Capítulo VII: ¡Vamos al Digimundo!
¡Hey, hola! La canción que les dejo en multimedia deben reproducir en la parte de la batalla. Si no pueden ver el video, la canción es Brave Heart de Kouji Wada. ¡Disfruten el capítulo!
— ¡Prisma Flash!
El grupo de combatientes tuvo que dispersarse para evitar se impactados por el rayo de energía que se desprendió de las manos de Blastmon. Los muros exteriores de algunos edificios se derrumbaron al ser alcanzados por el ataque del Digimon enemigo. Oggi, Diethard y Villetta abrieron fuego con sus armas, disparando una ráfaga de balas que atravesaron el cuerpo de Blastmon, sin causarle el más mínimo daño pues comenzó a regenerarse de inmediato. Rió con frialdad y disparó diamantes de su cuerpo, proyectiles veloces y destructivos que hicieron correr a sus contrincantes. Schniezel tuvo que tomar la mano de Cornelia para ayudar a que ella pudiese seguirles el paso. Apenas consiguieron resguardarse detrás de una montaña de escombros, sin tener tiempo de pensar en una estrategia. Las explosiones comenzaron a acercarse, escuchándose cada vez con más frecuencia. Lelouch hizo un esfuerzo descomunal para centrar sus pensamientos en una posible estrategia, dándose cuenta de que la única manera de luchar era consiguiendo un Knightmare.
— ¡No podemos escondernos por siempre! —exclamó Cornelia, disgustada y quizá un poco indignada—. ¡Amano, dinos cómo derrotar a ese monstruo!
— ¡Vayan a buscar un Knightmare! —Respondió Zero en lugar de su amada, quien en ese momento se encontraba también pensando en un posible plan—. ¡Es la única manera!
—Sí... —dijo Nene en voz baja—. ¡Vayan a buscar la artillería pesada! Nosotros nos encararemos de distraer a Blastmon.
El grupo se separó en ese momento. Schniezel, Cornelia y Villetta echaron a correr hacia las ruinas que quedaban en pie sus alrededores. Nene y Lelouch actuaron entonces, mirando los cartuchos de sus armas a la par. Oggi y Diethard los imitaron.
—No son suficientes balas —dijo Zero—. Pero con los pocos recursos que tenemos, podemos encargarnos de asesinar a todos los compinches de ese sujeto. Una bala por cada uno.
—Dejemos a Blastmon a un lado por ahora —asintió Nene—. Sólo intntemos distraerlo, pero no gastemos balas en él. El Knightmare se encargará de llevarlo de vuelta al infierno.
El cuarteto asintió y finalmente salió del escondite. Ni bien se encontraron en campo abierto, Zero fue quien hizo el primer disparo. Después de todo, incluso en ese momento debía mantener su voto autoimpuesto: ser siempre el primero en moverse, pues nadie lo seguiría de no ser así. La bala que disparó consiguió impactar la cabeza de un IceDevimon distraído que inmediatamente estalló en Datos que se elevaron hacia ninguna parte, manteniéndose suspendidos en los aires. Nene hizo otro tanto, disparando tres veces consecutivas. El primer disparo impactó el ala derecha de un IceDevimon, destruyéndolo de igual manera al no poder resistir el impacto de un arma del Mundo Real. La segunda bala, sin embargo, se topó con una ráfaga de viento gélido que otro IceDevimon creó para proteger a sus compañeros. La bala congelada cayó al suelo, quedando totalmente inservible. Y la tercera, para desgracia del siniestro Digimon de color blanco, consiguió impactarse contra su pierna derecha. La criatura estalló en Datos igualmente, uniéndose a los otros que caían a manos de Oggi y Diethard.
