Capítulo XLVII: El Secreto del Code Xros



     La casa de aspecto oriental tenía también un estilo tan tradicional que era sencillamente acogedor. Seguía chocando con la atmósfera siniestra que daba la idea de estar dentro de un monstruo como Sephirotmon, aún así. Fue por ese motivo que Mervamon y Sparrowmon no dejaron de mostrarse recelosos ante cualquier movimiento, a pesar de que el olor del exquisito té caliente quisiera colarse traicioneramente a través del sentido del olfato.

El anciano indicó una mesa al centro de la habitación, misma donde cinco tazas de té ya estaban servidas y listas para cumplir con su función. Fue el primero en ocupar su lugar, esperando pacientemente a que Nene y Lelouch intercambiaran una mirada más. Ninguno de ellos podía confiar del todo en una mesa que comenzaba a descomponerse lentamente en datos cada vez que alguien posaba sus manos sobre ella.

Con todo, ambos accedieron a colocarse de rodillas ante la mesa. Una costumbre demasiado japonesa para alguien que había crecido en un mundo diferente donde todo aquello era prohibido.

Tras toparse con un par de flores ornamentales que también se desintegraban ante el más mínimo roce, Mervamon exigió saber:

— ¿De qué se trata todo esto? ¿Quién es usted, y qué estamos haciendo aquí?

El anciano se mantuvo en silencio, dirigiéndole sólo una mirada a la guerrera. Ella frunció el entrecejo. Sparrowmon hizo otro tanto.

—No tenemos tiempo para estas cosas —insistió la guerrera—. Debemos reunirnos con nuestros amigos para vencer a Lucemon.

—El tiempo no transcurre de la misma manera estando aquí, Mervamon —respondió Genai—. Para sus amigos en el exterior, han pasado sólo unos segundos.

— ¿Cómo supo mi...?

—Es obvio que no eres la única Mervamon —respondió Nene con serenidad—, pero sólo hay un Lelouch. La pregunta sigue siendo la misma. ¿Cómo sabe quiénes somos?

Una sonrisa se dibujó en los labios del anciano.

Un gesto que a Lelouch no le pasó por alto. Y que aunque aferró con un poco más de fuerza su arma por debajo de la mesa, supo callar.

—Usted es quien nos ha llamado, ¿no es cierto? —dijo el muchacho.

—Es posible —respondió Genai—. En este momento, sólo debes saber que tengo algo importante que decirte. Y que estarán a salvo mientras permanezcan aquí.

— ¿Cómo podemos estar a salvo en un sitio que está consumiéndose en Datos? —dijo Nene—. Es un escondite inestable. Podría desaparecer en cualquier momento.

—Es una de las desventajas de ocultarme dentro de un Digimon tan dañado, Nene Amano. La ventaja, por supuesto, es que a Lucemon no le importa inspeccionar los otros ojos que conforman a Sephirotmon. Su presencia maligna es lo que ha estado contaminando a Sephirotmon, y es por eso que debemos darnos prisa. Eventualmente, esa energía maligna borrará todo lo que nos rodea.

Incómoda, Nene se removió en su sitio.

—Mi nombre ahora es Nene Amano Li Britannia.

Lelouch sonrió para sus adentros.

—Lo sé —dijo Genai—. Y también sé que no eres la misma chica que voy a mostrarles ahora.

Posó su mano sobre la mesa, activando un pequeño holograma que se proyectó frente a sus dos invitados. Para Nene fue terrible verse a sí misma, con ligeros cambios en su aspecto, cayendo inerte ante el ataque definitivo de un sádico LordKnightmon.

—O ésta.

La imagen cambió. Nene Amano, luciendo el cabello más corto y usando uno de sus vestidos favoritos para usar en el escenario, degollada por la oz de un Jokermon.

—O ésta otra.

Nene Amano, con el cabello suelto y un tanto más oscuro, aniquilada junto con Sparrowmon gracias al impacto de los cañones de Machinedramon.

La chica sentada frente a Genai cubrió su boca con una mano, incapaz de decir al menos una pequeña y mísera palabra.

Genai esbozó de nuevo aquella sonrisa.

—Es increíble, ¿no es cierto? —Dijo el anciano—. Hay cuatro chicas que corresponden al nombre de Nene Amano y que cumplen con la cualidad de haber sido las generales del Ejército Twilight en el pasado. Sin embargo, cada una ha tomado su propio rumbo en cada una de sus dimensiones. La primera, decidió ser una Digimon Hunter y competir para poder usar ser quien blandiera el Brave Snatcher. La segunda, decidió dedicarse sólo a su carrera como Idol y fue amada en todo el mundo hasta el último día de su vida. La tercera, no logró salvar a su hermano Yuu y terminó envuelta en las artimañas de Clarisse Okada. Y la cuarta, que ahora está aquí mismo, se convirtió en una especie de guerrera totalmente distinta a lo que conoce el Mundo Digital. Cuatro dimensiones.

