Prólogo

-¡Vamos Turles! ¡Llegaremos tarde!

-¿Desde cuánto te importa? -mire los ojos oscuros de mi amigo, que yacía sentado piernas abiertas en el sofá de la casa.

-No me importa, pero Turles siempre es muy lento -asentí no muy convencido, en parte era verdad, Turles siempre demoraba más de lo normal en salir a la escuela, parecía mujer algunas veces.

Nunca he sabido que hace para tardarse tanto, si cuando llega a nosotros sigue estando con la misma cara de recién despertado.

Tampoco creo que sea correcto preguntar, aunque Goku ya lo ha hecho, causando que se sonroje a más no poder. Ahora sabemos (se) que Turles, tiene necesidades.

Suspire, tampoco es que me importe llegar temprano primer día de clases, pero es mi segundo año y luego de mi desastroso primer año esperaba que este fuera mejor. Odiaba ser el nuevo.

-Bien vámonos -Turles bajo las escaleras lo más rápido que pudo, casi tropezando con los últimos escalones, se sostuvo con el barandal de la escalera principal.

La risa de Goku fue la más sonora entre los tres.

Luego de un año de conocernos, formamos un grupo, con Goku fuimos los primeros en formar una amistad, después de todo con él fue quien me encontré el primer día. Luego curiosamente, se nos unió Turles en un altercado de la cafetería que termino con golpes y sándwiches por la cabeza. Y por último Broly, que resulto aparecer dos días después en un accidente de laboratorio.

Creo que los más normales en el primer día fuimos Goku y yo.

Nos unimos luego de eso, terminamos el años siendo conocidos como las "cuatro verduras" y no debo ni que decir porque. No tengo la menor idea de a qué ser aburrido se le ocurrió apodarnos así, pero aquí estamos.

Turles, Goku, Broly y yo, Vegeta.

Inseparables desde ese día, que terminamos los cuatro limpiando las ventanas del director, nunca había disfrutado tanto pelear con gente mayor. Aunque los de ultimo año nos dieron una paliza tremenda.

Las llaves del auto de Turles resonaron, en su bolsillo porque aunque le gusta alardear con su auto, (el de su tío) no puede manejar sin un adulto en él, y como no queremos tener a su mamá viajando con nosotros, caminamos.

Yo tengo una moto, pero tampoco puedo manejarla, por razones obvias. Aunque la tengo, no sé cómo conducirla y en un intento de aprender, la estrellamos contra el garaje. Debe seguir escondida bajo la manta vieja, esperando a que alguien decida repararla.

-Deberíamos tener algo así como un saludo, creo que sería bueno que al momento de que llegáramos a nuestro último año seamos importantes -hablo Goku.

El único que no estaba caminando era Broly, que lo buscaríamos nosotros de paso.

Rodé los ojos.

-¿Para qué quieres tener un saludo? -Goku miro ofendido a Turles.

-Dime que no sería entretenido, Lechuga.

-Te dije que no me llamaras así -reclamo Turles.

Desde una distancia prudente podía oírlos discutir, era normal que de camino a la escuela este par discutiera sobre algo sin importancia. Como el seudónimo que le puso Goku a Turles un día que hizo un anagrama en ingles de su nombre: "Turles" "lettuce" que en español se traduce a "lechuga".

-Dile que se calle, Vegeta -murmuro Turles.

-Cállate, Goku.

-¡Hey! -Argumento Goku-. ¿De qué lado estas hermano? -Detuvo su paso volteándome a verme, la risa de Turles comenzó a molestarle porque inmediatamente lo golpeo en el brazo.

No pude evitar sonreír.

Mis amigos eran unos infantiles, y yo estaba de acuerdo con eso, después de todo seguíamos siendo unos pubertos.

-¡Broly! -grito Turles.

Nunca pasamos a su casa a buscarlo, simplemente gritamos su nombre desde la calle hasta que aparece somnoliento por la puerta. Su madre suele abrazarnos mucho cuando nos ve.

-Eres un traidor, ¿Por qué no podemos tener un saludo? -murmuro Goku.

