Capítulo XXVII: Mason Castleraigh
Capítulo XXVII: Mason Castleraigh
Jagger
—No has estado respondiendo a tus llamadas —rompe el silencio.
Dejo mis manos sobre el mesón mientras papá permanece sentado en una de las sillas altas, bebiendo el té que James le hizo antes de desaparecer al irse a ver a Seth y averiguar mucho mejor lo que sucedió con Abel.
—Hijo...
—Me traicionaste —murmuro, pero alcanza a escucharme.
Ante su silencio llevo mi mirada a la suya y trago antes de volver a hablar.
—Sabías lo que Megan quería de mí y me instabas a hablar con ella, me mirabas siendo este gran padre, pero me enviabas a un matadero para que ella tuviese el poder de cortarme y tomar de mi cuerpo lo que necesitaba —Respiro hondo y flexiono mis dedos intentando calmarme—. Tiene sentido que no respondiera a tus llamadas.
—No es así, Jagger y en el fondo lo sabes.
Suena herido por mis palabras y aunque yo lo estoy por sus acciones, me carcome la culpa de mi dureza, pero no sé cómo lidiar con estas emociones.
—Sabías que ella está enferma y que necesita un trasplante y sabías que lo quiere de mí.
—Sí, lo sabía —confirma con seriedad.
—Entonces no sé qué más deberíamos hablar.
Rodeo el mesón para irme, pero me corta el paso dando un asentimiento hacia la silla en donde se encontraba anteriormente sentado. Reboza autoridad y papá en realidad nunca me golpeó o intimidó al crecer, por el contrario, él me hizo respetarlo y no temerle, pero ahora siento que se ve más grande e imponente mientras sin darme cuenta me reduzco hasta sentarme como quiere.—Te amo un montón, pero seriamente no puedo seguir dejándote hacer lo que te da la gana cuando se trata de asumir o huir de enfrentar tus emociones sobre la situación con Megan.
—Pero de qué...
—Estoy detrás de ti desde hace más de dos años, intentando hablarte de Megan o instándote a hablar con ella para que conocieras de esta situación.
—No voy a escu...
—Si lo vas a hacer, Jagger, así te tenga que atar a esa maldita silla. Eres un adulto y ya es hora de que conozcas el contexto de la situación, enfrentes la situación y tomes las decisiones. Se acabó lo de dejarte ir sin que te dé explicaciones o sin que me escuches, se acabó el darte todo ese espacio que solo alimenta esos escenarios mentales que te niegas a conversar conmigo.
»Vas a escuchar cada palabra que voy a decirte. Si tengo que jugar a ser el padre malo, por Dios que lo haré, pero no me sentaré y quedaré viéndote marchar o desacreditar todo el amor que he evocado para criarte y asegurarme de que estés bien. Tal vez no soy el mejor padre, pero no permitiré que me acuses de traicionarte o que desvalorices mi amor por ti cuando básicamente has sido mi vida entera desde que supe de ti.
Estoy tan sorprendido que ni siquiera alcanzo a responderle mientras se saca la corbata y se deshace de dos botones de la camisa como si necesitara respirar, lo próximo es subirse las mangas de la camisa mientras masculla cosas que no alcanzo a escuchar y finalmente me fija con una larga mirada.
—Imagínate mi maldita angustia cuando pasé de tener a un hijo finalmente dispuesto a hablar conmigo para un par de horas después leer que no quería que viniera, ser ignorado en llamadas y enterarme por Megan que te había dicho de toda la situación ¿Quieres que me quede con su versión?
—Quién sabe, tal vez eres adicto a sus mentiras —E incluso yo puedo reconocer el reproche en mi voz.
Papá respira hondo y se presiona el puente de la nariz murmurando algo que suena parecido a "no me permitan sacudirlo."
—¿De verdad crees que Megan, en mi cabeza y mi ser, está por encima de mi hijo? ¿El hijo que peleé para obtener la custodia?
—Siempre hablas de ella...
