One-shot
Este One-shot es parte de la actividad de "Santa Secreto" del grupo Uzuzen en facebook.
Es mi regalo para Diana Mota, así que espero que sea de su agrado y de todos los que lo lean :)
Su cabeza dolía fuertemente y sus ojos se sentían pesados. Su cuerpo se sentía débil y cansado y podía notar que había vendas envueltas en sus brazos.
Lo último que podía recordar era estar recorriendo el bosque como parte de su entrenamiento Shinobi cuando sintió algo impactar con fuerza contra su cabeza para posteriormente caer inconsciente.
Trató de abrir sus ojos con cuidado y así poder enfocar su vista para observar con detalle el lugar en el que se encontraba.
Se trataba de una pequeña casa que a simple vista se notaba que pertenecía a alguien pobre, el mobiliario del lugar era escaso,no había más que una pequeña mesa cerca de un fogón con una vieja olla calentándose,y un pequeño cajón de madera en la esquina, además del futon en el que se encontraba durmiendo. Había pequeños hoyos en las paredes que dejaban pasar un poco del aire frío del exterior, además de era una casa de una sola habitación, muy distinta a la gran casa en la que el vivía.
Mientras el pensaba todas estas cosas, un fuerte ruido vino de afuera, causando que el se pusiera en guardia rápidamente, sus armas no estaban cerca, por lo que tomó dos leños que había al lado del fuego esperándo que fueran lo suficientemente duros como para soportar unos cuantos golpes.
La puerta de madera se abrió de golpe y en forma de reflejó el lanzo uno de los leños al frente tratando de atacar.
—¡Waaaaahh! ¡E-espera! ¡Espera!— Una chica de cabello rubio brillante recogido en dos trenzas cayó al suelo, desparramando una pila de leña que traía en sus manos. —¡P-por favor no me saques!—
El la observó fijamente en el suelo, su figura era completamente débil y sj cara pareció que estaba apunto de llorar por el susto. Cuidadosamente se relajó un poco pero no bajó la guardia por completo.
—¿Quien eres? ¿Que hago aquí?— Aunque eran Preguntas normales, el tono demandante hizo a la joven temblar en el suelo
—Y-yo estaba recogiendo leña cuando te encontré inconsciente en el bosque y te traje aquí...— La joven se inclinó en el suelo y sollozó levemente
—¿Y porque me trajiste? ¿No podías dejarme ahí simplemente?
—Pero está tarde y no creí correcto dejar a un niño abandonado en el bosque...—
—¡¿Dijiste Niño?!— Tendría 10 años pero Si había algo que el odiaba es que todos lo tratarán como un niño cuando el restaba seguro de que era mucho más maduro que cualquier niño de si edad.
—¡Perdón!
—No haz respondido mi otra pregunta ¿Quien eres?
—S-soy Fukumori Zenko— La joven con algo de dudas dejo salir su nombre y miró de reojo al niño que la veía de manera amenazante
—Ya veo— El bajó el leño que siempre había estado apuntando hacia ella— Mi nombre es Uzui Tengen
Y ese fue su primer encuentro
—Como siempre tu arroz tiene un sabor insípido Zenko-san— Tengen dejo caer su espalda de manera perezosa y se recargo en un tronco mientras veía a la joven tratar de volver a prender el fuego
—¡Entonces no lo comas! Con lo mucho que me costó poder juntar dinero para un saco entero de arroz— Zenko hizo un puchero molesta y siguió trabajando con el fuego
—Ademas tenía partes quemadas.— mencionó el niño con la intención de burlarse
—¡Ahhhhh! ¡Entonces hazlo tu! Ya que eres tan buen cocinero.— Rápidamente ella se acercó y arrebató el plato de las manos de Uzui para comérselo ella con algunas lágrimas en sus ojos— Esto es fruto de mi duro trabajo así que sabe a victoria para mí
—Entiendo, entonces la siguiente semana te mostraré lo que es un verdadero arroz.— Tengen le sonrió orgulloso a lo que ella solo reaccionó metiendo más arroz en su boca.
—Si claro Niño— ella se burló. Cuando la arrinconaba no tenía más opción que contraatacar usando la edad de Uzui como arma.
