Just friends?
Día 1: Canción
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La calidez que destilaba de la piel femenina al despertar era sumamente agradable acompañada del olor que destilaba por toda la habitación en la que habían pasado la noche. Sintió la luz pegarle en el rostro como una simple caricia, apenas estaba amaneciendo por lo que el sol no brillaba con la intensidad que lo representaba. Con su mano libre cubrió ligeramente su rostro. Había olvidado cerrar la cortina en la noche, pero la llamada de Tenten en la madrugada lo había desconcertado un poco.
Aunque tal vez... debía admitir que realmente no.
Ella solía hacer ese tipo de cosas con total frecuencia. Deslizó su dedo por la espalda femenina con sutileza, dibujando círculos y figuras en el lienzo moreno. Su dedo deslizándose con facilidad originaba un sentimiento cálido en su interior. No era por el sol en su cara, más bien porque esa piel era su perdición. Un elixir del cual no podías escaparte. Tersa, suave, caliente y deleitable. Depositó ligeramente sus labios en el hombro izquierdo, ya que ella dormía tranquilamente recostada en su pecho.
Podía permanecer de esta forma todo el día y sería perfecto.
Sus parpados cerrados escondían la mayor vitalidad que había contemplado en su vida y esas largas pestañas que enmarcaban ese tono chocolate derritiéndose. La luz entraba filtrándose entre las pestañas femeninas y movió el brazo para evitar que la luz le diera de lleno, evitando que despertara. Sus pómulos remarcados, sus labios ligeramente entreabiertos. Esos labios los cuales podía observar con gran fascinación y obsesión, como se movían al hablar, se estiraban al reír y la forma sensual en que pronunciaban su nombre, como hace un par de horas.
Dejó salir un suspiro bastante satisfecho y pleno a la par que la sentía moviéndose. Fue consciente cuando ella abrió los ojos somnolientos y lo buscó con la mirada. Le dedicó su primera pequeña sonrisa mañanera y el ronroneo se originó en su interior.
― ¿Te he dicho como me gustan tus ojos? ―La sintió estremecer entre sus brazos, mientras huía de su mirada y hundía su nariz en el cuello masculino.
Neji se estremeció al sentir como su nariz rozaba su piel y su aliento acariciaba esa zona hasta estremecerse en totalidad, poniendo en total alerta a todo su cuerpo. Sus labios tocando por ahí y por allá, traviesos, fugaces y posesivos. Buscaba marcarlo de alguna forma dejando esas pequeñas marcas en su piel. Lo cual le causaba un poco de gracia ya que el mismo le pertenecía sin dudarlo, solo a ella.
―Tenten ― Profirió con tono grave sintiendo las manos femeninas perderse bajando más en su cuerpo.
La escuchó reír sobre su piel y descendiendo. Intentó levantarse para frenarla, pero ella simplemente sujetó su miembro sin dudar, activándolo aún más de lo que ya estaba, con ayuda de su boca. Neji acertó a dejar salir un gruñido profundo y grutal al sentir la cavidad húmeda y la lengua moverse con maestría.
Entendió que llegarían tarde al trabajo cuando cedió a las caricias y se unió en un festín húmedo.
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Levantó la cabeza al escuchar su nombre, encontrándose con Shikamaru viéndolo con detenimiento desde la entrada. El Nara avanzó hacia su posición y se dejó caer en el sillón que descansaba enfrente del escritorio.
―Semana de mierda ¿no crees? ― Jugueteó con un adorno circular de metal que giraba en la mesa de caoba. ―Hoy los chicos vamos a ir a tomar un par de tragos en el bar a unas calles ¿te anotas?
Neji simplemente asintió mientras seguía leyendo con rapidez el documento en su computadora antes de poder imprimirlo para proseguir el caso que tenía entre manos. Un citatorio para la siguiente semana.
―Aunque tú te ves de mejor humor, Neji ― Sin esperar una respuesta salió con lentitud de la oficina de su socio.
Se recortó en la silla reclinable que tenía, dejando salir un suspiro pesado. Eran de esos meses imposibles donde abundaban los casos de custodias o pensiones, cuestiones por las cuales su despacho jurídico era reconocido. Siempre solían ganar ese tipo de casos, pero el año había sido suficientemente corto, un cambio en el sistema judicial y todos los procesos legales se habían atrasado.
