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Mariam no estaba enojada - o al menos se lo decía a sí misma, no que tuviera alguna razón para estarlo. Había que admitir, estaba un poco desalentada luego del encuentro con Winona, ¡pero definitivamente no tenía el corazón roto! O al menos se lo decía a sí misma, en otras palabras. En todo caso, Mariam trató de mantenerse ocupada para no residir en implicaciones creíbles y sus inseguridades patentes. El fin de semana lo disfrutó trabajando en la panadería, limpiando su apartamento, y poniéndose al día en lecturas requeridas para sus cursos. Para cuando el lunes llegó, Mariam no parecía tan afectada con el problema racionalizando que no era ninguno de sus asuntos para poder molestarse en primer lugar, naturalmente. Tampoco se sentía obligada a estar deprimida, más o menos.

Ella no había visto a Luke durante el transcurso del fin de semana y desde haberle devuelto su llave de repuesto, ¿quizás él era el que estaba molesto? Mariam intentó no centrarse en aquel pensamiento también.

Sin embargo, sí resultó como una sorpresa cuando el alto, tatuado por completo hombre se paró en su puerta con una taza vacía en su mano.

Mariam simplemente le dio una mirada perpleja cuando abrió la puerta, Luke aclarando su garganta antes de claramente anunciar: "¿Tienes un poco de azúcar?"

Mariam no pudo reprimir la sonrisa formándose en sus labios. "¿Azúcar..?" Repitió y él le dio un corto asentamiento. "Yo... ¿yo pensé que no te gustaban los dulces?"

Luke frunció el ceño y mostró una mirada que evidentemente implicaba irritación, pero ella gentilmente tomó la taza sin importar. Él se recostó casualmente contra el margen de la puerta hasta que Mariam le gesticuló para que entrara. Luke dio zancadas hacia el interior, manos dentro de los bolsillos de sus jeans al seguirla hasta la cocina.

Mientras Mariam meditaba acerca del mejor método para verter el azúcar en la taza sin hacer un desastre en el proceso, un par de ojos azules encontraron un cuaderno de bocetos abierto inocentemente encima del mostrador. Él alzó una ceja.

"¿Dibujas?" Luke inquirió curiosamente mientras que observaba un dibujo de un colibrí.

Distraída, Mariam se encogió de hombros. "Supongo..." Y entonces como si hubiera recordado acerca de su olvidado cuaderno de bocetos en el mostrador, ella se giró sobre sus talones para verlo hojear intrusamente las páginas. Una ola de pánico y vergüenza se filtró hasta su rostro y cruzó el espacio entre ellos y se movió para arrancar su cuaderno de las manos de Luke. "¡Hey, detente! ¡Déjalo ahí!"

"¿Qué?" Él levantó una ceja y sostuvo el cuaderno en alto fuera de su alcance. Sus labios se torcieron en una sonrisa traviesa al molestarla. "¿Estás dibujando desnudos?" La miró con diversión mientras que Mariam trataba desesperadamente de recuperar su cuaderno. Ella ni siquiera se dio cuenta de la cercanía de su proximidad, Mariam prácticamente presionada en contra suyo de puntillas en sus pies. Estaba más concentrada en conseguir su cuaderno de vuelta y evitar que él viera sus dibujos.

Luke se percató, sin embargo. Si se hubiera inclinado hacia abajo tan sólo una fracción, su nariz habría tocado su frente.

"¡Lu-Luke!" Mariam gimoteó, sus mejillas un matiz rojizo. "¡Devuélvelo!"

Luke parpadeó y se giró, ignorando la forma en la que su aliento chocaba cerca de su cuello. Mariam seguía detrás de él, así que continuó hojeando las páginas - solamente para prevenir su atención de ella. Hasta que se topó con una página y se detuvo en seco, observando la inacabada imagen.

"Espera, éste es-" Luke fue cortado por Mariam escabulléndose alrededor suyo y arrancándole el cuaderno de su agarre, aferrándose de él contra su agitado pecho.

Mariam ardió de un brillante rojo desde su rostro hasta su cuello cuando él le sonrió divertido.

"¿Ése era yo, tonta?"

Ella presiono sus labios mientras que un momento de silencio se fomentaba entre ellos. Luke se irguió y se recostó contra la barra de la cocina con sus brazos cruzados encima de su torso. Él esta mirándola abiertamente, esperando por una respuesta pero la manera en la que ella se volteó para evadir su mirada fue suficiente confirmación.

