"...for me"

Higuchi, creo que has bebido demasiado—dijo Chūya mientras miraba cómo la rubia bebía de un trago otro vaso de vodka.

Ambos se encontraban en el bar al que solía ir el pelirrojo una vez terminaba su jornada laboral. Sólo se encontraban ellos dos, ya que el barman se encontraba en el almacén del local.

Higuchi golpeó la barra con el culo del vaso y miró con el ceño fruncido al mafioso pelirrojo. Los colores habían subido a su rostro, enrojeciéndolo por completo, y su cuerpo se tambaleaba ligeramente.

No estoy borracha. Camarero, otro vaso—respondió la rubia con pequeños hipidos de por medio y con la voz dando pequeños altibajos.

Chūya suspiró mientras contaba mentalmente los vasos de alcohol que la mujer había tomado hasta aquel momento. Un whisky, tres chupitos y ese era su cuarto vaso de vodka.

No es bueno que tomes tanto y con el estómago vacío. Por lo menos, hazlo de forma lenta—pidió el pelirrojo, quien, sorprendentemente, sólo llevaba una copa de vino, apenas estaba empezando la segunda.

Higuchi resopló y miró hacia atrás. Sus ojos brillaron al ver un viejo piano en la esquina del bar.

¡Un piano!—la rubia aplaudió y se dirigió al instrumento dando pequeños traspiés—. Chūya-san, ¿tú sabías tocar el piano, verdad?

—Sí, pero para tocar debería tener el permiso del...—antes de terminar la frase, el pelirrojo ya estaba siendo arrastrado por la rubia, quien había dejado unos billetes sobre la barra para que el dueño del bar les dejase usar el piano.

Higuchi sentó a Chūya en la banqueta frente al piano y abrió la tapa que cubría las teclas.

¿Por qué quieres que toque, Higuchi?—preguntó el mafioso mientras se quitaba los guantes para tocar mejor las teclas.

Hace unos días, escuché en Internet una canción muy bonita, de la que no consigo quitarme su preciosa instrumental de la cabeza. En la canción, se puede escuchar un piano, ¿podrías tocar la música, por favor?—pidió la rubia mientras juntaba las manos y sonreía a Chūya.

Éste suspiró mientras sacaba su móvil.

¿Nombre de la canción?—dijo el pelirrojo. Higuchi susurró el nombre a su oído y Chūya asintió mientras tecleaba en el buscador de internet el nombre de la canción junto a la palabra "partitura" y le dio a buscar.

No fue difícil encontrarla entera. Chūya se bajó el pdf con la partitura, se tronó los dedos y abrió y cerró las manos antes de posar los dedos sobre las teclas y comenzar a tocar.

Higuchi cogió una silla para sentarse cerca del instrumento y cerró los ojos para disfrutar de la melodía. Tarareó la canción antes de cantar su letra:

I'm trying to hold my breath. Let it stay this way, can't let this moment end—cantaba Higuchi entre susurros, causando que Chūya la mirara por el rabillo del ojo. 

El pelirrojo sonrió y prosiguió con su labor de hacer sonar las notas en el piano.

You set off a dream in me. Get it louder now. Can you hear it echoing?—Higuchi alzó el tono de voz y levantó su mano, extendida hacia la nada. Sus mejillas se ruborizaron; Chūya no supo si por el vino o por el tema de conversación que habían tenido hacía unos minutos—. Take my hand. Will you share this with me? 'Cause darling without you...

Higuchi suspiró antes de cantar el estribillo:

All the shine of a thousand spotlights, all the stars we steal from the night sky will never be enough. Never be enough. Towers of gold are still too little, these hands could hold the world but it'll never be enough. Never be enough... for me—la rubia sonrió y se levantó de su silla, tirándola al suelo. La chica se animó y se soltó el pelo de una forma que Chūya describiría "a lo Elsa en Suéltalo"—. Never, never. Never, never. Never, never... for me. For me. Never enough. Never enough. Never enough. For me, for me, for me...

Higuchi cantó el resto de la canción con pasión y con una desenvoltura que no tendría de no estar borracha. Mientras cantaba, la chica se fijó en que algunos trozos podrían describir lo que sentía por su querido senpai. Se sentía identificada tanto con el trozo de antes del estribillo como con éste.

Dado que la joven estaba distraída, no se fijó en que detrás de ella, se comenzaba a acercar una persona, que estaba asombrada al ver a la rubia cantar.

Chūya se giró al escuchar pisadas, y abrió los ojos como platos al ver allí a Akutagawa, que susurró:

¿Higuchi?

La mencionada le escuchó, y tras sentir un escalofrío recorriendo su espina dorsal, se giró para ver al azabache a los ojos. Lo único que salió de sus labios, fue y dando así por terminada la canción:

for me...—Higuchi sintió un regusto a ácido en la garganta, por lo que tosió mientras se tapaba la boca con las manos y acto seguido, se desmayó.

¡Higuchi!—exclamó Chūya, que se levantó de la butaca frente al piano para ayudar a su amiga.

Akutagawa también se acercó a ella, y tras dejar que su superior revisase que estaba bien, el azabache la levantó del suelo y la cargó a su espalda.

¿Qué haces?—preguntó el pelirrojo.

Yo la llevaré a casa, Chūya-san—respondió el joven antes de dar media vuelta y comenzar a alejarse de allí.

Antes de salir del local, escuchó a Chūya llamarle diciendo:

Akutagawa—el azabache se dio la vuelta, viendo así a su superior fruncir el ceño y los labios antes de que éste dijera—. Por favor, cuídala y no la rompas.

Akutagawa parpadeó, puesto que no sabía a qué se refería el pelirrojo con que no "la rompiera". Sin embargo, asintió y salió del bar.

Chūya esperó unos segundos desde que Akutagawa se marchó antes de susurrar:

No le hagas a Higuchi lo mismo que Dazai me hizo a mí, por favor, Akutagawa—dicho esto, pagó las bebidas de Higuchi y las suyas, tomó su abrigo y su sombrero y salió del bar en profundo silencio.

-MGGBBRAE

DEDICADO A Girasol_en_verano

Esta es una continuación del shot "Corazón roto" de mi "Soukoku Month". En ese shot, se vio la perspectiva de Chūya, y en este la de Higuchi, que como se veía en el shot, también sufría por su amor no correspondido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top