—Eso significa que también hay cuatro como yo —dijo Lelouch.

Genai asintió. Posó de nuevo su mano sobre la mesa, haciendo que el holograma cambiara.

El primer Lelouch apareció, liderando una batalla de la Orden de los Caballeros Negros contra un grupo de Knightmares enemigos liderados por un Lancelot mucho más impresionante. Un potente disparo de un explosivo letal hizo que el Gawain simplemente desapareciera.

El segundo, un pequeño Lelouch agonizando, intentando alcanzar a su madre y a su hermana que yacían en profundos charcos de sangre. Su cabeza cayó sobre su propia sangre, mientras la pequeña Nunally temblaba debajo del cuerpo de la reina Marianne.

El tercero, Lelouch coronado como el emperador de Britannia. En un majestuoso desfile, observando cómo la imponente figura de Zero, el guerrero enmascarado, llegaba hacia él para apuñalarlo con una espada.

Nene miró a Lelouch, quien supo disimular demasiado bien la oleada de emociones desagradables.

—Cuatro dimensiones —repitió Genai—. El primer Lelouch Lamperouge fue aniquilado luego de un enfrentamiento contra un equipo de guerreros conocidos como los Knight of Rounds. El segundo, murió cuando un par de balas perdidas lo alcanzaron. El tercero, logró su cometido. Construyó un mundo nuevo, pero sus malas decisiones lo llevaron a un único fin. El cuarto es quien nos acompaña hoy.

—Es imposible —dijo Nene—. Lelouch es Zero. ¿Cómo puede Zero asesinarlo, entonces?

—No hay limitaciones para un mundo lleno de ilusiones —explicó Genai—. ¿Qué puede asegurarnos que esas muertes realmente fueron injustas? ¿Cómo podemos saber cuál fue el designio del destino en cada una de esas situaciones?

Lelouch lo consideró por un momento, luchando contra la idea de que pudiese morir a manos de su mejor amigo. El Mundo Digital estaba destruyendo su gélido corazón.

—Si las cosas son así con nosotros —dijo el chico—, significa que también hay cuatro como cada uno de nuestros amigos.

—Así es.

—Quiero verlo.

Genai asintió. Con cada movimiento de su mano, el DigiDestinado del holograma cambiaba para mostrar sus tres destinos desconocidos.

—Taiki Kudou. El primero, muerto durante la batalla contra el Emperador Bagramon. El segundo, incapaz de resistir el golpe del Brave Snatcher. El tercero, asesinado durante su primer encuentro contra Clarisse Okada. El cuarto, en este momento está en el Mundo Digital.

>> Akari Hinomoto. La primera, asesinada por Lilithmon en la Zona Lago. La segunda, muerta en el interior de Bagramon durante la última batalla contra él. La tercera, sacrificando su vida para salvar a Taiki Kudou del disparo de Cornelia Li Britannia. La cuarta, espera ahora mismo afuera de Sephirotmon.

>> Tagiru Akashi. El primero, muerto durante la batalla contra Quartzmon. El segundo, asesinado por Clarisse Okada durante su primer enfrentamiento. El tercero, asesinado por la Orden de los Caballeros Negros. El cuarto, forma parte de la nueva Generación que vino a salvarnos.

>> Yuu Amano. El primero, muerto a manos de DarkKnightmon en el Campo del Infierno. El segundo, abatido por el rifle del Lancelot. El tercero, ejecutado por Schniezel El Britannia. Y el cuarto, redime sus acciones del pasado luchando para reparar la Brecha Dimensional.

>> Kira Yagami. La primera, muerta a manos de Clarisse Okada. La segunda, caída por la espada de Piedmon. La tercera, siendo poseída por la oscuridad que le da fuerzas a su compañero Digimon. La cuarta, ahora mismo está dentro de Sephirotmon.

>> Katsura Shinyuga. La primera, abatida en la Zona Oscura. La segunda, asesinada en la Tierra Vampiro. La tercera, sacrificándose por la vida de su mejor amiga. Y la cuarta, pronto se habrá reunido con ustedes.

>> Zoe Orimoto. La primera, asesinada por Kalmaramon. La segunda, abatida por Duskmon. La tercera, asesinada en la Zona Cielo. Y la cuarta, también quiere enfrentar ahora a Lucemon.

>> Mimi Tachikawa. La primera, asesinada por Piedmon. La segunda, muerta por...

— ¡Basta!

Sólo de esa manera, Genai y Lelouch pudieron darse cuenta de que Mervamon y Sparrowmon no podían soportar tanta información nueva y oscura. Nene agradeció también que el holograma desapareciera, aunque no lo demostró.