Sorprendido y un tanto furioso, Blastmon decidió lanzar el contraataque. Dirigió sus manos hacia Lelouch con la intención de disparar hacia él los rayos de energía, quizá siendo plenamente consciente de que el chico moreno era el líder de la operación. Nene, sin embargo, consiguió darse cuenta justo a tiempo. Corrió hacia el chico para cubrirlo con su cuerpo, extendiendo ambos brazos hacia los lados mientras sus otros dos compañeros seguían disparando hacia los IceDevimon. Indignado, Lelouch intentó salir de su escondite. Nene se lo impidió con una mirada severa que él devolvió.
Blastmon rió complacido.
— ¿Desde cuándo te has vuelto tan leal, Nene? —preguntó el Digimon.
Nene no se detuvo a pensarlo.
—Desde que soy un miembro del Xros Heart —dijo decidida y activó el poder de su Geass, añadiendo—. ¡Te ordeno que te detengas!
El Geass actuó en Blastmon, tan efectivo como siempre. El siniestro Digimon no pudo evitar que su cuerpo quedara totalmente paralizado, siendo rodeado por energía estática. Lo único que pudo hacer fue soltar un par de gruñidos de inconformidad y luchar en contra de la fuerza que lo mantenía inmovilizado. Nene miró fugazmente hacia atrás para encontrarse con Lelouch, descubriendo que el muchacho ya estaba alejándose.
— ¡Lelouch, espera!
El chico ignoró olímpicamente la voz de su amada y siguió su camino, hasta llegar a una de las montañas de escombros más grandes que pudo encontrar. Por el rabillo del ojo consiguió ver que Nene se enfrascaba en una batalla contra un par de IceDevimon que intentaban someterla, mismos que al mismo tiempo trataban de mantener a Oggi y Diethard a raya. Nene consiguió aniquilar a sus enemigos cuando uno de ellos le propinó severos rasguños en el brazo derecho. La sangre comenzó a gotear en el suelo en el momento exacto en que los Datos de IceDevimon se elevaron hacia el cielo.
Resuelto, Zero tomó un trozo de escombro del suelo y lo lanzó hacia un IceDevimon, exclamando.
— ¡Oye! ¡Es por aquí!
Y obteniendo la atención deseada, por parte de al menos una gran parte de los enemigos, realizó el estilizado movimiento con su brazo para activar su Geass y decir:
—Lelouch vi Britannia les ordena, bastardos... ¡Morir!
Los IceDevimon que se vieron atrapados en los efectos del brillo del Geass quedaron totalmente paralizados, al igual que su líder, con la excepción de que ellos estallaron en cuestión de segundos.
Zero sólo esbozó una gélida sonrisa que Nene le devolvió en la distancia, sintiéndose de nuevo como el líder sanguinario y poderoso que alguna vez fue.
Los efectos de las explosiones causadas por el ataque inicial de Blastmon consiguieron llegar hasta el refugio de Lloyd, en la forma de ondas expansivas que hacían crujir la estructura. Así que el baño relajante que el equipo de Kira tomó dejó de ser efectivo, pues al instante comenzaron a ser atacados por las dudas y la incertidumbre. Nunally estaba hecha un manojo de nervios, sólo pensando en su hermano y sin poder sentirse tranquila a pesar de que Tagiru la abrazaba por los hombros para ayudarle a sentir un poco de seguridad. Kira se acercó velozmente hacia Lloyd, sin poder dejar de pensar en todos los escenarios oscuros que invadían su mente. Nene y Lelouch podían estar enfrascados en una batalla, mientras el resto estaba ocultándose... ¿Dónde estaba el honor en eso? Una última onda expansiva se hizo presente, causando que las luces parpadearan sólo por un par de segundos antes de volver a su intensidad habitual.
— ¿Alguien tiene idea de lo que está pasando afuera? —preguntó Zoe igualmente angustiada—. Algo me dice que no todo está bien.
—Aunque lo supiéramos, no hay nada que nosotros podamos hacer —respondió Yuu.
—Nene y Lelouch estarán bien —aseguró Tagiru—. Sólo debemos ser pacientes. Quizá son ellos quienes están pateando el trasero de los enemigos.
