Me duele el corazón.
Mi mundo había dejado de girar. El oxigeno aún llegaba a mis pulmones porque es una acción involuntaria de la cual no necesito concentrarme en ello para que pase, porque seguramente ya estaría muerto por falta del mismo.
No podía reaccionar en absolutamente nada, mi mirada estaba perdida en el techo de mi habitación, mis músculos no tenían fuerza sobre mi cama y estaba inmóvil.
La palabras de Brooke giraban por mi mente con rapidez, retumbando una y otra vez. Había hablado de tal forma que había logrado confundir mi mente, ¿ella también estaba enamorada de mi? ¿se quería alejar de mi porque yo estaba con Katie? ¿qué pasaba con Katie? ¿qué era lo que yo sentía por Katie?. Las preguntas viajaban y viajaban por mi mente.
-¿Zach?-escuché dos golpecitos en la puerta pero no pude contestar-Zach ¿estás ahí?-sentí como abría la puerta-¿estás bien?-escuché la voz de mi padre aún más cerca-¿dónde está Brooke?
-Se fue-susurré en un hilo de voz.
-¿Qué pasa, Zach?-negué suavemente como respuesta-hay una chica abajo, una tal Katie-lo miré inexpresivo-está preguntando por ti, dice que tú teléfono da apagado-se dirigió a mi mesita de noche tomando el antes nombrado-¿porque no funciona?
-Cuando entré al lago ayer estaba en mi bolsillo y se mojó-contesté simple-¿qué hora es?-pregunté curioso, había perdido la noción del tiempo hace un buen rato, pero para que Katie estuviera aquí debía de ser tarde.
-Son las doce del mediodía, creí que dormías-rió.
-¿Puedes decirle que estoy dormido?-pregunté girándome hacia la pared para no tener que mirarlo-no quiero verla ahora-susurré abrazando mi cuerpo.
-¿Qué está pasando, Zach?-se sentó en la cama acariciando mi hombro-¿has vuelto a pelear con Brooke?-lo miré molesto-¿pedo ayudarte en algo?
-Sólo quería que te fueras-me incorporé-pero ya que tú no lo haces, lo haré yo-salí de allí con rapidez dirigiéndome a la escalera.
Al llegar al piso de abajo escuché algunas risas desde la cocina, identifiqué la de mi madre pero la otra era irreconocible. Caminé hacia allí con pereza y al abrir la puerta encontré a Katie junto a mi madre riendo animadamente, al verme ambas dejaron de reír y me miraron sonrientes.
-Katie vino porque la tenías preocupada-mi madre se acercó con una sonrisa pícara y una mirada de desaprobación-un hombre no debe hacerle eso a una chica-golpeo mi hombro con cariño y luego se fue riendo.
¿Qué demonios pasaba? ¿acaso todos ya se habían olvidado de todo lo ocurrido la noche anterior? al parecer sí en esta casa.
-Lo lamento, se que no debí de haber venido-sonrió apenada-pero estaba preocupada por ti y no contestabas mis llamadas-se encogió de hombros acercándose-y te extrañaba-posó sus manos sobre mis hombros y comenzó a besarme con lentitud. Sujeté sus manos y me alejé de ella.
-¿Quieres hablar afuera?-asintió confundida.
Caminé con ella detrás de mi hasta el patio de atrás donde me encontré a Ryan y Reese. Le hice una seña a Ryan y al entenderla al instante no tardó en entrar junto a la niña. Caminé hacia una banca y me senté allí haciendo que Katie me imitara.
-¿Qué pasa, Zach? estoy preocupándome-rió pero no siguió al verme serio.
-Katie yo...-comencé a masajear mis ojos-no quiero lastimarte-empecé a hablar con tranquilidad-pero el hecho de...nosotros, no no puede ser-me miró perpleja.
-¿Es una broma?-comenzó a reír instantáneamente-es una broma-golpeó mi brazo, yo negué.
-No lo es, Katie-la miré triste-lo siento-sus sonrisa comenzó a esfumarse.