—Lo lamento —dijo Genai—. Sé que no es fácil.

—Además de estar equivocado —espetó Mervamon—. Hay un Taiki Kudou que sobrevivió. En Britannia, él no fue asesinado.

—Y como él, hay miles —asintió Genai—. Algunos murieron, otros no. Algunos fueron generales del Xros Heart, y otros no.

—Esto es muy confuso —se quejó Sparrowmon.

—Y mientras seguimos dando rodeos a este asunto, nuestros amigos están siendo masacrados —les recordó Nene—. Señor Genai, ¿qué es lo que tiene que decirnos?

—Primero, tienen que entender cómo funciona la Brecha Dimensional —respondió el aludido—. De forma simple, hay miles de dimensiones alrededor de nosotros. Y los Héroes Legendarios existen en cada una. Son ellos quienes nos ayudan a mantener la paz en nuestro mundo. Sin embargo, Clarisse Okada ha causado distorsiones que mezclaron las dimensiones, causando caos en todas ellas y despertando los antiguos poderes del Pandemonio de Bagra sobre cada dimensión conocida.

—Eso significa que el Pandemonio de Bagra no sólo destruyó ambos mundos, sino un universo entero —razonó Lelouch.

Genai asintió.

—Pero un daño así es irreparable —dijo Sparrowmon—. ¿Cómo vamos a devolver cada dimensión a la normalidad?

—Siempre hay una manera de reparar los daños que causan las fuerzas del mal en nuestro mundo —respondió Genai—. Esta vez, no sólo los villanos de cada dimensión han unido fuerzas. También las fuerzas del bien nos hemos reunido para formar a la Generación que reparará la Brecha Dimensional.

—Entonces, usted está con Ophanimon —razonó Nene—. Son aliados, ¿no es cierto?

—Sí.

—Y fue usted quien nos eligió a nosotros —secundó Lelouch.

—Sí.

— ¿Por qué? —Preguntó Nene—. ¿Por qué nosotros? ¿Por qué el poder de Britannia puede resolver este asunto?

—Cuando estuvimos en la Zona Cielo, Ophanimon dijo que Nene y Kira Yagami deben ser quienes resuelvan este asunto —dijo Lelouch—. ¿Qué es lo que hay de especial en ellas?

Genai rió y bebió un sorbo de té.

—El mayor error que las anteriores Generaciones siempre ha sido luchar contra las fuerzas del mal y buscar purificarlas. Cuando el enemigo es asesinado y renace, es purificado. Pero, ¿ese método realmente funciona? Por supuesto que no. La maldad siempre está latente. Y si no se corta de raíz, nunca podrá desaparecer realmente. Los Datos de cada enemigo deben ser aniquilados para que no pueda renacer. Suena drástico y muy pocos DigiDestinados lo aceptarían, pero es la única manera. Lamentablemente, nunca antes habíamos tenido la oportunidad de cumplir con esa misión, sino hasta que nuestras dimensiones se unieron con un universo totalmente distinto que nada tenía que ver con el Mundo Digital.

—El portal de Lloyd Asplund —razonó Nene.

—Es correcto, Nene —asintió Genai—. Un portal creado sin la intención de conquistar nuestro mundo, sino que tenía la función de ser un puente que le permitiera a la raza humana conocer qué había más allá. Según mis archivos, ese fue el plan de ese hombre. Lloyd Asplund no se esperaba que las cosas sucedieran así. Ni siquiera tenía idea e cuántos problemas puede causar ese portal, hasta que sucedieron. Y la fuerza que originó la primera rasgadura en la Brecha Dimensional es la única que puede reparar lo que vino después.

— ¿Eso significa que Lloyd es el responsable de que sucediera el Pandemonio de Bagra? —dijo Nene.

Genai negó con la cabeza.

—No. A pesar de ser algo confuso, hay pocas cosas de las que podemos estar totalmente seguros. Una de ellas es que Lloyd Asplund está de nuestro lado, y que Clarisse Okada lo sabe. Fue por eso que el Pandemonio de Bagra afectó también esa dimensión. Y es por eso que Lloyd Asplund está en peligro ahora mismo. El suyo es el único puente que queda entre el Mundo Digital y el mundo real. Si el portal es destruido, ustedes nunca podrán salir de aquí.

— ¡Tenemos que protegerlo, entonces! —dijo Mervamon.

—Hay una manera —continuó Genai—. Existe una forma de reparar el Pandemonio de Bagra, devolver a la normalidad el daño en la Brecha Dimensional, y aniquilar las fuerzas del mal. Para esto necesitarán elementos precisos.

— ¿Cuáles son? —urgió Zero.

—Lo principal, muchacho, eres tú.

