Segunda Parte
Fue en el día que cumplía años mi hermano.
Donhae siempre me llevaba al parque de noche para jugar en los columpios. En esa fecha siempre iba e intentaba no recordar por qué, no estaba en ese instante conmigo, pero nunca creí que lo conocería a esa persona.
La persona que hoy en día forma parte de todos mis pensamientos.
La persona que logró sacarme del pozo sin fondo en donde solo había oscuridad y absoluto silencio.
Kim Taehyung, la persona a la que conocí de manera tan extraña.
En ese entonces, me acuerdo de oír a un chico gritar el nombre de: "Yeontan" en el parque en plena noche. Yo estaba sentado en el columpio disfrutando del silencio en completa soledad, hasta que escuché esa voz que hoy en día forma parte de mis sueños, recuerdo que me dio curiosidad de saber por qué gritaba ese nombre como loco, mientras caminaba por todas partes en el parque.
Me acuerdo estar observándolo de lejos, viendo como su cabello castaño se movía con el aire y como su rostro se convertía -cada vez más- en preocupación, al ver que nadie respondía a sus gritos. Quería acercarme y preguntarle qué le pasaba o qué estaba buscando, pero el miedo a relacionarme con más personas era mucha, así que me quedé sentado en silencio observándolo de vez en cuando.
Mi vista estaba en el cielo oscuro, viendo cómo la luna se situaba esa noche y como las estrellas brillaban en toda la oscuridad. Estaba tan sumergido en ese momento que no me había dado cuenta que algo se movía en los arbustos del árbol de mi costado.
Hasta que oí un ladrido y mis ojos dejaron de ver el cielo para ver a un cachorro enredado entre las ramas del arbusto intentando salir; un perrito pequeño de color café con negro. Mi preocupación por ver que no le había pasado nada, fue bastante, como para levantarme y dirigirme al arbusto. Me agaché y lo ayudé a salir del arbusto.
Me acuerdo cargarlo y tenerlo en mis brazos, mientras sentía como el perrito ladraba de felicidad al haberlo sacado de ese lugar. Una diminuta sonrisa cruzó por mi rostro al ver cómo movía su colita e intentaba lamerme la cara, recuerdo oír pasos acercándose hacia mí. Mis sentidos se pusieron alerta y abracé al perrito por instinto.
Volteé mi cuerpo al ver como el chico que hace poco gritaba Yeontan, se acercaba con una sonrisa en su rostro y se dirigía hacia mí. Me acuerdo que me contó que se le había perdido su perrito y que me agradecía por haberlo encontrado.
Yo estaba perdido viendo como ese chico sonreía mucho y sus ojos brillaban de felicidad, mientras le daba el cachorro para que lo cargue, que ni bien estuvo con su amo, ladró de felicidad comenzando a lamer su rostro. Me había quedado viendo esa escena mientras escuchaba al chico decirme su nombre.
Kim Taehyung, sonaba tan bien en mi mente, pensaba en ese entonces.
Lo veía tan feliz mientras me decía lo agradecido que estaba por haberlo encontrado, lo que no sabía, era que a partir de ese momento empezaría a haber una pequeña luz en toda esa oscuridad que tenía dentro de mí.
Una pequeña luz que apareció de manera tan inesperada en una de las fechas más importantes, como lo era el cumpleaños de mi hermano.
Un chico que se metió tanto en mi vida de manera tan rápida, que nunca lo vi venir; fue todo tan rápido, tan mágico. No pensaba que volvería a cruzármelo en el parque de nuevo, mucho menos que, empezaría a hablar con él. No podía no decirle que se alejara de mí, porqué, por alguna razón, sentía que debía dejarlo estar cerca de mí.
Tenía mucho miedo, aun así, no quería soltar esa pequeña esperanza de volver a ser como era antes; pero no fue nada malo y agradecí enormemente haber podido tomar la decisión correcta. Taehyung me enseñó y me mostró muchas cosas, fue tan sincero en sus conversaciones.
Nosotros dos, en plena madrugada hablando juntos de cosas cotidianas.
Me acuerdo que no quería contarle mi pasado, tenía miedo de que me juzgará y echara la culpa como lo hicieron mis padres. No sé cómo, pero de un día a otro, me veía con él más de tres veces a la semana.
