Parte XLVIII: Malcriada

Lo único que puedo escuchar ahora son mis sollozos. La almohada ya está húmeda, debido a mis lágrimas.

Alguien llama a mi puerta. En este momento, lo que deseo es que sea Adam.

Me seco las lágrimas con las palmas de mis manos, mientras me levanto de la cama y me dirijo hasta la puerta, para abrir.

Es la persona a la que menos quiero ver: James.

¿Por qué tenía que ser él? Siento que lo odio con todas mis fuerzas. No tengo ánimos de discutir. Pero seguro a eso vino.

-¿Qué es lo que quieres? -puedo distinguir el tono irritado de mi voz.

-Hablar contigo.

-Lo lamento, yo no quiero. -Intento cerrar la puerta, pero él pone su pie para evitarlo- ¡Vete de mi habitación! No quiero estar contigo.

-Tendrás que aguantar. Vives conmigo.

-Hay veces en las que desearía que no fuera así.

-No seas malcriada, Grace.

-¿Malcriada? Y dime, James ¿Cuándo dejarás tú de ser tan amargado?

-Tengo razones para enojarme.

-Claro, claro.

James bufa, luego pasa la mano por su cabello y comienza a dar masaje a su frente, como si le doliera la cabeza o estuviera estresado.

-Escucha, Grace, he venido a hablarte de algo muy importante.

Doy media vuelta, para dirigirme a mi cama. Me siento con las piernas cruzadas. Recargo mi codo en una de ellas y mi barbilla en los nudillos de mis manos.

-¿Y bien? -Enarco una ceja- ¿Qué es eso tan importante?

Cierra la puerta, con una leve patada detrás de él. Se acerca a mí y se pone de frente, pero sin sentarse.

Levanto la mirada, puedo notar su ceño fruncido y con rostro de desaprobación.

-Tan sólo no quiero que te pongas histérica -me advierte.

-Como digas.

Él rodea los ojos.

-Grace, lo tuyo con Adam terminó. No estarás cerca de él jamás.

Mis cejas se alzan, casi podrían llegar al cielo. Mis labios se curvan y dejan escapar una risita divertida.

-Vamos, deja de bromear.

-¿Crees que bromeo?

Me pongo de pie nuevamente y lo miro fijamente. Sé que está bromeando.

-Como si eso fuera posible. Jamás me separaré de Adam.

-Eso es lo que tú crees.

-Muy buena broma, James -río un poco.

-Basta. Estoy hablando muy en serio. No te quiero ver cerca de él, porque lo mataré ¿entendiste?

-¡No me puede obligar a eso! -Chillo- Yo amo a Adam.

-No me interesa.

Empiezo a ver a James un poco borroso, es a causa de las lágrimas que se han acumulado en mis ojos. Parpadeo y las dejo escapar.

-Pero... Lo amo.

-Lo lamento.

-¿Lo lamentas? ¡Eres un completo hipócrita! ¡Te odio tanto!

Quizás no debería decirle esto, pero estoy demasiado enfadada como para poder controlar mi boca.

-Ódiame lo que quieras. Lo hago por tu bien.

'Ódiame lo que quieras' esa frase me es tan familiar. Es la misma que decía mi madre.

-Te pareces a mi madre.

-Jamás vuelvas a repetir eso, Grace.

-¡Es cierto! ¡No me hubieras comprado! -Respiro un poco- Así no me habría enamorado..., esto hubiera sido más fácil. Tú no sabes lo que él significa para mí.

-Es lo mejor.

-No lo es. Maldigo el día en el que me trajiste aquí. ¡Todo fue un maldito negocio miserable!

Aprieto la mandíbula, me contengo a decirle miles de palabrotas, no quiero lastimarlo también.

Me acerco a él y le doy un empujón.

-Vete, James. Necesito estar sola.

No me responde, pero afortunadamente se esfuma. Cierro la puerta, mejor dicho, azoto la puerta con todas mis fuerzas, para luego darle un golpe.

¿Cómo se supone que podré estar sin Adam?

Necesito verlo. Necesito que me diga que todo estará bien. ¿James lo habrá echado? Creo será mejor que lo busque.

Intento tranquilizarme un poco. Respiro hondo, para poder recuperar el aire que perdí cuando le grité a James.

Tomo un pañuelo y me seco las lágrimas. No puedo disimular que estuve llorando, mis ojos siguen rojos e hinchados.

Abro nuevamente la puerta de mi habitación. Miro a todas partes, para asegurarme que James se ha marchado.

Comienzo a buscar a Adam por todos los pasillos. En las salas de juegos y en la biblioteca.

Cuando estoy a punto de rendirme, lo encuentro parado frente a una mesa, observando unos archivos. Esbozo una sonrisa.