Dio un trago al café que descansaba en su escritorio, alado de la lámpara y jugueteó con su móvil. Las notificaciones existentes las deslizó a un lado, eliminándolas. Un mensaje en whattshap lo alertó, presionando la notificación y entrando a la App para leerlo en totalidad.
"Abrieron un nuevo restaurante de comida china cerca del trabajo ¿vamos?
El Hyūga simplemente no lo dudó, respondiendo de forma afirmativa. Apresuró sus labores, moviendo los dedos con maestria para redactar los documentos legales que tenía pendiente y cuando el gran reloj dio las ocho de la noche, apagó su ordenador, tomó su saco y salió de su oficina.
―Hey, en diez minutos nos vemos en la entrada...― Shikamaru se lo encontró en el pasillo, con unos papeles en las manos que solo debía dejar en su oficina para poder salir. Pero notó algo extraño en el hombre de enfrente que lo hizo levanta su ceja ― No vendrás ¿cierto?
Adivinó, pero no se sorprendió cuando el Hyūga le confirmó que no iría. Siempre era de esa forma con él, siempre demasiado ocupado para salir con ellos.
―Ya habías confirmado. ― Lo estudió con la mirada. ― Pero supongo que cuando ella te llama, tú no puedes decirle que no.
Sin más el Nara siguió caminando. Aquel comentario le molestó a Neji, por la forma en la cual lo había dicho. Pero no podía negar que esa así. Siempre que tenía algún plan con los de la oficina para pasar la noche, lo dejaba de lado por Tenten cuando lo buscaba. A pesar de que a veces lo hacía minutos antes de encontrarse con ellos. Esa actitud ya era bien sabida por todos, por lo que no les sorprendía que él no estuviera en ninguna de sus reuniones.
Su prioridad ahora mismo era Tenten, y así había sido desde hace un tiempo atrás.
Ellos se habían conocido en la universidad, él en la carrera de derecho y uno de sus amigos, Kiba, se la presentó. Estaban en la misma carrera pero él iba un año adelantado. Desde el principio tuvieron muchas cosas en común pero su relación se mantuvo específicamente en una amistad bastante estrecha. Ella lo buscaba cuando tenía dudas en la universidad o para estudiar para algún examen. Él solía ayudarla porque le costaba negarse, y más cuando ella lo miraba de esa forma tan dulce.
Adicional salían a comer de vez en cuando y platicaban de cosas sin importancia, sobre su vida, revelando cosas que no solían decir a cualquier persona. Y sin darse cuenta siempre se buscaban al salir de clases, hacían sus tareas juntos y la gran mayoría del tiempo estaban juntos. Por lo que muchos de sus amigos comenzaron a dar por hecho que tenían un tipo de relación más allá de la amistad y solían molestarlos con ello. Pero ambos sabían la realidad de las cosas, que eran solamente buenos amigos que tenían varias cosas en común y se entendían muy bien.
O eso había sido gran parte del tiempo de la universidad, hasta el penúltimo año de Tenten y el último del Hyūga. Cuando la castaña comenzó a salir con un chico de la carrera de finanzas. Sasori. Considerando aquella situación, no se frecuentaban tanto como antes, Tenten solía juntarse bastante con Sasori y aquello no perturbaba al genio, bueno, no lo suficiente para intentar hacer algo. Había aceptado aquella relación por que Tenten se veía sumamente feliz y a Neji era lo único que le importaba.
Hasta que una noche, todo eso cambió estridentemente.
Neji Hyūga se había quedado hasta tarde estudiando para uno de sus exámenes aquella noche, eran las tres de la mañana cuando por fin se había acostado a dormir. Solo podría descansar un par de horas antes de salir para presentar dicho examen. Se había quedado dormido con facilidad por el cansancio que cargaba en la época de parciales, cuando la puerta de su cuarto sonó.
Pensó que había sido parte de su sueño, por lo que la primera vez lo ignoró. Pero el tocar en la madera de la puerta volvió a repetirse una y otra vez, obligándolo a levantarse. Estaba del peor humor posible. Algo que odiaba demasiado era que lo despertaran. Al abrir la puerta todo ese enojo se esfumó al ver a la castaña con los ojos empapados en lágrimas e intentando contenerlas.
Había encontrado a Sasori con otra.
Tenten había salido de ahí, sin mostrar debilidad aunque Sasori intentó explicar ese pequeño "desliz" como mencionó repetidas veces. Pero al estar afuera del complejo de departamentos, el Nato se sintió pérdida, mirando hacia todos lados sin saber hacia dónde ir. Pensó enseguida en el Hyūga y mientras estaba en camino, las lágrimas comenzaron a salir sin permiso.
