Mi vista divaga por el lugar, puedo ver a las demás personas comiendo con tranquilidad y teniendo una charla amenamente. Dejo salir un pequeño suspiro y luego me detengo en los ojos de Jaebum.

—¿Puedes decirme qué pasa?

Parpadeo un par de veces y dejo de mirarlo para luego sonreír levemente y beber de mi malteada

—No pasa nada.

Puedo sentir la fija mirada de Jaebum sobre mí, sin embargo no dice nada y se dispone a comer.
Al terminar, paga la cuenta y salimos de aquella acogedora cafetería, camino junto a él unos cuantos metros y luego le miro.

—Puedo tomar un taxi desde aquí, así que... Supongo que te veré el lunes en la escuela.

Jaebum se detiene y me mira con detenimiento unos segundos, frunce el ceño y luego mira sus pies.

—Yo... Lamento si he hecho algo malo, o si te has aburrido de mi, eres libre de dejar de hablarme o de alejarte si así lo quieres... Yo realmente...

—¿Pero qué demonios dices Jaebum? No has hecho nada malo, y nunca podría aburrirme de ti. Alejarme o dejar de hablar contigo sería lo último que querría hacer.

Frunzo el ceño y doy un paso hacia él, tomo su rostro entre mis manos y hago que nuestras miradas se conecten, acaricio sus mejillas con mis pulgares y sonrío ampliamente.

—Yo lo lamento, he estado algo... Dispersa desde la tarde, es solo que he estado pensando en otras cosas, ¿Si?

Jaebum sonríe ligeramente y me sobresalto un poco al sentir sus manos en mi cintura, su sonrisa se vuelve amplia y siento sus labios chocar con mi frente.

—Te quiero ____.