2

~Aquel hermoso dios digno hijo de Afrodita, sus azulados cabellos rebeldes, también largos se meneaban al compás de su sensual y natural caminar claramente sin perder su porte masculino; su tez levemente acanelada debido a que el insolente sol se atrevía a mancharla lo destacaban en aquel pueblo griego mientras robaba varios suspiros enamorados de quienes lo veían transitar por el pueblo. En su mente había un solo objetivo y ese era castigar a aquél insolente que comparaban con su perfecta madre.

Podría provocarle más de un sentimiento ruin y cruel indigno de un dios pero debo obedecer a mi madre. –se susurró a si mismo aquel joven mientras que se dirigía hacia aquellos lugares donde se encontraba ese mortal creador de tantas furias a su madre. No tardó en encontrarlo, su madre le había dicho que diariamente iba a bañarse en las aguas claras de un río cerca de su templo, también que se la pasaba ayudando a los demás en los puestos de los comerciantes.

Llegando al río lo vio ahí, recién despojándose cuidadoso de cada prenda que portaba su perlado cuerpo, al instante sus ojos no dejaban de seguir cada movimiento de aquel jovencito, escondido entre los arbustos que no se atrevían a contradecir los deseos de ese dios. Disfrutó de como el de tez clara paseaba sus delicadas manos por su blanquecinos cuello y hombros, bajando por su pecho y torso lavando con cada corriente de agua que se deslizaba entre sus palmas y recorrían hasta el lugar más recóndito de su ser.

Es imposible que en este mundo lleno de impuros y bárbaros exista un ser de tal pureza y luz

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top