Hace un mes que había notado que el comportamiento con su novio era extraño, estaba más distante y se excusaba que no tenía tiempo. Algo andaba mal y aunque buscó enfrentarlo en repetidas ocasiones él siempre lograba salirse con la suya. Siempre ocupado y cuando se veían parecía ausente con el móvil. Por eso mismo había ido a su departamento, cuando tuvo un mal sueño sobre su relación. Para aclarar eso de una vez por todas. Grande fue su sorpresa al ver que realmente su relación se había ido al diablo hace tiempo, solo que el masculino no había tenido el valor de romper con ella.
El Hyūga sin más la había hecho pasar y la estrechó entre sus manos, sin saber que otra más que hacer. No era bueno con las palabras y los sentimientos no eran su fuerte. Las acciones lo representaban más, por eso la estrechó entre sus brazos para calmarla. Su pecho se estremecía dolorosamente. Jamás la había visto de esa forma. Tenten era energética, siempre sonriendo de tal forma que la alegría llegaba hasta sus ojos chocolates al grado de derretirlos. Siempre mostrando su felicidad desbordante. Por eso verla ahí, de esa forma tan... vulnerable agitó algo estridentemente en su interior. La ira comenzó a embriagarlo y un solo pensamiento llegó a su cabeza. Asesinar a ese bastardo que apagó la vitalidad de la castaña.
Aunque ahora mismo lo único que se atrevió a hacer era abrazarla fuertemente. Lo cual en algún punto pareció ayudar, porque la castaña dejó de sollozar. Hasta ese punto fue que Neji la había soltado para mirarla. Tenía los ojos hinchados y las mejillas coloradas. Las persianas de la ventana junto a su cama estaban entreabiertas por lo que las luces de las farolas entraban para alumbrar el rostro femenino.
― ¿Hay algo mal conmigo? ―Soltó en un susurro la castaña.
Neji la observó durante unos minutos pensando que no estaba diciendo eso en serio. Que estaba bromeando o haciendo un mal chiste. No podía pensar que el problema era ella. Pero considerando la situación, posiblemente su ego se encontrara dañado. Hace tiempo que ella se notaba preocupada por esa relación, las cosas no andaban bien y lo sabía aunque ella no se lo hubiera dicho de frente.
―No, no hay nada malo contigo Tenten, todo lo contrario.
El silencio llenó la habitación, se quedaron quietos durante un instante. Solo se escuchaban ambas respiraciones a la par.
― ¿Todo lo contrario? ― Soltó la chica, mientras levantaba la mirada para observarlo.
El hombre meditó la respuesta a eso, una que salió con bastante facilidad.
―No existe una razón para no querer estar contigo.
Neji sintió como las palabras acariciaron su garganta al ser pronunciadas. Realmente no podía ver nada malo en ella, sino que solo veía cosas positivas, a pesar del mal genio que a veces se cargaba. Si Sasori no hubiera llegado tal vez él...
― ¿Y físicamente? ― Soltó la mujer sin más.
El Hyūga levantó una ceja ante esa pregunta, ella lo miraba con los ojos chocolates oscuros y profundos, un poco apagados y sin la vida que solían representarla.
―Nadie podría quejarse de eso. ― Soltó mientras miraba su cuello desnudo por la blusa de tirantes que tenía. ― Ni yo.
La intensidad de la mirada castaña lo atrapó, tan destellante, cálida y confusa, tal vez por sus palabras o porque algún pensamiento suyo la estaba afligiendo.
Neji Hyūga reaccionó suficientemente lento, antes de darse cuenta ella se había impulsado con su brazo apoyado en la cama del hombre y lo había besado. Con desesperación y la intensidad que su propia personalidad aparentaba. Al inicio él se quedó quieto por la sorpresa de la acción.
Ellos eran amigos, siempre lo habían sido, durante varios años, pasando tiempo junto sin que ningún tipo de intención o cosas fuera de lugar hubiera sucedido. Y a pesar de que eso era cierto, le correspondió segundos después. Siguiendo el movimiento de sus labios, tan desesperados y feroces, sintiendo la suavidad de los labios femeninos y su aliento entremezclándose con el suyo.
