08

Dysphoria 

(Contrario a euforia, se caracteriza por emoción desagradable o molesta.)

Christopher abrió las cortinas de la habitación para que entrara luz, eran las 12 del día y Néstor aún no se levantaba

—Cierra eso, Chris —expresó enojado

—Hubby, Diana no tarda en volver de sus clases —levantó un par de prendas tiradas en el piso

—¿Qué hora es?

—Medio día

—Perdón —se sentó en la cama— no dormí muy bien

—Lo sé, sentí como te movías de un lado a otro, por eso no te desperté antes —rió

—Yo —bajo la voz— lo siento, es que no me acostumbro a vivir aquí

—Pero hace seis meses que llegaron, mi amor —se sentó a su lado— Tengo claro que no sólo se trata del cambio y lo entiendo, pero no puedes seguir así

6 meses atrás, Elizabeth, la madre de Néstor había fallecido, fue un shock para el chico, no habían podido hablar, ni hacer las "paces", lo que lo ponía mal, porque a pesar del mal trato que le había dado su mamá siempre la iba a amar. Por dicho acontecimiento y verlo tan decaído, Christopher propuso que se fueran a vivir juntos, por lo menos un año, para que se despejara, así que los Aguirre se fueron a Miami, sin embargo el menor, no sentía un cambio y eso era notorio para Vélez.

—No quiero hablar de ello, voy a bañarme —respondió muy rápido, tomó una toalla y se metió al baño

Christopher suspiró, ordenó la cama, salió de la habitación y se dirigió a la cocina para hacerle un desayuno a su novio, le gustaba consentirlo, además aprovechaba el no estar de gira para poder consentir a su ahora familia. Puso en un plato el desayuno y sirvió un poco de jugo de naranja, decidió servirse un poco de cereal.

—¿Qué haces?

—Cereal para comer un poco y hacerte compañía —contestó con una sonrisa

—¿Pero por qué así? —su novio lo miró— ¿Por qué pones primero la leche y luego el cereal? —cuestionó con fastidio— Siempre es al revés

—¿Es en serio? —rio nervioso— Hubby, siempre lo hago así

Néstor lo miró con desagrado y se dedicó a comer de mala gana el sándwich que su novio le había hecho, mientras que él comía con la mirada baja. Al terminar lavó los platos sucios y se sentó en el sofá a simplemente ver un punto fijo en la pared, todo se encontraba en silencio, hasta que le avisaron a Christopher que Diana ya había llegado en el transporte escolar, por lo que bajó muy rápido, Diana lo esperaba paciente con el guardia de seguridad.

—¡Papá! —corrió hacia él

—Hola preciosa —la recibió con un abrazo— ¿Cómo te fue?

—La maestra no es muy buena, no quiero volver

—¿Por qué? —le agradeció al señor y se dirigieron hacia el departamento. La menor le iba contando de su día y el porque consideraba que su profesora no era "buena"— Dianny, el hecho que te deje mucha tarea no es ser mala, en lo único que te voy a dar la razón es en lo del ingles, pero unas clases con tus profesores estrellas —refiriéndose a sus compañeros de banda— vas a aprender rápido, ya verás, igual si te trata mal dime y yo voy a hablar —abrió la puerta

—Ok —sonrió, al entrar soltó su mochila, interrumpiendo el paso de Chris y corrió hacia Néstor con una gran sonrisa— ¡Papá, te extrañe! —lo tomó de las mejillas dándole besos en estas

—¡No Diana, vienes con las manos sucias, ya te he dicho que primero te las laves! —expresó con desagrado, tomó un pañuelo desechable y se lo pasó en sus mejillas

—Lo siento —dijo con la voz baja y con un leve puchero

—Vete a lavar las manos, ahora —ordenó

La niña asintió y caminó con pasos lentos hacia el baño, Christopher seguía parado en la puerta atónito a la escena que había visto, nunca había visto que Néstor tratara así a su hija y lo había enojado, acomodó la mochila en una silla, vio como Diana entró al baño y cerraba la puerta, así que caminó hacia su novio

—¿Qué te pasa? —se paró frente a él

—¿Qué me pasa de qué? —dijo enojado

—Mira Néstor, yo te entiendo o por lo menos intento, te doy tu espacio, me lo has repetido hasta el cansancio, sé que no te acostumbras, pero una cosa es el como me tratas a mi y otra muy diferente el como lo haces con Diana, TÚ hija

—¿De qué hablas?

