El virgen.
Cuando las vacaciones abrieron paso Jack consiguió un trabajo tal cual lo había planeado.
-no deberías hacer esto-rodó los ojos.
-déjame en paz, Herron-se alejó tomando una remera-ya dije que no me molesta quedarme otro maldito año.
-¡pero perderás tu beca!-chillé.
-¡no me interesa!-se giró con brusquedad-¿no puedes entenderlo? ¡no me iré sin ti! maldita sea-gruñó poniéndose la remera-¡y ya vete de mi casa! debo trabajar.
***
Mis vacaciones se habían transformado en un asco. Gracias a mi reciente reprobada en mi último año mi libertad era limitada, mis padres me habían quitado casi todas las cosas materiales que más apreciaba, mis salidas eran resumidas en acompañar a Jack a su trabajo y algunas salidas más con Brooke pero todo demasiado mínimo.
-¿porque miras estas cosas?-preguntó Brooke mirando el estante con las películas.
-deja eso-me acerqué quitándole la caja de la mano-es la película favorita de mi padre, Brooke, lo sabes-rodó los ojos.
Se alejó un poco y sacó una caja de cigarrillos llevándose uno a la boca.
-¿que demonios haces?-se lo arrebaté-¿estás loca?
-lo siento-rodó los ojos-Aren Rosher hará una fiesta hoy en su casa, deberíamos ir.
-¿intentas integrarme para disimular que quieres que te lleve?-negó-pues no lo haré, aparte sabes que no puedo ir a fiestas-contesté dejándome caer en el sofá.
-vamos Herron-se sentó junto a mi-¿porque siempre eres tan aburrido?-mordió su labio mientras jugaba con el borde mi remera.
-no lo hagas-tomé su mano-siempre haces eso cuando quieres algo.
-no lo hago por mi-negó-¡lo hago por ti! por favor, ¿dieciocho años y aún eres virgen?-soltó una risa y yo sentí como me sonrojaba-ven conmigo, te conseguiré una buena chica para que sacies tus necesidades-me guiñó un ojo.
-no lo necesito-negué y ella volvió a rodar los ojos exhausta por mi negación.
-yo hablaré con tus padres-se incorporó.
-¡No!-grité corriendo detrás de ella.
Pero aunque lo intenté no pude alcanzarla, corrió escaleras arriba y entró a la habitación de mis padres, mi padre estaba escribiendo algunas y mi madre se encargaba de doblar la ropa y dejarla sobre la cama.
-hola-habló exhausta, yo torpemente al llegar golpee con ella y ambos fuimos enviándonos al suelo.
-que gran entrada-mi padre nos miró con una ceja levantada.
-¿pueden dejar que Zach salga hoy?-preguntó rápido incorporándose, detrás de ella yo negué exageradamente para que ellos dijeran que no.
Mi madre rió y miró a mi padre el cual negó lentamente con los ojos cerrados.
-¿a donde irán?-preguntó mi madre dejando la ropa y centrándose en Brooke.
-una amiga hará una fiesta en su casa por su cumpleaños y quería ir con Zach-me señaló sonriendo tiernamente.
-está bien-la chica frente a mi soltó un chillido y dio pequeños aplausos-pero por favor, cuídense y no vuelvan muy tarde-asintió antes de jalar de mi brazo y correr a mi habitación.
Pude escuchar la risa de mis padres desde el pasillo, traidores.
-quieto ahí-Brooke me empujó hacía la cama y corrió a mi armario.
-¿que haces?-pregunté sentándome.
-tienes un cuerpo de en sueño y ropa extremadamente linda y siempre usas la misma porquería, así que...-comenzó a tirar mi ropa al suelo-te ayudaré a escojer algo lindo-sonrió.
***
-No creo que sea una buena idea-repetí estacionando el coche.
-¿otra vez Herron?
-¡mira la de gente que hay!-me quejé señalando la casa.
-de eso se tratan las fiestas-habló obvia saliendo del coche.
Lo rodeó y al ver que yo no me movía abrió la puerta de mi lado y pasó el brazo por encima de mi pantalón.
-¡Wow!-tomé su mano y ella me miró con una mueca.
-sólo iba a quitarte el cinturón, ¡no voy a violarte!-se rió.
Me bajé del coche y puse las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón.
-estás que prendes fuego el camino por el que pases, Herron-habló arrugando su nariz.
Mi ropa era en su mayoría negra así que de esa manera venía vestido. Tenía unos jeans negros ajustados, los cuales nunca antes había usado y que ni siquiera era consciente de tenerlos en mi armario, traía un hoodie también negro y encima una camisa a cuadros rojos y negros, Brooke se había encargado de ''peinar'' mi cabello y no había dejado de hacerse auto cumplidos por el buen trabajo que había hecho conmigo, y también tiraba algunos piropos sobre como lucía.