—Te pediría algo de recompensa cuando preparé mi increíble plato de arroz, pero Zenko-san es tan pobre que me da lastima, creo que debería empezar a dejar un poco de limosna— Respondió el divertido
—¡Entonces no te comas mi comida si sabes que soy pobre!— Zenko abrazó su plato de arroz contra su cuerpo
—Es solo para evaluar el progreso de tus habilidades de cocina— Uzui se encogió de hombros— Necesitás mejorar
—¡Cuando me case con un hombre rico y poderoso contrataré a alguien que cociné para mí o mejor aún mi esposo lo hará!
—Si sigues con ese pensamiento no creo que alguna vez llegue ese futuro esposo
—¡Llegara! Yo lo sé!— Dijo ella decidida
—Cuando te rindas puedes convertirte en mi esposa—
—Lo siento, no me interesan los menores— Con un puchero en su rostro se levantó y dejando el plato de lado fue a buscar más leña para avivar el fuego.
—Yo lo decía en serio— El menor murmuró mientras miraba en dirección a ella, aunque sabía que no habría escuchado sus palabras
A pesar de esa primer encuentro que tuvieron, las personalidades de ambas personas lograron congeniar entre si, porque lo que después de ese día Uzui volvería una vez cada semana.
Al inicio se trató de una visita en agradeciendo, ya que a pesar de ser una persona ruda, Uzui Tengen tenía modales y se sentía en la obligación de agradecer por el intento de cuidado que la joven le había brindado. Así al estar ahí pudo conocer mar acerca de ella.
Pero cada visita se volvía como el paraíso para el.
Su vida era difícil y el peso de llevar el linaje de un Shinobi presionaba su vida.
Todos los días vivía entrenando y buscando volverse más fuerte para cumplir con las expectativas de su familia. El y todos sus hermanos vivían cada dia realizando rigurosos entrenamientos que podían poner sus vidas en riesgo, pero para ellos no existía más prioridad que sus misiones.
En medio de tan desastrosa vida, esa pequeña casa cerca del bosque se había vuelto su refugio.
Fukumori Zenko tenía 19 años, y vivía sola en un pequeño pueblo que en realidad no tenía mucha población. Era huérfana y sus padres adoptivos había muerto hace bastante tiempo debido a una epidemia, por lo que ya no tenía ningún familiar a su lado.
Su trabajo consistía en realizar algunos trabajos de bordado y costura, que generalmente solían ser pedidos de trabajos básicos y ella los intercambiaba ya fuera por algunas monedas o un poco de comida.
También solía trabajar en encargos más grandes pero esos llegan solo ciertas veces, por lo que no era muy común verla trabajando mucho.
Pero a Tengen le sorprendía en gran manera que ella hubiera logrado vivir todo ese tiempo sola.
Porque siendo sincero, Zenko además de bordar y coser era un desastre en todo lo que hacía.
Sus habilidades para cocinar eran mediocres, era fatal en la limpieza y en la reparación, razón por la que sus casa siempre estaba en mal estado, lloraba por todo, era cobarde y muy fácil de asustar, además adoraba perseguir a los hombres guapos que veía, Otra de las razones por las que seguia viviendo sola.
Solía ser tan insistente en casarse cuando encontraba a alguien que le parecía atractivo, que eso le había creado una mala reputación entre la gente.
Nadie parecía querer a una esposa asi, mientras que Uzui Tengen moría de envidia por qué la joven algún día lo persiguiera de la misma forma.
Le era divertido ver todas las expresiones de la joven y conforme pasaban los días, deseaba cada vez más poder verla todos los días.
El solo era un niño, pero tenía que vivir todo el día alerta y buscando el peligro.
Solo cuando estaba en presencia de ella podía respirar tranquilamente y relajarse.
Ella era una persona bastante peculiar pero bondadosa por naturaleza.
A pesar de que siempre soltaba quejas cuando Uzui estaba cerca, jamás le prohibió visitarla, en realidad lo alentaba a seguir viniendo.
Había días en los que el llegaba agotado después de un entrenamiento de varios días y el cansancio lo atrapaba completamente, Zenko inmediatamente le ofrecía su cama para descansar y permanecía a su lado hasta que el se despertara.
Así ella se convirtió en el primer amor de un niño Shinobi de 9 años.
—Oye Zenko-san ¿Cuál es tu sueño?— Uzui le preguntó en una ocasión mientras ambos caminaban por el bosque en la mañana.