Lelouch se quedó sin habla.

— ¿Qué...? —musitó.

La sonrisa de Genai creció.

—Dime, Lelouch... ¿Nunca te has preguntado por qué puedes usar los Xros Loaders?

En otro de los ojos de Sephirotmon, Zoe caminaba sin rumbo fijo, sólo manteniéndose alerta ante cualquier movimiento que pudiese parecer sospechoso. Se encontraba en un sitio boscoso, con colores vibrantes y anormales en las copas de los árboles. No había ninguna clase de Digimon a la vista, y aún así ella sintió que debía aferrar con fuerza su D-Scan. Convertirse en AncientIrismon premeditadamente era su Plan B. El plan inicial, sin embargo, consistía en pasar desapercibida.

Se detuvo al escuchar un correteo a sus espaldas, así como la voz lejana que no podía permanecerle a un humano.

— ¡Señorita Zoe! ¡Señorita Zoe, espere!

El pequeño Labramon pudo alcanzar a la chica rubia gracias a que ella detuvo sus pasos. Lo recibió con una cálida sonrisa, colocándose en cuclillas para acariciar la cabeza del perro cuando éste estuvo lo suficientemente cerca.

—Creí que estaba solo aquí —dijo Labramon aliviado.

—Yo creí lo mismo —respondió Zoe—. Pero parece que Sephirotmon nos ha separado de los demás. A no ser que alguien más haya aparecido en el mismo ojo...

— ¡Lelouch está en peligro, entonces! ¡Él no tiene un Digivice como ustedes!

Zoe sonrió.

—Parece que le has tomado cariño a Lelouch.

Por un instante, le pareció ver un sonrojo en el rostro de Labramon. Parecía ser el compañero perfecto para alguien como el sádico estratega.

Riendo, la chica rubia irguió.

—Descuida, Labramon. Si hay alguien que puede sobrevivir en este mundo, es Lelouch. Estoy segura.

Confiado, Labramon asintió. Sabía que podía confiar en Zoe.

—Nosotros deberíamos seguir avanzando —continuó la chica—. Tenemos que buscar a los demás antes de enfrentarnos a Lucemon. Y si logramos llegar antes con ese maldito, ya sabemos qué es lo que tendremos que hacer.

—No podemos irnos todavía.

— ¿Por qué no?

— ¡Porque encontré algo! ¡Ven conmigo!

Labramon echó a correr en la misma dirección desde donde llegó, olfateando cada poco para asegurarse de seguir en el camino correcto. Para poder seguirle el paso, Zoe al fin aceptó la idea de Digievolucionar. Así, fue Kazemon quien siguió al perro a través del follaje boscoso y colorido.

Pocos minutos tardó Zoe en detectar el brillo, desde los aires, de un cristal que reflejaba la luz del sol. Así que aterrizó por un momento para tomar el objeto en sus manos, dejándose embargar por el mal presentimiento.

Un objeto grande, adornado con una parte circular, y de color rojo. Se concentró en las palabras escritas en la parte superior, las cuales delataban lo que era ese dispositivo.

Un Digivice.

Pero no era un D-Scan. No era un DigiLector. No era un Xros Loader.

¿A quién le pertenecía?

— ¡Es por aquí, señorita Kazemon!

Llevando el aparato consigo, Kazemon alcanzó de nuevo a Labramon hasta llegar a un gigantesco roble cuyas hojas se movían gracias a las corrientes de aire. Aterrizó de nuevo, mientras Labramon abría un pequeño hueco entre los arbustos. Kazemon se quedó sin habla, y recuperó su forma humana para correr hacia el muchacho que yacía sobre el césped.

— ¡Oye! ¡Resiste!

Un chico de extraño cabello verde, cuyas gafas particulares lo señalaban como alguien que Zoe definitivamente no dejaría solo. Tomó al chico por los hombros para darle un par de sacudidas, así como golpeó sus mejillas con delicadeza sin dejar de llamarlo.

Era un rostro desconocido, que igualmente logró conectarse con ella en niveles que sólo quienes pertenecían a ese selecto grupo de personas podían entender. Una DigiDestinada preocupada por otro DigiDestinado.

— ¡Despierta! ¿Puedes escucharme?

Labramon, angustiado, hizo sus propios intentos. Posó sus patas delanteras sobre el estómago del chico y presionó un poco, un par de veces, llamándolo de la misma manera.

Sus esfuerzos rindieron frutos cuando el chico tosió y abrió los ojos, arrancando sonrisas a sus salvadores. Se incorporó lentamente sin dejar de ser sostenido por Zoe, hasta que logró mantener su espalda erguida sin levantarse del césped.

— ¿Te encuentras bien? —insistió Zoe.

—S-sí... S-sólo... M-mi cabeza...

