Jugando Cartas.

Pasaste toda la mañana junto a Tenten comprando cosas para poder preparar la pequeña fiesta sorpresa qué le tenían al Hyūga, quién ya cumplía su mayoría de edad y claro, el alcohol no podía faltar.

Llegando la noche Tenten te pidió qué fueras a buscar al castaño, te negaste mientras tontamente tratabas de ocultar tus nervios y el pequeño sonrojo qué sé había asomado en tu rostro.

Tenten rió inevitablemente al verte así, ella sabía bastante bien lo mucho que te gustaba el Hyūga y cómo siempre tratabas de evitarlo por lo mismo. Eras cercana a Neji, sabías cómo le gustaban las mujeres y claro, tú no encajabas en ésos "estándares".

-¿Pero con qué excusa lo traigo? -preguntaste mirándola con un pequeño puchero.

-Dile qué quieres salir a caminar por ahí y ¡oh!, de casualidad llegan sin querer a mi casa. -habló con un asombro demasiado fingido mientras te echaba arrastras de su casa.

-¿Y sino quiere? -le preguntaste antes de irte y ella soltó un pequeño suspiro.

-(t/n), Neji nunca te diría qué no y menos sí es de noche. - te guiñó un ojo y te quedaste sin entender nada.

Y sin más, emprendiste la caminata hacia la casa de los Hyūga.

(...)

Pensabas quedarte afuera esperando a Neji, sinceramente el padre de Hinata te causaba escalofríos por lo serio que siempre era, pero te tranquilizaste un poco cuándo Hanabi te recibió con una alegría que no esperabas.

Te invitó a pasar y al instante ya te estaba sirviendo té, te sentías cómoda y no pudiste rechazar aquél té, qué por cierto, estaba muy delicioso.

-Muchas gracias, Hanabi-chan. -dijiste mientras le sonreías y bebías del té.

Viste cómo una sonrisa maliciosa sé asomaba en su rostro y ya sabías que esa pequeña tramaba algo.

-¿___-san te gusta Neji nii-san? -preguntó directamente mientras te observaba atentamente y apoyaba sus manitos en su rostro.

La pregunta te tomó de imprevisto y sin poder evitarlo te atoraste con el té.

-¿Q-qué es esa pregunta? -preguntaste cuándo por fin dejaste de toser y un ligero rubor estaba en tu rostro.

Antes de que Hanabi te dijera algo más, Neji ya estaba frente a ustedes mirándote con su rostro de siempre, cómo no.

-¿Necesitas algo? -preguntó mientras sé acercaba a ti y te bebiste el té de una forma rápida, aunque te quemara querías evitar a toda costa la pregunta qué la pequeña Hyūga te había hecho anteriormente.

-¡Sí, necesito qué vengas urgente conmigo! -gritaste con nerviosismo.

-¿A dónde? -viste el rostro de confusión del castaño y simplemente le tomaste del brazo arrastrándolo contigo fuera de la casa de los Hyūga.

Escuchaste la risita de Hanabi y luego sé despidió de ambos divertida.

Más allá, seguías arrastrando a Neji hasta la casa de Tenten, no le querías dar ninguna explicación, siquiera mirarlo.

-(t/n), ¿podrías soltarme?, si querías salir debiste de haberlo dicho antes y no arrastrarme cómo loca. -decía el Hyūga con el ceño ligeramente fruncido.

Reíste nerviosa y sin rechistar le soltaste.

-Estás algo rara. -empezó hablando Neji mientras sé detenía. -¿Sucede algo, ___?

¡Lo que te faltaba, qué el Hyūga sé detuviera y no caminara más!, sentías que era peor qué sacar a pasear ha un gato.

-¿Me puedes hacer un favor? -el castaño asintió sin dudarlo, ya iban llegando a la casa de Tenten, faltaban sólo unos pasos más y listo. -¿Puedes cerrar los ojos y no abrirlos hasta qué yo te diga?, ¡por favor, juro qué no es para hacerte ninguna broma pesada! -hablaste rápido al ver cómo Neji te miraba con cara de desconfianza.

El Hyūga te dio en el gusto y cerró sus ojos con fuerza para no ver nada cómo le habías pedido, tomó tu mano por la simple razón de que no quería caerse o chocar con alguien.

