—¡Ya va a empezar Jungkook, mire hay muchas luces!

Jungkook sonrió al ver lo emocionado que estaba su chico por ver el espectáculo de luces, desde que había llegado al lugar solo se dedicaba a mirarlo, parecía un niño pequeño al maravillarse con cada detalle que adornaba el lugar.

—¡No corras dulzura, llegaremos a tiempo!—grito al verlo alejarse un poco y aceleró su paso para alcanzarlo—

—Vamos Jungkook, no podemos perdernos nada.

Muy rara vez Jimin solía llamarlo por su nombre, realmente estaba muy emocionado por disfrutar este momento y verlo divertirse se convertirá en su momento favorito, ver a su chico feliz a la distancia era hermoso a su vista pues Jimin deslumbraba belleza y estar cerca de el lo hacía sentir tranquilo.

Jimin estaba recargado sobre un barandal que separaba a las personas del rio donde se esperaba en acto final. Con cuidado se acercó por detrás colocando su mentón en el hombro de Jimin disfrutando de su cercanía.

—Gracias por traerme aquí Jungkook—dijo Jimin sonriendo sin quitar la vista del río y atrayendo la mano de Jungkook a su cintura—

—Realmente te ves bonito cuando estás feliz.

—Estoy feliz porque estás conmigo—lo que estaba sintiendo en este momento no podía explicarse, solo quería crear un hermoso recuerdo dónde ambos estuvieran juntos, algo que podría calificar como mágico—

—Te amo Jimin, eres todo lo que necesito para que mi alma se sienta completa, eres quien mueve mi mundo con solo pensarte, eres quien cambio el rumbo de mi vida y me hizo entender el significado de "Eternidad", con tu hermosa sonrisa y el suave toque de tus manos mi corazón se acelera, no eres una película o un libro, eres mi realidad.

—Me sorprende como algunas veces podemos pensar igual, tu eres mi realidad Jungkook y te amo mas que a nada—una pequeña lágrima se deslizó por si mejilla—No creo en el destino pero te encontré por casualidad y mi constelación por fin está completa.