C: 08
Con la excusa de que necesitaba alimentarse, salió de su refugio ese día y aunque en parte su razón era cierta, el verdadero motivo por el que salía en los últimos días era otro más importante.
Después de haber estado alimentándose como lo prometió, no dudó en visitar aquel lugar al que ya se le había hecho costumbre ir. No era algo increíble ni nada por el estilo; se trataba de una madriguera que había estado preparando por semanas para recibir a sus cachorros que cada vez les quedaba menos tiempo.
El lugar había sido elegido cuidadosamente, no sólo por ser un lugar apartado en el cual podría esconderse perfectamente de cualquier depredador y de su propia familia, sino que también era un lugar que estaba en camino a lo que llamaban la tierra de los hombres.
La razón de eso es que pese a prepararse en todo en cuanto podía, estaba asustado. No sabía si podría lograr algo por su propia cuenta, no tendría la ayuda de su familia y por lo tanto, como último recurso buscó un lugar cercano a los hombres porque en caso de que todo saliera mal, él en su forma animal podría correr muy rápido y ellos podrían hacer algo por él.
Jooheon le había contado que los hombres eran capaces de sanar heridas y salvar a otros con elementos extraños que ellos mismos creaban, así que supuso que podría confiar en ellos para que pudieran salvar a sus cachorros en caso de que todo fuera mal.
Aún así siempre pensaba lo mejor y trataba de mantenerse positivo, divagando su mente en cómo sería todo cuando sus cachorros nacieran. Se veía a sí mismo acariciando su pelaje al dormir, así como recordaba que su papá Wonho había sido con él.
Manteniendo su forma animal se echó en la madriguera mientras visualizaba en su imaginación a sus cachorros jugando entre sí, al menos así fue hasta que escuchó un ruido que lo asustó demasiado y no pudo evitar voltear, solo para darse cuenta que el ruido fue creado por una de las personas que menos deseaba ver en ese lugar.
— Minhyuk... —susurró Wonho mirándolo fijamente, sorprendido en demasía por aquel enorme cambio físico que notaba claramente en él— Minhyuk, ¿que... —no hizo falta ninguna otra palabra para que el menor mostrara rápidamente una actitud defensiva ante el mínimo movimiento de Wonho, alertando aún más al mayor— ¿Qué... —miró a su alrededor aún con la pregunta atorada en la garganta— ¡¿Qué demonios?! —gritó por fin— ¡¿Cómo pasó?!
Al ver lo alterado que estaba Wonho, sintiéndose amenazado por instinto, soltó uno de sus característicos sonido de guepardo que era particularmente tierno, luciendo como un gatito ronroneando mezclado con sonidos parecidos al de un ave pequeña. Era imposible que el corazón de Wonho no se derritiera ante ese sonido, tal como siempre había ocurrido y por esa razón acabó por guardar silencio y retroceder un paso, entendiendo perfectamente que había hecho que Minhyuk se sintiera intimidado.
Hubo silencio en aquel lugar donde sólo él viento se atrevía a hacer ruido al mover incansablemente las hojas de los árboles y la maleza. Wonho no sabía que decir y Minhyuk se mantenía retraído, con la cabeza gacha y visiblemente a la defensiva.
— ¿Es... —el mayor interrumpió sus propias palabras y soltó un suspiró que amenazaba con ahogarlo— ¿Es lo que creo que es? ¿Siquiera es posible? —buscó alguna respuesta en Minhyuk pero no había nada más que aquella postura, así que volvió a suspirar— Min... No voy a hacerte nada, solo... Solo necesito una explicación porque estoy muy confundido y asustado...
Al escuchar esas palabras proviniendo de Wonho, Minhyuk supo que quizá estaba tomando las cosas a mal, entonces levantó la mirada para confirmar el miedo en los ojos de quien consideraba como su padre y finalmente soltó un suspiro.
Podía confiar en Wonho.