Qué tomara tu mano tan repentinamente te hizo sentir mucho más nerviosa de lo que ya estabas, empezaste a caminar y al llegar a la casa de Tenten tocaste el timbre ansiosa de qué abriera rápidamente, sentías que ibas a desmayarte cómo Hinata cada vez que el rubio revoltoso le hablaba o le sonreía.

Tenten abrió, vio qué tomabas la mano de Neji e hizo una señal de silencio a los que ya estaban adentro. Caminaste hacia dentro y todos estaban escondidos con las luces apagadas.

-Ya puedes abrir los ojos. -dijiste en un pequeño susurro.

El Hyūga abrió los ojos y al instante, sé prendió la luz de la casa, los chicos y chicas salieron de su escondite gritando "¡Feliz cumpleaños, Neji!" con mucha alegría y sé acercaban a saludarlo.

El castaño había quedado perplejo y una ligera sonrisa apareció en su rostro, después su rostro cambió a algo fatigado cuándo todos lo rodearon dándole abrazos y felicitándolo por su cumpleaños. Reíste y obviamente no te quedaste atrás, te lanzaste para abrazarlo y felicitarlo muy contenta mientras le dabas un besito en la mejilla.

Los presentes no tardaron en molestarlos y uno de los dos quedó más avergonzado qué el otro, sí, tú. Neji estaba ligeramente rojo, más qué nada por las burlas, ya que estaba acostumbrado a que siempre le dieras besos en la mejilla, qué claro, no le molestaban para nada.

-¡Ya es hora de celebrar, ¿no?!-escuchaste gritar al Inuzuka junto con el Uzumaki mientras alzaban las botellas de licor.

Todos estuvieron de acuerdo.

(...)

La madrugada era joven, la mayoría ya estaban en el piso de lo borrachos qué estaban, otros durmiendo mientras fermentaban, literalmente.

Prendiste un cigarro y al instante sé te vino una gran idea a la cabeza.

-¡¿Qué tal sí jugamos cartas?!-exclamaste de repente mientras observabas con una sonrisa a los que no estaban en un estado lamentable ha causa del alcohol.

Shikamaru te sacó un cigarro, prendiéndolo también y simplemente asintió, nunca, nunca sé negaría ha jugar a las cartas.

Cartas, alcohol y cigarros siempre eran una muy buena combinación.

-¡Me encantaría jugar también, ___-chan!, pero la verdad es qué nunca aprendí. -habló con una sonrisa el Inuzuka mientras sé sentaba a tu lado.

-Revuelvo y te explico. -habló el Hyūga mientras hacía cómo trucos de magia con las cartas, lo hacía bastante bien.

-Insisto en que deberías dejar de ser ninja, irte a las Vegas y trabajar en un casino. -hablaste mientras reías y jugando con el humo qué salía de tu boca.

Neji negó divertido, empezó a repartir las cartas, doce para cada uno, el Inuzuka te mostró sus cartas sin entender nada sobre el póker.

-Podrías hacer una muy buena jugada, la verdad. -asentiste mientras le dabas otra calada al cigarro que ya no le quedaba nada. -Pero no tienes qué dejar que te vean las cartas, perro gei.

El Hyūga junto con el Nara sé encargaron de explicarle cómo sé jugaba al Inuzuka, él escuchaba atentamente mientras asentía y sino entendía, prefería preguntarte a ti, ya que sé lo explicabas de una forma más simple.

El juego empezó.

(...)

Mientras bebían y jugaban, solían perder el hilo de la partida y simplemente reían, o contaban anécdotas. El castaño era el único qué no había bebido, al menos no en exceso cómo ustedes.

-¿A quién le toca? -preguntó Kiba confundido mientras seguía bebiendo.

-El que pregunta siempre le toca. -dijiste burlona al ver cómo Kiba empezaba a sacar una carta, luego tiraba.

Ya ni sabías sí te tocaba a ti o al Nara, te acercaste al oído de Neji.

-¿Puedes preguntar a quién le toca? -reíste mientras tratabas de susurrarle lo más bajo qué podías, estabas un poquito tocada por el alcohol.