La conmoción desapareció, ayudando a que todos pudieran notar pequeños, pero significativos detalles.

El primero, que el muchacho estaba herido. Un golpe en su cabeza destiló un par de gotas de sangre que ya se había secado.

El segundo, que el chico lucía de una edad notablemente menor a la de Zoe.

Y el tercero.

Que el chico llevaba puesto el traje de los Protectores, de un color rojo mucho más vibrante que el de Meiko.

—Eres... Eres un Protector...

Confundido, el chico la miró. Labramon se unió también, sin poder entender qué era lo que causaba que Zoe mencionara a los Protectores de esa manera.

— ¿Protector...?

La voz de Zoe cambió. Se volvió firme y demandante.

—Dime, ¿cuál es tu nombre?

—S-soy... Haru... Haru Shinkai...

Zoe intentó hacer una veloz recopilación de los nombres de quienes pertenecían al círculo de las gafas en la cabeza. Y aunque apenas pudo evocar algunos nombres, estaba totalmente segura de una cosa.

Él no formaba parte de la lista.

—Shinkai... ¿Esto te pertenece?

Colocó el Digivice misterioso en manos del chico, quien lo tomó con manos temblorosas antes de aferrarlo con la vida entera.

—M-mi... Mi Appli Drive... ¿Dónde lo...?

—Estaba olvidado lejos de aquí. Debió caerse cuando te atacaron... Dime, ¿quién fue? ¿Cómo llegaste aquí?

—Y-yo... N-ni siquiera sé dónde estoy...

Era un niño aún. Alguien cuya inocencia lucía mucho mayor que la de Nunally, a pesar de que su mirada poseía el brillo que Zoe ya había visto en miles de ocasiones.

En Takuya.

En Taiki y Tagiru.

En Kira.

—Estamos dentro de Sephirotmon —dijo Zoe.

— ¿Sephirotmon...? Te refieres... ¿E-el monstruo de...?

—Es el Digimon donde se oculta Lucemon. Estamos en la Tierra Oro... ¿Tienes idea de...?

—La... La Tierra... S-sí... E-esa voz que salió de mi Appli Drive dijo que me transportaría aquí...

— ¿Qué...?

—Dijo... C-cuando llegué, la voz dijo... D-dijo que debía vestirme con este traje y... N-no entiendo lo que está pasando. No puedo recordar nada más... ¿Quién eres tú?

—Mi nombre es Zoe. Soy Zoe Orimoto. Pertenezco a la Cuarta Generación y tengo los DigiSpirits Humano y Bestia del Viento.

— ¿DigiSpirits...?

— ¡Y yo soy Labramon! —exclamó el perro, actuando de la misma forma confundida y recelosa de la chica rubia.

— ¿Labramon...? ¿Qué clase de...? G-Gatchmon... ¡Gatchmon! ¿Dónde está Gatchmon!

— ¿Gatchmon es tu compañero? —preguntó Zoe.

Angustiado, Haru asintió.

— ¿Dónde está Gatchmon...? N-no puedo recordar nada... S-sólo... E-estaba en el barco, y... M-mi cabeza duele...

Zoe sintió que su corazón latía a mil por hora. Intercambió una mirada con Labramon, quien asintió para indicarle a la chica que debía seguir adelante. Así que volvió a posar sus manos sobre los hombros de Haru para obligarlo a mirarla frente a frente.

—Shinkai, escúchame. Esa voz que te llamaba debió darte un nombre clave, ¿no es cierto? ¡Debes decirme cuál es!

Haru consiguió concentrarse lo suficiente para recordar. Asintió y respondió, sin poder disimular que estaba hecho un manojo de nervios.

Lambda... E-esa voz dijo que debía esperar a mis compañeros y que Delta los ayudaría a llegar aquí... ¿Por qué...? ¿Qué está sucediendo...?

Resuelta y aterrada, Zoe se apartó del chico y activó su comunicador. A pesar de la interferencia, decidió hablar como si con cada palabra se hubiese escapado un trozo de su alma.

— ¡Chicos, necesito ayuda! ¡Respondan! ¡¿Alguien puede escucharme?!

Aunque la interferencia no desapareció, la respuesta fue inmediata.

La voz de Mimi se escuchó al otro lado de la línea.

— ¿Zoe...? ¡Qué gusto escucharte! ¡Eres la primera en...!

—No hay tiempo para esto, Mimi. Tienes que escuchar con atención. Me he encontrado con un Protector dentro de Sephirotmon.

Se hizo un breve silencio.

Al hablar de nuevo, la voz de Mimi cambió notablemente.

— ¿Qué...?

—Tienen que volver al barco y hacer que nuestros amigos salgan de ahí. ¡Ahora!

