Día 14: Hospital
"Enfermo de amor"
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Era extraño. Sumamente extraño. No entendía el por qué de esto, pero era reconfortante y raro a la vez.
¿Cómo es que ella podía estar tan tranquila mientras él tenía un tornado de sentimientos inexplicables? Y es que ella, por alguna razón, le causaba todo esto
Había comenzado desde que volvió de su misión para rescatar a Sasuke. Había terminado con heridas y daños críticos, por lo que su vida estuvo colgando de un hilo por varios días, pero gracias a la suficiente atención médica que recibió a tiempo, logró sobrevivir. Cuando despertó después de varios días, Tenten, Rock Lee y Guy-Sensei estaban ahí.
Su verdadera familia.
Como pudo, se sentó en la cama un poco adolorido aun. La primera persona que vio fue a ella, a Tenten. Pero no era la Tenten alegre que veía todos los días. Esta estaba desarreglada, con sueño, ojerosa, cansada y despeinada. Inmediatamente las Bestias Verdes de Konoha rompieron en llanto, mientras que la Amma se acercó a él y lo llamó preocupada, preguntándole cómo se sentía.
Neji tenía las fuerzas suficientes para hablar, pero no podía. El acercamiento entre su rostro y el de Tenten le había quitado las palabras.
Es a partir de ese momento en donde el interior del Hyuga se volvía loco cuando estaba junto a ella, pero no sabía por qué. Él no había crecido en un ambiente cariñoso y amoroso. Nunca había podido entender qué era lo que es sentir amor realmente, sin saber que ya lo estaba sintiendo.
Aquella mañana, el Equipo Guy estaba entrenando por separado. Los castaños se encontraban en una lucha de cuerpo a cuerpo, practicando su taijutsu. Ambos tenían una gran resistencia en batalla, por lo que llevaban un buen tiempo luchando. Mientras que él intentaba atacar su pecho, ella daba golpes para hacerlo caer, aun así, esto era algo difícil para el chico, el simple hecho de estar en el mismo lugar que ella provocaba en él un frenesí de acciones involuntarias y sensaciones extrañas por todo el cuerpo. En sus cortos catorce años de vida le había sucedido algo parecido. Esto solo pasaba cuando estaba cerca de Tenten, pero no le encontraba explicación alguna, y eso invadía su mente todo el tiempo, por lo que no estaba muy concentrado.
Al esquivar un movimiento de ella, vio detalladamente como ella se movía; a pesar de estar luchando, lo hacía de una manera tan delicada y sofisticada, que lo hacía parecer un baile. De un momento a otro, Tenten lo tomó del brazo y lo atrajo hacia ella. Ante aquel movimiento, los ojos del Hyuga dejaron de centrarse en sus puntos de chakra y fueron a parar a los labios levemente abiertos de la chica. Los analizó; parecían tan suaves, finos y frescos. Tan hipnotizantes y atrapantes.
Tuvo que dejar aquellos pensamientos, ya que al levantar la vista, Tenten ya lo había lanzado al suelo, sosteniendo su brazo detrás de su espalda, inmovilizando al chico.
– Neji, ¿te encuentras bien? ¿Puede ser que te note un poco distraído?– Preguntó la Amma soltando su brazo y dejándolo para que se pare.
– Estoy más que bien. Deben ser ideas tuyas Tenten. – Habló con un semblante serio. Tenten rió por lo bajo y rodó los ojos con diversión, gesto notado por el castaño. – Bien. Creo que eso es todo por ahora. Guy-Sensei se irá de misión en unas horas, por lo que tendremos la tarde y el día de mañana libres. – Ella asintió con la cabeza – ¿Te vas a quedar?
Tenten, quien recogía el resto de su armamento lo miró, haciendo un corto contacto visual con él.
– Me quedaré aquí un tiempo entrenando hasta la tarde. Nos vemos– Contestó ella con una sonrisa dibujada en el rostro.
Neji asintió y la saludó con un pequeño movimiento con la mano.
Se veía tan tranquilo con aquel semblante serio y ese gesto difícil de leer parecía estar sereno e inexpresivo, mientras que todo su interior estaba confundido y dando vueltas cual carrusel. No lo entendía. ¿Qué era lo que le pasaba?
Al salir del campo de entrenamiento, sin darse cuenta, se cruzó a Naruto y a Rock Lee, quienes se encontraban sentados en un banco hablando y riendo. Al ver pasar a su amigo, el pelinegro comenzó a llamarlo a los gritos para que se acercara a ellos. Al oirlos, Neji bufó.
– ¡Hola Neji! No te veía desde hace una semana, ¿cómo has estado? –Le preguntó Naruto.
– Yo tampoco te veía desde hace unos días Neji. Últimamente sólo entrenas con Tenten y te vas a hacer lo tuyo. ¿Te sucede algo?– Mencionó Rock Lee curioso.
No sabía si era buena idea o no, pero debía decirle a alguien, quien sea, lo que le estaba sucediendo. Naruto y Rock Lee no eran una de sus mejores opciones, pero tal vez sabrían algo o tendrían alguna respuesta a lo que le estaba ocurriendo.