-Adam -lo llamo en un susurro.

Él se sobresalta y cierra la carpeta. Me voltea a ver, su rostro no se ve contento al verme. Algo anda mal.

-Ah, eres tú.

-Sí, soy yo.

Me acerco a él lo suficiente para poder besarlo. Mis labios rozan un poco con los suyos, pero me aleja. Lo miro muy confundida.

-¿Qué pasa?

-Nada.

-Actúas...extraño.

-Creo que siempre he actuado.

Mi rostro se llena de incredulidad y confusión. Mi corazón comienza a latir increíblemente rápido y siento algo en el estómago. Como cuando vas en un auto y éste se va de bajada sobre un puente.

-¿De qué hablas? No lo comprendo.

-Sabía que no debí de haberme metido con una niña como tú.

-¿Qué?

-Me alegra que James me obligara a separarme de ti. No encontraba la forma de deshacerme de una vez por todas de ti.

-¿Deshacerte de mí?

-Sí. Después de mucho tiempo con una chica me aburro de ella. Ya lo sabías ¿no es así?

-Pero... creí que me amabas.

Él lanza una carcajada, como si hubiera dicho algo muy estúpido.

-Jamás te he amado, Grace. -no parece estar bromeando. Cada palabra es clara y verdadera- Estaba aburrido, necesitaba acostarme con alguien.

-Tú me dijiste que...

-Ya te expliqué, fue actuación. Estaba hambriento de sexo.

Sus palabras me lastiman, más que las de James. Intento aguantar las lágrimas, ser fuerte, pero me ganan y comienzan a derramarse.

-Tú y yo hacemos el amor.

-No te confundas, ma chérie. Fue sólo sexo.

-No me vuelvas a llamar así.

-Creí que te gustaba.

-Y yo creí que en verdad me amabas. ¡Me mentiste!

-Quería experimentar con algo nuevo. Una chica virgen como tú, fue fascinante. Tan sólo te quería para pasar un buen rato en la cama, pero ya me he aburrido de ti.

-Me das asco.

-Después de decirte que te amaba, todo fue más fácil, te dejaste llevar como la puta que eres.

Mi mano choca en su mejilla y provoca un extraño sonido. Su mejilla queda marcada y se va tornando color rojo. Es una bofetada que no olvidará jamás.

-Te odio tanto.

-Me alegra que me odies, así será más fácil para ti olvidarme. No sufrirás.

-¡Te entregué todo, Adam! -mi voz se corta- Mi amor... todo.

-Que lastima que yo no pudiera corresponderte de la misma manera. Soy un mujeriego, nunca cambio.

-Yo te...

-¡Cállate! -Agita su mano.- No te atrevas a decir que me amas, es lo más estúpido que he escuchado. -Me mira de pies a cabeza- Fue una estupenda experiencia tener sexo con una virgen.

Mis piernas flaquean, me siento débil con cada palabra que me dice. Me siento humillada, aplastada. Quisiera poder desaparecer.

-Espero que te cuidaras, no quiero tener que lidiar con una sorpresita.

-Lo hice, no soy estúpida.

-Bien. -Comienza a guardar sus documentos en un maletín - creo que es todo lo que tenía que decirte. Voy a algún lugar donde alguna otra mujer pueda darme lo que necesito ahora; sexo.

Me seco las lágrimas, pero no tardan en brotar más.

-Vamos, ma chérie, no llores, esto tenía que pasar tarde o temprano. -avanza y se pone a un lado de mi- Gracias por darme el mejor sexo de todos. Lamento no haber sido como lo esperabas.

Entonces, sin decir más se aleja de mí. Escucho sus pasos bajar por la escalera, hasta que se desvanecen. No me queda fuerza, así que me dejo caer.

Me humilló, me hizo sentir que no valía nada. Ahora mis lágrimas caen en este duro y frío suelo.

/////////////////////////////

Se que es un capítulo súper traumante y dramático, y si quiero seguir viva y sin que me odien no debería escribir esta nota pero es que las amoooooooooooo! Acabo de ver que estamos en #2 lugar con Negocios Miserables y en #6 con Get Me Back en los fics de Adam y ahhhhh! Eso me pone muy agradecida, y feliz, y ahhhhh! En serio las amo, gracias por leer! Y estar votando y comentando, en serio, fue muy satisfactorio ver esto!!! Y aunque no somos tal cual un fic de SW, estamos en el #19, y OMG.

La verdad es que estoy súper impresionada, porque estamos entre fics de Adam/Kylo muuuuuy buenos, debo de admitir que soy súper fan de Impossible y de Prisioner como no tienen una idea, y pues, las amo!!!! Gracias por todoooo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top