-Zach yo...no entiendo-su voz comenzó a apagarse-ayer...nosotros ayer-asentí.
-Ayer fue ayer Kate-la interrumpí.
-¿Qué clase de juego es para ti todo esto?-me miró dolida-¿qué ganas con esto?
-Nada-la miré nuevamente-yo ayer dije que estaba confundido ¿lo recuerdas?-asintió molesta-pues...no está bien que te ilusioné si no se lo que haré o lo que querré mañana-se incorporó molesta.
-¿Y porqué me besaste entonces? ¿no pudiste haber pensando en eso antes de besarme?-estaba molesta, demasiado-¿sabes qué? te equivocaste, ya me ilusionaste Zach, y ahora no podrás hacer nada para arreglarlo-comenzó a caminar para irse.
-Espera espera-sujeté su mano haciendo que se detuviera y nuestros cuerpos quedaran a pocos centímetros-no te vayas-rogué-no quiero que termines así, no quería lastimarte Katie y lo siento mucho.
-No lo entiendo, Zach-sus ojos se cristalizaron-¿porqué me haces esto? ¿porqué no puedes notar todo lo que eh hecho por ti? me esforcé por ti, di lo mejor de mi para ti-palmeó mi pecho-sabía que no eras como los otros chicos con los que suelo salir, pero no sólo me ilusionaste sino que también acabas de decepcionarme-apretó los labios-terminaste siendo igual de basura que ellos o incluso peor-soltó mi mano-¿por eso no contestabas?-negué.
-Mi teléfono se rompió ayer-moví mi cabeza para devolver las ideas a su lugar-no te vayas aún, por favor déjame explicarte-jalé de su mano con delicadeza llevándola nuevamente hacia la banca, hice que se sentara y yo me hinqué frente a ella-es todo muy complicado como para que logres entenderlo.
-¿Estás diciéndome estúpida?-negué.
-No coloques palabras en mi boca-rogué-todo es muy complicado en el entrono de mi vida, hay una chica-suspiré-ella es una gran amiga y tiene mucho problemas en su vida, necesito estar para ella.
-Es Brooke ¿cierto?-me interrumpió apretando los labios para no llorar. Yo negué.
-No importa quien sea pero yo...estoy muy enamorado de ella, y no importa lo que pase se que no podría alejarme. Ayer pude saber eso, no estaba aquí para ella en un momento que me necesitaba demasiado y me sentí fatal por eso-noté una lágrima recorrer su mejilla-no llores, por favor-negó quitándose todo el rastro del llanto.
-Se que es Brooke-aseguró-e visto como la miras, no miras a nadie ni nada de la forma en la que la miras a ella. La miras con amor, con cariño, como si fuera una pequeña niña indefensa y necesitas estar alerta para protegerla ante todo. Sabes lo que ella quiere y deja de querer mucho antes de que lo diga, seguro la conoces mejor que ella misma-sollozó-pero ella no es tu responsabilidad, Zach. Podrás quererla, incluso amarla, pero no debes depender de su bien estar para tener el tuyo-suspiró-lo siento Zach.
-¿Porqué te disculpas?
-Por ti, siento pena por ti-habló directa y fríamente-estas atado a algo que nunca podrá ser, y siento pena de que aún luego de todas las cosas que ella hace y deja de hacer, aún así continúes amándola.-acarició mi mejilla con delicadeza-tengo fe en que algún día abrirás los ojos y podrás notar como son las cosas Zachy-se acercó besando mi frente con amor-deseo que puedas solucionar todo pronto-me regaló una sonrisa sin mostrar los dientes y luego se incorporó volviendo dentro de la casa seguro para irse definitivamente.
Dejé mi cuerpo caer en el césped y abracé mis piernas antes de comenzar a llorar nuevamente. Ya era algo instantáneo, ni siquiera podía controlarlo, las lágrimas simplemente comenzaban a salir y no podía detenerlas.
