Capítulo XIX: ... Y todo tuvo sentido


Capítulo XIX: ... Y todo tuvo sentido.

Jagger


—Mierda —escucho murmurar a James mientras Megan deja de hablar.

—Eso es lo que quieres, esa es tu insistencia. Quieres mi riñón porque lo más probable es que sea compatible y de esa manera no permaneces en una larga lista de espera.

»Siempre se ha tratado de eso ¿Verdad? Pensaste «Oh, tengo una nueva manera de usar a Jagger» tal vez te arrepientas de todo lo que has hecho porque sientes que jodiste el hacerlo más fácil.

—Jagger —intenta a avanzar y mi mirada la reta a seguir haciéndolo.

—No se trata de reconectar, no se trata de nada —Soy consciente de la humedad en mis ojos—. ¿Papá lo sabe?

No me responde y esa es la afirmación, lo que me duele incluso más cuando hace apenas unas horas conversamos por teléfono. Me siento traicionado y tan dolido que casi me llevo una mano al pecho para comprobar que no se rompe.

—Por supuesto que Mason lo sabe ¡Le romperá el corazón saber lo que estás haciendo!

Las lágrimas descienden solas mientras escucho a papá decirme que hable con ella. Me traicionó, me mantuvo a oscuras y la dejó emboscarme.

Me duele demasiado, no lo aguanto

—Claro que quiero reconectar contigo, quiero...

—¡Quieres mi maldito riñón! Eso es lo que quieres. Usarme como siempre lo has hecho. Vienes con este papel de madre reivindicada y víctima que es una absoluta mentira. Por eso es que no viniste por perdón hace tantos años, antes no tenía utilidad, ahora crees que soy toda tu respuesta.

Cuando el primer par de lágrimas cae, me giro encontrando a Dakota que me mira con ojos tristes y sorprendida, pero también miro el collar en su cuello, ese «Eres mi +» al que le he dado un sinfín de significados para alejarlo del hecho de que Megan me lo dio siendo un niño, pero que me ata a una asquerosa esperanza que me negaba a admitir.

—Dame el collar, por favor, dámelo —Le pido extendiendo la mano.

Dakota parpadea derramando una lágrima que solo hace que más escapen de mí.

—Por favor devuélvemelo, por favor, Dulce. Lo necesito, por favor.

—No puedo quitármelo —dice intentando desabrocharlo y exhalo cuando tomándolo de frente tira lo suficiente fuerte para maltratarse la piel y romper el broche que lo cierra.

Dakota acorta la distancia entre nosotros tomándome la mano abriendo el puño hasta que el collar está en mi palma.

—Yo solo... No es por ti —susurro con la voz enronquecida.

—Lo sé, Jagger, haz lo que tengas que hacer —Me aprieta la mano.

Con el dorso de la mano me limpio las lágrimas y avanzo hacia Megan, tocándola cuando tomo su mano y dejo el collar.

—Eso es tuyo...

—No, no quiero que lo sea —Le hago saber sin soltar su mano—. No sé qué es lo que creas o lo que pensaste, no me conoces porque no me criaste, pero mi papá y mi abuelo me hicieron un hombre decente, empático y compasivo, lo que supongo que es lo que te dio el valor y cinismo de venir por mi riñón.

»Supongo que piensas lo que hacen todos, que mi consciencia, educación y compasión me hará aceptar darte más tiempo de vida y ayudarte a sanar, que me someteré a un cambio en mi vida de manera permanente por ti siempre y cuando salgas de ella y nunca más me hables.

Sus dedos me aprietan la mano.

—Eso es lo ideal, eso es de buena persona —asiento—, pero soy una serie de contradicciones y aunque tengo lados buenos en mí, otros no lo son.

Suelto su mano.

—No te daré mi riñón, no haré tal sacrificio por ti, no lo mereces y no me nace en mi corazón. Mi compasión me hace lamentar que estés muriendo, pero no me hace sentir culpa por no querer poner en riesgo mi vida por ti. Daría mi vida por papá, por mi abuelo y por otras personas que amo, pero no por ti. No me abriré la piel por ti, no me sacaré un órgano por ti. Te deseo suerte en tu lista de espera y en los cargos legales cuando todos sepan lo que hiciste.

»Te he escuchado y te he respondido, Megan, ahora es el momento de que salgas de mi vida para siempre.

Parpadea con incredulidad, sin creerse que me he negado a un trasplante.

—¡Estoy muriendo! ¡Soy tu madre! ¿Qué clase de ser inhumano eres? ¿Eres capaz de ser tal monstruo?

—La vida me ha hecho capaz de muchas cosas. No eres mi madre, no estás muriendo por mi culpa. Vete, Megan, hoy finalmente nuestra historia termina.

—Jagger, por favor —suplica desesperada antes de caer de rodillas—. Perdón por todo lo que hice, perdón, por favor, haz esto por mí.

»Sé que somos compatibles, eres el candidato perfecto. Te prometo que, si quieres que salga de tu vida, no volverás a saber de mí.