— ¿Schniezel va a morir...? —preguntó Nunally con un hilo de voz.
Una potente explosión ocurrió en ese momento, llegando desde la lejanía. Un poco de polvo se desprendió del techo del refugio.
—La única manera en la que nosotros podemos pelear es usando los Xros Loaders —les recordó Akari—. Debemos ser pacientes.
— ¡Lo he logrado!
El grupo se apiñó alrededor de Cecile en cuanto la escucharon exclamar aquello. Ella giró sobre su asiento para mirar a quienes esperaban impacientemente a que ella les diera noticias. Se mantuvo en silencio, sólo permitiendo que la pantalla encendida del ordenador diera por sí misma la respuesta.
En la pantalla encendida aparecía el símbolo que representaba al Xros Heart, pues el Xros Loader de Yuu era el que aún permanecía conectado al ordenador. Alrededor del símbolo había pequeñas burbujas con otros símbolos extraños cuyos nombres estaban escritos en código binario. El interior de un Xros Loader estaba lleno de información críptica y, muy posiblemente, útil para obtener cualquier tipo de victoria. Y lo más importante de todo: la pantalla del Xros Loader estaba encendida.
— ¿Funcionan? —urgió Akari.
—Sólo hay una manera de comprobarlo —intervino Lloyd, abandonando por un instante su tarea de entrar al pendrive y de abrir el portal.
Resuelta, Kira tomó su DigiLector y lo aferró con fuerza. Su Emblema centelleó, así como hizo la pantalla. Presionó un botón aleatorio, accediendo a una función desconocida. Un mapa de los alrededores, de Britannia, se desprendió en la forma de una imagen holográfica. A casi diez kilómetros del sitio donde se encontraba ella, representada con una diminuta imagen del Emblema del Valor junto con otras representaciones de sus compañeros, pudo ver una pequeña esfera de color rojo rodeada por otros pequeños puntos del mismo color. Y cerca de eso, que debía ser una representación del enemigo, se encontraba una versión en miniatura del escudo del Xros Heart en compañía de tres esferas de color azul.
— ¿Qué es esto...? —preguntó la chica para sí misma—. No sabía que el DigiLector pudiese hacer algo así.
—He liberado todas sus carpetas y subcarpetas, desde el ordenador —respondió Cecile—. Una gran parte de la información se mantenía oculta, hasta ahora.
—Ese escudo de Xros Heart debe ser Nene —dijo Yuu—. ¡Tenemos que ir a ese punto!
—Pero no sabemos cómo manejar un Knightmare —intervino Nunally angustiada.
Kira mordió su labio inferior y lo decidió, sin pensarlo durante más de una milésima de segundo:
—Quizá no podamos usar una de esas máquinas, pero sí tenemos nuestro propio poder de nuestro lado. ¡Lloyd! —Añadió mirando al hombre—. ¡Sigue trabajando en el portal! ¡Iremos a buscar a Nene y a Lelouch, estén en donde estén!
El grupo salió corriendo entonces, no sin Kira tomara el Xros Loader de Nene para luego liderar la marcha. Nunally permaneció en compañía de Lloyd y Cecile, cerrando sus manos a la altura de su corazón y despidiendo a sus amigos en silencio. Al estar fuera de la base de operaciones, y estando entre la colección de Knightmares de Lloyd, los Digimon Hunter extendieron sus Xros Loaders hacia el frente para exclamar:
— ¡Reload, Gumdramon!
— ¡Reload, Damemon!
— ¡Reload, Opossumon!
— ¡Reload, Dorulumon!
Kira hizo otro tanto con el DigiLector, diciendo:
— ¡Reload, Cheepmon!
Los Digimon salieron de los dispositivos, sin tener intenciones de tener un ameno reencuentro con sus amigos. Todos ellos compartían el mismo pensamiento que sus compañeros humanos. Había algo más importante que hacer, lejos de abrazarse y de demostrarse el cariño mutuo. Salieron hacia el exterior y localizaron de inmediato las nubes de humo que delataban la posición del campo de batalla.