De pronto, conversábamos mucho y nos reuníamos en una cafetería o en el parque; descubrí que su perrito se llamaba Yeontan. Era tan tierno.
Cada vez que nos reuníamos o nos cruzábamos de casualidad, conocía mucho de él; me di cuenta que ama la fotografía y está estudiando para ingresar a la universidad de Seúl. Aún me acuerdo lo bobo que estaba en ese tiempo, cuando lo veía hablar y contarme las cosas que hacía en su casa junto con las travesuras que hacía Yeontan.
Con el tiempo me di cuenta que volvía a conversar más, cosa que antes me costaba mucho. También, me hizo conocer a sus amigos; me sentí tan aliviado al saber que no me juzgarían por lo que era, al ver que sus amigos eran pareja.
Se llamaban Jimin y Yoongi, ellos eran unos melosos el uno con el otro.
A veces pensaba si algún día conocería a mi alma gemela. Pero que tonto fui en ese tiempo que ni cuenta me di -en ese entonces-, de lo que sentía por Taehyung.
Estaba tan cegado en que sigamos siendo amigos para tener a alguien con quién conversar y salir a divertirse. Me acuerdo que en uno de esos momentos en el que estábamos en su casa, me contó que le atraía los chicos, yo me había quedado mudo en ese momento, no pensaba que él también le gustara los varones.
Pero sucedió algo que me dejó estático en mi sitio.
Al verlo acercarse a mí, mientras estábamos sentados en el sillón de su casa.
Me puse tan nervioso que no reaccioné cuando me besó.
Sentí sus labios presionando los míos, pero al verme que no le correspondía se alejó de mí, con los ojos tristes y comprensibles. Quería decirle que también me gustaba los chicos y que, probablemente, también me gustaba, pero me sentía tan confundido.
Que me acobardé.
Fue cuando él me dijo que tenía algo que hacer y tenía que salir para hacer un trabajo con sus compañeros de grupo. Sabía que estaba mintiendo, podía verlo en sus ojos.
Estuve semanas pensando y recordando esos momentos en donde nuestra amistad se fue fortaleciendo; y que de pronto, me haya besado, fue cuando me di cuenta de que ansiaba con todo mi ser tener a Tae a mi lado. Todos esos días en lo que lo observaba o me quedaba mirando y sonriendo a cada una de sus anécdotas, sentía mi corazón latir tan rápido.
Era una persona tan bella.
Fui tan ciego y no me di cuenta de que también me gustaba.
Me acuerdo que le pregunté a Jimin cómo podía confesarle mis sentimientos a Tae. Tenía miedo de ser rechazado por no haberle correspondido su beso. Los nervios me atacaban todas las noches. Ya no tenía tantas pesadillas como antes, porque ahora en mis sueños estaba Taehyung, sonriendo con esos ojos brillosos y esa sonrisa tan bonita. A pesar de que mis padres apenas me dirigieran la palabra, no me importaba, porque tenía a Taehyung.
Él me sacaba de esa oscuridad que solo me hacía llenarme de culpa.
Mientras estaba descansando en mi cama, me quedé pensando en lo que me dijo Jimin que hiciera para declararme, pero el solo pensarlo me daba vergüenza. Era tan cursi el solo hacerlo, pero sentía que debía.
Sabía que a Tae le encantaría la sorpresa.
Llevarle a la playa suena tan cursi, pero a la vez sentía que era lo correcto. Él ama ir a la playa, lo sé porque me lo conto en una de nuestras conversaciones; me dijo que la última vez que fue a una, era cuando tenía apenas unos nueve años. En ese tiempo, él disfrutaba tirarse de chapuzón en el mar con sus padres. Él me decía que si algún día tuviera que escoger el lugar donde desearía estar para siempre, sería el mar.
Me acuerdo que tenía unos nervios cuando le pedí a Tae que lo llevaría a un lugar.
Verlo poner esa cara de duda al verme tan nervioso; estoy seguro que él sabía que yo tramaba algo, pero decidió quedarse callado para solo asentir y sonreírme.
Hasta que le dije que tenía una sorpresa y sus ojitos brillaron de curiosidad.