-¿Y para que quieres tener un saludo?

-No lo sé, para ser más genial.

-Estás loco, Goku.

-Como sale en las caricaturas.

-Voy a ignorar el hecho de que pusiste a las caricaturas como ejemplo -le digo.

Me reí fuertemente en su cara, se encogió de hombros ante mi comentario, estoy seguro de que molestaría todo el día con esto.

-Cuando yo sea genial y tú no, vendrás a mí a rogarme que te contagie de mi genialidad y ¿sabes qué?

-¿Qué me dirás? -continúe riéndome.

-¡Broly! -Turles nos ignoraba por completo.

-¡Que no!

-Eso lo dices ahora que estas molesto -lo codee divertido-. Luego necesitaras de mí para ser genial.

-¡Aquí estoy, deja de gritar! -El último de nosotros apareció por la puerta acomodándose su cabello.

Listos para irnos a nuestro primer día. Hicimos el típico saludo en asentimiento, aunque Turles le revolvió el cabello a Broly, cosa que le molesto.

-Conmigo es suficiente -se burló Goku.

Deje el tema cerrado con una pequeña sonrisa, nos empeñamos en caminar en silencio. Cada uno en lo suyo, no es que tengamos grandes temas de conversación como el precio del zeni y las disputas entre algunos distritos, o la caída de alguien o algún nuevo producto que estén lanzando. Pero tenemos temas más nuevos, más precisos y más normales para nosotros.

Más importantes.

-¿Creen que haya chicas sexys en segundo año? -hundí mis manos en mis bolsillos, esperando las preguntas de Goku que escuche el verano entero, las apuestas entre los chicos si es que llegaría gente nueva y sexy.

Creo que nos subestime, no son tan importantes.

-¿Por qué Turles siempre piensa en sexo? -Goku lo ignoro dejando la pregunta al aire.

Broly contesto:

-Debemos preocuparnos más por nuestros estudios, por poco y no pasamos el primer año -rasqué mi nariz, de no ser porque Turles y yo lo ayudamos, nuestro amigo hubiera repetido el primer año y creo que eso hubiera sido una vergüenza bastante grande.

Eso y que te ocurra en tu último año.

Pero no podemos justificarlo, Goku no hizo mucho por superase.

-¿Qué dices tú, Vegeta? -Turles pregunto-. ¿Me apoyaras esta vez? -me encogí de hombros mirando a Broly, estaba un poco más atrás que nosotros, no tengo ningún problema con él, incluso lo considero un gran amigo pero Goku siempre se empeña en alejarlo un poco.

Pero no hace nada, nunca hace nada.

-No me molestaría ver buenas chicas -respondí.

-Tengo unos amigos cretinos -se quejó Turles.

Y es que así éramos los cuatro, todos diferentes al otro y creo que por eso nos llevábamos tan bien. Ugh, sueno como mujer.

Turles, era como el romántico del grupo, además de darnos cuenta que es el más inteligente de los cuatro. Tiene un encanto para hablar, que demuestra un buen uso del vocabulario, y solo por eso tiene a medio instituto comiendo de su mano.

Goku, por otro lado, es un inocente, infantil...

Broly es más bien, una persona que sabe aprovechar las oportunidades, pero las personas no saben aprovecharlo a él. Tiene un sentido del humor sarcástico que a veces te desquicia, pero si te sientas a hablar de algún tema moderno puedes tener una conversación muy amena.

Y yo, el más guapo y talentoso, ja.

-¡Hey yo no he dicho nada! -salto Broly.

-Bueno, tengo dos amigos cretinos y a Broly -recalco Turles.

Goku y yo reímos por la cara que puso Broly, se veía confundido.

-Eso no suena mejor, Turles -entramos los cuatro al instituto, nada fuera de lo común.

Alguna que otra persona pasaba por nuestro lado saludándonos, ya que gracias a Turles y a su encanto, nos conocen.

Al menos algunas partes del instituto, para otros seguimos siendo desconocidos, pero según Goku tenemos hasta nuestro último año para cambiarlo.

