Óleo, poemas y flores
Mi mentor es un chico energético y suicida. Cuida de mí y de un pequeño que odio a toda medida. Aunque inicie en la universidad, mi mentor sigue siendo energético con las chicas, aun así he notado que se distrae fácilmente. Pude notar que ahora corre mucho a otros lugares, también consulta mucho a Jinko sobre flores, claro, habla con el amante de las flores antes que de mí. ¿Quién le enseño todo eso a Jinko? Por supuesto que yo, pero como siempre ante sus ojos no soy reconocido.
Hoy estoy en el departamento de Jinko, su día libre la pasábamos juntos, ni siquiera sé porque vengo a esté lugar, bueno, si sé, debo admitirlo claramente, con el pasar de los años, él se ha vuelto mi musa, aquella persona que logra hacer de mis escritos lo mejor. Sin dudarlo, he logrado crear dos historias con múltiples copias, todo gracias a él. Y le ayude a conseguir esté departamento "a mitad de precio" la verdad es que yo pago la otra mitad. Pero así él puede tener un espacio para crear sus pinturas, es lo que realmente me inspira a escribir día a día.
Cada mañana de domingo, él está esperándome, la puerta la deja con 5 centímetros abierta. Y para cuando llego está escuchando a Tchaikovsky o a Frank Sinatra, usualmente lleva un overol, y una taza de café negro me espera en la barra lejos de la pintura o algún contaminante. Allí simplemente me siento a mirarlo, no me gusta interrumpirlo.
― Jinko
― ¿mmm? – respondió con un pincel en su boca
― Jinko, volteó a verme. – reproche
Aquel chico saco el pincel de su boca y me miro ― ¿no notas a Dazai-san raro? No ha publicado ninguna nueva pintura – mire como su rostro se volvió nervioso
― N-no sé
― Lo vez todos los días en la tienda de pinturas. Habla
― N-no sé nada Ryunosuke – está mintiéndome. Lo sé
― Bien
Me cruce de brazos, estaba molesto. Y sé perfectamente que él sabía que lo estaba. Actualmente estoy consciente de Jinko, él y yo fuimos cuidados y enseñados por Dazai-san, aunque para mí fue mejor la escritura, Jinko lo siguió en las artes, y se perfectamente que ellos dos se llevan mejor
Bueno, también conocía a alguien en la editorial, es alguien mayor quien se sorprendió mucho la primera vez que me vio, alegando haberme visto alguna vez en las instalaciones de la universidad, era bajo de estatura y de ojos azules. Su nombre era Nakahara Chuuya, un poeta. Se convirtió en mi apoyo y también en una gran enseñanza. Solíamos reunirnos de vez en cuando, pues según él estaba muy ocupado por las tardes. Aunque nadie en la imprenta que era aquello a lo que el joven Nakahara se dedicaba además de escribir. Hasta que un día regreso a la imprenta completamente alegre. Y en cuanto me vio tomo mis manos emocionado
― Akutagawa, no me creerás. Pero le hable
― ¿hablarle? ¿a quién?
― Al chico que me ha gustado por años
― ¿chico?
― Si, chico. Él es fantástico. Le pedí azúcar, lo sé ridículo
― No comentaré sobre ello
― Y él me dejo pasar a su departamento y... - suspiro. Sus ojos si puedo describirlo estaban llenos de amor ― su habitación... era pequeña, todo era pequeño – sonrió ― aunque él es muy alto.
― Continúe por favor. - debía omitir cualquier comentario estupido de mi parte.
― Estaba todo lleno de pintura, sus oleos, sus proyectos sin terminar, sus lienzos y todo... - suspiro mientras caía en la silla como un fiel enamorado ― todo fue grandioso. Me preparo un café, y por primera vez hablamos
― Suena increíble para usted
― No entiendes, él ha sido mi inspiración toda mi vida. Los poemas que llevo a la página son dedicados completamente a él y para él
― Significa que tendrá nuevo material para trabajar Nakahara-san
― Incorrecto
― ¿eh?
― Me bloquee, estoy demasiado lleno de él ahora
― Eso no puede ser
― Lo sé
― Debe terminar el libro dentro de dos semanas
― Lo séeee
― ¿Qué le inspiraba de él?
― Sus obras... es increíble
― ¿obras? ¿Cuáles obras?
― Obras de arte, es pintor
― ¿le inspira las pinturas?
