Chad

Ordeno por décima octava vez en la noche los cubiertos, corroborando de que todos estén simétricos, que nada se salga de la línea imaginaria de perfección que he creado en encima de la mesa. Némesis es perfecta y esta noche todo tiene que serlo ¿Porque vendrá verdad? Aunque no quiero hacerme ilusiones.

Quiero relajarme. Lucho con mi mente, pero la desesperación es más fuerte que yo obligándome a tomar las llaves del auto para dirigiéndome a paso firme fuera del depa. Iré por ella, eso haré. No pienso perder la única oportunidad que tengo de remediar lo errores que cometí.

Subo al auto después de varios segundos debatiendo si lo que haré es correcto. Pero es tarde cuando piso el acelerador y salgo del estacionamiento en dirección a donde mi agente favorita. Su depa no está muy lejos del mío, sin embargo la avenida se me hace eterna mientras cada dos segundos observo mi celular para darme cuenta de que no ha llamado.

Hay ciertas cosa que aunque uno no quiera y las evite se salen de nuestro control. Hice todo lo que estuvo en mis manos para negar cualquier sentimientos que estuviese creciendo dentro de mi por Némesis. Incluso interiormente me convencí de que si la trataba horrible podía alejarse y dejarme, irse de mi vida, pero quien no pudo hacerlo fui yo porque ya la estaba comenzando a querer. Ya se había metido bajo mi piel. Entonces no puedes hacer nada para quitarte el tatuaje que marca tu corazón y esos son irreversibles. Si lo intentas quitar acabas rompiendo y destruyendo tu órgano más importante ¿Que somos sin un corazón? Nada.

Sostengo tengo el volante con ambas manos cuando aparco fuera de su edificio. Puedo ver La Luz de la casa encendida y me pregunto ¿Qué está haciendo? Quizás cocina o tal vez no este en casa ¿Qué demonios hago aquí? Mejor me largo.

<<Eres un cobarde>> grita mi subconsciente.

Resoplo con enfado. Quiero que haga silencio esa horrible voz del inconsciente, pero la muy desgraciada tiene la razón. Todo este tiempo he sido un hombre muy cobarde. Un degenerado que usa a las chicas y la has abandona, que las ve como un objeto sexual. No tengo perdón y lo tendré bien merecido cuando el karma venga a desquitárselas. Aunque estaría bien arreglar el daño, dejarme amar. No tengo la culpa que nadie me haya enseñado que significa. Quizás si lo intento con ella, puedo... Pero, no, mejor me largo. Antes dijo que llamaría si aceptase y no la echo. No quiere salir, no quiere darme una oportunidad.

Con un sabor amargo en mi boca producto de la desilusión y la pura cobardía. Enciendo el auto una vez más dispuesto a irme cuando una notificación revoluciona todos mis sentidos y mi corazón vuelve a bombear sangre a todo mi sistema. Esbozó una sonrisa al leerlo.

<<Soy completo idiota>>

N: ¿Habías dicho cita?

Bajo del auto a toda velocidad con una sonrisa de estúpido en el rostro. Esto de estar enamorado es adictivo. Como una droga de la que no puedes despegarte. Y quieres más y más hasta que te consume.

Ch: Cita, cena, el inicio de todo. Como quieras llamarle

N: ¿El inicio de todo?

Ch: ...

Me limito a no contestar, no con palabras. Esas las diré frente a ella.

N: Eso es cruel.

Ch: Por cierto. Creí que no aceptarías.

N: todos merecemos segundas oportunidades ¿no lo crees?

Ch: Si lo creo.

N: ¿Vienes o qué?

Ch: ¿Ya estas lista rapunzel?

N: ¿Rapunzel?

Ch: Deja caer tu cabello. Estoy abajo.

Sale hacia el balcón con una hermosa sonrisa. Creo que unas de las cosas que más me gustan de ella es la curva tan sexy que sé dibuja en su boca cada vez que sonríe. Me hace sentir eufórico y sediento de su ser saber que soy quien provoca tanta belleza. Porque la alegría es uno de los sentimientos más bonitos que hay.

-No pierdes el tiempo -contesta la llamada provocando que ría por el comentario. Solo ella dice estas cosas.

-Contigo nunca -un silencio navega entre ambos. El tiempo se pausa, no puedo ver ni sentir nada más que su respiración por el celular y su mirada congelada en mi dirección.

<<¿Acaso dije algo inapropiado?>>

<<Has metido la pata, seguro que si>>

-Ne...