—Te pedía que hablaras con ella, que la escucharas para que terminaras con esta situación.
—¡Llevas más que dos años pidiéndome que hable con ella! Desde que incluso viniera a Ocrox...
Se pasa las manos por el cabello antes de recargar su costado del mesón y cruzarse de brazos. Parece enfadado, cansado y a nada de renunciar, pero no es de los que se rinden.
—Mi papá tenía razón —comparte—, queriendo protegerte he tomado decisiones que ahora me explotan en la cara.
—¿El abuelo también lo sabe?
—Sí, Jagger, por supuesto que tu abuelo sabe que tu madre te busca porque quiere un riñón que esperemos no estés dándole.
Ahora sí estoy sin palabras y eso parece aplacarlo antes de sentarse en la silla frente a mí.
—Megan te lastimó durante tu niñez y me rompe el corazón haber creído que era una buena madre, haberte dejado vulnerable a sus engaños y usos, a las cosas que sé que te hizo —No deja de mirarme a los ojos—. Cuando llorando me dijiste que tu madre me engañaba y me abrazaste, me prometí que nunca dejaría que eso volviera a suceder, y aunque mi corazón se rompía, eso era un segundo plano cuando estaba preocupado por tu propio corazón.
»¿Crees realmente que tu madre renunció a nosotros con facilidad? ¿Crees que la misma persistencia que tiene por buscarte no lo hizo conmigo? ¿Cuánto crees que tomó que firmara los papeles de divorcio? ¿Por qué vives conmigo y no con ella?
El silencio nos embarga lentamente y su teléfono suena, pero sin mirarlo lo apaga dejándolo sobre el mesón.
—Necesitamos un trago. Consíguelo para que podamos continuar —Me pide.
En automático me pongo de pie y estoy repitiendo en mi cabeza lo que va de la conversación mientras sirvo en dos vasos una cantidad generosa de ron. Cuando vuelvo, papá da un trago y asiente.
—Un año y medio y 10 % en acciones de una de las empresas —Me hace saber—. Eso fue lo que tomó que firmara el divorcio, sin contar el intenso año de pelea legal por la custodia. ¿Por qué dejar a un niño en crecimiento con su padre y no con la madre que dice amarlo y llora pidiéndolo de vuelta?
»No estoy orgulloso de romper la ley, pero pagué mucho dinero, Jagger y usé mucha influencia, fabriqué evidencias falsas e hice que cuestionaran mentalmente a Megan para conseguir sin lugar a dudas que te quedaras conmigo. Y no me pesa ni me arrepiento, lo haría de nuevo, sin importarme nada.
Ahora soy quien se pasa las manos por el cabello antes de dar un profundo trago a mi bebida.
—Ella no es parte de ninguna de las empresas.
—Sí, eso es porque nuevamente pagué y moví hilos para quitarle ese poder, no iba a dejarle tocar el patrimonio de mi familia ni tener cercanía con nada que considerara mío.
—¡Mierda! ¿Quién eres? ¿No se supone que eres como el hombre más bueno del mundo? —pregunto con genuino desconcierto.
—Soy un padre que no estaba dispuesto a perder a su hijo ni que le hiciera más daño alguien que debió amarlo y bueno, soy un hombre de negocios, ya sabes cómo funcionan las negociaciones, no siempre todo es moralmente correcto.
Una risa rara me abandona y papá me da una sonrisa tentstiva como si dijera "esto lo que es."
—Obtuve tu custodia y tiempo después ella apeló, consiguiendo que me viera en la obligación de permitirle verte, pasar algunas horas con ella.
En mi mente recuerdo las primeras veces que se sentó a preguntarme si quería ver a mi madre y sentí que me entregaba. Sin embargo...
—Nunca me obligaste a ir.
—Correcto, lo que me ganó varios problemas legales y una nueva audiencia. También tuve que comprar a ese juez.
—¿Eres un adicto a comprar la justicia?