― Bueno, solo he visto las de él
Sonreí. Yo conocía a alguien, uno que podría ser mejor que cualquiera. No. El mejor. ― Nakahara-san – me miro ― ¿gustaría acompañarme esté domingo a tocar café en casa de mi amigo?
― ¿tomar café? – pregunto. Claro, no sabía lo que le esperaba.
Mi deber era ayudarle, sus ingresos hacían los míos más grandes y entre más tuviera, más podía estar al lado de Jinko.
Era domingo, esperé a Nakahara fuera del departamento de Jinko, en cuanto me vio, subimos. Me pareció extraño no escuchar su música, aun así la puerta estaba abierto
― Oh vamos, solamente necesito un poco de tu ayuda
― No puedo ayudarlo más, ¿puede poner de nuevo mi música? Además, no he terminado mi oleo, me falta inspiración y no tarda en llegar
― ¿Dazai?
― ¿Jinko? ¿Dazai-san?
― ¿Chuuya?
― ¿Ryunosuke?
― Ya bien, ¿Qué pasa aquí? – pregunté
― Vi-vine a ver a Atsushi-kun, necesito unos nuevos pinceles, y él tiene unos nuevos – expreso nervioso, no paraba de ver a Nakahara.
― Ah sí, los pinceles – reprocho Atsushi. Claro que el muy idiota ni siquiera tenía esos pinceles nuevos
― ¿Qué haces aquí? – preguntó Nakahara viendo a mi mentor ¿esto está pasando?
― Atsushi-kun es mi amigo
― Ah cierto
― ¿cierto? – pregunté
― Es cierto, disculpe... ¿qui-quién es? – me interrumpió Jinko mirando a Nakahara
― Soy poeta, trabajo con Akutagawa. Mi nombre es Nakahara Chuuya – explico alegre ― Akutagawa me recomendó tu arte y me dejo venir a verte pintar
― ¿EH? – gritaron Jinko y mi mentor.
― Bien, esto es fastidioso – sí que era fastidioso ― Jinko, ¿me explicarás que hace Dazai-san aquí? La verdad.
Jinko miro nervioso a Dazai-san, era de esperarse. Lo sé bien, mi seriedad y mirada penetran su alma ― bien, todo esto es mi culpa – ¡mi mentor se echa la culpa! Esto no lo puedo permitir, debo ayudarlo y ― la verdad es que no he podido pintar, entonces... le pedí a Atsushi-kun de su compañía pero el insistió que hoy no podía porque venias tu a pasar el día y bueno yo...
― ¿Por qué no pintan los dos? – interrumpió Nakahara ― Akutagawa y yo podemos escribir mientras. Claro si no te molesta
― N-no me molesta
― Bien, trabajemos Atsushi-kun
Dazai-san se llevó a rastras a Jinko, eso no era nada lindo. Nakahara y yo nos sentamos en la mesa donde debía estar mi café. Deje mis notas y preparé el café, conocía bien el lugar ― pareces familiar con todo
― Jinko y yo siempre la hemos pasado juntos
― ¿en verdad? Creí que solo eran conocidos
― No, Jinko, es un inútil, no puede vivir sin que yo esté para él
― Oh, ya veo. - su mirada, no la entedí. Podría ser una burla hacía mi comentario
Termine el café, deje una taza para Nakahara y otra para mí. Dazai-san acostumbraba pintar con Jazz alegre, mientras Jinko con un clásico, así que verlos elegir la música fue fascinante. Admito que Jinko sigue siendo igual de adorable. Me sorprendí completamente y parece que Nakahara también al escuchar un ritmo calypso salir por el reproductor, era Jump in line o mejor conocido como shake shake senora
Jinko y Dazai-san comenzaron a reír. Y en cuanto comenzó la canción, ambos pintores comenzaron a mover las caderas, sus movimientos eran chistosas. Nakahara no logro aguantarlo más y comenzó a reír, Jinko y Dazai-san tomaron sus manos y comenzaron a saltar de un lado a otro, como siempre Jinko se cayó y Dazai solo comenzó a reír más. Después de aquella caída, Dazai-san dejo de reír. Atsushi se levantó rápidamente, ambos tomaron pinceles y al ritmo de la música comenzaron a bosquejar
― Lo que hacen... Es impresionante.