Él me abrazó de una manera tan tierna, colocando sus brazos en mi cuello mientras me balanceaba de lado a lado. Nos reímos mientras nos mirábamos a los ojos y el dejo de sonreír tan grande para solo verme a los ojos.
Sentía como me miraba tan intensamente en esos momentos Aún recuerdo cómo me sentía en ese instante, al ver como sus ojos se dirigían a mis labios. Como añoro esos momentos, en donde disfruté al máximo la oportunidad de poder sentir sus labios tocar los míos. Aún siento, a pesar de los años que pasó, que fue ese beso el que comenzó todo...
Le correspondí con tan solo sentirlo.
Nuestros labios se movían lentamente al sonar del latir de nuestros corazones. Me sentía tan vivo como nunca antes lo había hecho, mis manos temblaban de los nervios, que solo los dejé posados en sus caderas, mientras él enrollaba sus brazos en mi cuello y profundizaba el beso.
Fue tan mágico.
Fue la única persona con la que sentí ese mar de sensaciones tan bonitas.
Cuando terminó el beso sentí que el aire me faltaba y más al ver a los ojos a Tae y ver cómo sonreía mientras se reía de emoción. Los dos nos reímos como locos. Nos quedamos tímidos en ese entonces. Hablamos de otras cosas hasta que se hizo de noche y me despedí de él con un beso en la mejilla.
Recuerdo ver cómo sus cachetes se sonrojaban y ocultaba su sonrisa tímida. Parecíamos dos personas tan cursis, cómo si por primera vez supiéramos lo que es el amor, los besos y el cariño.
Fue en ese momento cuando estaba regresando a mi casa, que decidí en proponerle ser mi novio.
Yo le había escrito a Tae que nos reuniríamos al día siguiente, para mostrarle su sorpresa. Me acuerdo llevarlo a la playa y ver como en el taxi sus ojitos brillaban al ver el mar; caminábamos viendo como el aire nos sacudía la ropa, cómo nuestros pies se ensuciaban con la arena, el sol iluminaba nuestros rostros; oír como Tae reía y corría a darse un chapuzón al mar, salpicando por todos lados el agua, fue una de los recuerdos más bonitos que tengo guardado en mi memoria.
Verlo disfrutar del mar y como su cuerpo se mojaba cuando él se sumergía en lo profundo, gritando para que entrara junto con él.
Tenía una sonrisa plantado en mi rostro. Me sentía tan feliz con solo verlo a él.
Todos los problemas, todo el pasado que tuve se esfumaron por ese instante, mientras corría hacia el mar y abrazaba a Tae. Nuestras risas, nuestros abrazos, todo era perfecto.
Las personas apenas volteaban a vernos y seguían con su camino, había poca gente y eso era perfecto. Recuerdo el atardecer llegar a su fin y el sol marcharse poco a poco, mientras Tae y yo estábamos sentados en la arena viendo el sol irse; él apoyado en mi hombro mientras miraba el mar, mientras yo mirándolo a él. Veía como su sonrisa no se borraba por nada.
Era tan hermoso.
Fue en ese momento que decidí que sería perfecto proponérselo.
Recuerdo haberle llamado por su nombre y él con una sonrisa voltio a verme y yo solo me quedé viéndolo por unos segundos mientras nuestros rostros se acercaban más y más.
Podía sentir como sus labios se separaban y yo solo lo dije:
"Tae... ¿Quieres... ¿quieres ser mi novio?"
Me acuerdo estar nervioso, en esos instantes, mientras veía como sus ojos se abrían de la sorpresa y sus orejas se ponían rojas. Recuerdo verlo impactado, para después sonreír de felicidad. Sus ojos brillaban tan intensamente en ese atardecer; él se lanzó hacia mí hasta que terminamos echados en la arena.
Él encima de mí, mientras sonreía y decía que:
"¡Sí!, ¡Sí quiero!, si quiero ser tu novio"
Yo feliz lo abracé mientras nos reíamos como unos tontos enamorados.
El sol estaba dando su último toque de luz, mientras nosotros nos besábamos en ese atardecer;
En dónde ambos proclamamos nuestro amor.
En dónde sentí que Taehyung era la persona correcta.