—Tu bienestar está por encima de todo, es algo que papá y yo tenemos en claro.
—Por supuesto que el abuelo sabe que tiene un hijo como tú.
—Tu abuelo consiguió algunos de los contactos.
Y aquí estuve pensando todos estos años que yo era la oveja descarriada de mi pequeña familia.
—Hace más de dos años y medios Megan fue a mi oficina y la escuché, principalmente porque quería saber qué era lo que te había hecho luego de lo sucedido con Lindsay, me dio una explicación que honestamente no creo y me conformé con esperar, una vez más, que alguna vez decidieras ser comunicativo conmigo sobre lo que sucedía. Siempre he sido abierto sobre ayudarte, pero nunca has querido mi ayuda.
Lo último tiene un tinte de dolor y me remuevo en mi asiento.
—Ella me habló de su enfermedad y la empatía me hizo querer ayudarla. Hice que la pusieran en nómina del seguro de la empresa, se cubrieron sus consultas médicas, tratamientos y una enfermera asistida cuando la necesitó, sin embargo, hay cosas que el dinero no compra y la salud, algunas veces, es una de esas excepciones.
»Cuando Megan me dijo que necesitaba un riñón no esperé que su enfoque estuviese dirigido a ti, me parecía demasiado descarado, pero no sé por qué aun me sigue sorprendiendo las cosas que hace —emite una risa seca—. Supongo que en el fondo quiero justificar que no pude haber amado durante años a una mujer tan... Desagradable.
—Diría que es más que desagradable.
—Me enfadé, Jagger, recuerdo que lloré esa noche como un niño, abrazado a papá preguntándome por qué te di una madre tan mediocre, por qué ella no era capaz de ver el buen niño que eras, de apreciar tu inteligencia, buena salud y disposición para ayudar a otros.
»Pero aunque sentía rabia, recordé perfectamente que una semana antes me habías dicho que eras un adulto y que tus decisiones te pertenecían. No era mi decisión rechazarla o aceptarla, era tuya —exhala lentamente—. Megan ha estado presionando desde entonces para que te haga hablar con ella, amenazando, llorando, irrumpiendo. Te he dicho que hables con ella, pero nunca te he obligado.
»En silencio he rezado para que la escucharas y de una vez pudiese estar fuera de nuestras vidas. Acepto mi egoísmo de presionarte a escucharla para mi beneficio de no tener que lidiar con ella una vez más, pero estoy cansado, Jagger. Han sido años lidiando con ella, moviendo hilos, arreglando lo que deshace en su desesperación de llamar la atención.
—¿Qué cosas arreglas?
Parece que se piensa el responderme, pero insisto.
—Megan cree que una de sus mejores maneras de tocar mis botones es intimar con mi personal, intentando darme el mensaje de que puede hacer que me traicionen, que puede lastimarme o que simplemente reconozca que existe. Está enferma y retorcida en su cabeza, pero no es mi responsabilidad sanarla y tampoco tiene que ser la suya.
»Ella me ha hecho saber que rechazaste el donarle un riñón y aunque eso me alivia muchísimo, necesito saber que estás seguro de ello y si ese es el caso, no te juzgamos ni creemos que eso te haga una mala persona.
Me quedo en silencio mirándolo mientras se termina el trago y se pone de pie para estar frente a mí y dejar una mano en mi hombro.
—¿Jagger?
—¿Por qué me amas tanto?
—Porque eres lo mejor que tengo en esta vida, lo único que me permite no arrepentirme de haber amado a la mujer equivocada. Eres perfecto, Jagger y me siento orgulloso de que seas mi hijo. Te pido perdón por no haberte dado la mejor madre, pero quiero que sepas que siempre me esforcé en recompensar ese amor y lamento si no fue suficiente, pero lo intento y trato de mejorar, solo necesito que nos permitas amarte. No te pido que cambies quién eres, pero no es malo dejar entrar a quienes te aman cuando sientes dolor.
