—¿Qué estuviste haciendo anoche? —pregunto luciendo su sonrisa opaca en sus labios agrietados y secos pero manchados con el color carmesí que tanto había deseado comprar tras su primer paga.

—Nada, y no quiero que sigas insistiendo. —Bajo la mirada abriendo un poco los ojos ante su sequedad a pesar de la aproximación que ambos tenían desistió y continúo mirando la cafetería.

El ambiente quedo pausado al oír las noticias. Nuevamente se escuchaba las desapariciones de niños cargar pesadamente el aire. Los ojos de ella lo observaron un instante atormentada con una duda que se aventuraba a salir levemente, pero al final, la callo.

—Comprendo, pero por lo menos avísame la próxima vez que no te espere, sabes que esto va por turnos y perdí dinero esperando. —Le había mirado de nuevo pero rápidamente sintió su lejanía tomando un sorbo de café—. Ok...

Y se levantó, sin vacilar y dejando en la mesa un dinero exacto para pagar junto con la indiferencia marcar su paso a la salida. Sintió como dentro de sí se comenzaba a romper ante los hechos, ella reconoció su lugar así que tomo postura dejando la silla al tiempo que noto la mirada de un nuevo visitante posarse en su escote, uno que era posible con solo la presencia de un sostén ajustado y una tela que hace de blusa traslucida. Acomodo su gabán despojando de ella un toque pícaro, para luego poder acercarse al tendero, brindándole el dinero del consumo.

—Búscamesi quieres un servicio. —Le menciono alsalir cerca de su oído, quitándose el gabán completamente una vez camino unospasos, dejando ver su cuerpo moldeado y semidesnudo en su corta melena oscura.