-¿A quién le toca? -preguntó el Hyūga mientras no se molestaba en alejarte de él, incluso te acariciaba el cabello al estar apoyada en su hombro.

-Le toca sacar a ___. -habló el Nara divertido viendo la escena.

Te pusiste recta, sacaste y luego tiraste, ya te quedaban muy pocas cartas. Incluso te habías bajado.

-Gracias. -susurraste mientras te volvías apoyar en su hombro, tenías sueño, querías que acabara la partida pronto para dormir en el piso o en dónde sé pudiese.

Pasaron algunos minutos más, el Nara de suerte ganó, detrás le iban tú y Neji, el Inuzuka soltó un suspiro de frustración y tiró las cartas en la mesa mientras sé cruzaba de brazos.

-Es imposible ganar si estás jugando con los genios de la Aldea. -expresó Kiba con molestia.

Sé escucharon ronquidos, Shikamaru ya estaba dormido en el piso. Deseaste sin duda poder ser él y dormir así de plácida.

-Ay, eres una nena. -decías mientras soltabas un bostezo.

-¿Tienes sueño, ___? -preguntó Neji mientras te observaba. Simplemente asentiste.

-Y ganas de vomitar. -reíste tontamente, ni te molestabas en levantarte para poder hacerlo, simplemente lo aguantabas. -P-pero no quiero, no quiero vomitar. -hablabas con algo de dificultad y poco sé te entendía.

-Si quieres te acompaño y dormimos juntos, ___-chan. -dijo el Inuzuka mientras te acercaba a él, no le tenías mucha confianza, tanto no le conocías y al hablarte te lanzó el buquete de fermentación qué salía de su boca. Hiciste una mueca de desagrado que no pasó desapercibida, menos por Neji.

¿Desde cuándo el perro gay había agarrado confianza de esa manera?, ¿dormir con él?, ¿y sí te pegaba las pulgas?, ni siquiera le habías dado la mano para siquiera abrazarte, sólo jugar a las cartas.

-Kiba, ___ no dormirá contigo, dormirá conmigo, yo la cuidaré. -le escuchaste decir al Hyūga mientras te tomaba en brazos alejándote de él, te aferraste a Neji con fuerza, todo te daba vueltas y sentías qué en cualquier momento te caerías.

-¡¿Eh?!, ¡¿por qué no?! -preguntó el Inzuka algo alterado mientras sé levantaba tambaleante.

-Hay muchas razones de por qué no. -habló con obviedad. -(t/n) para empezar no te conoce muy bien, no te ha dado la confianza para qué puedas dormir con ella ni estando borracha, ni estando consciente. En cambio a mí sí, varias veces hemos dormido juntos, somos mejores amigos y tú en este estado no me das confianza, ya de por sí estando normal eres un pervertido y no dejaré que duerma con alguien cómo tú. -sentiste cómo el Hyūga empezó a caminar dejando con las palabras en la boca al Inuzuka.

Al escucharle decir esas palabras sonreíste cómo boba, las maripositas en tu estómago revoloteaban con intensidad. Tenías los ojos cerrados y simplemente escuchabas cómo Neji abría y abría puertas, luego sentiste cómo te acostaba con cuidado en la cama qué parecía ser de Tenten.

-No te vayas... -murmuraste mientras le agarrabas la manito, el Hyūga sé sentó en la cama mientras dejaba qué le acariciaras la mano. -Gracias, de nuevo. -reíste y acercabas la mano del Hyūga a tu rostro con una sonrisa.

-No es nada. -susurró el castaño mientras te acariciaba el rostro suavemente. -Sé qué eres una borracha y que te tengo que cuidar hasta en mi propia fiesta de cumpleaños.

-Lo siento, no te di ningún regalo. -hablaste algo avergonzada y le observabas apenas por el sueño qué cargabas.

-Supongo qué mi regalo es cuidarte. -el castaño te dedicó una ligera sonrisa, reíste nerviosa mientras te sonrojabas. -No me molesta y tampoco te molestes en esmerarte en darme un regalo, ¿bien?

Asentiste con un pequeño puchero.