—¿Mi sueño? Es una pregunta curiosa, nunca lo había pensado— Ella miró pensativa el cielo durante algunos segundos
—La gente siempre tiene uno ¿No hay algo que quieras hacer? Yo podría cumplirlo para ti— Uzui miró a su alrededor en busca de ramas sueltas que pudieran llevar atrás como leña
—Vaya~ Tengen-kun que varonil— respondió ella con una pequeña risita
—¡Podría hacerlo! ¡Solo dime uno!
—¿Y tú?— La Pregunta en respuesta sorprendió un poco a Uzui— ¿Tienes algún sueño?
—Yo pregunté primero— Uzui la miró fijamente pero ella no reaccionó—No realmente...—dandose por vencido Uzui hizo una ligera mueca molesto. Se había dado cuenta de que su vida no tenía propósito alguno y por un segundo se sintió vacío.
—Esta bien Tengen-kun todavía eres joven ¡Tienes mucho tiempo para encontrar tus sueños!— los ojos de Zenko se volvieron ligeramente llorosos lo tomó por los hombros y lo sacudió con algo de fuerza tratando de animarlo.
—¡No llores!— al verla así Uzui inmediato restregó la manga de su ropa contra su rostro. Aunque fue algo brusco, se aseguró de lo lastimar el rostro de ella. — Odio verte llorar. Además tú lo dijiste todavía tengo mucho tiempo para encontrar un sueño o algo así.
—Bien...— Zenko sollozó ligeramente y siguió buscando ramas por el suelo—¡Ah! Pero creo que tengo algo parecido a un sueño— mencionó inocentemente
—¿A si?— Tengen siguió la conversación interesado—¿Que es?
—Quiero ser una buena esposa— Soltó ella con una gran sonrisa. Sin darse cuenta de la ligera molestia que eso provocó en el menor
—¿Entonces puedes cumplirlo para mí?
—Aspiras a muy poco— Respondió Uzui haciendo una ligera mueca — Además eso suena como algo imposible. Necesitarías un milagro
—¡Que cruel! No tenías que ser tan duro— lloriqueo—¡ Además ya Lo sé! Por eso es un sueño, suena imposible pero lo quiero.— se dió la vuelta dándole la espalda ligeramente al menor, tratando de ocultar su rostro avergonzado— Quiero casarme con una buena persona, tener una familia feliz, conseguir muchos amigos y que todos podamos vivir seguros y tranquilos por el resto de nuestras vidas— Zenko inmediatamente soltó la leña en sus manos y ocultó su rostro con estás.
—¿No es muy poco?
—¡Es mucho para mi! Siempre estoy sola... Así que quiero amigos y gente que me quiera. ¿No es lo mejor? Tener un lugar al cual pertenecer...
—¿Y yo que soy para ti?— Tengen hizo esa pregunta mientras se acercaba un paso más a ella
—¡Por supuesto que eres mi amigo! Ya no estoy tan sola contigo aqui— sonrió ella sin darse cuenta del peso de sus palabras
—Ah... sí, gracias
—Ya tengo un amigo, ahora Necesito un esposo y estaré un paso más cerca de cumplir mi sueño
—...Puedes casarte conmigo— soltó Uzui nuevamente
—¡Ahí vas de nuevo con tus bromas!Justo cuando estamos hablando de un tema serio— Con una expresión que a Uzui le pareció increíblemente adorable Zenko se dió la vuelta para mirar a Uzui con un puchero en sus labios.— Comeras afuera— sentenció ella para después darse la vuelta y tomar de nuevo la leña para regresar rápidamente a su casa.
—¡¿Que? ¡No!— Uzui se quejó rápidamente
—¡Ya lo decidí!— Zenko Respondió con un grito y siguió su camino si mirar atras
—Tch— Uzui chasqueo la lengua levemente frustrado— Ya le dije que no es broma— Ciertamente nunca le había mentido cuando se había propuesto. Pero también dudaba de si mismo, pues no sé sentía capaz de darle a Zenko todo lo que ella deseaba. Su "trabajo" era demasiado riegoso y el era solo un niño, que aunque era fuerte para su edad, no lo consideraba lo suficiente como para poder protegerla.
Además de que no quería arrastrarla y envolverla en toda el aura oscura que envolvía a su familia.
El era un niño que había tenido que madurar de manera muy abrupta.