-Cariño, dime que pasa-mi madre se sentó en la banca detrás de mi y comenzó a acariciar mi cabello-tú padre dijo que estaba preocupado por tu comportamiento y desde ayer estás así, no creo que sea por Katie-negué-¿quieres contarme que pasa?-comencé a llorar con fuerza escondiendo mi cabeza entre mis piernas.
-Me duele el corazón, mami-sollocé con un hilo de voz.
-Shh-emitió el ruido con delicadeza-llora cariño, ni necesitas hacerlo sólo hazlo.
Me giré hacia ella para abrazarla con fuerza, necesitaba el cariño y el consuelo de mi madre en este instante, ella era la única que sabía como hacerlo.
Estuvimos un buen rato más allí, yo lloraba y mi madre simplemente me abrazaba e intentaba calmarme con su armoniosa voz. Al cabo de un rato logré incorporarme, mi madre me llevó hacia mi habitación donde se sentó en la cama junto a mi mientras volvía a acariciar mi cabello e incluso comenzó a cantar. Se quedó allí hasta que logré dormirme y las lágrimas saciaron. Pero sin embargo mis ojos volvieron a abrirse unas horas después, ya era de noche lo que significaba que había dormido todo el día.
Arrastré mi cuerpo por la cama y lo dejé caer al suelo para luego caminar sobre mis rodillas y manos hasta la ventana, la abrí y apoyé mis brazos y cabeza sobre el marco más bajo. Mi mirada se centró totalmente en la ventana de mi vecina. En diferencia con días anteriores las luces estaban apagadas y no había rastro de ella por ninguna parte.
-¿Zach?-escuché la voz de mi madre entrar a mi habitación preocupada-¿estás bien? escuché un golpe-la sentí acercarse.
-Que loco ¿no? parece una habitación tan linda, tan tranquila-comencé a hablar susurrando-pero no lo es ¿sabes? su padre la golpea y hasta a llegado a abusar de ella-mis ojos volvieron a cristalizarse-nunca estoy allí para poder defenderla de ello.
-Que su padre sea un patán no es responsabilidad tuya y no debes culparte-asentí.
-Lo sé, pero aún así me siento mal por no poder protegerla de ese imbécil-mi madre suspiró ante mi comentario-¿sabes dónde está? no a venido en todo el día y su habitación aún sigue vacía y apagada-pregunté aún sin quitar la vista de la ventana.
-Su madre la llevó al médico en la mañana.
-¿Para que le hicieran estudios?-emitió un sonido como afirmación-ella odia eso, odia dar explicaciones sobre sus daños físicos.
-¿Porqué sabes tanto de ella?-sonreí angustiado.
-Porque la amo, mamá-susurró-la conozco mejor que a mi mismo, la conozco hace muchos años. ¿Tú sabías que ella viene a mi habitación casi todas las noches? no logra dormir en su casa, le da miedo y no logra conciliar el sueño, así que siempre pasa de su ventana a la mía para dormir aquí.
-Eso suena peligroso-negué.
-Creamos un método seguro para ella.
-¿Y porqué duerme aquí?-sonreí nostálgico.
-Dice que le gusta la energía de nuestra casa, dice que hay un ambiente familiar y cariñoso tan lindo que la hace sentir en paz. Pero no te alteres, ella duerme en la cama y yo en el sofá-me apresuré a aclarar por el bien estar del corazón de mi madre.
-¿Quieres bajar a comer?-negué aún sin mirarla-pero no has comido nada en todo el día.
-Lo sé-aseguré girándome-pero no tengo hambre-volví a arrastrarme hacia mi cama, me metí bajo las cobijas y volví a acomodarme-sólo quiero dormir mami, espero puedas entenderlo-susurré.
-Te amo, cariño-me acarició por encima de las cobijas-tu padre te ama, tus hermanos te aman. Muchas personas lo hacen, y espero que algún día tú puedas entenderlo-besó mi cabeza y sentí como silenciosamente salía de mi habitación.
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