-¿Te puedes acercar un poco más? -decías mientras te sentabas en la cama soltando un suspiro de cansancio, simplemente hacer ese pequeño esfuerzo te cansó más qué subir escaleras, el cuerpo te pesaba.

-¿No me vas a vomitar encima? -preguntó Neji divertido mientras sé acercaba mucho más, le diste un golpe en el hombro juguetona mientras negabas.

Pasabas tus dedos cuidadosamente por el rostro del castaño, estaban demasiado cerca y eso te gustaba mucho, sin darte cuenta sus rostros estaban a muy pocos centímetros.

-¿Y lo harás o lo tendré qué hacer yo? -preguntó el Hyūga en un susurro, no le entendiste muy bien y le miraste confundida. -Ay, nada, ___. -negó mientras miraba hacia otro lado.

Caíste en cuenta de lo que dijo, lo tomaste de las mejillas y le diste un pequeño beso en los labios, algo rápido por los nervios. Te habías re lanzado wacha.

No creías lo que habías hecho y el sólo haberle dado ése pequeño beso te dejó con las mariposas vueltas locas y en otra onda.

-Siempre, siempre estábamos apunto de hacerlo y creí qué cuando llegara nuevamente el momento tendría que hacerlo yo, me sorprende mucho qué lo hayas hecho tú. -habló con algo de burla el castaño.

-Estoy borracha, si me rechazas ni me acordaré. -hablaste con calma, luego reíste algo avergonzada mordiéndote los labios. -Además, es un pequeñito regalo de mi parte, lo tenía qué hacer yo. -asentiste orgullosa.

Viste cómo Neji rodó los ojos y sé levantó de la cama, te pusiste algo inquieta, no querías qué se fuera. Pero al final simplemente te pidió que te acomodaras para poder arroparte.

-Espero recuerdes qué no te he rechazado.

-¡De eso me acordaré segurísimo! -exclamaste con una gran sonrisa mientras observabas al castaño desde la cama arropada cómo bebé.

-Ahora duerme, ¿sí? -habló suplicante el Hyūga y asentiste.

-Pero no te vayas, sino no me duermo. -le sacaste la lengua infantilmente a Neji, él soltó un suspiro.

-No me iré, ___. -apagó las luces de la habitación y sentiste cómo Neji sé acostaba a tu lado. -¿Qué te hace pensar qué me iré?, ya dije qué dormiré contigo. Ahora cierra los ojos, relájate y duerme. -te susurró suavemente el Hyūga mientras empezaba hacerte cariños en el cabello.

Cerraste los ojos, te relajaste y bastante, más qué nada por los cariños en el cabello qué Neji te daba y te dormiste sin más, estabas muy cansada, incluso pensar te cansaba.

(...)

A la mañana siguiente cuándo despertaste el Hyūga no estaba a tu lado, no recordabas nada de lo que había pasado ayer, tenías una resaca impresionante y el sol en toda tu linda cara no ayudaba en nada.

-¿Habrá sido un sueño? -te cuestionaste a ti misma mientras tratabas de sentar cabeza para poder recordar. -¿De verdad lo besé? 

Decidiste ya levantarte, saliste de la habitación tratando de no pisar a nadie, algunos aún seguían durmiendo y te hacía mucha gracia.

Fuiste a la cocina, ahí estaban las chicas comiendo y bebiendo té junto a Neji, Rock Lee y Sai.

-Provecho. -saludaste algo tímida mientras les sonreías, las chicas te vieron y te empezaron a mirar con picardía.

No entendías nada y sólo reíste confusa.

-Así qué dormiste y te besas... -empezó hablando Ino, pero Neji la interrumpió.

-Puedes sentarte, yo te sirvo. -habló con calma el Hyūga con el ceño levemente fruncido observando a las chicas.

-Qué servicial andas hoy. -expresaste con burla mientras te sentabas a un lado de Rock Lee. -¿Qué ibas a decir, Ino-chan? -preguntaste con curiosidad.

-Qué hoy dormiste y te besas...-nuevamente la interrumpieron.

-¿Quieres té o café? -preguntó el castaño, pudiste ver cómo apretaba la tetera con algo de fuerza y cómo cerraba los ojos cómo siempre lo hacía cada vez qué le molestaba algo.