– De hecho, ahora que lo mencionan – Se sentó junto a ellos – Hay algo.
Los dos amigos se acomodaron cerca de el Hyuga para escucharlo más atentamente.
– Cada vez que estoy con o cerca de Tenten, hay algo que me inquieta. Mi pulso se acelera, mi temperatura aumenta, mis manos sudan, siento que mi estómago da vueltas, me tiembla el torso, y estoy pensando demasiado las cosas y aún así no puedo entender cual es la razón de esto, pero sé que es gracias a ella. – Habló.
Naruto y Rock Lee estaban más que impresionados. Ambos se miraron con una cara de susto, mientras que en los ojos del pelinegro se formaban lágrimas. Naruto lo miró con preocupación, contagiándole el sentimiento al Hyuga.
– Neji¡Tienes una enfermedad! – Le dijo el rubio.
– ¿Qué?
– ¡Exacto! Neji, tienes una enfermedad. ¡No lo puedo creer! ¡Eres tan joven! – Lloriqueó Lee.
–Esperen, ¿en serio?
– ¡Claro que sí! Todo cuadra. Estás enfermo... Debes ir al hospital – Dijo el pelinegro limpiándose las lágrimas.
– Espera Lee, no sabemos con exactitud si está enfermo, tal vez Tenten hace algo o alguna técnica o jutsu para que Neji se sienta mal. – Propuso el Uzumaki.
La pequeña Bestia Verde de Konoha se secó sus lágrimas y asintió fuertemente con la cabeza.
– Hay que investigarla. Algo debe tener o hacer para que Neji esté así. No debe haber probabilidad de que Neji esté enfermo. – Ordenó Lee, tomando del brazo a sus amigos, sin siquiera dejar que pronuncien alguna palabra.
Corrieron hasta el campo de entrenamiento del que el Hyuga había salido desde hace un rato. Tenten se encontraba ahí practicando su perfecta puntería y su taijutsu. Los chicos se escondieron detrás de unos arbustos, con una vista perfecta hacia la chica, quien estaba concentrada en lo suyo. Parecía tranquila, con aquella mirada penetrante mientras golpeaba el muñeco de madera para entrenar. El Hyuga centraba su vista en ella y sólo ella. Una pequeña sonrisa se asomó en él, cuando cayó en cuenta de que de nuevo se estaba sintiendo así.
– Está pasando de nuevo
Naruto y Rock Lee inmediatamente miraron con mas atención a la chica, para luego devolver su vista hacia el Hyuga, quien estaba completamente confundido. Lee se acercó casi llorando al castaño y lo rodeó con su brazo.
–Pero Neji ella no está haciendo nada. Solo esta entrenando como si nada. Ni siquiera debe saber que estamos aquí. – Dijo Naruto señalando a Tenten, quien se dio vuelta con la nariz arrugada y la ceja levantada.
– ¿Saben que ya me di cuenta de que están aquí, no? ¿Por qué me espían? – Preguntó ella con un tono bastante fastidiado, acercándose a los chicos.
–¿Sigue pasando? – Le preguntó el pelinegro a su compañero de equipo.
– Sigue pasando – Afirmó.
–Pero ella no está haciendo nada.
–Vuelvo a preguntar; ¿Qué están haciendo aquí? – Preguntó
nuevamente la castaña cruzando los brazos.
Lee tomó a su amigo castaño y lo arrastró fuera del campo de entrenamiento, mientras que Naruto se alejaba lentamente, no sin antes decir
– Tu no viste nada – Dijo para luego salir corriendo junto con sus amigos.
La castaña quedó sola con una expresión de confusión, sin entender qué era lo que hacían. Alzó los hombros en señal de poca importancia y volvió a entrenar.
Luego de caminar nuevamente hacia la plaza de Konoha, Neji se sentó junto al rubio, quien lo tomó del antebrazo en señal de consuelo.
– Entonces es cierto, estás enfermo Neji. Debes ir al hospital. – Dijo el Uzumaki con un tono preocupado.
Rock Lee rompió en llanto al oír las palabras del rubio. ¿Cómo es que esto había pasado? En ese momento, Shikamaru pasó caminando por donde estaban ellos, con las manos en los bolsillos y el mismo gesto despreocupado de siempre. Al oír los semejantes lloriqueos que estaban teniendo dos de sus amigos, se acercó a ellos curioso.
– Que fastidio, son tan ruidosos. Sus llantos se deben escuchar hasta en la Aldea de la Piedra. ¿Qué es lo que pasa? – Preguntó luego de rodar los ojos.
Los tres chicos le hicieron un breve resumen de lo que había pasado y lo que estaba ocurriendo con Neji, a lo que el Nara no podía creer el semejante nivel de estupidez que tenían sus amigos, en especial el rubio y el pelinegro. Del Hyuga se podía comprender un poco mejor, pero llegar al punto era extremo.
El Nara estaba a punto de corregirlos, pero su mente juguetona decidió cambiar de opinión y hablar.
– Neji, estás enfermo. Es terminal. Te vas a morir. Debes ir al hospital– Dijo.