—Ya habrá tiempo para reencuentros, chicos —dijo Kira decidida—. ¡Debemos ir a pelear! ¡Es hora de Digievolucionar!
El resto de sus amigos y de los Digimon asintieron a la par. Los Xros Loaders brillaron, el cuerpo de Kira fue rodeado por ese resplandor anaranjado que le daba a su compañero la fuerza para pasar al siguiente nivel. El brillo de la Luz de la Súper Evolución dio, por un breve instante, la esperanza de que existiera una oportunidad de encontrar una salvación para Britannia.
— ¡Gumdramon, Chou Shinka!
— ¡Damemon, Chou Shinka!
— ¡Dorulumon, Chou Shinka!
— ¡Opossumon, Chou Shinka!
Arresterdramon, Tswarmon, JagerDorulumon y Cho-Hakkaimon hicieron acto de presencia, así como Cheepmon se transformó en Devidramon. Zoe esperó a que todos hubiesen Digievolucionado para hacer aparecer la esfera de DigiCode en su mano derecha. Sintió el poder del viento corriendo por sus venas, dotándola de fuerzas que hasta ese momento eran desconocidas. Esbozó una sonrisa de satisfacción y una mueca de determinación, uniendo su D-Scan con el DigiCode y exclamando:
— ¡Doble Spirit Digivolves a... AncientIrismon!
Una vez que todos Digievolucionaron y estuvieron enteramente listos, el grupo se dirigió a toda velocidad hacia las nubes de humo.
Resistan, pensó Kira. La ayuda va en camino.
La lanza del Gloucester de Cornelia se impactó contra el brazo derecho de Blastmon para anunciar la llegada de la artillería pesada. Villetta, montada en un Akatsuki, arremetió contra el gigantesco Digimon a punta de una ráfaga de balas. El cuerpo de Blastmon se regeneraba al recibir los impactos de las balas y él, sólo riendo como un maniático, disparaba sus rayos de energía en contra del Galahad que manejaba Schniezel. Nene y Lelouch tenían las manos atadas, pues no había ningún Knightmare que ellos pudiesen utilizar. Lo único que les quedaba era seguir aniquilando a los IceDevimon que se multiplicaban por cientos. Schniezel se recuperó del último impacto recibido y golpeó a Blastmon con la espada de su Knightmare, cortando de tajo uno de los brazos del enemigo sin saber que éste se regeneraría para darle una serie de puñetazos que abollarían por completo el Knightmare y lo dejarían inservible. El Galahad fue derribado al instante, sin que Schniezel pudiese hacer nada evitarlo. Blastmon no se detuvo ahí, sin embargo. Atacó con los diamantes que brotaron de su cuerpo, atravesando el cuerpo del Galahad y causando que de éste comenzara a emanar humo. En el interior de la cabina del piloto, Schniezel se vio atrapado en una descarga eléctrica que se desprendió de los controles cuando el sistema colapsó.
— ¡Diethard, ve a sacar a Schniezel de ahí! —ordenó Zero.
Diethard obedeció en el acto, sacando a Schniezel del Knightmare antes de que éste estallara irremediablemente un par de minutos después. Villetta sucumbió de la misma manera, cuando uno de los diamantes atravesó la cabina del piloto y derribó a la máquina dejándola totalmente inservible. Fue Oggi el encargado de rescatarla, pues el Akatsuki igualmente estalló. Cornelia aceleró a fondo entonces y utilizó la jabalina de su Gloucester para apuñalar el pecho de Blastmon. El cuerpo del Digimon se regeneró en el acto y lanzó el contraataque, ordenando que dos IceDevimon congelaran la mitad del cuerpo del Gloucester para inmovilizarlo. Cornelia luchó contra los controles del Gloucester que repentinamente dejaron de funcionar y sólo pudo gritar cuando sintió en sí misma el impacto del Corte de Diamante de Blastmon. La mitad del Gloucester que no había sido conglada cayó al suelo, causando que Cornelia resintiera el impacto en toda la extensión de su columna vertebral. Nene y Lelouch apretaron sus dentaduras con impotencia, aceptando a regañadientes que no había manera de vencer a Blastmon mientras él siguiera regenerándose. La mente de Lelouch trabajaba a tal velocidad que ver surgir un poco de humo de sus orejas no habría sido sorpresivo.