Con él aprendí a amar, ambos aprendimos juntos.
Y con el tiempo le dije mi más oscuro secreto; fue... difícil contarle ese suceso, en donde mi vida fue una absoluta miseria. Mis miedos, mi enojo, mi arrepentimiento, mi dolor, la culpa que sentía fueron dichas el día en el que se cumplió otro año más en el que murió mi hermano.
Meses de relación que cada vez fue creciendo. Todo era tan hermoso, hasta que llegó ese día.
El día del accidente.
Y mi semblante cayó.
Él estaba preocupado al verme así, me veía llorando ese día, mientras caminaba por el parque. Y no pude más, el dolor que sentía quería que se vaya. Quería tener a Tae en mis brazos y que me diga que no tenía la culpa;
Que yo no fui quién mató a mi hermano.
Que solo fue un accidente.
Que no era un asesino.
Mi mente me jugó en contra que temblé esa noche mientras lloraba en el parque solo.
Creí que mis miedos se habían esfumado, pero habían vuelto de nuevo; sentía que si alejaba a Tae, terminaría perdiéndome otra vez. Fue que decidí contarle.
Me acerqué con los ojos llorosos a su casa y le conté mi mayor secreto; le dije toda la culpa que siento. El miedo que tengo y el remordimiento de que por mi culpa mi hermano no está hoy en día con vida; lloré en sus brazos mientras él me abrazaba fuertemente, como si supiera que si me soltara terminaría derrumbándome más de lo que ya estaba destruido. Mi cuerpo estaba temblando, él me mecía suavemente, mientras me decía que no tenía la culpa de nada;
Que tan solo no quería quedarme solo.
Que lo único malo que hice, fue culparme por todo.
Sus palabras fueron tan sinceras que lloré toda la noche, recordando a detallé todo lo que me dijo mientras seguía abrazándome;
"Kook tú eres valiente, eres la persona más amable que he conocido. Tú no tienes por qué tener culpa, tú no hiciste nada malo. Tú solo temías que tus amigos se fueran, que tus padres nunca te aceptaran, tú solo temías que nunca fueras un chico aceptado.
Pero Kookie tú eres único.
No necesitas que nadie te diga que no eres normal, tú eres mi amor. Y sé que no le harías daño a nadie. Tan solo te sentías solo, y créeme que lo que hiciste todo este tiempo, fue luchar. Amas a tu hermano y él te sigue amando, siempre estará en tu corazón acompañándote en cada momento.
Él estará siempre para ti. Eso no lo dudes.
Y yo siempre estaré para ti.
Tus padres no te conocen, nosotros llevamos apenas un año, pero sé que en tu corazón no hay maldad. Tan solo te sentías perdido. Ese accidente no fue tu culpa, tampoco es tu culpa de que tus padres tengan la mente tan estrecha como para echárte la culpa en todo.
Ellos son los que deben sentirse miserables, perdieron un hijo y te están perdiendo a ti también por su forma de pensar. Me tienes a mí, tienes amigos que has hecho estos meses.
Pero lo más importante, te tienes a ti mismo.
No necesitas de nadie para salir adelante. Tu solo eres capaz de hacerlo y lo sabes amor. Tu eres mi conejito valiente, y no sabes cuánto te amo. Escucharte decirme todo tu pasado y verte llorar me rompió el corazón. Me sentí tan mal al no darme cuenta de toda la carga que llevabas ocultando.
Pero aquí estoy yo para decirte que no eres culpable de nada. Y siempre estaré aquí para recordártelo.
Me has hecho sentir muchas cosas todo este tiempo. Y no sabes lo agradecido que estoy con el destino de haberme encontrado contigo. Y espero seguir contigo todos estos años que tengamos por delante, porque sé que contigo seré feliz.
Te amo Jungkook, no sabes cuánto".
Mientras tomo mi taza de té aún puedo recordar cómo me decía esas palabras al oído, mientras me abrazaba y me repetía lo mucho que me amaba y que podía salir adelante. Con una sonrisa en mi rostro termino de beber el último sorbo de mi té.
Esos recuerdos se sienten como si hubiera sido hace poco.
Pero no es así...
