Capítulo XI
NARRADOR UNIVERSAL
-Último golpe- la voz suave de Steve resonó por toda la sala mientras su compañera ahora soldado daba fuertes golpes al saco de boxeo.
-¡Ya!- gritó Natasha dando el último golpe, este golpe hizo que el saco saliera por los aires dejando a el rubio muy sorprendido.
-Tienes mucha fuerza- Steve se acercó a ella y le extendió la mano a la pelirroja ya que ella se había tirado rendida al suelo.
-Gracias- Natasha había dejado su indiferencia a un lado y ahora se había abierto más con sus compañeros, sobre todo con Rogers, él era diferente, sabía cómo actuar en cada momento, era gentil, amable y muy bueno con las mujeres, amistosamente hablando, tampoco se podía olvidar la atracción sexual que habían entre los dos, era pequeña y transparente pero la cosa con el tiempo seguramente iría creciendo.
De un fuerte movimiento Steve levantó a Natasha dejándola a pocos centímetros de él, se miraron algo incomodos e inmediatamente se separaron.
-Bueno yo...- habló Natasha.
-Si, si yo me voy a duchar, digo a descansar, bueno que me voy- soltó una carcajada nerviosa.
-Adiós- dijo Natasha mientras veía como su compañero se marchaba algo confundido de la sala de entrenamiento.
Ahora lo único que le quedaba a ella era irse a dar una ducha y prepararse para trabajar con sus compañeros.
En otro lado de la base estaba Bucky golpeando furioso el saco de boxeo, solo con pensar en la cría castaña sus pensamientos se marchaban y algo inusual en él despertaba, era consciente de que había accedido a curarle los moratones a la castaña y así conseguir que ella le haga caso, le gusta como la chica se niega ante las órdenes de cualquiera.
Pero sabe que si todo esto sale mal el que va salir perdiendo va a ser él.
No le cae mal la chiquilla pero tampoco abriría una amistad con ella, él mimo sabe que la chiquilla no se abre a cualquiera. Eso si, tendría que empezar a tratarla mejor para poder conseguir que la chica le haga caso y así no les pase nada a ninguno, no le importa la salud de la chica pero no puede dejar que le hagan nada porque su compañera está esperando señales de vida. El otro problema que tiene el soldado es que si se entera Steve de que él entrena a la castaña se cabreara demasiado con el moreno.
En pocas palabras, Steve y Natasha están comenzando a sentir atracción el uno a el otro, Bucky por su parte está en medio de todos, la zona negativa le amenaza con que si no hace que la castaña sepa pelear en esta semana lo meterán a la licuadora otra vez pero si Steve se entera de que él es el entrenador de la nueva pues se cabreara y Natasha lo amenazará de muerte si le hace algo a su amiga.
Todos estos pensamientos se esfumaron forzosamente de la mente de el soldado, estaba sudando y su respiración era agitada, se sentía débil.
Él mismo se decía que estaba en problemas.
Agarró su chaqueta, se la puso y se marchó de aquel lugar, con pasos temblorosos llegó a la puerta de su habitación, cruzaba los dedos por no encontrarse a Steve en la habitación.
Entró como pudo y se dejó caer en la cama, estaba completamente caliente hasta el punto que su piel quemaba. Su cabeza daba mil vueltas y su estómago daba salida a las náuseas.
-¿Bucky?- Steve salió de el pequeño baño que había y se encontró una imagen nunca vista: Bucky tirado en la cama con la cabeza metida en el colchón, su ropa empapada de lo que parecía sudor, la piel roja casi a punto de salir humo de ella, -Bucky, Bucky que te pasa- Steve se acercó velozmente a su amigo y tocó su mano humana, inmediatamente Steve apartó sus dedos de la piel de el soldado, -estás ardiendo, tienes fiebre- dijo Steve muy alarmado, -tengo que avisar a alguien- Steve se levantó dispuestos a irse corriendo pero la voz de el castaño lo paró.
-No- dijo Bucky dándose la vuelta en la cama, ahora quedando boca arriba.