-Un café estaría estupendo, gracias. -le agradeciste al Hyūga en un suspiro mientras te tocabas y masajeabas la cabeza, el dolor era impresionante. Deseabas ser de esos poderosos/poderosas qué al día siguiente de beber no les daba ni siquiera un poco de resaca.

Observabas cómo Ino tenía una pequeña vena asomada en su frente.

-¡¿Puedes dejar de interrumpirme, Neji?!, ¡gracias!-expresó la rubia molesta golpeando la mesa.

-No entiendo qué pasa y no grites tanto Ino-chan, la resaca está insoportable. -murmuraste con algo de fastidio, querías beber pronto ése café.

-¿Recuerdas qué pasó ayer? -preguntó curiosa Tenten.

Todas esperaban tu respuesta, incluso Rock Lee y Sai.

-Ugh, sinceramente no, sólo recuerdo qué bebí mucho mientras jugábamos cartas.

-¿Quieres qué te refresquemos la memoria? -esta vez habló Sakura, viste cómo todas las chicas sonreían maliciosamente, menos Hinata. Hinata es amor.

-¿Cuántas cucharadas quieres? -sé acercó el Hyūga con el café esperando tu respuesta.

-Sí. -sentenciaste observando a las chicas, luego al castaño quién sé sentaba tranquilamente a tu lado. -Estando así... -pensaste un poco. -Una cucharada y media, pero eso puedo hacerlo yo, Hyūga. -reíste un poco mientras tomabas la azúcar y le echabas al café. -Muchas gracias. -le diste un beso en la mejilla sin poder evitar ponerte cómo la manzanita de Perú.

-No es nada. Y chicas, no me gusta qué ventilen lo qué les acabo de decir, bueno, qué me obligaron a decir, por todos lados. -expresó el Hyūga con calma, pero una pequeña molestia sé asomó en su tono de voz.

-¡Tú y Neji sé besaron, incluso durmieron juntos! -exclamó Ino sin más, ni siquiera sé molestó en hacerle caso al Hyūga.

Dejaste de revolver tu café y te hiciste pequeña en tu asiento, no fue un sueño. Observaste al Hyūga esperando alguna afirmación por su parte, te lo confirmó cuándo giró su rostro hacia otro lado evitando tu mirada, cosa qué nunca suele hacer.

Sonreíste sin poder evitarlo.

-Es bueno saber qué no fue un sueño. -susurraste mientras negabas divertida y bebías del café toda feliz.

-¡La llama de la juventud es tan linda! -exclamó Lee con lágrimas exageradas cayendo de sus ojos.

Reíste sin poder evitarlo al ver cómo lloraba todo orgulloso y acercaste tu mano a la de Neji disimuladamente debajo de la mesa, te diste cuenta qué él hacía lo mismo, sé observaron y sé sonrieron, ¿por qué coincidían tanto en las ideas?

Y así fue como pasaste todo el desayuno tomada de la mano con el Hyūga, escuchando cómo las chicas los molestaban amistosamente ha ambos. Te sentías feliz, por fin había pasado algo entre tú y el Hyūga, por más pequeño que fuese era estupendo, era un gran paso hacia nuevas aventuras cómo algo más y no sólo cómo mejores amigos.

¿Quién pensaría qué sí encajabas en los "estándares" del Hyūga?

~~~~o~~~~

holi, Annie comEntAndo
éste capítulo no es ha pedido de nadie, lo escribí yo por mi cuenta y sí, soy un asco para los títulos JAJAJA
también para los finales asñfjskdjs

espero les haya gustado y lo hayan disfrutado, es raro escribir las historias desde esa perspectiva de "tú y la weá" (?)

prontopronto escribiré un pequeño pedido qué me hicieron, no sé cómo vergas lo haré porque me re falta la imaginación, ahre ):

POR FAS ALGUIEN DE WEN CORAZONCITO QUÉ ME PUEDA DECIR CÓMO SÉ DEDICAN LOS CAPÍTULOS Y QUÉ SALGA ABAJO DEL TÍTULO O ALGO ASÍ?:(
es qué así sé ve re chévere y nunca aprendí hacerlo jiji :c♡

recuerden votar mis niggasss<3

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