Le dedico una sonrisa y luego le doy un trago a mi café.

-Gracias, John.-respondo y dejo la taza en el escritorio

-Dime, oficial, ¿cómo va todo?

-Bien, todo en orden.

-Pero todavía no logras atraparlo.

-No es fácil, John, también tengo que cuidarme, además estoy investigando más cosas sobre él.

-No te preocupes, que ya con lo que le hizo a tu familia basta para que se muera en la cárcel.

-El día que lo vi, quería matarlo a balazos, maldito hijo de perra.

-Adam, tienes que cuidarte, no debes dejar que noten que eres un policía.

-Lo sé, John, pero...joder, no soporto verlo a los malditos ojos, me da asco.

-¿No has investigado nada más?

-Tengo algo...-Tomo un sobre color blanco y se lo arrojo. Sonrío y él arquea una ceja.-Quizá esto te interese.-digo.

-Veamos.-agarra el sobre y lo abre.- ¿Qué es esto?

-Son bodegas secretas de Harrison, ahí tiene almacenado mucho, drogas, armas, dinero. Ni te imaginas.

-Excelente trabajo.-sonríe.- excelente.

-Es un placer.

-Adam, ¿cómo se llama el hombre con quien te estás quedando?

-James Hiddleston.

-¿A él también lo vas a meter a prisión?

-No, claro que no.

-Adam, pero delincuentes son delincuentes.

-John, mi problema no es con él. Yo quiero joder a Harrison Ford. Quiero que pague por todo lo que hizo.

-Lo sé, Adam, pero tú sabes que fue por culpa de...

-Ni lo menciones.-lo interrumpo.

-Lo lamento.

-De acuerdo, jefe.-suspiro.- creo que esa es toda la información que tengo.

-Vamos, Adam, no me llames jefe, sólo John.-sonríe.- además, es algo extraño.

-De acuerdo, John.-río.

-Gracias por la información, fue de mucha ayuda.

-De nada. Me enteré que infiltraron a uno aquí en la FBI.

-Sí, pero ese asunto ya está arreglado.

-Lo suponía.

-Bueno, oficial, me voy.-voltea hacia atrás.- una rubia te espera afuera.

-¿Marie?

-Sí, joder, no entiendo cómo es que no te la has llevado a la cama.-río.- está más buena que la puta madre.

-Es linda.- sonrío al recordar a la verdadera chica que yo amo.- pero no.

-Estas algo cambiado, ¿dónde está el Adam que le encantan las mujeres?

Río ante su comentario. No cambié, sólo estoy enamorado, enamorado de verdad.

-Bueno.-se levanta.- como sea, me retiro, estaré en mi oficina.

-Vale, John, yo estaré aquí.

-Suerte.

John abre la puerta y sale de mi oficina. Doy un suspiro y abro el cajón que está a mi lado. Se supone que aquí tengo el expediente, de la mayoría de los hombres de Harrison. Busco de la A hasta la D. Por fin lo encuentro. Dwayne Tyler. Secuestros, violaciones, tráfico de mujeres. Joder, no quiero ni imaginar lo que le pudo haber hecho a Grace. Por suerte ese maldito está muerto.

Veo como la puerta se vuelve a abrir. Veo a la rubia atravesar la puerta con una sonrisa.

-Oficial Driver.-dice Marie.

-¿Sí?

-El oficial Abrams quiere saber si trae su placa de policía.

-Por supuesto, siempre viene conmigo.

-Está bien, le diré, ah, y me dijo que si tiene más información de Harrison Ford, lo agregará a un expediente nuevo y después se lo mandará.

-De acuerdo, en un momento, lo hago.-sonrío.- ¿eso es todo?

-Sí.- se queda un momento seria.- ¿cómo le ha ido en todo esto de ser un infiltrado, oficial?

-Vamos, Marie.-río.- Ya te dije que no me llames oficial, dime Adam.

-De acuerdo, Adam.-ríe.

-Bien, es algo difícil.

-Ya lo creo.-suspira.- aquí te echamos de menos.

-Gracias.-sonrío.- Yo también echo de menos ser un policía, es extraño actuar como un delincuente, pero trabajo, es trabajo.

-Claro. Bueno, me retiro para que puedas trabajar.

-Claro, Marie, gracias, dile a Abrams que le mandaré todo.

-Bien.

Marie me sonríe y sale da la oficina. Volteo a ver mi taza de café, la tomo entre mis manos y el doy otro trago. Ya está a punto de enfriarse.
Miro toda mi oficina, la extrañaba bastante. Todo esto de ser un policía infiltrado es muy peligroso, sí me descubren me matan, pero tengo que vengarme de Harrison Ford, tengo que vengarme por lo que le hizo a mi familia.

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Todo empieza a tornarse más serio... *Inserte voz sospechosa*