—¡Le acabas de gritar! Diana viene muy emocionada, sólo te quiso saludar y tú lo único que haces es regañarla y despreciar su cariño

—No tampoco mientas, no lo desprecie

—Néstor, te limpiaste las mejillas, donde ella te había dado un beso

—¡Viene con las manos sucias! —gritó un poco

—Bueno, pues se lo dices de otra forma—también alzo la voz— no gritándole y haciéndola sentir mal, le pudiste haber dicho de una manera más tranquila o menos agresiva... Es la última vez que lo haces, ¿Me entendiste? —lo miró enojado

—Ya no se peleen, ya me las lave —expresó Diana mostrando sus manos, pero aún había tristeza en su rostro

Los dos la voltearon a ver, Néstor comenzó a sentir culpa, Christopher negó mirando a Aguirre, quien sólo bajo la mirada, susurró un "Lo siento", se levantó del sofá y se metió a su habitación

—¡Néstor, ven aquí! —cerró la puerta— ¡Néstor!

—Yo no quería que se enojara —habló Diana

—No, mi amor —se agachó para estar a su tamaño— tú no tienes la culpa, papá está teniendo días difíciles —le limpió las lágrimas que habían salido

—¿Extraña a mi bia?

—Sí, es eso, extraña a tu abuela

—Es que yo también la extraño, pero no me la paso enojada o gritando

—Yo lo sé, preciosa... ¿Quieres comer o prefieres tener un momento para expresar lo que sientes? —la niña negó y prefirió comer

Néstor escuchaba detrás de la puerta e incrementó su culpa, no quería gritarle a su hija, fue una reacción, pero no pensó en el daño, más tarde, salió del cuarto y se disculpó con ella, quien sin dudarlo lo perdonó. Christopher propuso salir a comprar algún snack, pero Aguirre prefirió quedarse, no insistieron y sólo salió con Diana, aunque Ollie, también quería salir, sin embargo Vélez le dijo que no era su momento de paseo

El cachorro se quedó ladrando y llorando, Néstor comenzaba a desesperarse, Ollie, caminaba de un lado a otro y no dejaba de ladrar 

—Cállate, me hartas —gritó— Ojala desaparezcas —susurró, el perro lo miró y puso su cabeza sobre sus patitas— No, Ollie lo siento —se iba a acercar a el, pero el mencionado se paró muy rápido y se alejó

Comenzaba a tener momento así, en los que soltaba cosas sin pensarlo y la culpa llegaba, pero él no se daba cuenta, Diana y Christopher comenzaban a tener paciencia y saber en que momento hablarle o que no hacer. Vélez pidió que sus entrevistas y promos en Miami se extendieran para poder llevar a Diana o no estar tan lejos de ella, por lo menos cuando ella no estuviese de vacaciones.

Era martes por la tarde, la puerta del departamento fue golpeada, al abrirla Néstor se encontró con un cubano ojiverde muy sonriente, Erick.

—¡Hey! —saludó con alegría, tenía bastante tiempo que no veía al mexicano

—Ah, hola —respondió con molestia, dejó la puerta abierta, dio media vuelta y se adentró

—¿Está Chris? —cuestionó confundido cerrando la puerta

—Sí... Ahí viene

—¡Erick! —expresó feliz

—Christopherluchi ¿cómo estás? —se abrazaron

—Todo bien... ¿Quieres algo de tomar?

—Ahorita estoy bien, gracias ¿Y Dian? —volteó a los lados

—Se estaba poniendo un suéter, pero siéntate, ya me tenías abandonado

—Bueno, yo no soy el que casi se casó, además sólo ha pasado medio mes —dejo salir una carcajada— ¿Cómo va esta nueva vida? —miró a Néstor, pero este lo ignoró por completo

—Eh, bien —contestó Chris— Como todo, altas y bajas, ya sabes —intentó sonreír

—¡Tío Er! —dijo Diana saliendo de su habitación

—¡Diana!

—Bueno te quedas en tu casa Erick, vamonos Diana —habló con pesadez y dejó salir un bufido

—Néstor —el mencionado miró a Vélez— Por favor

—Ya sé, estaré bien —puso los ojos en blanco, aclaró su garganta— vámonos Dianny

—Ahorita regreso —se despidió la menor

—Con cuidado, mi amor, no sueltes a papá y ya sabes, cualquier cosa me llamas —la menor asintió y salieron del hogar

—¿Así que todo bien?

—Estoy harto

Christopher le contó todo lo que pasaba en su relación, Erick era su mejor amigo, así que no dudo en contarle el como se sentía, tenía tanta necesidad que alguien lo escuchara, no de que le dieran un consejo, pues sabía que no lo tomaría. Tal como lo había dicho se estaba hartando, pero se sentía con las responsabilidad de seguir con él, porque la relación con Elizabeth se vio afectada por culpa de él, no quería dejar a Néstor y menos con esos cambios, Diana no lo merecía.

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