para todos fue como una señal de que ya podían descansar.
Mientras se pasaba la mano por el pelo, Miyeon se fijó en cómo Minhee se tocaba el hombro intentando que nadie lo notase, pero era imposible que aquel gesto pasara desapercibido para ella. Se conocían demasiado bien, tanto que sabían cuándo al otro le ocurría algo, además de que la muchacha era bastante observadora.
—¿Estás bien, Minhee? —interrogó Minhyuk de manera inocente, recibiendo una mala mirada por parte del mencionado.
Al parecer la joven no había sido la única en darse cuenta de aquel detalle, aunque el menor se le había adelantado, solo que la diferencia era que ella iba a esperar para estar solos. Conocía a su hermano, solía guardarse las cosas y le era más fácil expresarse cuando eran ellos dos.
—Sí, es solo un pequeño dolor, nada más —sonrió tratando de minimizar el tema, pero cualquiera que se fijase podría apreciar que era falsa—. Solo ha sido un pequeño dolor muscular, seguro que habrá sido por ayudar a papá a colgar algunos cuadros.
—Te dije que yo también podría hacerlo, pero no me escuchaste —respondió Minhyuk con la mirada en las manos, sabía que no le gustaba cuando Minhee hacía todo él solo y no dejaba que nadie le echase una mano.
A veces los dos solían tener roces con sus personalidades. Por ejemplo, a Minhyuk no le gustaba cuando Minhee se ponía tan terco o cuando le recordaba lo que tenía que hacer millones de veces, así que siempre que esas cosas pasaban, cada uno solía alejarse para no chocar más.
Cada vez que Minhyuk tenía algún problema con su hermano mayor se acercaba a Miyeon, ya que sabía que le conocía lo suficiente como para entenderle. Quizás se debía a que ella también solía chocar con Minhee, solo que con el paso del tiempo se había acostumbrado, tanto que ya no le daba tanta importancia como antes.
—Bueno, luego puedes venir tú conmigo a poner otro, ¿te parece? —preguntó su padre tratando de alegrarle al creer que era eso lo que le había molestado, cuando en realidad había sido el comentario ignorante que había hecho Minhee. Al ver que no sirvió de nada, añadió—: Incluso Jeongin podría hacerlo contigo, seguro que está encantado, aunque tu madre y yo preferimos que venga sin que luego tenga que estar haciendo esfuerzos, que solo sea un invitado.
Al mencionar al idol, una sonrisa se formó en su cara mientras asentía al mismo tiempo, ignorando el último comentario, todo lo contrario a Miyeon, que movió la cabeza de arriba a abajo, estando de acuerdo.
—Uy, que prefiere a Jeongin antes que a su hermano, eso ha dolido —apuntó Minhee cruzando los brazos después de que sus padres se fueran de la sala—. Cuando quieras dinero o que te lleve a algún lado, pídeselo a él también.
—Es idol, lo primero le sobra y lo otro seguro que tiene a alguien que le lleve, así que estaría genial —comentó con obviedad y al saber de que trataba de molestarle, Minhee se acercó a hacerle cosquillas, sabiendo lo que las odiaba.
Al ver aquella escena sonrió, había veces que no soportaba las actitudes de ambos, pero no los cambiaría por nada. Su sonrisa se desvaneció al observar las miradas de los dos, dirigidas ahora hacia ella, y negó al darse cuenta de lo que significaba, que era la siguiente, por lo que se levantó de inmediato tratando de huir de ellos.
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—¿Cuánto falta para que llegue? —cuestionó Minhyuk entrando a la habitación de Miyeon, no paraba de entrar y salir preguntándole lo mismo, sin darle tiempo a cambiarse.
Si creía que ella era la que más ganas tenía de ver a Jeongin, estaba equivocada: su hermano la superaba, y por mucho.
—Sé que hace tiempo te divertías mucho con él, pero a lo mejor ya no es así, ¿por qué tantas ganas? —interrogó Minhee directo, apoyándose en el marco de la puerta.
Miyeon no pudo evitar suspirar, solo pedía unos minutos de soledad, ¿por qué no podían dejarla sola aunque fuese un rato?
—¿Podéis pelearos en otro lado? Quiero ponerme otra ropa y no puedo con vosotros aquí —pidió a la par que trataba de empujar a Minhyuk, sin mucho éxito.
—Mejor, no queremos asustar a Jeongin —respondió guiñándole un ojo antes de marcharse.
Cerró los ojos un momento mientras suspiraba para después sentir un beso en su cabeza por parte de Minhee, quien se fue a la cocina, lo más probable para ayudar a su madre, que estaba haciendo la cena.