Mañana se cumple 6 años desde que Tae y yo nos separamos.
Fue... doloroso el solo recordarlo.
Éramos tan felices en ese entonces que nunca creí que terminaríamos separados; fui tan tonto y muy estúpido, no haber hecho algo por impedir que eso suceda. Y ahora estoy aquí, recordando mi pasado desde el comienzo en el que todo fue absoluta oscuridad.
Aún recuerdo pasar dos hermosos años de relación con Tae. Pero el tercero fue cuando todo se derrumbó. Ambos teníamos planes distintos. Él quería irse a Seúl a estudiar su carrera de fotografía, y yo quería quedarme aquí en Busan, quería terminar mi carrera y graduarme. Pero Tae quería irse... y yo tan solo fui muy estúpido para dejarlo ir.
Me acuerdo que cuando me enteré de que quería irse me molesté mucho con él. En ese entonces le grité y le pregunté porque me hacía esto; lo peor fue echarle en cara que todos eran lo mismo, que todos se marchaban. Mi miedo volvió a surgir esa mañana cuando me contó sobre su viaje a Seúl que tenía para dentro de tres meses.
Me dijo que sabía que lo tomaría mal.
Me dijo que podía irme con él.
Me dijo que podíamos buscar la forma de comunicarnos y seguir juntos.
Y yo me calmé... por unos momentos me calmé y lloré. Tenía tanto miedo que se alejara, que solo cruce los pasos que me faltaban para llegar a Tae y solo lo abracé mientras mis lágrimas caían de mi rostro. Tae sabía lo mucho que esto me afectaría. Sabía que a pesar de que voy a terapia para mejorar mi forma de pensar.
A veces juegan en contra.
A veces el temor surge cuando vez que lo que más amas se aleja.
Y yo di todo de mí en ese entonces.
Cuando tomamos la decisión de llevar una relación a distancia pensé que lo lograríamos y que volveríamos a estar juntos.
Pero...
Los estudios, el trabajo, los proyectos... hacían que mi relación con Tae no sea la misma. Todo fue en peor cuando Tae me llamo por teléfono. Recuerdo oír su voz apagada y decirme que quería que nos veamos para hablar de algo importante. Yo le dije que estaba bien que normal tomaría un vuelo a Seúl para reunirnos. Tenía la esperanza de que volviéramos a estar juntos como en un comienzo. Pensé que hablaríamos sobre nuestros problemas y buscaríamos una solución.
Jamás pensé que ese día, en el que me invitaría pasar a su departamento fuera para que me haga sentar en el sillón y me diga que no podía seguir continuando con nuestra relación. Yo estaba tan conmocionado al escuchar esas palabras saliendo de su boca.
No le creía
Le dije que me explicará, que porque nos hace esto.
Le dije que podríamos buscar otra forma de solucionar la distancia que nos separa.
Recuerdo haberme arrodillado y colocado entre sus piernas, mientras tomaba sus manos y veía su rostro triste. Se estaba aguantando las lágrimas, podía verlo por sus ojos rojos y brillosos.
"Tae, amor... Por favor, no nos hagas esto. No termines lo nuestro. Sabes que te amo y no soportaría perderte."
Fueron mis palabras antes de que él me abrazara y llorara en mis hombros. Su cuerpo se sacudía del llanto mientras yo le correspondía su abrazo con todas mis fuerzas para que no se alejara de mí.
"Lo lamento... Lo lamento tanto, pero no puedo dejar lo que me gusta y seguir con este problema. No está bien... Terminaremos haciéndonos daño si seguimos juntos. Lo sabes, Kookie, no podemos."
Me rompió el corazón solo escuchar esas palabras. No pensaba que desde ese entonces me regresaría a Busan con el corazón roto y con los ojos rojos de tanto llorar.
Otra vez volví a estar solo.
Jimin y Yoongi me venían a visitar varias veces, pero no les decía casi nada. Me convertí en una persona callada y reservada...ya no era el mismo. Ya no tenía a Tae a mi lado. Mi corazón dolía de solo recordar el momento en que se fue. Lo extrañaba demasiado, quería tenerlo otra vez en mis brazos y ver su sonrisa tan bonita. Pero ahora ya no tenía nada, solo recuerdos...