-¡Brooke!-nos giramos y vimos a Aren parada en la puerta mirando a la chica junto a mi con mucha emoción.
-vamos-susurró jalando mi mano.
No conocía a nadie allí, no había tanta gente como imaginaba pero igualmente reconocía muy pocos rostros. Algunos bailaban, otros bebían y habían grandes grupos divididos por la casa jugando diversos juegos.
-¿quieren jugar verdad o reto?-preguntó Aren y yo negué con rapidez haciendo que ella riera-relájate Herron-pasó su mano por mis brazos impactándose por lo tensos que estaban-allí juegan al juego de la botella, consiste en que la botella gira y se le pone un reto al participante que señale ¿porque eso ayudaría con tu tensión?-señaló a la gente de la ronda la cual estaba semi-desnuda-porqué la mayoría de los retos es quitarte alguna prenda-susurró cerca de mi oído y Brooke rió.
-Él no jugará a eso-negó con una sonrisa-¿algún otro juego?
-estábamos por jugar a siete minutos en el paraíso y nos falta gente, ¿les gustaría unirse?-iba a contestar pero Brooke se apresuró a hacerlo por mí.
-claro-Aren sonrió satisfecha.
-síganme-se giró subiendo las escaleras y la seguimos.
-¿estás loca?-le susurré-¡no quiero jugar a siete minutos en el paraíso! serán siete minutos en el infierno para mi-Brooke rió ante mi dramatismo.
-vamos Zachy, necesitas relájate, piensa en que todas las amigas de Aren están buenísimas, no te tocará con una fea-me guiñó un ojo antes de irse con la chica.
¿Y si me tocaba con Brooke? ¿QUE DEMONIOS HARÍA SI ME TOCABA CON ELLA?
No quería, no quería que eso pasara, pero tampoco quería que me tocara ninguna otra chica porque era completamente consciente de que no haría nada con ninguna.
-muy bien, llegó más gente-Aren se sentó junto a Katie, Brooke junto a la antes nombrada y a mi me tocó sentarme lejos-diremos las reglas otra vez, ¿bien?-todos asintieron-no serán siete minutos sino que queremos un poco más de diversión y esta vez serán diez-Brooke elevó las cejas sonriendo-No hay quejas sobre la pareja que les toque, no pueden cambiarla y deberán entrar de igual forma-algunos murmuraron sin estar de acuerdo con tal regla-pueden hacer lo que quieran allí dentro pero a los diez minutos deben salir obligatoriamente, pero...-todos la miraron con atención-tienen poder de decisión.
-¿que significa eso?-preguntó una chica.
-significa, que si no quedan satisfechos pueden ir a terminar lo que comenzaron a una de las habitación-todos comenzaron a cuchichear algo excitados por la oferta.
-¡muy bien!-gritó Katie-comencemos.
Puso una botella en el centro de la ronda y la hizo girar.
-¡Jacob!-los chicos junto a él lo festejaron-¡Con Beverly!-la chica se sonrojó antes de incorporarse y caminar junto al chico.
Diez minutos después ambos salieron, Jacob tenía labial en su rostro y la camisa levemente abierta y la chica salió acomodando su vestido y su cabello.
Y así transcurrieron otras parejas más, agradecía el hecho de que en ningún momento haya señalado a Brooke porque probablemente hubiera hecho un escándalo.
-¡Herron!-miré a Aren asustado, algunos me miraron con impacto.
Mi mirada viajó a Brooke y esta sonrió ampliamente, Aren volvió a girar la botella y sentí que todo pasó tan lento, me aniquilaba lentamente cada vez que giraba, pasó muchas veces por en frente a Brooke pero en ninguna se detuvo.
Cuando finalmente comenzó a bajar la velocidad cerré mis ojos sin querer ver quien tocaría.
-con...¡Katie!-la chica sonrió ampliamente mordiéndose el labio.
-Vamos Herron-el chico junto a mi me empujó al ver que no me movía.
Caminé junto a Katie hasta el armario y miré la puerta, Brooke fue la encargada de cerrarla, antes de hacerlo del todo me guiñó un ojo.
-y su tiempo comienza...¡Ahora!-gritó Aren.
El lugar era bastante estrecho, estaba nervioso y no sabía que demonios debía hacer, el niño virgen volvió a mi y me obligó a quedarme paralizado.
-no sabes lo bien que te queda el rojo-intentó besarme pero me corrí sujetando sus manos, me reí nervioso y ella me miró confundida-vamos Herron...-bajó su mano-sólo debes dejarte llevar-pasó su mano por encima de mi amigo apretándolo un poco haciéndome soltar un quejido.
