Némesis

Por un segundo me quedo debatiendo si debo de continuar o no con lo que estoy haciendo, pero su mano me levanta del suelo y me atrae hasta él pegando nuestros cuerpos. Mi cara se calienta y puedo apostar que parezco un tomate maduro.

-Eres hermosa

-¡Osea! ¿Acaso eso salió de la boca de Chad Benson o es otro truco para llevarme a su cama está noche? - él sonrie y tiemblo inconscientemente.

-No es menos cierto que no es mala idea pero no es a mi cama a donde quiero llevarte precisamente esta noche.

Me quedo perpleja por unos segundos.

Enserio tengo en frente a Chad.

-¿Entonces? -pregunto confundida aún pegada a su cuerpo. Sus ojos están sobre mis labios.

-Hoy es el aniversario de boda de mis abuelos. Quiero que vengas conmigo, mi abuela quiere verte -Los nervios atacan mis sentidos.

-Estas seguro. No me gusta eso de mentir. Tú abuela es una persona increíble y las mentiras tarde o temp.....

Sus labios se estampan contra los míos obligándome a callar.

-Hablas mucho agente Anderson. Callada te vez más sexy y para completar ese don vendrás conmigo a un lugar -Su mano se entrelaza con la mía y salimos de la oficina. Todos nos voltea a ver incluso Sheyla que me observa como si quisiera asesinarme en cambio yo le guiño un ojoscomo buena amiga que soy.

Cómo es de costumbre abre la puerta del copiloto para mí y da la vuelta a tomar el volante.

-Puedo saber a dónde me llevarás -pregunto ansiosa.

-Vamos de compras. Quiero compensar el vestido que rasgue la última vez y de paso saber qué clase de tela quitaré esta noche - Finaliza el discurso con una sonrisa, un guiño de ojo que me deja atontada y con una sonrisa en la cara de adolescent estúpida de secundaria.

-¿Cuántos años llevan de casados tus abuelos? -Pregunto.

-Hoy hacen unos cuarenta años y la verdad ¡No sé cómo pueden! Debe ser aburrido estar tanto tiempo con la misma persona. Aunque ellos no parecen aburrirse nunca -concluye.

-Eso es porque se aman. Cuando tienes al lado esa persona especial no necesitas nada más. Ojalá algún día yo pudiera vivir algo así de bonito -confieso.

-¿Ah sí? -sus manos acarician el volante con fuerza -¿Tú crees en toda esa mentira del amor?.

-Claro. Estar enamorada es lo más bonito que te puede pasar. Sientes que estás en las nubes todo el tiempo. No paras de pensar en esa persona y de una forma u otra tus días cobran sentido. Es algo realmente gratificante -explico.

-¿Te has enamorado alguna vez? -pregunta él sin quitar la vista de la carretera.

-Si, lo considero algo imposible, prohibido. Él nunca supo que lo ame en silencio. El caso es que se siente realmente bien -Nuestras miradas se encuentran.

-Es una puta mierda el amor
-dice bajando del auto para abrir la puerta por mí y extenderme su mano para entrar a la tienda -Por eso prefiero follar. Es más divertido y menos doloroso.

Trago saliva y entramos a la tienda.

Obvio que no es doloroso. A él no lo ponen en cuatro.

La tienda es realmente cerca de la oficina, podríamos hasta haber venido caminado. Su mano no deja la mía ni cuando una señora de mediana edad se acerca a nosotros con una sonrisa.

-¡Chadi cariño cuánto tiempo! -no puedo evitar reír y este me fulmina con la mirada.

-¿Chadi? -me burlo y este agita su cabello con la frustración corriendo por sus venas acompañada de la vergüenza.

La señora termina de llegar a nosotros y Chad suelta mi mano para dejarse abrazar por ella quien luego del abrazo toma sus mejillas y las estruja como a las de un bebé.

-¡Que hermoso sobrino tengo por dios! -Chad tomo sus manos y las quito de sus mejillas.

-Tía ¿Quieres dejar de tratarme como un niño? Tengo compañía -La señora clava sus ojos sobre mi con sorpresa. Camina hacia mi dirección y literalmente me vacila de pies a cabeza.

-¿Cómo te llamas querida? -pregunta sin quitar la vista de mi cuerpo.

-Né... Némesis, así me llamo - se queda quita por unos segundos y luego sonríe.

-Lindo nombre, yo soy Emma, pero me puedes decir tía. Teniendo en cuenta que eres la novia de mi sobrino no? -sus ojos viajan de Chad a mí en espera de una respuesta.