—¡Dios! Papá eres realmente genial ¿Sabes? —pregunto entre risas, pero con los ojos lleno de lágrimas.
Lo próximo que sé es que estoy presionan mi rostro de su camisa mientras lo abrazo con fuerza y lloro por mi ingenuidad al creer que este hombre no ha hecho tanto por mí, por la culpa de desconfiar de alguien que nunca me ha fallado y la tranquilidad de saber que papá y el abuelo siempre serán mi hogar, mi lugar seguro.
—Lo siento.
—Entiendo que estuviese enfadado y confundido, pero nunca más te atrevas a dejarme fuera de tu vida ni mucho menos acusarme de traición, porque eso duele.
—Lo siento —repito—. Lo siento mucho.
—Lo sé, hijo. También lamento tratarte como un niño y haberte mantenido a oscuras sobre todas las cosas, es solo que quería que tuvieses una adolescencia normal sin más daño del que ella ya te había hecho —Me despeina el cabello con una mano y se mantiene abrazándome con el otro brazo.
Siento que reúno la fuerza y la valentía para mis siguientes palabras.
—Ella me miró a los ojos mientras tenía un orgasmo cuando la encontré engañándote, yo era solo un niño —comienzo a hablar y papá se tensa—. Casi morí ahogado en una piscina mientras ella... te engañaba.
No puedo parar de enumerar las cosas que ella hacía y cuando llego a sus consultas psicológicas que me dañaron mentalmente, siento sus lágrimas en mi piel mientras me abraza con más fuerza.
Le hablo sobre cómo Megan me hizo padecer desórdenes alimenticios, mi miedo al sexo por su culpa, las manipulaciones, el dolor y cuando hablo de Lindsay las palabras son confusas, pero él las entiende bastante bien.
No le hablo de Megan viéndose con gente de Bryce porque eso es algo que no quiero que sepa, en lo que no quiero que se involucre y en el fondo tengo miedo de que lo haga y algo le suceda.
—Lo siento mucho, hijo —Me besa la cabeza mientras lo abrazo—. No mereces nada de lo que te ha hecho pasar. Eres digno de ser amado y ella no sabe querer, solo sabe herir.
—No puedo perdonarla, no quiero. La miro y siento rabia, la miro y me duele, solo quiero que me deje en paz.
—Te prometo que no volverá a molestarte. Megan será debidamente castigada por sus acciones.
Posiblemente quiere decirme mucho más, pero está conmocionado y se conforma con abrazarme mientras me asegura que no tendré que volver a ver a Megan en mi vida. Siento su impotencia, el dolor, protección y fuerza en su abrazo mientras me reduzco a ser un niño que se permite ser vulnerable en los brazos de un papá que siempre ha estado para él.
Y puede que él diga que lamenta no haber sido suficiente, pero yo soy el que lamenta haber resentido la falta de amor de Megan cuando Mason y Greg Castleraigh me han dado todo. Han roto leyes por mí, me han dado espacio, me han protegido y me han aceptado como soy.
—Eres más que suficiente, papá —murmuro.
—Te amo, Jagger y espero eso nunca lo olvides o pongas en duda.
Lo abrazo con más fuerza y sintiendo que un peso sale de mí, dándome cuenta de que necesitaba esta conversación. Necesitaba a mi papá.
Un pellizco para todas las que juzgaron, hablaron pestes y dudaron de Mason Castleraigh. Atrevidas.
ADELANTOS DEL PROXIMO CAPITULO:
También me pregunto si este es solo el principio para que esa asquerosa droga vuelva y si esa es mi señal de que Bryce cada vez está más cerca.
***
Abro mi mochila y saco un sobre que le entrego, cuando ella lo abre, jadea.
***
—¿Entonces qué? ¿Fingimos que nada pasó y no se hace justicia?
***
»Si de verdad quieres ser su amiga, hazlo por quien es ella y si no puedes, entonces aléjate porque no tolero que la lastimen ¿Entiendes?
***
PERSONA: Tengo al juguete que buscabas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top