Si su cuerpo se regenera entonces tenemos que encontrar una manera de que no pueda sanar ninguna de sus heridas, pensó el chico.
Y Nene, casi como si hubiese leído la mente de su amado, pensó en la respuesta.
Una explosión.
Apenas pudo separar los labios para decírselo a Lelouch, cuando desde la distancia llegó un rayo de energía de color rojo al mismo tiempo que la voz de Devidramon exclamaba:
— ¡Tormenta de Tinieblas!
El ataque de Devidramon aniquiló a los pocos IceDevimon que quedaban con vida, causando que Blastmon sonriera como un siniestro niño en Navidad. La artillería pesada llegó entonces, posándose en la tierra de nadie que separaba a Blastmon de los Knightmares destruidos. Fue AncientIrismon quien se posó frente a Nene y Lelouch para protegerlos del enemigo, al mismo tiempo que Yuu exclamaba desde el lomo de Arresterdramon en los cielos:
— ¡Hermana, toma esto!
Nene levantó la mirada y acunó en sus manos el Xros Loader de color lavanda, cuya pantalla se encendió de golpe para que ella pudiera recargar a Sparrowmon y a Mervamon. La guerrera Digimon se unió a la lucha, saltando a gran altura para golpear a Blastmon con la Olympia y luego situándose frente al Gloucester de Cornelia, dándole a la mujer la oportunidad de arrastrarse lejos antes de morir a causa de la explosión que destruyó la cabina del piloto. Sparrowmon miró entonces a Nene y la chica compartió una mirada con Kira, quien observaba todo desde las alturas. Kira asintió para dar su aprobación al plan repentino y Nene miró en silencio a Lelouch, quien asintió a su vez para tomar el Xros Loader en conjunto con su amada hasta que la forma del Geass apareció en la pantalla.
— ¡Sparrowmon, Chou Shinka! —exclamaron ambos.
RaptorSparrowmon no tardó en hacer su aparición, saltando para posarse sobre la cabeza de Arresterdramon y proyectando con su cuerpo la sombra de Zero cuando usaba su máscara. Realizó el movimiento de las manos aprendido de Lelouch y su propio Geass congeló el tiempo momentáneamente, dándole al equipo la oportunidad de comunicarse durante unos breves segundos.
— ¡Yagami! —Exclamó Zero desde el suelo—. ¡Sólo tenemos oportunidad!
— ¡El cuerpo de Blastmon se regenera! —Explicó Nene—. ¡No podremos vencerlo si le das la oportunidad de sanar sus heridas!
Kira asintió de nuevo y en sus ojos se reflejó por un instante el valor y la determinación que sólo ella podía poseer.
— ¡Ya han escuchado! —Exclamó en su rol de líder—. ¡Atacaremos todos a la vez!
RaptorSparrowmon movió nuevamente su brazo para retirar los efectos de su Geass y antes de que Blastmon pudiese atacar de cualquier manera, Nene y Lelouch exclamaron:
— ¡¡Ahora!!