-¿enserio hay que hacer esto?-pregunté incomodo.
-sólo cállate-se fue directo a mi cuello mientras succionaba, por un segundo me dejé llevar vaya que el tacto se sentía bien.
Sin poder evitarlo solté un pequeño gemido y sentí como sonreía sobre mi cuello. Tomó mis manos y las puso sobre sus pecho, ¿todo eso era real? los apretó levemente y cuando quitó sus manos yo quité las mías.
-puedes tocarlos si quieres-sonrió coqueta-¿acaso no puedes parar de estar tan bueno?-mordió su labio apoyando sus pechos sobre mí, diablos, ya no sabía como controlar toda esta situación.
-no sabes lo que dices-volví a reír nervioso-estas borracha.
-entonces deberías aprovechar Herron-sujetó mis manos y las llevó directo a su trasero para luego comenzar a devorar mi boca, era nuevo en esto por lo que me costó llevar su ritmo.
Esto no se sentía bien, estaba tan enganchado a Brooke que todo esto se sentía mal. ¿Pero a quien engañanaba? con Brooke nunca sucedería nada, y mientras ella se acostaba con cientos de chicos yo seguía siéndole fiel a algo que ni siquiera existía.
Me dejé llevar y apreté levemente su trasero haciendo que soltara un gemido sobre mis labios, bajó sus manos y quitó mi cinturón, sacó el botón y bajó la cremallera de mi pantalón con tal rapidez que ni siquiera pude notarlo hasta que metió la mano dentro de estos masajeando a mi amigo haciendo volver a gemir.
-¿enserio escondes todo esto en esos ajustados pantalones?-preguntó pícara antes de volver a besarme.
Quité su mano alejando mi rostro y antes de que pudiera reclamar algo golpearon la puerta y ella se alejó también.
-¡sus diez minutos terminaron!-gritó Aren-devuelvan la ropa a su sitio y salgan-cerré mi pantalón con rapidez dando un suspiro.
-tenemos poder de decisión-susurró-si queremos podemos terminaron todo esto.
-pero...los-los-los diez minutos terminaron-tartamudee y ella asintió.
-podemos ir a una habitación si quieres-intentó besarme nuevamente pero me escabullí abriendo la puerta.
Al salir y ver a Brooke fue como si todo volviera a su lugar. Ella elevó las mano con los pulgares arriba y una amplia sonrisa, yo negué y ella rodó los ojos soltando un suspiro de frustración.
***
-no volveré a salir contigo-susurré entrando a mi habitación.
-vamos, fue divertido-se rió cerrando la puerta.
-¡claro que no! me toqueteo todo-soltó una carcajada y yo la miré seria mientras me quitaba la camisa.
-ese es el sentido del juego, el toqueteo-habló obvia-debo de aceptar que creí que Katie te llevaría a la cama al instante que salieran de ese armario.
-¿porque lo dices?
-Katie a querido hacerlo contigo desde que cumpliste tus hermosos dieciséis años, asegura que la pubertad te vino como agua al césped-elevé una ceja-a la perfección-aclaró.
-lo intentó-rodé los ojos quitándome el hoodie con rapidez colocándome un remera rápido-pero yo no quería.
-¡Vamos Herron!-elevó su voz y me acerqué tapando su boca con mi mano quedando a escasos centímetros.
-son las cuatro de la mañana-susurré y ella rodó los ojos mientras quitaba mi mano.
-te vi cuando saliste, intentaste cubrirlo con el hoodie ¡pero tenías una maldita erección!-me sentí sonrojar.
-¿porque miras mis pantalones?
-tenías las mejillas más rojas que de costumbre, claramente algo raro había ocurrido y conociendo a Katie, podía asegurarlo-sonrió.
-soy un maldito virgen, hasta las cosas mínimas despiertan a mi amigo-elevó una ceja.
-¿cosas mínimas? ¿cosas como estas?-pasó su mano por encima de mi pantalón y yo me alejé quejándome.
-¡que demonios haces!-llevé las manos a mi pantalón mientras ella reía.
-tenías razón, hasta las mínimas lo despiertan-se rió más fuerte.
-Ja-Ja, eres tan graciosa-rodé los ojos-son las malditas hormonas ¿vale? ya vete de aquí-la empujé hacía la venta.
Ella pasó la mitad de su cuerpo y luego me miró.
-ten cuidado, no vaya a ser que te de un orgasmo si me miras cambiar mi ropa-habló burlona y rodé mis ojos frustrado.
-soy un virgen, no un pervertido-se rió y luego cerré mi ventana y para sumarle también la cortina.
Me tiré sobre mi cama y hundí mi cabeza en la almohada, habían sido demasiadas cosas para una sola noche y no podía manejarlo.
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