-Emm... Si. Némesis es mi novia -balbucea.

-Ya lo sabía, mi hermana me lo había contado. No pudo resistirse cuando la llevaste a casa ¿Cuándo pensabas presentármela? Creí que era esa rubia oxigenada con la que saliste en la revista ayer en la mañana -protesta Su tía.

Chad pone sus ojos en mi y yo finjo asombro. Ya sabía lo de la revista pero igual. No está de más hacerce la víctima de vez en cuando.

-Eso son solo chismes tía, fue una cena de negocios. No es lo que estás imaginado -¡Mentiroso!.

-Bien. Más te vale y tú niña -me señala-. Cuidate de este degenerado infiel.

-¡Tía! He venido ha comprar un vestido para mí novia. Si sigues diciendo tonterías lo más seguro es que ella se vaya y no vendas ese vestido.

Cada vez que dice esa palabra "Novia" se me erizan todos los bellos.

-¡Ohh! Entonces ven conmigo, y tú toma asiento allí -Emma me arrastra hasta un vestidor y deja sobre mis manos un hermoso vestido rosa palo. Lo observó por unos segundos hasta que su voz irrumpe en mis pensamientos.

-Te quedará perfecto. Digamos que es el único que he producido y serás la primera que lo lleve puesto -una sonrisa se dibuja en su rostro-. Toma estos también.

Me extiende unos tacones del mismo color.

-Gracias.

-Anda, entra -me empuja dentro del vestidor y cierra la cortina tras de mí.

Me observo por enésima vez frente al espejo. Este vestido es hermoso y se ajusta a mis caderas perfectamente. La señora tiene estilo y un buen ojo.

Cuando abro la cortina Emma salta sobre mi emocionada. En una anciana bastante divertida.

-!ahhhh! -pega un fuerte grito que aturde mis oídos-. Te queda espertacular.

-Gracias una vez más -repito.

-No agradezcas, ni que fuera gratis. Tú novio millonario lo pagará

Una sonrisa se escapa de mis labios.

-Tienes razón.

Emma tira de mi mano hacia su oficina donde se encuentra Chad. Este está sentado en un sofá texteando algo en su celular que guarda en cuanto nos ve atravesar la puerta.

Sus ojos navegan como barco sin rumbo por todo mi cuerpo hasta detenerse en mis ojos.

-Es hora de irnos -Chad saca un cheque de su bolsillo y lo deja sobre el escritorio de su tía. Acto seguido camina hacia mí y agarra mi mano tirando de mi a paso rápido fuera del lugar.

-Muchas gracias tía ¡Nos vemos esta noche! -Exclama antes de salir del lugar. Ni me da tiempo de despedirme.

Tomo asiento en su auto y el hace lo mismo. Arranca a toda velocidad sin decir una sola palabra avanzando por la carretera.

-He dejado mi ropa en la tienda de tu tía -comento pero no dice nada. Solo conduce y afloja la corbata de su traje. -¿A dónde vamos? Es muy temprano aún para que sea de noche y tengo que arreglarme -averiguo pero sigue sin hablar. Así que me impaciento y estallo -!Me quieres responder! ¿Qué diablos te pasa?.

-Solo calla o no podré controlarme y te follarme aquí mismo -farfulla señalando su entrepierna la cual carga un erección.

-Vale -Paso saliva y cierro mi boca, aunque no seria mala idea. Nunca he tenido relaciones en un auto.

-Good Girl -sonrie sin quitar la vista de la carretera, la cual nos conduce a su departamento.

Ya dentro de su depa me conduce directo a la cocina. Mi vista recorre todo el lugar mientras él prepara bebidas. Tiene buen gusto, la decoración es realmente bonita y elegante. Antes no me había dado cuenta de eso, no tenía tiempo suficiente para que mís ojos detectarán esa peculiaridad ya que siempre estaban en otra galaxia.

-Linda decoración -comento.

-Sheyla se encargó de eso -¡Perdona! ¡Hijo de puta! Mi expresión cambia completamente. Estoy enojada porque si mal no recuerdo había dicho que era la primera chica que traía a su departamento y resulta que Sheyla había venido antes.

-Eres un mentiroso de pacotilla. Sabes algo ¡Me niego! ¡No voy a ir a esa fiesta. Mejor lleva a tu querida Sheyla -Me doy media vuelta para salir de allí pero me acorrala contra la isla de la cocina.

-¿Estás celosa? -junta la punta de nuestras narices y un escalofrío recorre mi columna vertebral.

-Yo...yo... ¡No estoy celosa! Solo digo que eres un mentiroso -balbuceo.