-Bajo en cinco minutos -interrumpe mi intento de disculpa y antes de que pueda volver a hablar desaparece de mi vista.

Los cinco minutos más eternos de toda mi existencia. La segunda vez que he tenido miedo en mi vida de adulto, porque la primera fue cuando creí que moriría por mi causa en aquel lugar. Miedo a perderla a extrañarla. Joder, y como lo hago, cada segundo la extraño, quiero que esté pegada a mi todo el maldito rato. Sin importar lo que diga, se que no ve a nadie más. Se que miente para que me aleje. Al final ambos somos iguales, dos extremos de una misma cuerda.

Cuando atraviesa la puerta del edifico en mi dirección, tan decidida, tronando sus tacones negros sin temor a que la tierra tiemble bajo ella, porque esa mujer es puro fuego, un maldito volcán. Puedes sentir la tierra arder bajo su paso. Y no hablar de sus labios, rojos como una cereza, tan apetecibles que tengo que tragar saliva para no babear.

Me remuevo en el lugar e inconscientemente arreglo mi esmoquin. Será porque me siento demasiado minúsculo cuando ella se acerca.

-Estas hermosa -la halago cuando está a solo centímetros de mi y su mejilla roza la mía para saludar <<Qué bien huele>>. Ella es polvo de hadas directo a neverland. Es magia y su olor te hace levitar.

Suelta una sonrisita nerviosa que enrojecen sus mejillas -Gracias. Tú también estás muy guapo -sonrió como idiota sin saber que hacer o decir. Ambos en la acerca sonriéndonos cómo dos idiotas adolescentes. Por ello abro la puerta para esta la cual toma asiento del lado del copiloto y yo bordeo el auto para subir frente al volante. Listos y con los cinturones puestos, piso el acelerador.

-¿A donde iremos? -pregunta.

-A mi casa -sus ojos se achinan cuestionado mi decisión.

-No pasará nada. Lo prometo... Bueno, a menos que quieras claro -suelto una risa con sorna y ella golpea mi hombro.

-Chad...

-He preparado yo mismo la cena. Era una sorpresa, pero la has arruinado con tu desconfianza.

-No creo que deba de confiar en ti, al menos en estos temas.

-Yo tampoco creo que lo debas hacer -abre los ojos como platos. -Esa hubiera sido la respuesta del viejo Chad, pero el nuevo, el que lo quiero intentar contigo, el real. Solo desea cenar y escucharte. Nada más.

-¿Es esto real? -habla entre risas mientras pellizca su piel. Se está burlando de mi.

-no bromeo Némesis. Hoy empezaremos de cero. Quiero que olvidemos todo. Finjamos conocernos esta noche. O mejor, conozcámonos.

-¿Por qué quieres empezar de cero? -su pregunta detiene mi respiración. Me había olvidado por un momento que era Némesis y era directa. A ella no puedo irle con rodeos.

-Pues... porque... -¡mierda! ¡¿por qué es tan difícil?!

-¿por qué Chad? -nos detenemos fuera de mi edificio.

-¿subimos? -propongo evadiendo la pregunta. Estoy muy nervioso. Creo que me duele el estómago.

-¡No subiré hasta que me digas que quieres exactamente! -exclama algo enfadada.

Me volteo a ella aún sosteniendo con mi mano izquierda el volante y aferrándome a él para que no se note que tiemblo más que una gallina sin plumas - ¿Quieres ser mi novia Anderson? -Logro preguntar sintiendo que expulso todo el aire que había contenido en los pulmones.

Ella no dice nada, sin embargo baja la cabeza y nerviosa juega con su bolso.

-No tienes que responder ahora -tomo su mano. No quiero presionarla.

-¿Crees que funcione? -vuelve su vista a mi.

-Si no funciona lo intentaremos hasta que lo haga. No pienso rendirme con esto. Y se que tú sientes lo mismo. No sé si es amor. Pero Némesis, lo único que quiero ahora es estar contigo -¡joder! ¿Soy yo este manojo de impulsos?

-¿Cenamos? -propone con un sonrisa en su rostro. Sonrisa que me calienta el alma.

-Bien -salgo del auto para abrir la puerta por ella. Juntos de la mano subimos a mi depa a cenar.

Espero que le guste la sorpresa.

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Holiwiiii chiquitines

Espero que les guste el capítulo ❤️
Iba a actualizar ayer pero fue mi cumple 🎉🍾 así que aquí tienen el capítulo.

Estoy corrigiendo el próximo. Estén atentos.

Si ven errores no olviden decirme.