Deseaba al menos crecer y si no podía estar a su lado, tener la capacidad de proteger su felicidad desde la distancia.
Lastimosamente su deseo no se cumplió
Esa noche la luna aún brillaba en el oscuro cielo. Las estrellas le hacían compañía bellamente, en lo que podría ser una vista perfecta para relajarse y soñar dulcemente.
Si no fuera por los gritos de terror que resonaban por todo el lugar.
Los habitantes de ese pequeño pueblo corrían despavoridos, y la sangre comenzaba a juntarse a lo largo de la calle, creando pequeño rio que comenzaba a tomar camino rumbo al bosque.
Una criatura horrible lideraba toda esa escena tan atroz, un demonio que habían llegado hambriento y dispuestos a arrasar con todos a su paso.
Uzui había oído algunos rumores sobre esos seres en algunas ocasiones, pero se puede creer en algo que no se ve. Por lo tanto jamás le dió importancia a ello, hasta ese momento.
—¡Zenko-san!— llamó inmediatamente, buscando a la joven entre aquel caos.
Su padre había notado todas esa salidas que había estado realizando, por lo que lo mantuvo encerrado por varias semanas obligándolo a centrarse en entrenar. Cuando finalmente logro escapar y decidió dar una visita nocturna, no esperaba encontrarse con tal situación.— ¡Zenko-san!— llamó nuevamente desesperado, deseando con todo su ser haber llegado a tiempo y que ella estuviera a salgo.
—Vaya vaya— una voz aterradora que hizo erizar su piel sonó a sus espaldas— Pensé que este horrible lugar solo tenía vejestorios ¿Quien diría que todavía tenían algo de carne fresca?— El Demonio a sus espaldas sonrió ampliamente mientras relamia sus labios como si estuviera observando un platillo preparado por los mejores cocineros. Uzui inmediatamente sacó la espada que llevaba a su lado y se puso en guardia, dispuesto a responder a cualquier movimiento del demonio.
—¿Quieres pelear? ¿Contra mi?—se burló al verlo— Hazlo si puedes— De su espalda salió algo parecido a un latido que inmediatamente fue directo a Uzui. Era tan rápido que a duras penas logro esquivarlo, pero tuvo que tomar un impulso tan grande para hacerlo que rodó fuertemente por el piso. Con rapidez volvió a tomar una posición alerta mientras evaluaba la situación en la que se encontraba.
Su única prioridad era asegurarse de que Zenko estuviera viva y asi huir con ella Rápidamente.
Tenía que mantenerla a salvo, nada importaba más.
Incluso si su vida se perdía en el camino, podía entregarla felizmente si ese era el precio a pagar por mantener su felicidad.
Un segundo látigo se dirigió hacia el, está vez en lugar de esquivarlo, Uzui trató de cortarlo con su katana, solo logro cortar una pequeña parte, pero fue suficiente para evitar que ese ataque llegara a algún órgano vital.
Pero la velocidad de los ataques del Demonio incrementó y aunque Uzui solo logro seguirle el ritmo por unos pocos minutos, le fue muy difícil evitar salir herido en cada ataque que se dirigía a él.
Su cuerpo se cubrió de raspones y su ropa comenzó a teñirse con sangre.
—Buen intento Mocoso pero me Estoy aburriendo y tengo hambre. Así que mejor convierte en mi cena de una vez— Uzui apenas había logrado ponerse de pie cuando el Demonio se dispuso a atacarlo nuevamente, pero una gran explosión interrumpió cubriendo todo con luces y sonidos suficientemente fuertes para aturdir al demonio por unos pocos segundos.
Uzui sin entender que sucedia, fue jalado por una mano misteriosa que lo arrastró con fuerza de ese lugar y lo guiaba hasta la entrada del bosque.
El rápidamente reconoció ese calor que tocaba su mano y suspiró ligeramente aliviado cuando la luz de la luna hizo brillar aquel cabello rubio que a sus ojos parecía como oro.
—¡Zenko-san!— El inmediatamente la llamó mientras ambos corrían por el bosque— ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? ¿Que sucedió?— Uzui la bombardeo con preguntás sin darse cuenta.
—¿Que haces aquí?— Ella no respondió a ninguna de ellas y como era costumbre respondió con otra pregunta— desapareciste por tantos días que pensé que algo te había pasado— Ella se detuvo un breve momento y trató de tomar aire pues si respiración ya estaba demasiado agitada como para permitirle seguir.