Me estremezco al verla de rodillas y cuando intenta abrazarme las piernas retrocedo sintiéndome claustrofóbico por su sola presencia, pero me alcanza aferrándose a mi pantorrilla mientras llora.

—Vete. Ya te dije que no lo haré. Vete, Megan.

—¿Puedes vivir con tu consciencia si me das la espalda? ¡Me condenas a morir!

—No tengo la culpa de tu enfermedad y no estoy obligado a ser tu solución.

—¿Puedes vivir con la culpa —pregunta a gritos, agarrándose con las uñas de la tela que cubre mis piernas.

—Vivo con muchas culpas, esta no será precisamente la que no me deje dormir.

—Mason te crio mejor que esto, para ser un hombre de bien.

—No soy mi papá. Soy Jagger y te digo que no. Suéltame, Megan, ya basta.

Me agacho para liberar sus manos, pero entonces sus uñas se clavan en las mías intentando aferrarse con todas sus fuerzas.

Sus ojos llorosos conectan con los míos.

—Te necesito, hijo.

—No me necesitas, solo quieres usarme y ya me cansé de que me rompas el corazón. No puedo hacer esto, no lo haré.

—¿Cómo puedes ser tan frío? —Me grita clavando sus uñas con más fuerza cuando James intenta alejarla—. Debí decirle a Lindsay que tú eras el culpable, repetírselo una y otra vez, que si hubieses dejado tu complejo de Dios nada le hubiese pasado.

Tiro de mis manos con la suficiente fuerza para liberarme haciéndola caer sobre sus manos.

—Eso no es cierto —dice Dakota.

—¿Y tú qué sabes? Solo eres un reemplazo de a quién un día amó. Solo eres otra persona que será destruida por amarlo.

Megan me mira con rabia, dolor, desesperación y angustia.

—Si eres capaz de abandonar a tu madre ¿De qué otras cosas eres capaz?

»No eres una contradicción, Jagger, quizá eres el niño que nunca debió nacer.

—Ya es demasiado tarde —susurro—, porque existo, nací y estoy aquí.

—¡Jagger! Por favor, por favor haz esto por mí, te prometo que no molestaré... No pasará nada malo, podrás vivir con un solo riñón, eres joven y saludable...

—No —retrocedo—. No lo haré.

—Por favor, haz que sea tu elección, no me obligues...

Ladeo la cabeza y parpadeo, nuevamente creo escuchar lo que no dices.

—¿Obligarte a qué? —murmuro sintiendo las lágrimas caer— Ya lo entiendo, todo tiene sentido.

»¿Es por eso que hablaste con él? ¿Es por eso que estás en la lista?

—¡Hija de puta! ¿Qué? —James la suelta como si se tratase de ácido.

—Dios mío —exhala Dakota mientras me estremezco.

—Si no acepto ¿Irás con él y me venderás? Ahora todo tiene sentido —Me río de manera hueca—. Al principio no entendí por qué fue a tu consultorio, llegué a creer que estabas en peligro, por un momento pensé...

Pensé en protegerla. Pensé que ser mi madre la ponía en peligro. Estaba tan equivocado.

—No, no...

—¿Eres capaz de aceptar mi muerte por mi riñón? Todo este tiempo lo has tenido en espera de una respuesta porque esperabas que yo aceptara.

—¡Jesús! Eres la más grande escoria —dice James—. ¿Qué clase de ser vivo eres?

Veo todo con claridad, pero duele mucho.

—El lacayo de Bryce te buscó porque sabía que necesitabas mi riñón, te ofreció acabar conmigo y dártelo, pero no respondiste porque tenías esperanzas en mi bondad y ahora me dices que te estoy obligando a hacerlo al rechazar ser tu donante...

—¡No, no! Te prometo que lo rechacé, te prometo que dije que no.

—Dijiste que no —repito antes de emitir una risa incrédula—, pero no viniste a advertirme, no me lo dijiste, lo dejaste seguir cazándome. Dijiste que no, pero en silencio esperabas una llamada que te diera lo que tanto me estás mendigando.

—Ni vivo ni muerto te daré mi riñón, Megan. Me encargaré de que los pierdas todo, que te refundas en la cárcel si es que no te mata lentamente tu enfermedad. Eres un cáncer, una plaga, eres todo lo que está mal y no mereces absolutamente nada de mí ni de nadie. Lárgate y espero no tener que hablar contigo nunca más.

Ella solo llora y grita, desde suplicas a insultos y me alejo, yendo a paso rápido a mi habitación en donde me encierro mientras sus gritos siguen llegando y me cubro la cabeza con la almohada, llorando por lo que finalmente he soltado, por las terribles respuestas a por qué me buscaba con tanto ahincó, al peso de mi decisión irrevocable y la sensación de finalmente soltar la esperanza que alguna vez albergué.

Ella iba a venderme, posiblemente su desesperación la hará tomar la decisión. No me quiere, no me ama, no le importo, no me necesita de la manera en la que de niño esperé que lo hicieran.

Ella está en la lista, pero su descripción era incierta, la pensé como una víctima, no como una posible aliada.