― ¿Qué hacen? – pregunté
― Se deshicieron del estrés y la idea vino de inmediato – Nakahara sonrió mientras dejaba sus manos en sus mejillas, miro atento a Dazai ― él es increíble...
Mire a Jinko, pude verlo sonreír mientras pintaba, era lo que más me gustaba del domingo.
Jinko y Dazai-san terminaron sus obras por la noche. Dazai-san se acercó con el lienzo, por primera vez vi a mi mentor nervioso, no se dirigía a mí, miraba a Nakahara lo cual me sorprendió pero pude ver perfectamente sus rostros. ― Chuuya
― ¿s-s-si?
― Yo... Bueno – saco el lienzo de su espalda y pudimos verlo claramente
La obra era impresionante, era un cielo azul claro con un borde entre violeta y negro que daba inicio a un naranja intenso para terminar en amarillo, era un medio atardecer, con un fondo de una preciosa playa y en un ligero pastizal como si todo fuese junto, un rosal de rosas rojas. Nakahara se sonrojo pero Dazai-san no se quedó atrás, aun así, sonrió.
― Es para ti, Chuuya
― ¿eh? – preguntó incrédulo. Estoy pensando que se parece a Jinko en eso.
― Veras, desde... que comenzamos a hablar, no había podido pintar nada, quería lograr algo genial para impresionante y te-termine viniendo con Atsushi-kun por ayuda, no podía lograrlo, es por el hecho que siempre estuve nervioso de hablar y ahora que lo he logrado, ahora que nos hablamos, bueno yo... - así que esté es el chico del que Dazai-san siempre habla de estar enamorado. Era obvia la situación, pero no lo noté hasta que los vi juntos ― hice mi mejor esfuerzo por crear esto para ti, es porque quiero seguir leyendo tus poemas, so-son grandiosos y no lo sé, no sé si tienes cuadros en tu departamento o si quieras o te gusten o quiso y – Nakahara nos sorprendió a todos, se levantó en la silla para alcanzar a mi mentor y tapo sus labios con sus delgados dedos. Ver a Dazai-san tan rojo fue impresionante
― Me encanta, Osamu. Pero por favor deja de hablar, pareces loco
Ambos chicos comenzaron a reír, en verdad no entendía nada.
Con los minutos se fueron, no sé si estaba muy cansado pero creo que se fueron tomados de las manos. Suspire también cansado. No había logrado escribir nada pero pude ver a Jinko bailar como estúpido, tome mis cosas, era hora de irme. Aunque él se acercó con un trapo en mano, sería limpiando la pintura de sus dedos ― Ryunosuke
― ¿Qué?
― Es tarde, ¿no quieres quedarte?
― No, siempre huele a pintura
― Lim-limpiaré
― Está bien, volveré el próximo domingo
― Pero, Ryunosuke...
― ¿Qué?
― ¿po-podrías ver lo que pinte?
― Bien
Esté chico era muy insistente. Me pare con brazos cruzados frente a su obra, y el tímidamente la destapo, fue algo lento. Tomo el borde bajo y lo alzo mientras sus brazos temblaban. Era hermoso.
Mis ojos se llenaron de aquel color negro, la noche, una noche iluminada únicamente por las estrellas, y bajo aquel precioso cielo nocturno, un jardín con una flor amarilla ― s-s-se llama si-siempre viva... - menciono nervioso Jinko ― po-por qué... su origen viene del griego – trago saliva – es capaz de transmutar el dolor en alegría, las circunstancias mas adversas, ¡en una rotunda victoria! – grito al final. Creo que está emocionándose ― el aguante en las escrituras significa permanecer o quedarse, es permanecer y no retirarse, mantenerse firme y resistiendo... Y yo... n-no me resignado
― ¿resignado?
― ¡me gustas! – grito. Pero mi cuerpo no se movió
― Jinko
― ¡ME GUSTAS MUCHO! DESDE PEQUEÑO, ¡ME GUSTAS!
Aquello resonó en mi cabeza, cerré mis ojos, vaya... al parecer, yo lo necesito más a él que el a mí. Tomo su brazo, lo jale hacia a mí, lo abrace con fuerza y deje mi rostro escondido en su hombro – Jinko
― ¿s-si?
― Adoro tu siempreviva. También la amo. Por qué viene de ti
― Ryu...
No pude verlo, pero se perfectamente. Jinko lloraba felizmente.
Fin.
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