El primer ataque llegó por parte de Tswarmon, quien atrapó a Blastmon con su Digi-Ninpou de las telarañas electrificadas que se unieron a los efectos del Prism Garret de Arresterdramon. Blastmon disparó los diamantes de su cuerpo a la par, mismos que no pudieron atravesar el cerco de fuego que Cho-Hakkaimon interpuso y que luego se transformó en un torbellino que atrapó al enemigo. La Tormenta de Tinieblas de Devidramon se unió a la Sinfonía de Arcoíris, que adquirieron fuerza extra gracias a un golpe de la Olympia de Mervamon. Blastmon retrocedió y su cuerpo comenzó a cuarearse a causa del impacto. RaptorSparrowmon se elevó entonces en los aires y convirtió sus brazos en una ametralladora que disparó dardos destructivos al grito de Galahad Shot. Con el cuerpo parcialmente destruido, Blastmon cayó de bruces. Tagiru entonces miró a Akari, que iba sobre el lomo de Devidramon, y exclamó:
— ¡Es todo tuyo, Akari!
— ¡Ahora, JagerDorulumon! —respondió ella.
El golpe definitivo de la jabalina de JagerDorulumon atravesó el cuerpo de Blastmon, causando que el cuerpo de éste comenzara a distorsionarse. Akari bajó de Devidramon de un salto y corrió hacia el enemigo. Realizó un movimiento con el Xros Loader para crear el halo de luz de color púrpura que se encargó de almacenar los datos de Blastmon en el Xros Loader anaranjado. Ella lo sostuvo en alto y sonrió, diciendo:
— ¡Digimon, captura completa!
Schniezel, resguardando a su hermana en brazos, sólo pudo dejar salir una leve expresión de asombro a la que Cornelia se unió.
Era duro admitirlo, pero no había otra opción.
El equipo de los Digimon Hunter realmente poseía un poder inigualable.
Todos bajaron de sus respectivos Digimon para reunirse con Nene y Lelouch. Los Digimon volvieron a su etapa de entrenamiento y se fundieron en fuertes abrazos con sus compañeros. Los DigiSpirits de Kazemon y Zephyrmon saludaron a Zoe desde la pantalla de su D-Scan. El reencuentro pareció ser eterno, aún a pesar de haber durado tan sólo un par de minutos. Al finalizar, Kira pasó una mano por su largo cabello negro y soltó un silbido. Miró a Cheepmon y le dedicó un guiño, para luego rodear los hombros de Nene con un brazo y decir:
— ¡Bueno, eso sí que ha sido intenso!
—Kira se encuentra en su elemento —se burló Zoe—. Al menos nuestros amigos ya pueden estar con nosotros. Eso quiere decir que no todo está perdido.
—Lo único que nos queda es volver al Mundo Digital —asintió Tagiru—. Y será mejor que lo hagamos pronto, antes de que cualquier otra cosa suceda.
—Tagiru, ¿en dónde está Nunally? —preguntó entonces Lelouch al darse cuenta de que su hermana no formaba parte del grupo.
—La hemos dejado con Lloyd —respondió el muchacho.
— ¿El portal ya está abierto? —urgió Nene.
—Cuando partimos, aún no lo estaba —respondió Yuu—. Pero todo puede haber pasado en estos minutos que estuvimos fuera.
—Es posible que ya esté todo listo para nuestra partida —dijo Kira decidida—. Tenemos que volver a ese lugar cuanto antes.
— ¿Se van?
Todas las miradas se posaron entonces sobre Schniezel y Cornelia. Nene y Lelouch se acercaron a ambos y asintieron a la par.
—Ya es hora de partir. Nuestra alianza ha sido saldada —dijo Lelouch.
—Lloyd nos espera —secundó Nene—. Debemos hacer todo lo posible para evitar que esta oportunidad se pierda. Quizá nuestra simple reunión nos ha dotado de ese poder que sólo ustedes pueden darnos.
Cornelia intentó decir algo, pero se contuvo en el último momento. Villetta tan sólo buscó debajo de sus ropas hasta encontrar algunos repuestos para el cartucho de su arma. Avanzó hasta Zero para entregárselos, diciendo:
—Suerte.
Él asintió, queriendo pedir disculpas por haber utilizado el Geass con ella en aquella ocasión al inicio de su propia historia.
