20. Después de la tormenta

Durante toda su infancia y adolescencia Off, amó su habitación. En la secundaria, a él y a un grupo de amigos se les ocurrió la idea de tener una banda.

No cantaba bien, para él, su voz era demasiado aguda como para ser de un chico, eso sin considerar que no entonaba como él deseaba, y aunque nunca se acomplejó, el sueño de ser cantante se vio interrumpido innumerables veces. Aunque claro, en su momento fue su mayor capricho, a tal punto de gastar todos sus ahorros en su primera batería, bajo y guitarra, (su papá le daba una buena cantidad de dinero mensual) y así podía practicar con la mayoría de sus amigos que no podían costear sus propios instrumentos. Estaba la necesidad de tener un lugar donde practicar música pop/rock, porque ese lugar estaba lleno de ancianas renegonas quejándose de las diferencias entre generaciones, y Off casi tuvo que arrodillarse frente a su mamá para que los dejara ensayar en su casa. Pero Dara no soportó ni una semana con tremendo ruido proveniente de la habitación de Off, cinco chicos con instrumentos metidos en un lugar tan reducido, era demasiado. Así que eso cambió gracias a una buena idea que consiguió de su profesor de música. "Espuma acústica", esas dos palabras que solucionaron su vida. La música saliente de su habitación ya no fue tan potente como para romperle los tímpanos a Dara o a sus hijas, el ruido ya no estresaba a nadie y si cerrabas los ojos, podías hasta imaginar que escuchabas la radio, o veías un programa de talentos, porque bueno, tan bien no se escuchaban, pero Dara siempre le dio su apoyo.

Sin embargo, ahora Off le daría otra muy buena función a su habitación y agradecía infinitamente a la espuma acústica.

Sí, adoraba su habitación.

—¡Ahh!

Tomó con firmeza la cintura de su bebé mientras lo mantenía estable, embistiendo lenta pero profundamente contra el cuerpo de su pequeño, alzando las caderas cada que Gun bajaba y hundiendo lo más posible su miembro, hasta el punto de tocar la próstata del menor, lo cual reconocía porque Gun arañaba su pecho cada que esto pasaba.

Observando con detalle el rostro de su minino, sus mejillas sonrojadas, sus orejitas estiradas mientras disfrutaba del leve cosquilleo de su cola moviéndose sobre sus piernas. Gun tenía la boca abierta, en una "o", moviendo su cuerpo por instinto propio, entregándose completamente al mayor mientras llenaba de dulces gemidos toda la habitación.

—Así, eso bebé... Ya casi. —Off tomó con firmeza el miembro del pequeño y empezó a bombearlo, masajeando con velocidad, desde la base hasta su glande, dejando que las gotas de líquido pre seminal escurrieran desde la punta, ayudándose con eso para tener más facilidad al masturbar al felino.

—Off. —Gun jadeo, impulsándose hacia adelante para atrapar los labios del mayor, besándolo con anhelo, con necesidad, dejando que sus lenguas bailaran juntas, tanto dentro como fuera de sus bocas, mientras movía sus caderas de adelante hacía atrás, presionando sus pequeñas uñas contra la piel del mayor— Off... —Off mordió la barbilla de Gun, presionando la punta de su miembro con su pulgar, evitando que este pudiera terminar, logrando sacar un lamento de los gruesos y rojos labios del minino.

Gun abrió los ojos, intentando mantenerlos así para observar con suplica al mayor, sabiendo que no debía detener el movimiento de sus caderas, pero quería correrse, su cuerpo le pedía liberarse y el dedo de Off se lo impedía—. ¡Off! ¡Ah! —Off volvió a impulsar sus caderas hacía arriba, tocando otra vez ese punto que logró hacer que Gun arquee la espalda.

—Dilo, bebé, vamos... Dilo que ya no aguanto. —Sabía que también estaba en su límite, pero había estado practicando con Gun un par de nuevas palabras o más, y no había mejor momento que ese para obligar a su bebé a sacar lo que tanto habían practicado y que no solía decir por temor a hacerlo mal.

