07

Overthink/Sobre pensar las cosas.

Néstor estaba despierto desde las 5 de la mañana, no podía dejar de pensar en todas las cosas que tenía que hacer ese día, bañarse, alistarse, prepararle el desayuno a su familia, llevar a Diana al colegio, tenía una junta en su trabajo y otra con la profesora de su hija, también tenía que hacer la despensa, cocinar, tenía que estudiar un caso que le había llegado al juzgado, además también ese día eran las clases de hawaiano de Diana, le gustaba que sus papás la acompañaran, así que no podía faltar.

La alarma sonó, 6:50 am, ¿en que momento habían pasado casi 2 horas? Se levantó con rapidez para dirigirse a la ducha, 10 minutos exactos ya estaba afuera buscando que ropa vestiría

—Que madrugador —habló Christopher bostezando

—Hoy es un día ocupado —respondió abotonándose su camisa

—¿Cuándo no lo es para ti? —su novio lo miró— Es que siempre andas pensando en todo lo que harás y al final no haces ni la mitad —rio

—Bueno si tuviese a alguien que me ayudara y no se la pasara durmiendo o acostado, sería más fácil

—Nos vamos a empezar otra vez, apenas va empezando el día

Néstor terminó de vestirse y salió de la habitación ¿y si Christopher terminaba con él por ser tan flojo? ¿Y si eso le molestaba a su novio? Capaz y Vélez pensaba que necesitaba ser más responsable. Trato de dejar de pensar en ello y concentrarse más en el desayuno para su hija, que fue todo un fiasco pues se terminó quemando, fue gracias a la alarma contra incendios que lo hizo reaccionar

—¿Néstor, estás bien? —llegó Christopher asustado apagando la estufa

—Sí, sí, sí perdón, yo —se quedó mirando lo que minutos antes eran alimentos— Perdón, hubby

—¿No te pasó nada? —lo miró de arriba abajo

—No, estoy bien, me distraje un momento, sólo fue eso

—Vete a cambiar o vas a oler a pan quemado todo el día, yo veo que cocino para Diana, de paso, ¿la terminas de peinar? —Aguirre asintió y mordió su labio inferior

¿Y si Christopher se molestaba por aquel descuido? Echó a perder comida. De seguro Christopher estaba enojado porque ni para hacer un desayuno servía. ¿Era tan mala pareja? ¿Cómo podía mejorar su día? Si seguía así de descuidado Vélez lo iba a terminar pronto, de eso estaba seguro.

Se apresuró a cambiarse, se dirigió a la habitación de su hija, quien esperaba paciente a que uno de sus padres llegara a terminar de peinarla, le hizo algo sencillo, sólo le trenzó el cabello y al final le puso un moñito color rojo, el color favorito de su novio.

Aguirre se mentalizo a que tenía que ser más cuidadoso con todo lo que hiciera, no quería que por culpa de él su relación fracasara, pero por más empeño que le ponía nunca estaba convencido de que hacía las cosas bien, siempre pensaba que podía hacerlas mejor, a pesar de que Christopher le decía que todo estaba bien, se mentalizaba que sólo lo decía por compromiso, por no querer que se sintiera mal, pero eso a la vez le comenzaba a hartar a su novio ¿Qué tenía que hacer para convencerlo?.

Las peleas por situaciones así ya eran el pan de cada día, el mayor intentaba ser más paciente y comprensivo, pero muchas veces no podía.

—¡Entonces ayúdame a entender, no leo tu mente! —se levantó de la silla y aventó la servilleta a la mesa

—¿Para que la quieres leer? ¿Por qué es tan difícil creer en mis palabras? —lo miró con enojo

—¡Porqué tus expresiones dicen otra cosa!

—¿Qué cosa? ¿De qué hablas Néstor? ¡Cada que cocinas esto te he dicho que si me gusta, hasta es lo que más me gusta! —aventó el plato haciendo que parte de la pasta saltara al mantel

—¿En serio? —bajo la voz

—Néstor, ya no puedo más, llegar a casa y saber que me voy a enfrentar a estas situaciones me comienza a asfixiar —se puso de pie— Es tanto tu miedo de no querer fallar que comienzas a hacerlo, involuntariamente, pero lo haces. ¿En qué idioma o de que forma te debo decir que no me importa si fallas o te equivocas? —expresó aún con furia

—Yo quiero dar en la relación, lo que quiero recibir... Esto debe ser reciproco —alzó un poco la voz

—¿Lo que quieres? ¿No te doy lo que quieres? —se paró frente a su novio

—Podríamos mejorar

—Dices que debe ser reciproco pero en algunas ocasiones cuando falló me lo echas en cara y tú pretendes que a mi me guste o esté de acuerdo con todo lo qué haces

—¿Ves? Es obvio que no te gustó la comida

—¡Ay no es sólo la comida, Néstor! —gritó y dio media vuelta y se dirigió a su habitación

Aguirre comenzó a arrepentirse con lo que había dicho, no quería decirlo de esa forma, no quería reprocharle nada. Su relación estaba en peligro y no podía dejar de pensar en si eso iba a tener solución.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top