Tengo una mano echa puño contra mi pecho, sintiendo los latidos de un corazón que por momentos se siente roto ¿Por qué me hace esto? ¿Por qué me ha hecho sentir daño durante toda mi vida?

¿Por qué me duele? ¿Cómo es posible que siempre tenga la oportunidad de hacer más profunda la cicatriz que creó durante mi niñez?

Lloro contra la almohada, sollozando de una manera que duele, entendiendo muchas cosas, pero sin lograr comprender por qué Megan no pudo amarme.

Por qué no pudo ser mi madre.

Localizo mi teléfono y abro el chat con papá, sintiendo aun el dolor de su conocimiento sobre lo que Megan quería de mí incluso si desconoce de la forma en la que se le planteó traficar con mi órgano como una aliada.

Pienso en su insistencia de que hablara con ella y la traición se siente más grande.

Lloro otro poco más antes de escribirle un mensaje a papá.

Jagger: No vengas, por favor, ya no necesito que lo hagas.

***

—¿Crees que soy una mala persona? —pregunto en voz muy baja a Dakota.

Ella deja de jugar con mi cabello ante mis palabras.

Estamos en mi habitación con apenas la luz de una de mis lámparas, ella recarga su espalda del cabecero de la cama mientras mi cabeza reposa sobre su regazo.

Tengo los ojos hinchados y me duele la cabeza, hace tan solo dos horas James consiguió que Megan se fuera. Durante horas tuve que escucharla gritarme, insultarme, suplicarme e implorar.

Y solo hace media hora permití que Dakota entrara.

—¿Por qué creería que eres una mala persona?

—Por negarme a donarle un riñón a Megan aun cuando me asegura que tiene poco tiempo de vida si no obtiene un riñón nuevo.

—Dar o negar un riñón no determina que una persona sea buena, todos tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos en todos los sentidos y ser compatibles no nos compromete a dar algo que no queremos —vuelve a pasarme los dedos por el cabello—. Tienes derecho a decir que no a ello.

—Si papá lo hubiese pedido para él no habría dudado.

—Y entiendo que sea diferente.

—No la estoy castigando, simplemente no puedo, no quiero.

—¿Te sientes mal de rechazar ser su donante?

—No.

—¿Sientes culpa?

—No.

—Entonces tu decisión es válida. Te lo repito, Jagger, ser compatible no te obliga a ser un donante. Querías cortar los lazos y eso es lo que hiciste, no hay prejuicios en ello.

—Siempre creí que habría una gran explicación sobre todas las cosas que me hizo —Me río, pero puedo sentir una lágrima rodar por la esquina de un ojo—. Lo retrasé porque pensé que, si la escuchaba, habría razones para perdonarla y tenía miedo, pero resulta que solo tenía mierda para decirme. Una vez más culpó a otros y me culpó a mí, no había grandes explicaciones porque sus acciones simplemente ya habían hablado por ella.

—No sabes cuánto me duele que no tengas la madre que mereces, nada de lo que sucedió es tu culpa.

—¿Qué tan difícil era amarme y ser mi mamá? No fui un niño difícil, Dakota, te lo prometo y pude haber sido mejor. Todo lo que tenía que hacer era amarme —Mi voz se quiebra y ella me insta a acomodarme para que nos acostemos y pueda abrazarme.

—Lo sé, eres increíble y tan fácil de amar, te prometo que eres fácil de amar, Jagger —siento sus lágrimas y las mías.

—Entonces ¿Por qué ella no pudo hacerlo?

—No lo sé, pero se trata de ella, no de ti. No hay malo en ti, lo prometo.

—Ella... Tal vez no iba a aceptar la propuesta de Bryce, pero no me lo dijo, no me advirtió. En el fondo esperaba y tenía esperanzas de que él hiciera el trabajo.

»Mi mamá, quien debería cuidarme, se sentó a esperar a que alguien me lastimara para ella obtener lo que quería. En el fondo, me deseaba muerto.

Me atrae más hacia su cuerpo mientras lloro, me permito soltar sollozos porque con este quiebre finalmente mueren mis esperanzas sobre tener una mamá, finalmente suelto muchas cosas. Me permito dejarme caer en los brazos de alguien que sí me ama mientras comprendo que otra persona no lo hizo, prometiéndome que mañana la vida continúa y este solo es el fin de otro capítulo de mi vida.

No hay arrepentimientos sobre mis decisiones, hay mucho dolor, pero no será la primera vez que sobreviva a ello, solo es otra marca, otra cicatriz con la que aprenderé a vivir.

Y finalmente comprendo que otro nombre se tacha de la lista porque Megan morirá por su enfermedad o en una cárcel, pero no hay perdón. Para mí, ella ya está muerta.



Pobre de mi Jagger, al menos podemos decir que ya sabe las intenciones de Megan y comprendió su presencia en la información que le entregaron, sabe que ella no es una víctima.

Espero disfrutarán de las actualizaciones, estoy trabajando poco a poco en las siguientes porque en este momento tengo de prioridad avanzar con esta historia.

Redes sociales:

Instagram| Tiktok: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top