¿Por qué diablos balbuceo?

-Era una broma. La decoración la hizo mi tía Emma. Solo quería ver cómo tus celos invadian todo tu sistema. Me encanta cuando te enojas, te vez mucho más caliente -Su sonrisa me deja atónica por unos segundos a lo que lo sorprendo cuando juntos nuestros labios es un suave beso. Nunca antes nos habíamos besado tan delicadamente. No mete la lengua, solo besa despacio como intentando disfrutar el momento.

Sus manos viajan a mi nuca y se aferra a ella cuando nos falta el aire. Al despegarse de mi me ve a los ojos y coloca un mechón de mi cabello tras mi oreja ¡Que diablos pasa con Chad!

-Me estás volviendo loco pedazo de fuego andante -sus palabras hacen que mis piernas tiemblen y que se aceleran mis latidos.

-¿Este es Chad o Chadi?- Frunce su ceño cuando mis carcajadas hacen eco en toda la cocina.

-Te queda totalmente prohibido llamarme ... -El timbre interrumpe su serio discurso que aumenta más mis ganas de reír-. Esto no se queda así -me amenaza y va a abrir la puerta.

Un montón de personas con uniformes de un salón de belleza aparecen por la puerta acompañados de una chica estirada de al menos unos veintiocho años que me observa de muy mala gana.

-Ella es la chica -Chad me señala y ella camina hacia mí

-Soy más linda que ella -dice tomando mi mentón para verme.

-¡Perdona! -Quito su mano de mi menton y camino hacia Chad no sin antes fulminar a la rubia con la mirada.

-Traes a una de tus conquistas para que me arregle ¡Eres increíble Chad Benson! -protesto.

- Si ¿Qué tiene de malo? -se encoge de hombros. Me rindo, con él nada es malo.

Pero será posible ..

-Se pueden largar ¡Tú no me tocas mi cara y menos mi cabello! Así que fuera no necesito tus servicios -la chica pasa la mirada de mi a Chad quien sólo se ríe.

-¿Chad?- súplica la chica pero él no le hace caso -¡A mí nadie me hecha! ¿Quien dijo que quería maquillar tu horrible rostro? ¡Me largo! - Se da la vuelta y sale hecha humo con sus secuaces detrás que se largan dando un fuerte portazo.

-Acabas de espantar a una de mis conquistas. Eso no te lo perdonaré tan fácil -camina hacia mí.

-Necesito que me lleves a casa. Debo de ducharme y arreglarme, ya casi es la hora.

-Yo iré por tus cosas, mientras ve dándote una ducha -anucia ya listo para atrevesar la puerta-. Ya sabes dónde están las toallas.

-Pero...

Se va sin más dejandome aturdida.

Camino hacia la ducha dejando la ropa encima de la cama. El agua caliente que cae de esta recorre todo mi cuerpo y mi ojos captan las heridas que dejaron las uñas de mi madre en mi mano. Mi corazón se contrae ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué me siento confundida? Él se preocupó cuando las vio ese día. Chad no es esa persona fría y sin corazón. Sus abuelos tampoco lo son ¿Quién es el malo en realidad? Froto mis cabellos con fuerza. Esto cada vez se hace más difícil ya que Chad es una persona demasiado manipuladora y solo me lleva a donde él quiere por más que trato de resistirme. Tengo miedo, tengo miedo de mis deseos frenéticos por él, por sus besos. Tengo miedo de despertar mís sentimientos pero es inevitable no sentir como mi cuerpo se enloquece cuando siento su piel contra la mía.

Suspiro involuntariamente ¡Espera! Su cuerpo contra el mío. Intento girarme pero un cuerpo me lo impide estampando mis pechos contra la pared del baño.

-No te imaginas lo hermosa que te ves de espaldas, toda mojada -susurra cerca de mis oídos y eso es más que suficiente para tenerme mojada y lista para una invasión.

Me gira bruscamente y nuestros ojos se encuentran.

Intento decir algo pero me detiene colocando su dedo índice sobre mis labios.

-No digas nada. Bésame como lo hicistes antes.

Pego mis labios a los suyos sellando sus palabras en un dulce beso. Sus manos me alzan por mi trasero a la altura de su cintura mientras camina conmigo encima hasta arrojarnos empapados en agua a la cama.

Despega sus labios de los míos y los desliza hasta mí cuello donde deja pequeños besos que inspiran a sus manos acariciar mis piernas.

-Chad... -susurro cerca de su oído.

-Silencio fuego andante, que intento hacer...

-¿hacer que?

-olvídalo.