—Ooo-Off...

Off, con decisión, tomó las caderas del menor y lo tumbó en la cama, tratando de, en el proceso, no salirse de su interior. Dejó a Gun con su cabeza apoyada a los pies del colchón y sus piernas separadas, reteniendo el cuerpo del mayor entre estas. Gun jadeó y casi gritó cuando inició de nuevo con las embestidas, profundas y certeras, además de rápidas tocando una y otra vez su punto dulce.

—Vamos, bebé. —Off dejó un rápido beso en la frente del minino, sintiendo las piernas de este rodear su cuerpo, intentando que Off empujara más profundo, en definitiva Gun podía ser la cosa más tierna del mundo, pero en la cama... Era una máquina cargada de sensualidad.

—Po. —Gun cerró sus ojos, llevando sus manos a los hombros de Off, presionando sus uñas con fuerza en su piel, sin tomar en cuenta las marcas que dejaría en su cuerpo—. Porrrrr. —Alargó la "r" en un sonido parecido a un ronroneo, llevando incluso más al límite al mayor, si es que era posible, admirando con detalle el rostro lleno de placer de Gun—. ¡Por! ¡Por fa...! —Otro empuje más y Gun ya sentía el líquido fuera, pero no salía, y vaya que necesitaba sacarlo— ¡Por favor... Ahhh!

Sin poder aguantarlo más, Off se corrió en una profunda embestida, liberando su esencia en el interior de su minino, mientras dejaba en libertad su miembro y permitía que Gun manchara sus pechos con ese líquido pegajoso.

Gun arqueó la espalda, con su cuerpo rendido, recibiendo todos los espasmos de semejante corrida, mientras Off besaba sus rendidos labios, en un beso lento y largo, en el que Gun solo se entregaba por completo al mayor.

—Te amo, Off. —Ronroneó el chico de rizos, sintiendo sus ojos pesados, encogiéndose en la cama, soltando un quejidito cuando el miembro de Off resbaló fuera de su interior. Él quería que se quedara ahí, se sentía cálido y lleno.

—Te amo, bebé. Descansa, yo me encargo del resto.

Off quitó algunos mechones de cabello de la frente de Gun y se incorporó, listo para limpiar a su pequeño, disfrutaban de su tiempo juntos, y vaya que la espuma acústica era muy buena, llevaban dos semanas en el mismo ritmo y hasta el momento ninguna queja de su madre sobre los gemidos de Gun en la mañana y en la noche.

Sí, dos largas semanas viviendo con su madre y Off no se podía sentir más feliz. Las niñas y Gun se llevaban muy bien, él ya había aprendido a decir "Em" y aunque Off no entendía, a Gun parecía agradarle mucho su hermana Emily, siempre le andaba tocando el cabello a la pequeña, y a pesar de las constantes quejas de las demás niñas, ellas aprendieron a tratar a Gun como alguien normal y no un extraño ser que admirar por horas de horas. A veces Hayley y Hannah jugaban con los mellizos en la sala y Gun los observaba desde el sofá, todo empezaba a encajar como era debido; e incluso Sky había vuelto a su etapa de chicos, amigas, salidas, y más, ignorando en gran parte al pequeño minino.

Pero como es bien sabido, después de la tormenta viene la aparente calma y lamentablemente después, una nueva tormenta nos sorprende.

Off ya tenía lista la casa, había estado monitoreando todo el trabajo de los arquitectos y gráficas de los avances, sin salir de casa de su madre, le había prometido a Gun que no lo dejaría solo, y aunque no dudaba que su minino amaba a su familia, jamás había intentado irse, temía por lo que pudiera pasar, no cometería el mismo error tres veces, además, dejarle toda la responsabilidad a su madre y a sus hermanas no era buena idea tampoco.

—¿Diga? —Habló la voz del otro lado de la línea.