Cuando me besó por primera vez.
Cuando le pedí ser mi novio.
Cuando nos graduamos.
Cuando tuvimos nuestra primera vez.
Ese día...
Fue tan hermoso... En ese entonces, le había preparado una sorpresa por nuestro aniversario. Le había invitado a una cena romántica a las orillas del mar. Todo era tan hermoso.
Lo veía sonreír y darme besos por todo el rostro cuando vio la sorpresa. Ese día no tenía planeado que iba ser nuestra primera vez íntimamente. Estábamos tan nerviosos y tan torpes. Nos reíamos mientras nos dábamos besos a la vez que nos quitábamos la ropa. El hotel que alquilamos para esa noche era todo un lujo que nos costeamos. La cama mullida era tan acogedora cuando vi a Tae tirarse desnudo en ella.
Fue la primera vez que nos veíamos desnudos completamente.
Fue una noche fantástica en dónde exploramos nuestro cuerpo.
Los besos fueron la llama de la pasión que hubo esa noche, besos regados por todo su cuerpo, lamidas y chupetones marcando ese lienzo de su exquisita piel, gemidos que dejaron en evidencia que esa noche habíamos hecho el amor. Tener a Tae debajo mientras lo hacía mío.
Ver cómo sus ojitos se cerraban y disfrutaba de cada placer que le otorgaba y el amanecer con nuestros cuerpos desnudos envueltos en sábanas. Más los besos que nos dimos mientras nos sonrojábamos por todo lo ocurrido esa noche. Éramos tan inexpertos que de solo recordarlo una sonrisa salía de mis labios.
Amé cada uno de los momentos que pasé con Tae.
Y a pesar de los años, aún lo sigo amando.
Intenté seguir con mi vida. Ahora soy administrador y tengo mi propio negocio.
Gracias a la ayuda de Jimin y Yoongi, que no se rindieron conmigo; ellos siempre me visitaban para cuidarme y no quedarme solo. Hicieron que continuara con mis terapias, hasta que hoy en día me siento mejor. Mi pasado aún sigue en mis recuerdos, pero ya no duelen como el principio.
Lo que me hizo dar ese paso a todo lo malo, fue salir de la casa de mis padres.
Con ayuda de Jimin y Yoongi logré conseguir un departamento lejos de donde antes vivía. Me acuerdo dejarles una carta de mi ida y ellos tan solo me mandaron un mensaje;
"Espero que ahora que ya eres mayor consigas un trabajo y nos ayudes con el dinero"
Yo ese día lloré, porque pensé que aún quedaba algo de cariño en ellos. Pero no había quedado nada, ya no me amaban, ni aunque fuera su hijo. Mis amigos me aconsejaron que no les hiciera caso, que no tenían derecho de exigirme dinero.
Yo ese tiempo apenas tenía para mis gastos y alquiler, estudié en la universidad y tuve un trabajo a medio tiempo. Poco a poco fui valiéndome por mí mismo y dejando atrás el pasado. Ahora tengo un trabajo, tengo amigos, tengo una casa, tengo todo lo que siempre quería, pero no lo que tanto anhelaba cada noche en mis sueños.
Lo extrañaba demasiado.
A veces me preguntaba qué estaba haciendo Tae. Solo supe de él por Yoongi, que es fotógrafo y que trabaja para una agencia de modelaje, por las redes sociales he visto alguna de sus fotos. Está tan maduro, ya no es ese chico con expresión infantil, ahora tiene expresiones más duras y definidas, pero sigue siendo tan hermoso. Evito todos los días preguntarles a mis amigos como está él, pocas veces lo busco en redes.
Cada uno tiene su vida y yo estoy feliz por él, por todo lo que ha conseguido; pero a veces solo quisiera ser egoísta y llamarlo para decirle que vuelva conmigo y no se aleje.
Pero no podría.
Me arrepiento de muchas cosas y ahora no está a mi lado por ellas; cómo desearía tenerlo en mis brazos una vez más, pero sé que no se podrá.
Noo el Taekook se nos separó 😭
¿Qué creen que pasará ahora?
¿El destino les tendrá algo preparado?👀
¿Final feliz o triste, cual prefieren?
🤧
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top