—Volveremos a vernos, entonces —dijo Schniezel—. No olvidaré este encuentro, ni lo que ya hemos decidido.
—Cuídate, Schniezel —respondió Nene—. Cuida a todo lo que queda de Britannia. Y tengan paciencia, que nosotros nos encargaremos de que todo esto pronto sea sólo una pesadilla.
El hombre rubio se limitó a asentir con la cabeza.
El grupo se despidió con sacudidas de las manos. Oggi y Diethard condujeron al resto del equipo al auto donde los llevarían hasta el refugio de Lloyd. Nene y Lelouch cerraron la marcha. Dieron apenas unos pasos, pues la voz de Cornelia se hizo escuchar.
—Amano, espera.
Nene se giró y se llevó una gran sorpresa al ver que Cornelia avanzaba hacia ella para entregarle sobre su propia arma, ofreciéndole el mango para que la Idol la tomara. Nene lo hizo, mirando a la mujer con recelo.
— ¿Qué es...?
—Lo lamento —dijo Cornelia con firmeza—. La bala que disparé aquel día no debía arrebatar la vida de otro que no fuera ese muchacho.
Nene asintió en silencio y respondió, teniendo cuidado de elegir sus palabras correctamente.
—Acepto tus disculpas.
Estrecharon manos, causando que Nene sintiera que estaba traicionándose a sí misma, y la Idol finalmente se unió al grupo. Cornelia despidió a Lelouch con un movimiento de la cabeza que el chico devolvió. Al encontrarse los tres hermanos allí, separados sólo por una tierra de nadie, Schniezel sólo pudo decir:
—Nos volveremos a ver, Lelouch.
A lo que el chico moreno respondió en voz baja:
—Antes de lo que imaginas... hermano.
Lelouch se giró y siguió a sus amigos, lidiando contra su propia oscuridad durante un breve instante antes de volver a centrarse en lo que era realmente importante.
El viaje en auto fue silencioso, pues la expectación que todos sentían no les permitía entablar conversación alguna. Después de todo, la idea de que los Xros Loaders hubiesen vuelto a funcionar solamente servía para dotarlos del deseo de volver cuanto antes al sitio místico que tanto los necesitaba. Tan fuerte era ese anhelo que bajaron en tropel del auto en cuanto éste volvió al refugio de Lloyd. Entraron a través de todas las puertas necesarias hasta que se encontraron con Nunally, quien los recibió con cálidas sonrisas y se fundió en un fuerte abrazo con su hermano. Lloyd se levantó de su silla y llegó cojeando hasta el lugar donde se detuvieron los recién llegados. Hubo un breve intercambio de historias que Kira interrumpió, diciendo apresuradamente:
— ¿Está todo listo, Asplund?
El hombre asintió y condujo al equipo hasta una pequeña cámara oculta donde se encontraba encendido el mismo portal que Nene, Nunally y Tagiru habían atravesado alguna vez para salir de Britannia luego de aquella intensa aventura. Todos pudieron respirar tranquilos durante un instante.
—No podré mantenerlo encendido el tiempo suficiente —informó Lloyd—. Así que escuchen con atención. En esos dispositivos que llevan con ustedes, Cecile ha copiado toda la información que se nos fue otorgada para enviar a Suzaku a ese mundo. Esperamos que eso sea suficiente. Convendría que se tomaran un momento, estando en ese mundo, para ver todo lo que ahora tienen en su poder. El pendrive, sin embargo... —Hizo una pausa para entregar el objeto en manos de Lelouch. El chico lo aferró con fuerza y lo dejó dentro de su bolsillo—. No he podido acceder a él, pero estoy seguro de que en ese mundo encontrarán alguna manera. Nos comunicaremos mediante esto —añadió también, entregando en manos de Lelouch un aparato similar a un teléfono móvil—. Haré todo lo que esté a mi alcance para ayudarlos, y para ayudar a Suzaku.