—Hey, Jossy.

—¡Off! Oh mierda, idiota ¡Te has desaparecido!

¿Dónde estás? ¿Anda todo bien? ¿Qué ha pasado? ¿Ya tienes el lugar para ti y Gun? ¿Cómo está ese pequeño?

—Estoy con mi madre, sí, todo perfecto. No mucho, ando arreglando la casa y esos detalles, así que aún no estamos allá y Gun anda bien, perfecto, diría yo....

—¿Entonces qué sucede?

—¿No puedo llamarte solo para saludar?

—No.

—Bien, tú ganas. —Rió el mayor, volteando para observar a su minino sosteniendo una de las muñecas de Hannah, maullando, mientras acercaba esa Barbie a la de Hayley y juntaba sus cabezas, en lo que las niñas reían con él—. Necesito ir a revisar los últimos detalles de la casa, resulta que tengo que irme mañana desde temprano y no puedo llevar a Gun. —Susurró, esperando que su minino no lo estuviera escuchando.

—De acuerdo, ese es un problema. —Suspiró Joss del otro lado de la línea— ¿Quieres que vaya? Sé que le caigo bien, pero no creo poder aguantar un par de gatos locos, además, estoy en parciales y debo pasar tiempo estudiando, Off.

—Lo sé, algo así me imaginaba, en realidad quería pedirte a Luke.

—¿Luke? Oh bro, él aún no conoce a Gun ¿Crees que se lleven bien?

—La verdad no tengo idea, pero es todo lo que me queda, mañana es domingo, no habrá nadie en mi casa hasta altas horas de la tarde porque mamá tiene que trabajar, Hannah y Hayley estarán en casa de la abuela y Emily y Sky estudiarán en casa de sus amigas hasta que mamá las recoja en la noche, porque adivina, exámenes también.

—¿Y los mellizos?

—Ese es otro problema. —Rió Off, nerviosamente.

—Le he dicho a mamá que vendrás tú a cuidar a Gun y a los mellizos.

—Déjame ver si entiendo. —Joss aclaró su garganta. —Me estás diciendo que me harás llevar a Luke, la persona menos adorable del mundo para que cuide de Gun y de un par de bebés llorones. Off, lo de los porros fue una sola vez, te dije que no haríamos esas mierdas de nuevo.

—¡No estoy drogado, Joss!

—Bueno... No sé qué planeas, pero supongo que eres mi amigo y tengo que ayudarte.

—Ajá, eres el mejor.

—Llevaré a Luke mañana en la mañana, déjame ver si puedo convencerlo de hacer esto. —Suspiró el ojinegro—. Me debes una grande, prófugo de la ley.

—Claro, claro. Mañana nos vemos, Jossy.

Una vez Off cortó el teléfono, suspiró largamente, no sabía qué tan bien terminaría todo eso, solo esperaba que Luke supiera explicarle a su pequeño que debía salir únicamente por un día, después solo ellos por el resto de sus días, o eso esperaba. No, definitivamente eso pasaría.

Intentando ocultar su preocupación, se acercó al sofá donde descansaba Gun y besó su cabeza, recibiendo después los dulces labios de su pequeño, mientras escuchaban el típico "Iugh" de Hayley y Hannah.

Off se levantó muy temprano a la mañana siguiente, encargándose de embarcar a su mamá y a sus hermanas, mientras le aseguraba a ella que él no se iría de ahí hasta que llegara Joss, y no mentía, llegaría Joss, solo no se quedaría.

Una vez tuvieron la casa sola para ambos, solo con los pequeños durmiendo en el piso de arriba, Off subió a la habitación para despertar y vestir a su pequeño, tal y como todos los días. Era encantador ver a Gun vestirse solito, sin embargo, a veces no sabía meter su cola en el hueco que le había hecho a todos sus pantalones, incluso en algunos momentos, Gun no encontraba el agujero de los brazos en las camisetas, o dejaba la parte trasera de estas toda doblada, sin poder encontrar como bajarla por su piel.

