II
3 años después...
Ochako y Katsuki estaban sentados leyendo libros en la biblioteca mágica del Reino Sky, ya habían leído todos los libros del Imperio Rubí y no habían encontrado nada.
Gracias a los Dioses, la abuela de Ochako y los padres de Katsuki les permitían viajar a otros Reinos con Dynamight.
-Ochako, mi Reino, los dragones, todos están sacrificándose por la muerte de Izuku y él está vivo- Dijo un Katsuki de 13 años mientras leían gruesos libros -Hay demasiados muertos y si sigue la guerra, en tres años más yo también tendré que participar, no sé qué hacer, no quiero matar a los humanos, pero...
-Katsuki- Dijo Ochako con seriedad -Lo de encontrar a Izuku, dejó de ser una misión de rescatar a nuestro amigo hace mucho.
-¿Qué?- Dijo extrañado el cambia formas.
-Cuando lo encontremos la guerra terminará, quedarán secuelas, es obvio, pero los humanos de seguro detendrán la guerra.
-¿Detener? ¿De qué hablan chicos?- Preguntó un chico de cabellos rojizos y dientes puntiagudos.
Katsuki nunca le había comentado a su amigo sobre Izuku, ya que era demasiado bocón, pero Ochako decía que necesitaban más aliados de confianza, ellos dos solos nunca lo lograrían.
-Pelos de mierda- Dijo Katsuki con seriedad -Debemos decirte un secreto, el cual deberás llevarte a la tumba.
Kirishima se preocupó ante lo dicho, su amigo tenía que estar metido en algo demasiado grande.
Cuando le contó toda la historia palideció, pero luego sonrió y dijo con determinación -Bueno, supongo que es hora de buscar más información... yo no deseo ver más muertos y familias destrozadas.
Los jóvenes lo miraron con tristeza, la desaparción de Izuku afectaba a todo el mundo.
Los 3 comenzaron a revisar más libros, pero se detuvieron al ver al diamante cambiar de color verde a negro.
-¿Qué mierda?- Dijo Katsuki preocupado.
Ochako nerviosa sacó de su bolso el libro de su abuela, nunca había cambiado de color, a veces parpadeaba, pero no se volvía negro.
Comenzó a leer y abrió los ojos asustada.
-Algo le pasó a Izuku, algo muy malo, su alma está luchando entre la vida y la muerte- Susurró Ochako...
-No...- Dijo Katsuki nervioso.
Kirishima tocó el diamante y una voz conocida, pero algo cambiada, se escuchó.
-¿Crees que me matarás tan fácil? Te acabas de meter con la persona equivocada...
Los tres muchachos estaban sorprendidos, ese debía ser Izuku.
-Por favor, muéstranos una imagen o algo- Susurró Ochako, sus ojos comenzaron a brillar -Queremos ver a Izuku Midoriya, te lo ruego Diosa.
Del anillo salió una imagen macabra, Izuku de pie bañado en sangre, a su lado había una enorme serpiente. Al frente de él, había un hombre arrodillado tiritando.
-Dime, ¿Por qué no debo hacer que esta hermosa criatura no te coma?- Dijo el peliverde con seriedad.
-Domador de bestias, no me mates... te lo suplico, fueron órdenes del Rey...- Rogaba el hombre entre sollozos.
Los tres jóvenes se miraron.
-Te iba a dejar vivo para dar un mensaje al Rey- Dijo con una sonrisa -Pero yo no soy un domador, soy el amigo de las criaturas y ella tiene hambre.
Los tres cerraron los ojos antes de ver a la serpiente devorar vivo al hombre.
-¿Enserio ese chico es Izuku? Sonaba como alguien amable y menos aterrador- Dijo Kirishima mientras veía como subía a la serpiente.
-Ni yo me lo puedo creer, ese nerd jamás haría algo como eso, pero es el único humano que se nombraría de esa forma tan peculiar...- Dijo Katsuki extrañado, estaba feliz de verlo vivo, pero no era el mismo niño que conoció.
Ochako estaba en silencio mirando a su amigo, había cambiado demasiado y daba un poco de miedo.
-¿Hice bien en matarlo?- Preguntó Izuku mientras la serpiente lo llevaba a las profundidades del bosque -Serpiente, yo no quería matarlo, pero de seguro traerían más y yo no quiero morir, pero tampoco quiero usarlas para esta estúpida guerra... ¿El maestro se enojará por lo que hice?
La serpiente asintió como respuesta.
-Si no fuera por tu veneno estaría muerto...
Era un poco raro para los tres ver al humano hablar con una serpiente. Al menos, estaba a salvo.
-¿Y ahora qué haremos?- Preguntó Kirishima -Izuku se ve bien, ahora tenemos que encontrar en cuál Reino está.
-Izuku, ¿Otra vez el viejo trajo asesinos?- Se escuchaba una voz a lo lejos.
-¡Tu padre es un imbécil!- Gritó Izuku a todo pulmón -Además, soy humano, es absurdo trabajar para tu raza en contra de la mía...