Dos gritos se escucharon en todo Konoha. Neji estaba paralizado, mientras que Naruto y Rock Lee se encontraban llorando en el suelo desesperadamente, sin que se pudiera entender nada de lo que decían. De un segundo a otro, el Hyuga fue tomado fuertemente del brazo por Lee. Los tres genins y el chunnin recorrieron toda la Aldea en cuestión de unos pocos minutos para llegar desesperados al hospital. Sin siquiera parar en recepción, entraron al consultorio donde Lady Tsunade. Abrieron la puerta de una patada, asustando a la Hokage, quien casi se atraganta con el dango que estaba masticando.
– ¡Ya les dije mil veces que no entren así! – Les gritó la rubia tosiendo un poco.
– Eso no es importante ahora abuela, ¡Neji morirá!– Dijo Naruto ignorando el regaño antes dicho por Tsunade.
La Senju levantó la ceja confundida, mientras que Shikamaru hacía un inmenso esfuerzo por no soltar una gran carcajada en ese mismo momento.
– Bien, lo voy a chequear. – Dijo ella tomando sus elementos de trabajo.
– ¡Yo no puedo ver! ¡No puedo escuchar a Lady Tsunade diciendo todo lo malo que tiene Neji – Lloró Lee, y salió corriendo de la habitación.
Fue seguido por Naruto, mientras que Shikamaru le deseó suerte al castaño y se fue, cerrando la puerta. Lady Tsunade le indicó a Neji que se sentara en la camilla, a lo que el chico obedeció.
– Bien, no veo nada raro por ahora. Para saber que tipo de estudios debo hacerte, dime que es lo que te ocurre. ¿Qué te molesta?– Preguntó ella con un anotador y bolígrafo en manos.
– Bueno, desde hace un tiempo que me cuesta mantenerme calmado, siento más calor del que hay, sudo, en especial mis manos. A veces de la nada me entran nervios mientras pienso. Siento el estómago revuelto pero no tengo hambre, y aunque casi no pueda conciliar el sueño por las noches, mis energías están multiplicadas al entrenar. Simplemente no entiendo nada. – Confesó el Hyuga.
Tsunade tomaba nota de todo lo que decía, mientras que la mente de Neji seguía atormentándose con la pregunta, ¿qué era o qué tenía o hacía Tenten para causar esto en él?
–Ya veo. – Murmuró ella mientras terminaba de anotar.
– Pero todo esto solo sucede en un tiempo específico. – Lady Tsunade levantó la vista para verlo con curiosidad.
– ¿Cuándo sucede?
– Cuando estoy con Tenten.
Una gota de sudor cayó por la frente de la Senju. No podía creer esta situación. Arrancó la hoja donde había anotado todo y la siguiente volvió a escribir.
–Neji Hyuga Lamento decirte que tienes algo muy grave– Dijo cabizbaja.
–¿Qué es?– Preguntó alarmado.
–Es algo peligroso...es...– Volteó su anotador, mostrando un dibujito bastante infantil de Neji y Tenten con un corazón en medio– Amor.
Neji levantó las cejas. Esperaba una enfermedad mortal con dos horas de vida, no amor.
–¿Amor?
– Si, amor. No es ninguna enfermedad Neji. Ella te gusta. Es normal. No es un amor de hermandad o familiar, es romántico, por eso te sientes así. Es solo que tus amigos son un poco tarados.
Neji estaba más confundido que antes, pero a la vez sabía que tenía sentido, con razón le pasaba todo eso, y ella no era responsable de nada.
–¿Está completamente segura de que no estoy enfermo? – Preguntó para asegurarse.
– Neji, de lo único que estás enfermo es de amor, y lo único que puedo hacer por ti es darte un diagnóstico: dile lo que sientes. – Dijo mientras organizaba algunos papeles. – Bien, es todo. Al menos perdí tiempo de trabajo, lo que significa que la hora del sale está cerca– Murmuró contando el dinero de su billetera.
El Hyuga salió del consultorio pensativo. Rock Lee y Naruto, quienes estaban sentados al lado de la sala la habitación se pararon con lágrimas en los ojos.
–¿Y? ¡¿TE VAS A MORIR MAÑANA?! – Preguntó Lee a punto de romper en llanto.
–No estoy enfermo. – Respondió Neji.
El rubio y el pelinegro se quedaron estáticos. Que idiotas se sentían, mientras que Shikamaru por fin pudo soltar la risa que tuvo contenida desde hace rato.
– ¿Entonces qué es lo que te sucede? – Pregunto Naruto.
–Estoy enamorado de Tenten.
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N/A
No saben como me divertí planteando la idea para esta historia. JAJSJAJSA Dios.
Dibujo de Tsunade en multimedia xd lo hice yo. Sí. El sol tiene anteojos de sol. ¿algún problema? JJAJSJAJSJAJA
Bueno, espero que les haya gustado, y si así fue, voten y comenten.
¿Opiniones?
Bueno, eso es todo. Perdón por la hora.
¡Nos leemos!
La Esposa de Itachi
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