Parte XLIII: No estás haciendo tu trabajo

Tomo el retrato entre mis manos y veo su fotografía. La admiro un momento. Sus ojos son color miel y siempre se llenan de luz cuando le digo que la amo. Su cabello es largo y mostaza, y siempre tiene ese olor a jazmín que me hipnotiza. Es tan hermosa. Mi chica perfecta.

Sonrío y la dejo sobre mi escritorio a lado de la foto de mi familia. Tenía que tenerla conmigo.

La puerta de mi oficina se abre, veo a John entrar. Intento borrar mi sonrisa, pero es imposible. Me mira algo extrañado y se sienta frente a mí.

-De acuerdo, oficial, dime ¿qué has investigado de nuevo?

-Nada en realidad.

-¿Qué? -Bufa- ¡No estás haciendo tu trabajo, Adam!

-Lo siento.

Aprieta sus puños y da un largo suspiro para intentar calmarse. Me alegra que lo haga, John no controla sus impulsos.

-De acuerdo -su voz suena más calmada- Entonces, ¿no tienes nada? -Niego con la cabeza- ¿Para qué mierda entras de infiltrado si no me traes información?

-John, te recuerdo que esta investigación la hago yo.

-Pero yo soy tu jefe.

-¿Acaso mi familia también era la tuya? Yo soy el encargado de esto, quiero destruir a Harrison.

-No se nota demasiado.

-Joder, John, entiende que no es nada fácil.

-Sí es fácil -se acerca para mirarme a los ojos- Hay algo más ¿no es así, Adam?

-No sé de qué hablas.

Voltea su cabeza y ve el retrato con la foto de Grace. Lo toma y lo observa detenidamente. Habría intentado arrebatárselo, pero no me importa que lo mire.

Arquea una ceja y niega con la cabeza.

-¿Quién es ella?

-Grace. Es la hija de James Hiddleston. Ya te había contado de ella.

-No me jodas que en verdad estás...enamorado.

-Sí, lo estoy.

Pasa su mano por el pelo con mucha frustración.

-Carajo -se levanta de silla- ¡Carajo! ¡Ahí está tu puto problema! -exclama molesto.

-Ella no es un problema.

-¡Es una simple puta!

Me levanto de mi sillón con el rostro rojo de furia. Me acerco a él y lo estrello contra la pared tomándolo del cuello de su camisa, tal y como James lo hace conmigo. Sus ojos café chocolate delatan la pizca de miedo que siente. ¿Ha llamado a Grace, puta? Eso jamás se lo permitiré.

-Si vuelves a pronunciar esa palabra para referirte a ella... no me interesa que seas mi maldito jefe. Escúchame bien -levanto las dos cejas-Te cortaré lo que te identifica como hombre ¿entendiste?

John asiente con la cabeza. Le dedico una fría sonrisa y lo suelto. Me doy media vuelta para volver a mi asiento. Cuando lo miro de nuevo ya se ha incorporado.

Le señalo la silla en la que estaba para que vuelva a sentarse. Me obedece.

-Sólo porque llevo años conociéndote no te saco a patadas de aquí. No puedo creer lo que una mujer está causando en ti.

-Créelo.

-Creí que sólo te importaba el sexo.

-Así era antes.

-¿Te la tiraste?

-Ha sido el mejor polvo de mi vida -sonrío.

-Ese es el verdadero Adam.

-Pero con ella no es sólo sexo. La... amo.

John se rompe a reír. Sus carcajadas se escuchan por toda la oficina.

-¿La amas? ¿En serio? ¡Qué buena broma!

-Sí, la amo, estoy jodidamente enamorado de ella. Creí que te había quedado claro.

Intenta calmarse un poco. Finalmente, cuando lo hace, me mira con seriedad. Chasquea su lengua y agita la cabeza.

-Lamento decirte esto, Adam.

-¿El qué?

Golpea el escritorio con sus dos manos y me mira a los ojos.

-Tienes que alejarte de ella.

-¿Qué?

-Te está jodiendo el poco trabajo que llevas hecho.

-Ella no está haciendo nada. Tú no puedes decidir eso.

-No me obligues a cancelar tu caso.

-No lo harías.

-Por supuesto que sí. Esas son mis últimas palabras -se levanta de la silla y me mira- Eres como mi hermano, pero fue suficiente.

-No dejaré a Grace jamás.

-Espero que para la próxima vez que regreses sea soltero.

Me levanto para intentar atacarlo, pero me detiene.

-Ey, ey, ey, tranquilo, oficial. Quizás ahora sea yo quien te corte lo que te hace hombre y tanto vuelve loca a las mujeres con quienes te has acostado.

Sonríe, gira la perilla de la puerta y sale de mi oficina. Bufo y le doy un golpe al escritorio. Me siento de nuevo y hundo los dedos en mi pelo.

-¡Joder! -susurro con enfado -Maldito.

Estúpido John. Jamás creí que me pediría algo así. ¿Alejarme de ella? Eso jamás lo va a conseguir. Creo que tiene un poco de razón, estoy descuidando mi trabajo, pero no voy a dejarla. Enfrenté a James ¿Por qué no a John?

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Sorry por no estar actualizando, pero ahora si ya no tengo internet en mi casa, y el de la escuela agarra cuando quiere. Ahorita vine a casa de mi abuela, solo para poderles actualizar jsjsjs <3

No olviden estar comentando y votando porfiiii :c

Pd. Ya subí el famous blog del que les hable, y pues, lo encuentran en mi perfil.

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