Nada más terminar de cambiarse, bajó, y al llegar a la sala una sonrisa se formó en su cara al tener a Jeongin enfrente de ella. No esperó ningún minuto más para acercarse y abrazarle, aunque la diferencia de altura lo hizo difícil.
—No me puedo creer que no hayas crecido nada desde la última vez —apuntó Jeongin, lo que provocó la risa de los otros dos chicos y la indignación de Miyeon.
—Hace tiempo que no nos vemos, ¿y eso es lo primero que me dices? —preguntó con una ceja alzada, observando cómo el idol sonreía.
—Sí —asintió encogiéndose de hombros, ella iba a replicar cuando sintió un pequeño empujón.
—Yo también quiero saludar a mi hyung favorito —apuntó Minhyuk con ilusión, ganándose una mala mirada por parte de Minhee y de Miyeon.
Minhyuk no paraba de preguntarle cosas a Jeongin sobre distintos temas, sin dejar que los otros dos pudieran comentar algo. Ambos estaban indignados, solo que con diferentes motivos; Minhee por lo anterior y Miyeon porque hubiese interrumpido su encuentro con su amigo
—Jeongin, cómo has crecido —alegó su madre a la vez que entraba en la sala, interrumpiendo a Minhyuk.
—Es un placer volver a verla, señora Park —Saludó haciendo una reverencia. Miyeon se aguantó la risa, ya que le había mencionado qué ocurriría si les llamaba así.
—Te conozco desde que eras pequeño, puedes decirme por mi nombre, no hace falta tanta formalidad —regañó la mujer con una sonrisa.
La muchacha sintió una mirada sobre ella, la de Jeongin, por lo que le bisbiseó un te lo avisé, haciendo que el idol soltara una pequeña carcajada que trató de disimular.
—Está bien, Eunbin —le devolvió el gesto, para luego añadir—: ¿En qué puedo ayudar?
—Sé que habías venido principalmente a eso, pero no queremos tenerte ocupado, por lo que sé Minhee y Miyeon iban a encargarse de lo que falta —respondió el hombre mientras se sentaba en el sofá sorprendiendo a los dos, dado que no sabían sobre ese dato—. Podrías contarnos qué tal te ha ido, tus padres nos han hablado mucho sobre cómo te va, pero es mejor escucharlo por ti mismo.
—Aunque no solo ellos, Miyeon tampoco callaba cuando se trataba sobre ti —expuso Minhyuk, lo que provocó que la mencionada le diese un pequeño golpe disimulado, aprovechando que estaba su lado.
Era cierto, ella había seguido toda la carrera de Jeongin desde el principio. No era mentira que le había entristecido que el joven se marchase cuando todo estaba perfecto entre ambos, pero era por una buena causa, la de seguir sus sueños.
Cuando aquello pasó, sintió que debía apoyarlo en todo momento como amiga suya que era, por lo que a veces solía nombrarle cuando estaba con su familia. Le era difícil no hacerlo, ya que estaba orgullosa con todo lo que estaba logrando.
—No le hagas caso, solo exagera —contradijo Miyeon tratando de quitarle importancia al asunto y viendo cómo su hermano pequeño le hacía una mueca.
—Ambos sabemos que no —bisbiseó el anterior para que solo lo escuchara ella—. Además, Jeongin tenía que ayudarme con un cuadro, ¿recuerdas? Ya que Minhee no puede por su brazo, es que ya está mayor.
—Voy a ignorar eso último, será mejor para todos. Y sobre lo otro, estoy bien, puedo hacerlo —dijo mientras giraba el hombro, demostrando de esa forma que no mentía.
—Hyung, no pasa nada, encima así os echo una mano a Miyeon y a ti, aunque yo creo que deberías no forzarlo —aconsejó Jeongin de inmediato—. Al principio puede parecer algo sin importancia, pero si no dejas descansarlo, puede ir a peor. A un compañero mío le ocurrió una cosa parecida, solo que era más grave.
Al final sus padres y Minhee desistieron, no iban a convencerle de lo contrario y ella lo sabía muy bien, por esa misma razón había decidido no intervenir.
Después de que su madre le preguntara a Jeongin si le gustaría quedarse a cenar y de que él aceptara la invitación, subió junto a él y su hermano pequeño a su habitación, ya que era donde tenían que poner el cuadro.
El objeto no era muy grande ni pesado, incluso el idol podría hacerlo solo si quisiera, pero ninguno de los dos se atrevía a negarle la ayuda a Minhyuk, no cuando le hacía ilusión colocarlo junto a él. No tardaron mucho, como ya había dicho, era un trabajo sencillo y el menor se dirigió a la sala tras acabar.