Uzui tomo un momento para observarla detenidamente, notando también como la sangre se acumulaba en ciertos puntos de su ropa.
—¿Estás herida?— Rápidamente tomó la tela de su kimono entre sus manos tratando de descubrir las zonas heridas recibiendo a cambio un golpe en la cabeza de parte de la joven
—¡¿Que hacés?!— ella lo miró con su rostro ligeramente rojo
—Solo quería ver dónde estabas herida— Uzui frotó su cabeza tratando de apagará el ligero dolor.
—No es importante ahora, Tenemos que irnos de aquí rápido— Ella inhaló con fuerza y nuevamente tomó a Uzui de la mano para seguir en movimiento.
Pero moverse durante la noche por lo profundo del bosque no era sencillo por lo que terminaron perdiendo el camino varias veces.
Al final terminaron topandose con el borde de un risco, donde cruzaba el río cuesta abajo.
Al ver esto ambos resoplaron frustrados
—¿A dónde planeas ir?— Uzui le cuestionó una vez que logro calmarse. De no tener opción, buscaría la forma de llevarla a su hogar aunque fuera de manera temporal
—No lo sé...
—¿Tienes un plan?
—No...
—¿Entonces a dónde vamos?
—¡No lo sé! ¡No lo sé!— respondió ella con fuerza soltando su mano.
Grandes lágrimas salieron de su rostro y bajaron por sus mejillas una tras otra. Uzui quedó en shock al verla así. Pues lo que mas odiaba en el mundo era verla llorar.— ¡Solo quiero irme de aquí! ¡Ya no quiero esto! ¡Tengo miedo!— lloró con fuerza y llevo sus manos a su rostro para cubrirlo, tratando de ahogar sus lagrimas ahí— ¿Porque pasa esto? ¿Que es esa horrible cosa?—
—Zenko-san ¡Shhh! ¡Shhh!— Uzui trató de hacer que guardara silencio, pues aún no estaba seguro de que aquel demonio no había ido tras ellos
—Todos están muertos— sollozó ella— Había sangre por todos lados, la gente estaba gritando y yo estaba sola. Quise correr de inmediato, pero sentí dentro de mi, que de alguna forma vendrías. Y no podía abandonarte ahí— Sus sollozos continuaron y aunque Uzui la había visto llorar muchas veces, jamás había aprendido a consolarla
—Perdon— No supo hacer más que pedir una disculpa— Te deje sola demasiado tiempo— aunque la diferencia de estatura entre ambos era mucha, Uzui se las arregló para abrazarla con fuerza y tratar de darle algo de calma.
—Pero acerté ¿Verdad?— Zenko sonrió aún con lágrimas en sus ojos, derritiendo el corazón de Uzui en el acto— Viniste
—¡Te prometo que nunca te dejare sola de nuevo!— Uzui tomó sus manos y las entrelazó con las suyas esperando ser lo suficientemente claro y que ella entendiera sus intenciones— ¡Puedes...— un ruido estruendoso interrumpió sus palabras y un escalofrío recorrió la piel de ambos. —Maldicion tenemos que irnos— Uzui estaba preparado para huir nuevamente con Zenko a su lado, cuándo vio como nuevamente uno de esos horribles látigos se dirigian a el.
Había bajado la guardia en ese momento por lo que creyó que ese ataque sería su fin.
Hasta que su amada se colocó frente a el.
La sangre salió de su cuerpo con fuerza salpicando el suelo y el rostro de Uzui.
—¡Zenko-san!— gritó con terror al ver a su amada con una gran herida que atravesaba su abdomen. El Demonio había llegado hasta ellos
—T-Tengen-kun— habló ella con dolor . Un hilo de sangre corrió por la comisura de sus labios mientras lo miraba con la sonrisa más dulce y a la vez afligida que había visto— ¿Sabes?... Quería esperar hasta que fueras más grande pero— Sus rodillas flaquearon y estuvo a punto de caer al suelo pero hizo su mayor esfuerzo para permanecer de pie—Ya no es posible— Extendió sus manos temblorosas hasta tocar con suavidad el rostro de Uzui—Me habría encantado ser tu esposa.