— ¿Por qué...? Zoe, ¿qué sucede...?

—Porque hemos sido engañados... Ken Ichijouji no es Lambda.

Dentro de la casa del misterioso anciano, Genai se levantó de la mesa para posar sus manos sobre un muro que reveló ser sólo una pared falsa. Las luces se apagaron y una pantalla gigante se encendió frente a los cuatro invitados, quienes se preocuparon más por el hecho de que el muro comenzó a deshacerse lentamente en Datos. Nene también pudo percatarse de que el suelo sobre el que estaban sentados dejaba salir pequeñas partículas brillantes con cada movimiento, por más mínimo que fuera. Aquello sin duda era preocupante, y aún así decidió callar. Necesitaba también esas respuestas, después de todo.

En la pantalla apareció algo que logró quitarles a todos el aliento, así como les causó escalofríos y los dejó con un desagradable sabor de boca. Un mapa del Mundo Digital... o de lo que quedaba de él. Nene sintió que su corazón se aceleraba. El Mundo Digital daba la impresión de estar siendo devorado en pedazos, gracias a los huecos que quedaban en los sitios donde ya no existía nada más.

—Así es como luce nuestro mundo en este momento —explicó Genai—. Cuando Clarisse Okada absorbió todos los Datos del Mundo Digital para llevar a cabo el Pandemonio de Bagra, sucedió algo como esto. El problema es que la reconstrucción del Mundo Digital que trajo de vuelta a los Siete Reinos, se llevó consigo cualquier forma de que los Datos puedan regenerarse. No existe un punto al que puedan ir para renacer, así que los Datos son sencillamente aniquilados. A no ser que podamos destruir aquello que le da poder a la destrucción.

En la pantalla, el Mundo Digital se desvaneció para dar lugar a una imagen del DigiLector de Clarisse, visto desde distintos ángulos.

—Es el mismo artefacto que llegó con nosotros a Britannia cuando ocurrió el Pandemonio de Bagra —dijo Nene—. Un DigiLector, igual a los de Kira Yagami y Katsura Shinyuga. Kira dijo que le pertenece a...

—Clarisse Okada —completó Genai—. Ella es más astuta de lo que parece. No deben subestimarla, ya que sus Datos lograron sobrevivir el tiempo suficiente como para regenerarse. Es una ventaja para nosotros aún así, pues lo único que queda de ella es su cuerpo digital. Sin un cuerpo físico, bastará con aniquilarla sólo una vez para deshacernos de ella. Sin embargo, el DigiLector la vuelve tan poderosa como los Señores Demonio, e incluso mucho más.

—Ya hemos derrotado a cuatro de ellos —dijo Zero—. Podremos hacerlo también con ella.

—Clarisse Okada posee muchos trucos bajo la manga, y todos ellos son posibles gracias a la unión que hay entre el DigiLector y su Emblema —dijo Genai, manipulando de nuevo la pantalla para que una imagen del Emblema de Clarisse apareciese—. El Emblema de la Oscuridad. Conociendo todos sus secretos, dota a su portador, y su compañero Digimon, de poderes increíbles. Para alguien como Clarisse Okada, sólo basta aprender a controlar esos poderes para evitar que salgan de su control. Debo admitir que hace una excelente dupla con Piedmon... La selección que une a los humanos con los Digimon es magnífica. Clarisse ha aprendido de sus errores. Está dispuesta a usar todas las armas que posee para evitar que se repitan. Y lo ha conseguido muy bien hasta ahora... Lo suficiente como para aceptar que necesitaba hacer una copia de toda la información que estaba por destruir.

—Un respaldo de la información del Mundo Digital —razonó Sparrowmon.

Genai asintió.

—Desgraciadamente, es el único respaldo que queda —continuó el anciano—. Y está en el DigiLector de Clarisse.

—Ese es un plan estúpido —se quejó Zero—. Esa información es el tesoro más grande que puede obtenerse al ganar esta guerra. Si ella fuese realmente astuta, sabría que debe ocultarlo mucho mejor. Tuvimos el DigiLector en nuestras manos, ¿no es cierto?

—Dudo que sea fácil acceder a esa información —pensó Nene en voz alta—. Si decide llevarla consigo todo el tiempo, debe ser porque la ha protegido correctamente. Sólo ella sabe cómo acceder a ella.

—Y no será nada fácil volver a conseguir el DigiLector —dijo Mervamon—. Esa maldita lo recuperó en la Tierra Vampiro.

—Parece que nos enfrentamos a un enemigo poderoso —dijo Nene—, pero a la vez pareciera no serlo. ¿Cuántas veces nos ha enfrentado personalmente?

—Es deshonroso luchar así —asintió Zero—. Pero puede decirnos dos cosas acerca de ella. Uno, que no es tan poderosa como aparenta. O dos, que podría tener una gran sorpresa para nosotros cuando hayamos llegado al Campo del Infierno.

