12

Hallucionations/Alucinaciones

Néstor despertó al sentir el tacto de Christopher, su prometido. Al abrir los ojos, estaba frente a él, vio la luz del Sol entrar por la ventana, sonrió, parecía que sería un día muy alegre

—Buenos días, ángel —besó su frente

—Buenos días, hubby

—¿Descansaste bien?

—Me hiciste falta en toda la noche

—Ya no me iré, no sin ti

—¿Lo prometes? —lo tomó de la mano

—¿Tú me prometes venir conmigo?

Cuando Néstor iba a contestar la puerta de su habitación fue abierta, por ella entró su mamá con un vaso de agua

—Que bueno que ya despertaste ¿Cómo te sientes?

—Bien, creo —sonrió débilmente

—Me alegro hijo, es hora de tomar tu pastilla

—No lo hagas —escuchó la voz de Vélez— Nos van a separar

—¿Lo puedo hacer más tarde?

—No Néstor, sabes que tienes que cumplir un horario —se sentó en la orilla de la cama

—Hubby no, sólo te quieren hacer daño

—Mamá, es que yo...

—Te vas a sentir mejor

—No quiero que se vaya —susurró

—Nadie se va a ir, mi amor

—Te está mintiendo, nos quiere separar

—Ten —le extendió el vaso y le entregó la pastilla.

El chico cerró los ojos, metió la píldora a su boca, tomó agua y tragó, escuchó a su madre suspirar, le dio un beso en la cabeza, le retiró el vaso con agua dejándolo a lado y salió de la habitación. No quería hacerlo, no quería ver su realidad, al abrir sus ojos lo que temía era cierto, todo había sido ocasionado por su mente, no había Sol, de hecho ese día estaba más nublado de lo normal, se podía ver relámpagos en el cielo y peor aún, Christopher no estaba a su lado, él ya no estaba ahí desde 2 meses atrás, después de que alguien lo asesinara, justo un día después de haberle pedido matrimonio.

Nunca se supo quién fue, ni por qué, sólo le llamaron de un hospital para informarle que estaba gravemente herido, manejó con una velocidad que nunca había usado y que a la vez agradecía, pues unos minutos después de haber llegado a su lado, sólo pudo escuchar el último "Te amo" y falleció, desde ese día sus ganas de vivir también se fueron con Christopher.

Al recordarlo se soltó a llorar, lo extrañaba, extrañaba su olor, su voz, su risa, sus besos, extrañaba abrazarlo o ser abrazado por él, extrañaba despertar y lo primero que viera fuera su cara y escucharlo con su voz ronca diciéndole "buenos días", lo quería de vuelta y rogaba por verlo una vez más, pero no sólo por lapsos, quería tenerlo en su vida. Sólo veía a Christopher cuando no tomaba aquellas pastillas y cada día pensaba en cómo iba a dejar de hacerlo.

—¿Sigue igual? —cuestionó Dolores, amiga de la madre de Néstor, mientras veían al chico desde el marco de la puerta.

—Creo que cada vez peor, ya no sé que hacer —sus ojos se llenaron de lágrimas— A veces dice que lo ve

—Es el proceso de su duelo. ¿Y Diana, ella cómo está?

—Intenta demostrar que está bien, pero sé que en el fondo también sufre por ver así a su papá y la ausencia de él y Chris es peor. —dieron media vuelta.

Néstor cerró los ojos una vez más y para intentar por lo menos escuchar la voz de su prometido, aunque a veces le daba miedo, porque le pedía que se fuera con él, que se quitara la vida, le daba miedo porque sentía que entre más lo escuchaba más lo convencía.

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