Uzui, gracias a esas palabras que fueron como un golpe directo a su corazón no pudo reaccionar antes de que ella utilizara sus últimas fuerzas para empujarlo por el borde del risco, Haciéndolo caer directo hacia el río.
—¡Zenko-san! ¡No!— Uzui gritó con todas sus fuerzas desesperado viendo como la figura de ella se hacía más pequeña en la distancia. Extendió su mano como si tratara de alcanzarla con ella, pero la distancia era cada vez más enorme Hasta que finalmente tocó el agua y la corriente lo arrastró con fuerza y sin detenerse hasta abajo haciéndolo perder la conciencia en el camino.
Cuando pudo abrir sus ojos de nuevo la noche ya había pasado y el sol estaba en su punto más alto. Su cuerpo estaba tirado en la orilla del río, donde el agua lograba reducir su velocidad.
Los recuerdos de lo sucedido rápidamente llegaron a su cabeza haciéndolo levantarse de golpe.
Corrió con todas su fuerzas, aún si sus heridas habían empeorado, aún si sus pies ardían o todo su cuerpo dolía.
No detuvo sus pasos hasta llegar al mismo lugar donde había caído, con la esperanza de encontrar cualquier mínima señal de que Zenko había sobrevivido, de que de alguna forma había huido o que alguna otra persona la había salvado.
Cualquier cosa estaba bien
Sería feliz con cualquiera de ellas.
Pero la felicidad era algo muy alejado de su vida.
Una vez ahí, el cuerpo sin vida de Zenko permanecía recargado en el tronco de un gran árbol.
Uzui cayó de rodillas al verla y por primera vez en su vida, conoció lo que era derramar lágrimas.
Se arrastró con sus pocas fuerzas y la sostuvo con dificultad entre sus brazos. Aún en ese momento ni siquiera podia abrazarla correctamente.
—Lo siento...— sollozó con dolor. El solo mirarla lo hacía sentir culpable.
A pesar de que su cuerpo tenía una gran herida ya no había más rastro de sangre que saliera de ella. Cómo si algo la hubiera sacado toda.
¿Que había hecho ese monstruo con ella?
¿No era el quién dijo que la protegería? ¿Porque fue ella la que lo protegió a el? La ira y la impotencia lo llenó por completo— Te fallé, No pude cumplir tu sueño— murmuró apretándola contra su pequeño cuerpo.
Solo recordar las últimas palabras que ella le había dicho, hacia su corazón doler en gran manera.
Y en ese dolor, permaneció abrazándola el resto del día hasta que la noche cayó nuevamente.
Uzui nunca había creído en Dios, pero solo por esa ocasión, se permitió creer y hablarle a un ser al que nunca había visto
—Dios... Por favor permite que en su próxima vida pueda ser feliz—
Los años pasaron y muchas cosas cambiaron.
Aún así, esa herida jamás dejó su corazón, pero fue lo que le permitió seguir adelante.
La presencia de los demonios aumento enormemente, por lo que
Uzui Tengen abandonó el camino Shinobi después de la muerte de sus hermanos para unirse a las filas de los asesinos de demonios, prometiendose ser lo suficientemente fuerte como para poder acabar con todos ellos.
Lo que le robaron nunca iba a volver, pero quería evitar que más gente perdiera cosas valiosas.
No permitiría que su debilidad lastimara a alguien como lo hizo a ella.
Entrenó rigurosamente todos los días, peleo duras batallas, ganó grandes heridas, se golpeó algunos huesos, pero al final Su esfuerzo dio frutos y logró volverse un pilar.
El increíble pilar del sonido.
Una de las personas más fuertes, poderosas y respetadas de la organización. Una base para todos los jóvenes asesinos de demonios.
Un símbolo de paz y esperanza para otros.
Entre esos cambios, tres mujeres se unieron a su vida. Sus tres esposas Makio, Suma y Hinatsuru llegaron a darle a su vida un poco de color.
A muchos tres esposas podría parecerles demasiado, pero Tengen quería demostrar que tenía la fuerza para mantenerlas a las 3 a salvo.
Cada una de ellas le recordaba en algunos aspectos a su primer gran amor.
Esa vida suya que ella había salvado, solo podía continuar adelante dándole honor a la dulce figura que en el pasado paseaba libremente por el bosque.