Genai asintió de nuevo.

—Sí —dijo—. Hay una única forma de acceder a esa información. Y es obteniendo un programa para hackear el sistema del DigiLector.

— ¿Y cómo podemos encontrar ese programa? —preguntó Sparrowmon.

La imagen de la pantalla cambió, mostrando siete pendrives colocados en círculo alrededor del símbolo de Ophanimon. Una luz se encendió en las mentes de sus cuatro invitados.

Nene no dejó pasar la oportunidad.

—Son idénticos al pendrive que encontramos nosotros —dijo—. ¿Si encontramos los seis restantes, podremos usar el programa?

Genai asintió.

—Y antes de pensar en hackear el DigiLector, tendrán que derrotar al ejército de Clarisse Okada —continuó.

—Ophanimon nos dijo, a Kira y a mí, que nosotras somos las elegidas para reparar la Brecha Dimensional —dijo Nene—. ¿Por qué? ¿Y qué tiene que ver Lelouch con todo esto? ¿Por qué su nombre aparecía en los expedientes de Arukenimon, junto con el de Nunally?

Como respuesta, Genai apagó la pantalla. Se sentó de nuevo al otro lado de la mesa, apartando las tazas y la tetera.

—Tu Xros Loader, Nene Amano —dijo él—. Colócalo sobre la mesa.

Nene intercambió una mirada con Lelouch, Mervamon y Sparrowmon. Sólo cuando el muchacho asintió, ella se atrevió a obedecer. Colocó el Xros Loader en el centro de la mesa, el cual permaneció con la pantalla apagada.

—Ahora coloca tu mano sobre él —dijo Genai.

Nuevamente, dudó. Como un mecanismo de autodefensa, dejó su arma sobre la mesa también para persuadir a Genai, en caso de que fuese necesario. Extendió su mano derecha y la posó sobre el Xros Loader, el cual se encendió como siempre.

—Eso que hemos visto es el vínculo que te conecta con el Xros Loader, y con tus Digimon —explicó Genai—. Es lo que te ayuda a llevar a cabo la DigiXros.

—Lo sé —respondió Nene.

—Ahora, Lelouch, coloca tu mano sobre la de ella.

Lelouch hizo otro tanto, mostrando también su arma para dejarla sobre la mesa. Posó su mano izquierda sobre la de Nene, causando que la luz que brotaba del Xros Loader se intensificara considerablemente. Nene y Lelouch se miraron, impactados, dándose cuenta de que no se habían fijado antes en la diferencia que había en el brillo del Xros Loader cuando ellos lo tomaban juntos.

—Creí que esa luz se debía a la Luz Sagrada de la Súper Evolución —dijo Mervamon—. Entonces, ¿el Xros Loader puede brillar así sin importar que Sparrowmon no Digievolucione?

Genai asintió.

—Los Xros Loaders están diseñados para funcionar en manos de quienes posean lazos inquebrantables con sus portadores —explicó el anciano—. Nene, es por eso que tú puedes usar los Xros Loaders de tus amigos. Si quisieras, podrías incluso usar el de tu hermano.

—Mi hermano murió —dijo ella—. El Yuu que nos acompaña es el hermano de alguna otra Nene, de otra dimensión.

—Aún así, has desarrollado grandes lazos con tus compañeros de este nuevo equipo —dijo Genai—. Así que podrías usar los Xros Loaders de Yuu Amano o Akari Hinomoto. Todo el que posea un Xros Loader y que tenga un lazo tan fuerte contigo, podría usar el tuyo también.

—Pero yo jamás he tenido un Xros Loader —dijo Lelouch—. Yo no pertenezco a este mundo. Y el Xros Loader no reaccionaba de esa manera cuando estuvimos en Britannia. Podría decirse que... la primera vez que lo utilicé fue en la Zona Shinobi, cuando Nene y yo hicimos que Sparrowmon alcanzara la Súper Evolución.

—Eso es gracias a que eres el único capaz de ayudar a Sparrowmon a llegar al último Nivel de Digievolución —dijo Genai—. Tal vez no eres un DigiDestinado, pero fuiste dotado de una fuerza que no notaste dentro de ti sino hasta que tuviste que utilizarla. Cuando fueron llamados a nuestro mundo, tu hermana y tú obtuvieron un poder que necesitaban para poder ser digitalizados.

— ¿Qué clase de poder? —dijo el chico.

—El Code Xros.

Nene recordó entonces el momento en la Zona Shinobi, donde D'Arcmon dijo aquellas mismas palabras. Eso mismo fue lo que la llevó a preguntar, a la par de su amado:

— ¿Qué es el Code Xros?