Antes de que la razón entrara en la situación, los besos se intensificaron aún más cuando sus lenguas se encontraron y sin detenerse a considerar nada más, terminaron intimando ahí mismo. Entregándose por completo al otro, con la adrenalina corriendo por sus venas.
Fue cuando su alarma sonó, a la mañana siguiente, cuando Neji se dio cuenta de la situación en la cual se encontraba. Al ver a la castaña con cara de fastidio por el sonido. Se habían vestido y salido de ahí, sin decir nada más ni mencionar el tema.
Neji maldijo en su interior en pleno examen, al hacer consciencia de lo que había hecho. Había pasado los límites que había trazado con la fémina tiempo atrás. En algún momento había considerado intentar algo más con ella, pero valoraba mucho más su amistad con ella, temiendo que una relación entre ellos podría resultar mal y arruinar las cosas. A fin de cuentas podían entenderse muy bien, pero su carácter era similar. Por eso desechó tal idea y fue cuando había llegado Sasori, librándolo de esa batalla interna.
Si Tenten era feliz con él, se daba por bien servido.
Ahora mismo había tirado todo a la mierda por una debilidad. Ella había iniciado todo, pero él pudo detenerla, pararla. Pero dejó que los sentimientos que ella le hacía sentir se apoderaran e hicieran acto de presencia. Por eso mismo tenía miedo de verla nuevamente.
Para su sorpresa las cosas resultaron muy bien, ella actuó con la actitud de siempre. Con normalidad y jugando con él como solía pasar antes. Como si el evento de la noche anterior nunca hubiera pasado. Agradeció que ella decidiera esa ruta, considerando que él no sabía que hacer o cómo actuar. Y las cosas se mantuvieron de esa forma durante un par de semanas.
Hasta que Tenten acudió nuevamente a su departamento, en una noche fría.
Él había abierto la puerta, frustrado por la perturbación de su sueño. Pero poco tuvo para pensar cuando ella ya había acortado la distancia sin más y atrapado sus labios con ferocidad y necesidad. Neji sabía que esa era la oportunidad para evitar todo esto, forjar nuevamente el límite y decir que todo esto estaba mal. Que solo eran amigos. Sin embargo, su mente y su cuerpo lo traicionaron. Atrajo a Tenten hacía él, entregándose a la necesitad misma que él había estado sintiendo en todas esas semanas.
Se había estado conteniendo luego de aquel encuentro sexual. Lo había disfrutado en demasía, no podía evitar ver a la castaña más de la cuenta considerando que ya la conocía, la había probado y más aquellos labios rosados. Había intentado con todas sus fuerzas desviar esos pensamientos de su mente, evitar ese tema y dejarlo muerto, como Tenten parecía haberlo hecho. Pero estaba tan vulnerable.
Aquella noche cuando habían tenido relaciones, él había dejado salir todos los sentimientos que sentía por la castaña. Los que había guardado con la llegada de Sasori y antes de eso. Habían salido sin que él se hubiera dado cuenta, disfrutando cada centímetro del cuerpo femenino durante el resto de la noche. Los recuerdos de eso regresaban sin permiso y más cuando Tenten usaba esa maldita falda negra de cuadros y tabloides. ¿Acaso sabía cuánto lo alteraban?
Pero ella jamás pareció recordar aquel incidente entre ambos, así que solo tenía que reprimirse.
Por eso aquella noche que ella regresó a su habitación, su interior se regocijó al saber que no tendría que hacerlo más. Porque la primera vez pensó que había sido un simple desliz entre ambos, por las emociones de la chica y el que tuviera el ego dañado. Sin embargo, esta segunda vez ella estaba lucida y ya había pasado un tiempo desde su rompimiento de Sasori. No había factores externos que la influenciaban a hacer eso. Tenten quería estar con él.
Y eso fue lo que marcó el cambio en su relación. Se volvieron mucho más cercanos cuando el límite que definía su relación como amistad cayó.
Su dinámica se transformó, aunque no tan drásticamente, porque ninguno de los dos era demasiado afectivo, al menos no en público. Cuando estaban solos en la biblioteca ella solía acercarse para besarlo. O en las veces que salían al cine o a algún restaurante. Tenten lo cogía de la mano y lo besaba sin pensarlo. Siempre tan cerca de él, algo que Neji agradecía.