Una vez lo alistó, le colocó una gran cantidad de pulseras al pequeño, todas regaladas por sus hermanas, y que a Gun le gustaban, él no podía estar tranquilo después de bañarse, hasta que no las tuviera en su brazo.

Gun y Off bajaron a tomar desayuno, Off le servía los biberones guardados que tenía su madre, de Hannah y Hayley, porque incluso aunque Gun ya tuviera el físico de un chico de quince, a veces le gustaba engreírlo y darle cosas como esa, porque su bebé era eso, un bebé ante sus ojos.

—Amor, escucha, hoy vamos a conocer a alguien. —Habló Off, mientras tomaba una de las manos de su minino, logrando hacer que dejara la mamadera y lo mirara con los ojitos llenos de curiosidad, meneando las orejas—. Es un amigo mío y seguramente tuyo también. Se van a llevar muy bien, mi pequeño.

En el mismo instante en que Gun iba a decir algo, o maullar quizás, tocaron la puerta con fuerza, casi como si fueran patadas y de hecho lo eran, Off lo confirmó cuando escuchando un grito proveniente de su mejor amigo del otro lado de la puerta.

—¡Mierda, Luke! ¡Respeta!

—¡Es una casa gigante, Joss! ¿Me vas a decir que nunca has querido patear una puerta de una familia rica?

—¡Claro que no, tarado!

El minino se puso de pie al instante, acercándose a los brazos de Off, subiéndose sobre sus piernas, mientras el mayor lo abrazaba con cuidado y dejaba tiernos besos en su sien, tratando de tranquilizarlo.

—No es nadie malo, amor, solo un par de idiotas. —Suspiró el castaño, cargando a Gun mientras se acercaba a la gran puerta, esperando que esas patadas no hubieran despertado a sus pequeños hermanos. En serio esperaba poder explicarle todo a Gun para que entendiera que debía cuidarse él y cuidar a los otros dos bebés.

Una vez abrió, lo primero que observó fue al ojinegro con sus manos en la cara, suspirando. En realidad a Off le divertía todo eso, Joss no era alguien con mucha paciencia, y que se enamorara de un pequeño que requería de mucha, mucha más incluso que Gun, era divertido ante sus ojos.

Lo siguiente fue el minino ya conocido para él, Luke, venía con un short largo, bajo sus rodillas, y una camiseta larga manga cero, además de una gorra colocada hacía atrás, siendo lo único que lo delataba su esponjosa y larga cola meneándose en su retaguardia.

—Bueno, aquí estamos. —saludó Joss, observando el cuerpo de Gun prácticamente colgado del de Off, abrazándolo con sus brazos y piernas, sin querer voltear—. Hola Gun, es lindo verte. —Bromeó el ojinegro, recibiendo una mirada de enojo de parte de su mejor amigo, e incluso del rubio a su lado.

—¿Gun? —Preguntó Luke. — Me dijiste que Off nos iba a dar comida.

Off observó a Joss y este solo se encogió de hombros, estaba claro que eran mejores amigos, sus mentiras terminaban siendo igual de mal ejecutadas, o quizás peor conforme avanzaban en ellas. Gun, al fin, suavizó su agarre del cuello del mayor y se volteó, encarando a Joss, entregándole una suave sonrisa y luego observó al minino a su lado.

La mirada de Gun se agudizó y volvió a tensar su cuerpo, él no había visto a otro de ellos desde que se escapó de ese horrible lugar.

¿Acaso Off iba a remplazarlo? Observó al mayor y este le dio un suave beso, bueno, eso contaba como un no ¿Verdad? Él no había hecho nada malo, y aprendió palabras nuevas, tomaba toda su leche, incluso dormía las horas que Off le decía y no ponía caras desde hace mucho ¿Por qué iría a reemplazarlo? No tenía sentido.

—Amor, él es Luke, es el gatito de Joss.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ 

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