Genai señaló el Xros Loader.

—Es esa parte dentro de ustedes que los ayuda a conectarse con los Xros Loaders —dijo—. Sin embargo, es algo que sólo existe dentro de Lelouch y la pequeña Nunally. Es la única forma en la que Ophanimon pudo protegerlos al decidir que los llamaría. Sin el Code Xros, Sparrowmon y Mervamon jamás podrán alcanzar la Súper Evolución.

— ¿Yo también...? —Balbuceó la guerrera—. ¿Yo también puedo alcanzar la Súper Evolución...?

—Será necesario si quieren vencer a Clarisse Okada —asintió Genai—. Lelouch, el Code Xros es lo que usó tu vínculo para crear una conexión entre ese Xros Loader y tú.

Confundido, el chico habló en voz baja.

—En la Tierra Cibernética también pude usar el Xros Loader de Taiki Kudou... ¿El Code Xros fue lo que me ayudó a hacerlo?

—Sí. Has desarrollado un vínculo con Taiki Kudou, y el Code Xros te ha conectado con su Xros Loader.

—Eso significa que... Nunally podría usar el Xros Loader de Tagiru...

—Es posible... Pero tu hermana tiene otra misión en este mundo. Ahora escuchen con atención, porque voy a revelarles el secreto por el que el Code Xros fue implantado en ustedes. Lelouch, tu hermana y tú son la clave para que Nene Amano y Kira Yagami puedan alcanzar el poder suficiente para derrotar a la oscuridad.

— ¿Cómo?

Genai se tomó su tiempo.

—Con dos máquinas que Lloyd Asplund diseñó especialmente para ustedes, gracias a que Ophanimon supo actuar a tiempo. El Exodus-XW y el RaptorFalcon-R4. Me parece que tú los llamas Knightmares.

El chico asintió, a pesar de que desde sus adentros comenzó a negarse a la idea que Genai insinuó implícitamente.

Nunally no piloteará un Knightmare, decidió el chico mentalmente. Jamás.

—El Exodus-XW y el RaptorFalcon-R4 tendrán que unir sus fuerzas con ustedes dos, portadores de un poder superior al de cualquier deidad del Mundo Digital. El Ojo del Rey. El Geass.

Eso hizo que ambos pudiesen atacar cabos, dándose cuenta de que realmente había una razón por la que Belphemon hubiese utilizado el anulador.

Genai continuó.

—Raptor Sparrowmon tendrá que unir sus fuerzas con dos Digimon más, en su Digievolución más poderosa. Sólo así podrán vencer al fin a Clarisse Okada, y así hackear el DigiLector.

—Yo soy uno de esos dos Digimon, ¿no es cierto? —inquirió Mervamon.

Genai asintió.

— ¿Y quién es el otro? —preguntó Sparrowmon.

Genai de nuevo se tomó su tiempo.

—Para saberlo —dijo—, tendremos que esperar a que Kira Yagami encuentre la manera de llegar al último Nivel de Digievolución.

— ¿Cuál es esa manera? —Urgió Nene—. Si lo supiéramos, podríamos ayudarle y así terminaríamos con esto.

Como respuesta, Genai sonrió.

—Eso ya lo sabes bien, Nene —dijo él—. Tú lo viviste en carne propia.

—N-no... No lo entiendo...

La sonrisa de Genai creció.

—Para alcanzar el último Nivel de Digievolución, cada uno debe conocer la oscuridad y más allá.

Nene exhaló en silencio, intercambiando de nuevo una mirada con Lelouch y dándose cuenta de que eso era totalmente cierto.

Y las miradas se cruzaron también con Sparrowmon y Mervamon, compartiendo así un único pensamiento entre humanos y los dos Digimon.

Para que Sparrowmon alcanzara la Súper Evolución, Nene tuvo que enfrentar su lado más oscuro. Pero, ¿acaso tendría que hacerlo de nuevo para ayudar a Mervamon a Digievolucionar?

¿O acaso alguien más tendría que enfrentarse a la mayor oscuridad que se ocultaba en su corazón?

Cada vez faltaba menos tiempo para descubrirlo.

Y eso también era bien sabido para aquella mujer rubia que apareció justo afuera de la casa de aspecto oriental, en compañía del payaso con gorguera y cuatro espadas en la espalda.

Aprovecho para avisar a quienes no me siguen y sólo leen la historia, que a partir de ahora tendrán Nene de la Rebelión los lunes, miércoles y viernes. La historia cambió un poco ahora con nuevas ideas que tuve, así que a quienes pidieron spoiler por privado les digo que la mayoría de las cosas que les dije, ya no pasarán. Lo que viene es mil veces mejor. 

Les agradezco por adelantado su paciencia y por seguir apoyando el crossover. :D

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