-Tengo que recoger mi horario, ¿alguien más va? -tres de nosotros negamos, viendo a Turles partir a la dirección contraria de la que nosotros íbamos, por el camino largo y estrecho que te llevaba a la secretaria.

-¡Hermano escóndeme! -Goku hizo una barrera con el cuerpo de Broly y el mío, fruncí el ceño, no lograría pasar otro año haciendo la misma estupidez.

-¿Por qué no simplemente vas y le dices que te deje en paz?

-¿No crees que no lo he intentado? ¡Pues si lo he hecho!

-Ella iba en mi clase y no es una mala chica -Broly hablo, ambos vimos su cabellera negra avanzar frente a nosotros-. Créeme.

-Su cabello intimida -murmure sin dejar de mirarla.

-¿Se fue? -Mi amigo pregunta elevando un poco la cabeza para poder verla.

-Es como si brillara en lo oscuro-continúe, perdiéndola de vista.

Asentí soltándome de las manos de Goku, no dejaba de mirar hacia todas partes como si en cualquier momento aparecería frente a nuestros ojos con la intención de raptarlo. Yo de hecho, no conozco a la chica muy bien, algo se de ella pero cosas muy pequeñas como, que es la acosadora de Goku.

-¿Y porque hace eso?

-¡No lo sé! -se alteró-. Un día le pedí un lápiz y comenzó a balbucear cosas raras y a sonrojarse. Luego de eso, jamás me la quite de encima.

Broly sonrió.

-No puedes negar que es linda.

-Pero cuando eres una acosadora casi profesional como es ella, lo linda se te quita.

-Goku -lo llame causando que me mirara-. Está detrás de ti -juro que sus ojos salieron de sus orbitas, se mantuvo quieto, Broly continuo mi frase.

-Hola, Milk.

-¡¿Qué?! -se giró alarmado, como gato asustado, con Broly comenzamos a reírnos descontroladamente en su cara. Fue épica la mirada de terror, y el momento en que su rostro perdió el color.

Chocamos los cinco, en un vago intento de vernos casuales, pero Goku reacciono más rápido que nosotros.

-Me las vengo a pagar -dio un paso hacia nosotros-. Ustedes dos, declárense muertos -y así fue como comenzamos a nuestro primer día, corriendo por nuestro instituto evitando a que Goku llegara a pillarnos y hacer quien sabe que cosas con nosotros.

Evitando también, a los estudiantes y sus libros, pero la labor se nos fue difícil, creo que botamos cuadernos, libros, celulares, mochilas... bueno casi todo lo posible.

Solo para escapar de un pelinegro molesto.

La falta de ejercicio, la falta de aire y las risas en aumento terminaron por cansarnos, al menos a nosotros dos.

Quedamos varados a la entrada del gimnasio, y todo en mi reacciono rápidamente. Wow esto es lo que yo quiero.

Guarde silencio calmando mi respiración, no podía quitar mi vista de los jugadores del equipo. Sus cinturones que amarraban su pantalón, el uniforme que cubría su cuerpo, y el único equipo que necesitaban para jugar moviéndose entre sus manos.

No quiero el futbol americano, no quiero el soccer, no quiero el básquet, no quiero el voleibol, no quiero el nado, o lacrosse.

Yo quiero el Kung Fu.

Los movimientos violentos y precisos, todo en una extraña mezcla era todo lo que me llamaba la atención.

-Los asesina... -Goku se enmudeció a mitad de su frase-. Wow -asentí sonriendo tontamente, los gritos del maestro y de los luchadores se mezclaban en uno solo, y juro que podía sentir la adrenalina que ellos sentían.

-¡Vamos! ¡Vamos! -mis ojos se fijaron en las chicas que animaban el equipo, saltando y gritando, bailando y cantando. Esto podía ser lo mío, esto definitivamente seria lo mío.

-¿Es correcto enamorarse de una porrista a primera vista? -si no fuera porque mis ojos ya se encontraban en una morena que meneaba las caderas alegremente, me hubiera negado rotundamente a la pregunta de Goku, incluso me burlaría.

Sonreí, pero no puedo dejar de mirarla.

-Creo que yo también me enamore.

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