—Muchas gracias, Lloyd —dijo Nene dándole un veloz abrazo al hombre que sólo se mostró ligeramente sorprendido—. Nunca podremos pagar lo que has hecho por nosotros.
—La mejor manera es terminando con esta pesadilla —dijo Lloyd—. Uniendo a ambos mundos para beneficiarnos a todos.
—No lo olvidaremos, Lloyd —dijo Zero—. Jamás.
Lloyd se limitó a asentir.
El grupo se colocó entonces frente al portal. Se despidieron de Cecile y Lloyd y comenzaron a atravesarlo. Uno a uno, los Digimon Hunters y Zoe fueron desapareciendo a través de la luz cegadora. Nunally, Tagiru, Kira, Lelouch y Nene se rezagaron para esperar a que todos hubiesen partido.
—Nunally, entra tú primero —ordenó Lelouch, totalmente reacio a abandonar a su hermana en Britannia.
Ella asintió y atravesó el portal en compañía de Tagiru, que no soltó la mano de la chica en ningún momento. Lelouch suspiró con pesadez.
—Zero.
El chico miró entonces a Oggi y Diethard, que en ese momento dieron un par de pasos al portal. Ambos se cruzaron de brazos, quizá esperando a que Zero les indicara que no podían acompañarlos. Nene estaba a punto de empezar a expresar las razones por las que habría apoyado ese plan, pero Zero fue más veloz al decir:
—Sí. Ustedes entren también. Los necesitaré.
Ambos hombres atravesaron el portal entonces. Nene no pudo hacer más que asentir para sí misma, a sabiendas de que Lelouch debía tener algún plan bajo la manga que sólo dos de sus allegados más leales podían ayudar a cumplir.
Kira dio un paso hacia el portal entonces, para sacar el DigiLector de Clarisse de su bolsillo y mirarlo durante una fracción de segundo.
—Este maldito aparato está a punto de volver al infierno de donde salió —dijo enfurecida—. Juro que si no encuentro a Katsura en ese lugar, voy a...
—Por ahora será mejor que guardes tu ira —le recomendó Nene dándole a la chica una palmada en la espalda—. La necesitamos ahí.
—Necesitaremos un milagro —dijo Kira.
Lelouch, sin embargo, negó con la cabeza y respondió:
—El milagro nunca sucederá si nosotros no hacemos que suceda.
Kira y Nene esbozaron media sonrisa, intentando darle la razón a las palabras del muchacho.
—Andando, entonces —dijo Kira decidida—. Vamos al Digimundo. A nuestro hogar. Por última vez.
—Sí —secundó Nene—. Vamos a salvar nuestro hogar, una vez más.
—Vamos a ese mundo a dar un mensaje —terció Lelouch.
Kira frunció el entrecejo.
— ¿Mensaje? —preguntó—. ¿Qué mensaje?
La expresión fría de Zero se hizo presente.
—Aquellos con poder, tendrán que temernos —dijo—. Aquellos sin poder, podrán venir a buscarnos. El mundo será juzgado por nosotros.
—La Orden de los Caballeros Negros —finalizó Nene.
Los tres compartieron una mirada de complicidad antes de atravesar juntos el portal. Olvidaron todo lo que había en Britannia por un instante. Toda la desolación, la muerte, la desesperación y los viejos rencores del pasado. Todos unieron sus esperanzas, creyendo que en el Mundo Digital encontrarían a sus otros amigos.
Por supuesto, ninguno de ellos tenía idea de lo que encontrarían al llegar. Ninguno podía prever que el Mundo Digital, de una manera sin precedentes, se había convertido en un sitio oscuro y letal.
Sumiéndose en el silencio y en la repentina desolación, Lloyd se cruzó de brazos y vio que la luz resplandeciente se apagaba. Cecile dio un par de pasos hacia él.
— ¿Estarán bien? —preguntó ella.
Lloyd sonrió y por respuesta, decidió hablar para quienes ya no estaban allí.
—Buena suerte, elegidos. La necesitarán.
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