"Déjame ver," dijo y se acercó hacia ella.

"N-no," respondió con cautela y retrocedió.

Ella vio el brillo de alborozo en sus ojos azules. "Es justo que vea tus dibujos ya tú has visto los míos." Él gestionó hacia sus brazos.

"¡N-no todos ellos!" Mariam replicó e instantáneamente se arrepintió de su acto cuando él le brindó una mirada inexpresiva y luego empezó a levantar el dobladillo de su camiseta.

Mariam cubrió su rostro detrás del cuaderno de bocetos, mortificada. Hay una probable posibilidad de que se desmaye si fuese a ver su cuerpo sin camiseta (olvidando por un momento que lo ha visto una vez previamente). Quizás si se mantuviera callada él entonces la dejaría sola.

Luke quitó el cuaderno de su rostro en llamas y se encontró con sus ojos entretenidos. Ella suspiró en derrota y soltó el libro, desviando su mirada hacia el alicatado suelo de la cocina. Cuando él se mantuvo en silencio por un rato, Mariam le echó un vistazo mientras que jugaba con su camiseta. Solamente algunos han visto su trabajo, sus padres incluidos, quienes pesadamente lo criticaban.

Él silenciosamente estudió su dibujo y sintiéndose insegura, Mariam decidió romper el asfixiante silencio. "¿Q-qué?"

Luke se giró hacia ella y punzó su frente. "Me hiciste ver mejor de lo que realmente soy."

Ella lo escudriñó, aún avergonzada pero otra emoción se estableció en su pecho que no pudo muy bien descifrar. Se movió hasta su lado y miró su propio dibujo. "No lo creo..." dijo suavemente.

Mariam era seriamente evaluativa con su propio trabajo, ella falló en darse acerca de Luke observándola de cerca.

"Lo creo," él dijo de manera uniforme.

Ella frunció sus labios cuando él cerró el cuaderno y se lo entregó de vuelta. Lo sostuvo contra su pecho nuevamente. "B-bueno, no tengo una fotografía tuya." Mariam racionalizó. Sinceramente, ella sólo intentó dibujarlo basado en su memoria pero su apariencia en el edificio se fluctuaba a menudo. Sus ojos se agrandaron al percatarse de lo que le estaba pidiendo. ¡No que ella quisiera mantener una imagen suya!

Él no pareció darse cuenta, si bien. Luke meramente se encogió de hombros y caminó en dirección hacia la entrada de su apartamento con manos en sus bolsillos. "Las fotografías tomadas son sobrevaloradas de todos modos," miró sobre su hombro a Mariam siguiéndolo por detrás. "Deberías hacerlo en persona."

Ella se detuvo mientras que él abría la puerta. "¿Huh?"

"¿Lo harías?" Él preguntó.

Mariam lo miró atónita. Nadie nunca le ha pedido que lo dibujen en persona. Ella no pensaba que fuese tan hábil para poder hacerlo.

"Yo podría ser la Rose de tu Jack," él añadió juguetonamente. "Siéntete libre de dibujarme como a uno de tus chicos franceses."

Ella lo empujó a través de la puerta mientras que él exhalaba lo que aparentaba ser una carcajada. "Hasta luego, tonta."

Cuando la puerta se cerró, Mariam se aferró de su cuaderno al deambular de vuelta a su apartamento. ¿Por qué se burlaba tanto de ella?

Dejó su cuaderno de bocetos encima del mostrador con un suspiro, hasta que su mirada se centró en la taza cerca del fregadero. Mariam plantó su frente en contra del mostrador. "Se olvidó del azúcar..." murmuró.

Sin embargo, su siguiente pensamiento hizo tener su corazón saltando en su pecho.

Él nunca quizo el azúcar en primer lugar.

~:~

lamento decirles que este será el último capítulo que podrán leer por un tiempo, ya que la escritora original se tarda en actualizar (aunque sinceramente no me importa pues pienso que vale la pena)

así que cuando ella actualice lo traduciré pero quería hacerles saber que no verán una actualización por aquí hasta que ella lo haga

pueden pasarse por mis otros trabajos si desean, amo este tipo de escritura así que creo que puedes encontrar algo que te guste de igual manera<3

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