Parte LIV: Notas

Al despertar, encuentro una hoja de papel a mi lado. Suspiro y me tallo los ojos. Extiendo el brazo, para poder tomar la nota. La pongo frente a mí y comienzo a leer.

"Grace, tengo una sorpresa para ti. Arréglate y te veré abajo.

James."

¿Una sorpresa? Espero que no se trate de una broma.
Estar con James me ha ayudado a no pensar en Adam. Me hace sentir mejor. Eso es lo que hace un padre, ¿no?
Él es el mejor papá.

Hace unos días vi a Adam. Se veía algo apurado, tanto que ni siquiera se dignó a mirarme. Vamos, Grace, ¿que más señales quieres para darte cuenta que en realidad no le importas?
Me ha lastimado de todas las formas.

Después de darme esa relajante y larga ducha -donde la mayoría del tiempo pensé en Adam- Busco un poco de ropa, algo cómodo: una blusa de cuadros color azul de botones, unos pantalones de mezclilla color negro. Y tenis, por supuesto. Es exactamente lo que me gusta usar. Cepillo mi cabello, pero no lo sujeto, prefiero llevarlo suelto.

Al terminar de arreglarme, bajo, como me lo ordenó James en la nota. Miro a todos lados buscándolo, pero no hay una sola persona aquí. Tal vez tuvo que salir. Lo comprendo, tiene muchas cosas que hacer.

Abro la puerta de madera, para poder entrar a la cocina. Tampoco hay nadie aquí. Me acerco a la barra, y encuentro un vaso lleno de una bebida, que al parecer es jugo de naranja. Pero también hay una nota.

"Quizás deberías desayunar algo antes.

James."

Otra de James. Supongo que sigue por aquí. Me encojo de hombros y tomo el vaso, para beber el jugo. Sabe algo distinto, pero nada fuera de lugar. Sin embargo, comienzo a sentirme algo mareada y confundida. Ahora... sólo deseo dormir. Lo último que escucho, es el vaso hacerse añicos en el suelo.

Respiro un olor delicioso, es como... a flores, me gusta. Descanso sobre una cama que me resulta vagamente familiar. Observo el lugar detenidamente. Ya había estado aquí anteriormente.
Me levanto de la cama y comienzo a caminar por la gran habitación. ¿Cómo llegué aquí? ¿Acaso me drogaron? ¿Acaso James hizo esto? Todo es tan confuso, todavía me siento algo mareada, no debí de haber tomado ese jugo.

-Hola -escucho una voz que me sobresalta. Me volteo inmediatamente, y veo a quien menos lo esperaba. Viste una camisa de botones, me resulta extraño, no son muy comunes en él. También usa unos pantalones de mezclilla azul marino. No puedo ver mi rostro, pero seguro luce lleno de sorpresa.

-¿Qué... qué haces aquí, Adam? -Agito la cabeza- Mejor dicho... ¿Qué hago yo aquí? -me corrijo.

-Yo te traje.

-¿Para qué? -Trago saliva- No tengo nada que hacer contigo.

-Yo sí. Necesito que hablemos. -recorre el lugar con su mirada- ¿Lo recuerdas?

Miro a todas partes para entender a lo que se refiere. De pronto, a mi mente llega todo. Esta es la cabaña a al que él me trajo la primera vez que... hicimos el amor. ¿Por qué me trae aquí? Ya me ha humillado lo suficiente. Es enserio que no tiene sentimientos.
Cuando termino de ver el lugar, dirijo mi mirada hacía él.

-¡Tú me drogaste y me trajiste a este estúpido lugar! -le grito.

-Lo notaste ¿ah? -se recarga en la pared y me sonríe.

-¿Cómo puedes ser tan cínico?

-¿Crees que soy cínico?

-Idiota. Quiero irme de aquí -me cruzo de brazos.

-No puedes- se pone derecho nuevamente, para después acercarse a mí- No hay por donde puedas escapar.

-Adam...-comienzo a sentir mis ojos inundándose de lágrimas.- ¿Por qué me haces esto? ¿No crees que ya me haz lastimado lo suficiente?