Ella creía que se había quedado sola en el cuarto, ordenando algunas cosas que se le habían quedado esa mañana, pero cuando se giró pudo ver a Jeongin enfrente de uno de los estantes, con una sonrisa en su cara.
—Aún me acuerdo de ese día —habló el joven mientras ella se colocaba a su lado—. Nuestras familias hicieron una comida todos juntos, tu madre hizo un postre de fresa.
—También lo recuerdo, te lo terminaste comiendo tú —se quejó de broma, posando su mirada en él.
—Tenía hambre, y seguro que tú tampoco me hubieras dejado nada —apuntó al mismo tiempo que se giraba para quedar cara a cara, algo difícil con la diferencia de altura—. Ambos sabemos tu obsesión con ellas, tanto antes como ahora.
—Ya no tanto, solo ocurría cuando era pequeña, nada más —respondió mientras arrugaba la nariz sin darse cuenta.
Aún recordaba cuando hacía años se había pasado la tarde entera sin hablarle como venganza, aunque duró poco, ya que él la conocía bastante bien y sabía cómo hacer para que le perdonase.
—Estás mintiendo, has hecho ese gesto —rio Jeongin a la par que señalaba su nariz, para luego ponerse serio—. Las cosas no han cambiado, ¿no?
—¿A qué te refieres? —interrogó con el ceño fruncido, sin entender. Le había extrañado esa pregunta y el cambio de humor, era raro en él.
—Quiero saber si seguimos siendo el niño que daba miedo cuando no sonreía —trató de imitar la voz de Miyeon cuando era pequeña, haciendo que la muchacha soltara una carcajada—, y la niña que era, y sigue siendo, adicta a las fresas y que es adorable cuando se enfada.
—No lo soy, ¿por qué todo el mundo dice lo mismo? —cuestiono mientras Jeongin tenía una sonrisa en su cara—. Claro que todo está bien entre nosotros, encima tenemos que recuperar el tiempo perdido ¿no?
Eso era lo que más quería hacer Miyeon, tenía en mente que su relación no era igual a la de hace años, pero estaba dispuesta a que volviera a serlo, y tras la pregunta que había hecho el cantante, estaba segura de que él también.
—Es lo que vamos a hacer, ¿o crees que me he olvidado que en una semana es tu cumpleaños? —La joven abrió los ojos al escuchar aquello, a lo mejor Jeongin no lo había hecho, pero ella sí. Con todo lo de la mudanza y demás, no se acordó hasta ese momento—. ¿Lo tienes libre?
—Seguramente lo pase con mi familia, ¿por qué? ¿Tienes algo en mente? —preguntó con curiosidad.
—Sí, pero mejor disfruta con ellos y hablando de eso, se deben estar preguntando por qué no bajamos —respondió para empezar a dirigirse a la puerta.
Le lanzó una mirada asesina, demostrando que el hecho de que hiciese eso, dejarle con la intriga, no le gustaba en absoluto. Y cuando el cantante sonrió, satisfecho, se dio cuenta de que lo había hecho a propósito para sacarla de quicio.
—Jeongin —le llamó antes de que el idol saliese.
—Lo digo en serio, solo que al día siguiente podríamos quedar y hacer algo juntos —sugirió apoyándose en el marco de la puerta—. Así recuperamos el tiempo y paso un buen rato con mi mejor amiga.
—Me encantaría, ¿y puedo saber qué tienes pensado? —preguntó y vio cómo el chico negaba para después encaminarse a la sala, dejándola ahí en su habitación con la curiosidad.
Al final Jeongin se quedó a cenar, en donde sus padres y sus hermanos estuvieron preguntándole sobre cómo le había ido la vida, cómo le iba en su carrera,... aunque Miyeon no comentó mucho sobre eso, ya que ya estaba enterada de todo.
Se limitó a observarle, feliz no solo por volver a verle sino también por las ganas que tenía de que su amistad volviera a ser tan fuerte como en el pasado.
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Hola!! Por fin tenéis capítulo de NES, lo siento por no haber subido la semana pasada, pero estaba con exámenes y quería enfocarme en ellos, además de que me encontraba mal por un resfriado :(. ¿Qué tal vosotrxs?
Ay Minhyuk, que SIMPatico que es con Jeongin (todos entendemos que lo sea jajaja).
Por fin los maknaes se han reunido y además en la historia va a ser dentro de poco el cumple de Miyeon :D. En la vida real fue el día que subí la historia, el 25 de mayo.
Os recuerdo que tenemos un server de Discord, donde muchos estamos viciados a Eunseo, es uno de los mejores bots por ahora jajaja. Si queréis entrar, mandadme un mensaje privado y os pasaré el link.
Espero que os haya gustado el capítulo, os deseo una gran semana y nos leemos en el siguiente.💜
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