-A este paso el viejo te convierte en uno de los nuestros y listo- Dijo un chico de cabellos bicolor que apareció corriendo.
-Sin ofender, pero ¿Me imaginas siendo de tu raza?- Dijo Izuku con diversión -Sería patético y el maestro me dijo que las criaturas no deben ser usadas como armas en las guerras, quiénes las usan son basura.
-Los del Imperio Rubí usan dragones, ¿Entonces ellos son basura?- Dijo el bicolor molestando a Katsuki y a Kirishima.
Ochako también se molestó, si bien ella no era cambia forma de Dragón, su familia por siglos es parte de la corte del Imperio Rubí.
Si bien los Emperadores eran cambia formas de Dragón, habitaban distintas razas mágicas en aquel Imperio.
-Es distinto- Dijo Izuku con una sonrisa -Ese Imperio es el hogar de los Dragones y bueno defienden a sus hermanos... dicen los libros que esas hermosas criaturas solo le hacen caso a quienes lo merecen, por lo tanto, no son obligados, aunque tu ya lo sabes.
El otro chico asintió.
-Desearía algún día volar sobre el lomo de un dragón, se ve que son seres hermosos- Dijo mientras ayudaba al otro niño a subir sobre la serpiente.
-¿Qué?- Dijo Katsuki sorprendido -Izuku a volado cientos de veces sobre Dynamight...
Ochako seguía mirando en silencio, su amigo estaba formando una nueva vida en quién sabe dónde, una parte de ella quería dejarlo ahí, su sonrisa le demostraba felicidad, pero recordó la guerra, no podía dejarlo ahí divirtiéndose.
-El nerd está feliz de la vida, mientras hay una horrible guerra- Dijo molesto, en parte tenía sentido, 3 años desesperados por saber qué ocurrió con él, pero para la mente de Katsuki, Izuku estaba jugando a ser un domador de bestias.
-Blasty...- Soltó Kirishima preocupado por la situación, sabía que su amigo estaba molesto y triste por su aroma.
-Katsuki, sé que estás molesto, pero la guerra se acabará si lo encontramos, eso es lo principal- Dijo Ochako con seriedad, comprendía el dolor de su amigo.
-Silencio- Dijo Kirishima -Algo están hablando.
-Shoto, ¿Tu crees que alguien me está buscando?- Preguntó el peliverde con tristeza -¿Existen personas que me quieren o solo soy un niño abandonado?
-Izuku...- Susurró Ochako, deseaba atravesar esa imagen para abrazar a su amigo.
-Estoy seguro de que hay personas que te están buscando- Dijo Shoto tocando el hombro de su amigo -Al menos debes tener amigos, eres alguien bastante social, algunos deberías tener.
Shoto iba a continuar hablando, pero un grupo de personas se acercaron, sostenían armas.
Los tres se miraron al ver la situación, no eran idiotas para saber lo que estaba por ocurrir.
-Humanos...- Susurró Shoto preocupado.
-Un vampiro y un traidor...
Ochako recordó el cuento y sintió un escalofrío viajar por su columna, los humanos podían ser monstruos y estaban apunto de verlo.
-El domador de bestias- Dijo uno de los hombres -¿Planeas trabajar para nuestros enemigos? Eres un traidor para la raza humana.
Izuku frunció el ceño y dijo -¿Qué es lo que desean? Estamos ocupados.
-Creo que lo sabes niño- Dijo uno de ellos.
Antes de poder responderles, uno de los hombres le disparó en el pecho a Izuku.
-¡Izuku!- Gritó Ochako con fuerza.
Los ojos de Shoto se volvieron rojos como la sangre, sentía ira por la actitud de aquellos humanos contra su propia raza, esos seres eran peores que los seres mágicos.
El chico comenzó a arrojar bolas de fuego quemándolos vivos a todos los humanos presentes.
Shoto bajó con delicadeza a Izuku de la serpiente, el joven tiritaba por la preocupación.
-Izuku, no te mueras...- Susurró Shoto acariciando la cabeza de su amigo -Te lo suplico, aguanta.
Las lágrimas de Katsuki caían con fuerza, su hermano había sido asesinado por su propia especie, al igual que en aquel cuento de su infancia.
Aquella triste imagen se desvaneció y el diamante volvió a ser rojo... Izuku había muerto.
-Al final los mismos humanos mataron al príncipe- Susurró Kirishima -¿Qué vamos a hacer entonces?
-Ganarle a los humanos- Dijo Ochako molesta -Cuando cumplamos 16 deberemos sí o sí unirnos al ejército de Rubí.
Kirishima agachó la mirada, él no deseaba estar envuelto en una guerra y en especial ahora que supo que fueron los mismos humanos los que mataron al príncipe.
-Vamos a casa a entrenar...
Nota
Espero que les esté gustando esta historia, amo los au medievales, y bueno se me ocurrió en febrero esta idea...
Ahora a ver qué le ocurre al prota :D
Hasta la próxima 🦄💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top