-¿Como que no?, estás ardiendo Bucky.
-Haz lo que quieras pero no avises a nadie- las palabras de Bucky eran casi súplicas.
-Llamaré a Natasha, déjame que ella te ayude.
-Solo a ella- esas fueron las últimas palabras que dijo Bucky ya que su compañero había salido corriendo en busca de la pelirroja.
Steve corría desesperado por los pasillos, daba gracias a que no había nadie. Entró desesperadamente en la sala dónde él tendría que estar trabajando buscando con su mirada a la pelirroja, cuando por fin la vio leyendo unos papeles la llamó.
-Natasha- entre el aire que le faltaba a el soldado y el ruido que había por parte de sus compañeros hablando no supo si ella lo escuchó, -¡Natasha!- ahora esas palabras se convirtieron en un grito que calló a todos.
-Steve, ¿que ocurre?- ella se levantó alarmada y fue acercándose a él, todos los demás compañeros los observaban.
-¿Podrías acompañarme?- él intentó sonar lo más calmado posible, sin dejar a que la pelirroja respondiera la agarró de la muñeca y se la llevó, dejando a los soldado de la sala muy desconcertados a la vez que preocupados.
-¿Que pasa?, ¿porque corremos?- preguntó la chica mientras perseguía a Steve, estos andaban muy rápido.
-Tú sígueme- Steve corrió más rápido, Natasha le imitó.
En pocos segundos ya estaban dentro de la habitación, Bucky seguía acostado en la cama con la mente en blanco.
-¿Que le pasa?- preguntó Natasha.
-Esta ardiendo- Natasha se acercó a tocarlo y así era, su piel ardía.
-Tiene fiebre alta, necesitamos toallas mojadas para enfriarlo, bebida fría, cosas frías.
-También me duele la cabeza y tengo náuseas- habló Bucky.
-Steve tienes que traer: agua fría, toallas mojadas con agua fría, alguna pastilla para el dolor de cabeza y agua y limón- todo esto lo dijo Natasha en un abrir y cerrar de ojos.
-De acuerdo- Steve salió corriendo en busca de todos estás cosas, ahora era cuando se complicaba las cosas, tenía que ser un fantasma entre todos los soldados, guardias...
Pasaron cinco minutos y Steve ya había traído todo lo que Natasha pidió.
-Tómate un poco, solo un poco de agua con la pastilla- Natasha le dio las cosas a Bucky y él hizo todo lo que ella ordenó. Ahora ella de el suelo agarró el limón y lo exprimió en el agua restante, con el dedo lo removió e hizo que Bucky se lo tomara, Bucky sin rechistar así lo hizo.
-Quítate la ropa- le ordenó Natasha decidida a el soldado, Bucky doloroso se movió y empezó a quitarse la ropa hasta quedar en bóxers, -Steve levántalo- Steve agarró a Bucky de las axilas y lo dejo de pies delante suya mientras Natasha ponía una de las toallas estirada en la cama, -acuéstalo- Steve hizo caso y con mucho cuidado dejo a Bucky encima de la toalla, ya Bucky acostado Natasha lo tapó con otra toalla fría.
-Espero que para mañana este bien, y por favor tomate el agua, que sea fría hasta que esa calentura te baje.
-Muchas gracias Natasha- le dijo Steve.
-No hay de qué, he pasado por esto varias veces, solía pasarme cuando estaba cansada, frustrada, preocupada...
-Espero que se recupere- Steve miraba a Bucky con pena.
-Lo hará, ahora dejémosle descansar.
-Gracias de verdad- Steve inconscientemente agarró a Natasha en un abrazo de agradecimiento, Natasha no pudo reaccionar ya que Steve la soltó rápidamente.
-Lo siento, fue un impulso- se disculpó él un poco sonrojado.
-No te preocupes, vamos a trabajar.
Yo misma sufrí por Bucky escribiendo el capítulo.
Os gusta como están llevando la relación los Romanogers y los Winterwitch?
Gracias por leer :)
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