Zenko era una sombra que jamás abandonaría a Uzui, y el jamás dejaría ir su recuerdo sin importar cuántos años pasarán, pues las dulces memorias del tiempo que pasó a su lado eran lo único que tenía de ella.
O eso creia hasta que un rubio y brillante cabello entró un día en su campo de visión, cuando paseaba buscando a la joven Pilar del insecto.
Al verlo su corazón latió con fuerza y su cuerpo se estremeció como hace mucho tiempo no lo hacía.
Su cuerpo se movió solo y corrió directo hacia ese pequeño cuerpo que se movía adelante de el.
—¡Oye tú!— Uzui lo detuvo con voz fuerte y la vez sujetándolo del hombro. Cuando esa persona se dió la vuelta, el pilar del sonido logro mirarlo pro completo, causando que su corazón latiera con más fuerza.
Se trataba de un chico, un niño. Llevaba una nichirinto en su costado y portaba el uniforme basico de los asesinos de demonios, así como un Haori amarillo que combinaba perfectamente con su cabello y sus ojos.
Un hermoso rubio como el oro que parecía brillar cuando el sol lo tocaba y unos grandes y lindos ojos dorados en los que Uzui podía verse reflejado.
Todo en un rostro, que Uzui solamente podía ver dentro de sus sueños.
El chico al verlo tembló inmediatamente y se encogió con temor como si estuviera tratando de protegerse de algo.
Justo como ella lo había hecho tiempo atras
—¡S-si!— respondió el chico con algo de temor
—¿Cuál es tu nombre?— Uzui preguntó con una voz firme aún sin soltarlo. Lo que añadía más presión en el joven
—¡A-agatsuma Zenitsu!— El joven respondio con un grito que resonó en los oídos de Tengen. Dando paso a un viejo y nostálgico recuerdo
"¡Ah! Pero creo que tengo algo parecido a un sueño"
"¿A si? ¿Que es?"
"Quiero ser una buena esposa"
—¡Ja ja ja ja!— El pilar del sonido rió a gran voz llamando la atención de todos a su alrededor y haciendo a Zenitsu preguntarse si se había topado con alguien demente.
¿Porque se reía?
Se sentía ridículo, pensar que los cielos serían tan generosos como para permitirle encontrarse con esa alma reencarnada, pero tan crueles como para hacerla vivir nuevamente en una época tan peligrosa, peor aún, como parte de los asesinos de demonios.
¿Entonces que hay de su sueño?
—¡Ah! ¡Te encontré Zenitsu!— Un joven de cabellos rojos se acercó a ellos, específicamente a Zenitsu y lo llamó animadamente— Te busqué por todos lados. No fuiste a desayunar— Uzui Rápidamente ubicó al otro chico como el joven que había Sido juzgado por llevar consigo a su hermana demonio varios días atras
—¡Monitsu! ¡Gonpanchiro! ¡Muevan sus traseros que el grandioso yo tiene hambre! ¡Jajaja!— como si el grupo no fuera lo suficientemente raro, otro chico con cabeza de cerdo se unió para abalanzarse contra los otros dos.
Tengen Miró al grupo en silencio mientras montones de pensamientos surgían en su mente
"Quiero casarme con una buena persona, tener una familia feliz, conseguir muchos amigos y que todos podamos vivir seguros y tranquilos por el resto de nuestras vidas"
—Oye mocoso— Tengen finalmente habló interrumpiendo la reunión del grupo.
—¿Eh? ¿Quien es este viejo?— El cabeza de cerdo apuntó a Uzui sin ninguna preocupación
—¡Inosuke!— el de cabello rojo reconoció al pilar rápidamente e hizo que el otro bajará su mano— ¿Que crees que haces? ¡Es un pilar!
—¡¿Que?! ¿Éste sujeto es un pilar?— Zenitsu lo miró con asombro y a la vez cubrió su boca esperando no haber dicho nada que pudiera ofender al mayor
—¿Pilar? ¿Que es un pilar?— preguntó Inosuke completamente ignorante
—¡Silencio!— Uzuin gritó viendo que seguía siendo ignorado. Los tres jóvenes reaccionaron a su voz y dos guardaron silencio mientras sujetaban al cerdo.—¡Tu!— Tengen apuntó a Zenitsu firmemente
—¡¿Si?!— Zenitsu respondió
¿Y que Hay de su sueño?
—Casate conmigo—
Uzui tendría que cumplirlo
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