-Sobre eso quiero hablarte, Grace - Al levantar la mirada, me doy cuenta que ya está frente a mi, observándome con esos hermosos ojos marrón. Intenta tomar mi mano, pero lo rechazo fugazmente.

-Yo no quiero hablar contigo. -Digo seca.

-No me interesa. Hablaremos sí o sí.

Toma mi brazo y levanta la manga de mi blusa. Observa el moretón que me dejo después de esa vez que me arrojo al suelo. Su cara cambia, ahora se ve decepcionado. Baja la manga de nuevo y luego me mira.

-Escucha, Grace. Yo..., no me sentí de esa forma.

-¿Quieres decir que no fue tu intención decirme ramera y humillarme? Qué lastima si piensas que te perdonaré. Es muy tarde.

-Lo sé. También sé que no me perdonarás. Tan sólo quiero explicarte unas cosas.

-No quiero escucharte. Porque no te creeré nada, eres un mentiroso.

-Cierra la boca un momento, Grace.

-¿Para qué? No tengo nada que escuchar de ti, seguro lo único que quieres es que... -Y cierra mi boca besándome. Lo alejo lentamente y le dedico una mirada de enfado.

-No te callas de otra forma -sonríe.- Escúchame... tan sólo te pido que me escuches un momento. -Toma mi mano y me lleva hasta la cama para que me pueda sentar.

-Bien..., habla.

-Grace..., yo... yo te amo en verdad.

-Por favor -suelto una risita- Eso lo he escuchado cientos de veces

-Déjame terminar ¿sí? -ruedo los ojos- Tuve que decirte eso porque sé que no te alejarías de mi si te lo pedía por las buenas. No lo hice por temor a que me pasara algo a mí, sino a ti. Creo que no soy bueno para ti. -Intento decir algo, pero me calla de nuevo- Siempre que estás conmigo te ocurre algo. Si te llegara a pasar algo grave..., jamás me lo perdonaría.

-Adam... ¿Por qué me dice esto ahora?

-Quiero intentar recuperarte -frunce los labios.

-Eso... eso es algo que me resulta imposible, no tienes ni idea de cuanto sufrí.

-Yo también..., sufrí como nunca. Fue más difícil para mí decirte todas esas cosas.

-No puedo creerte otra vez -Siento las primeras lágrimas derramarse de mis ojos. Adam pone su mano en mi mejilla y luego, con sus dedos, las limpia. - No puedo confiar nuevamente.

-Te entiendo. -Atrapa mi rostro entre sus dos manos y me mira fijamente- Nadie, Grace..., nadie, me ha hecho sentir lo que mismo que siento por ti. Estoy hablando con la verdad.

-Tú dijiste que sólo me querías para tener... sexo.

-Si tan sólo te hubiera querido para eso... te lo habría hecho cuando estabas ebria y me lo pediste. Sin embargo, no lo hice. Porque te amaba, pero todavía no me daba cuenta.

-¿Cómo puedo saber si hablas con la verdad?

-Es...cierto, Grace, todo es cierto. Te amo en verdad. Si ya no sientes lo mismo por..., tan sólo quiero que me perdones. Jamás quise ser un estúpido, pero, tenía que hacerlo, para protegerte. -Traga saliva- Me alejaré de ti si ya no quieres volver a verme y... -pongo mi dedo índice en sus labios.

-No quiero que me dejes... Sigo sintiendo lo mismo, siempre lo he sentido. Pero...

-¿Aún no confías en mi? -Asiento con la cabeza- Te he amado... todos, y cada uno de los días que hemos estado separados. Ni siquiera podía dormir pensando en ti. Te amo, Grace.

-¿Me amas?

-Como si existiera alguna razón para no amarte. Por supuesto que lo hago. Je t'aime, mon amour de ma vie. Te amo, joder... te amo.

Entonces, se acerca a mis labios, y me besa con tanta desesperación. Me obligo a separarme de él, para tomar un poco de aire. Necesito que me ame como solía hacerlo hace tiempo. Lo deseo más que cualquier otra vez.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top