Sus noches en el cuarto de Neji se incrementaron drásticamente, siempre al regresar de una cita o ella tenía un especial gusto en los días donde tenían exámenes. Era claro, estaban estresados y ese era el método más eficiente para desestresar el cuerpo humano. En ocasiones Tenten le mandaba mensaje diciendo que estaba sola en el cuarto y Neji se acercaba ahí, tomándola mientras sus compañeras de cuarto no estaban.
Una relación que se había concretado sin que ninguna palabra fuera dicha y aunque en público el cambio no era notable, un aire diferente se apreciaba entre ellos. Un aire que algunos de sus amigos habían notado.
Solo habían pasado un par de meses cuando fue la graduación de Tenten. Neji ya había terminado, ya que era un año mayor. Pero estaba con la tesis de grado para poder recibir su título. Estaba a nada de entregarlo ciertamente. Por eso seguía en la universidad, y decidió ir a la fiesta de graduación de la castaña. Más específicamente por que Tenten se lo había pedido con ganas, a pesar que el mismo no había ido a su fiesta de graduación.
Cedió solamente por ella, a pesar que socializar no era su fuerte. Había demasiado ruido con la música que te impulsaba a unirte a la pista, los meseros pasando con la comida y las bebidas. Habían llegado tarde porque a la castaña se le había roto un tacón, él había tenido que ir a comprar uno fuera del campus, ya que Tenten no consiguió ninguno otro.
Tenten se vería realmente encantadora con aquel vestido rojo carmesí que se adhería a su cuerpo. Neji no podía apartar suficiente tiempo su atención de ella. Estaba tan encantadora. Ese color hacia resaltar su tono moreno y el color de sus ojos.
Habían entrado al salón y Tenten se había encontrado con algunos compañeros de la universidad que él no conocía. Tenía conocimiento de Kiba y de Temari, pero fuera de ellos, Tenten no hablaba de ninguno más fuera de ellos. Los había saludado con efusividad y él se mantuvo al margen. Solo había asistido ahí por ella, solo por ella. No era su fuerte socializar y la castaña lo sabía. Por eso había intentado que se sintiera a gusto. Había fijado su atención en él y lo tomó del brazo mientras lo presentaba con los recién llegados.
―Él es Neji Hyūga, es un amigo.
Los ojos malva se habían fijado un instante en la mujer a su lado sintiendo un ligero golpe en su pecho. Reaccionó casi al instante para saludar con un gesto con la cabeza. Tenten posteriormente lo había jalado a la pista de baile, mientras una música lenta sonaba.
Una de las canciones favoritas de la castaña, él no solía bailar, pero había cedido solamente por ella. Había rodeado su cintura y la había atraído hacia él con recelo. Las palabras anteriores sonaban en su cabeza con fuerza y la palabra que había usado la Natto para presentarlo. Se repetía una y otra vez.
¿Amigos?
Prontamente el raciocinio se hizo presente al considerar que aquella relación que ahora mismo tenían aún no se había definido. Era demasiado pronto para darles un nombre, además que la diferencia entre el rompimiento con Sasori y el inicio de la suya no había sido demasiado. Tal vez ella quisiera esperar un poco de tiempo, que las cosas tuvieran más forma y que se demostrara que esto realmente iba en serio.
Había salido de una relación desastrosa con un hombre que no valía la pena, era normal que ella tuviera miedo de formalizar algo tan pronto.
La entendía perfectamente, por lo que decidió desechar esa idea sin más. La relación o aquello que tenían en ese momento, era suficiente para él. Era solo de ellos y se movía al ritmo de ambos. Disfrutando los momentos juntos, sin darle un nombre. Ellos sabían que era lo que hacían y como se movía todo eso, eso era lo único que importaba.
Neji iba a esperarla cuando estuviera lista para poder formalizar, aunque eso no era algo relevante para él. Le gustaba Tenten y era lo único que importaba ahora mismo.
O eso era lo que pensaba.
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¡Hola queridos!
Nuevamente vengo con nuevas historias de nuestra querida pareja. Me he animado a participar en la primera edición del Nejiten week. Participaré los 7 días por lo que me verán frecuentemente por aqui. Espero que me apoyen con sus reviews, ya que ellos me motivan a seguir escribiendo.
Cabe resaltar que esta historia he tenido años pensandola y por fin vio la luz del sol, aunque es un three-shot que terminaré de publicar al finalizar esta semana. Espero que les emocione tanto como a mi, me ha rondado la cabeza durante tanto tiempo que era momento de dejarla salir. La canción es en base a: Amigos no porfavor de Yuridia.
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