Una luz amarilla resplandeció en el lugar cuando el menor cambió de forma, volviendo a su forma humana, quedándose en el suelo, en el mismo sitio en el que había estado, sintiendo su cuerpo terriblemente agotado y su cabeza como si diera mil vueltas.
— Lo siento... —susurró al borde del llanto cuando aún no se recuperaba de lo brusco que le resultaba cambiar de forma en su estado.
El afligido Wonho se arrodilló frente a él y lo acarició.
— ¿Por qué te disculpas? —cuestionó sin entender mucho.
Fue en ese momento en el que Minhyuk rompió en llanto y lo abrazó, necesitando el consuelo real de alguien para apaciguar un poco el miedo que le provocaba la situación.
— Si te hubiera dicho algo antes... —sollozó— yo... Yo... Tampoco sabía que algo así era posible. Yo...
Wonho suspiró profundamente.
— Fue Jooheon ¿verdad? —cuestionó furioso— ¡Ese infeliz...!
Intentó levantarse con la clara intención de ir a buscar a Jooheon que andaría por ahí tranquilamente cazando sin hacerse responsable en lo absoluto por sus actos, pero fue detenido rápidamente por el menor, quien lo sostuvo con toda la fuerza que pudo.
— ¡No vayas! —le suplicó con lágrimas en los ojos— después de todo. No es solo su culpa...
Agachó la cabeza y continuó llorando, dejando a Wonho con el corazón en la mano. No soportaba ver a Minhyuk llorar.
— ¿Cómo... —suspiró incómodo retractandose de hacer una pregunta extraña porque no quería imaginarse a su pequeño en tal situación— quiero decir... Sé como ocurrió, pero... ¿Por qué? ¿Cómo es posible?
Minhyuk levantó la cabeza lentamente y volvió a sollozar.
— Bueno, si obviamos la parte que... Ya sabes... —susurró avergonzado— solo sé que mi guepardo actuó como una hembra en ese momento... —explicó— seguramente debido al rol que tomé... —Wonho frunció el ceño intentando entender bien lo que acababa de ser explicado— ni siquiera yo sabía que podía cambiar mi cuerpo de esa manera en mi forma animal, pero al parecer si es posible.
Wonho se puso pálido al escuchar sus palabras y necesitó varios largos minutos para procesar varias cosas. Algunas importantes y otras que prefería ni siquiera pensarlas.
— ¿Me estas diciendo que... Tú... —lo señaló y tragó con fuerza— tu guepardo puede ser una hembra o un macho a su antojo? —Minhyuk asintió levemente, avergonzado por tal confesión— ¿Por qué nunca te noté como hembra?
— Me sentiría realmente incómodo ahora si lo hubieras notado. —confesó— Y creo que... Todos podemos hacerlo, solo que ninguno había tomado antes el rol que yo tomé... ¿No es así?
El mayor se estremeció ante la pregunta.
— ¡Claro que no! —respondió alarmado— eso es tan... Nuevo.
En ese momento Minhyuk soltó un suspiro con notable cansancio, que no pasó desapercibido por Wonho.
— Muy pronto no tendré energías suficientes para seguir cambiando de forma a mi antojo... —se sinceró— El cambio de forma obliga a los cachorros a cambiar constantemente dentro de mí también y debido a que siendo humano no habría posibilidad de tenerlos, debo prepararme para su llegada... Incluso por si las cosas... Salen mal.
El preocupado Wonho le ayudó a recostarse correctamente para que descansara.
— ¿Qué vas a hacer cuando llegue el momento? ¿A qué te refieres con que todo salga mal? ¿Acaso crees que no puedes hacerlo? Porque si es así... —su verborrea fue interrumpida por un leve gruñido de parte de Minhyuk.
— No lo sé... —confesó— no sé qué va a ocurrir, es por eso que estoy tan asustado... —el mayor lo acarició, compartiendo el mismo sentimiento de miedo que su pequeño, pero después de unos instantes se puso de pie dispuesto a irse— ¿A donde vas?
Wonho se detuvo y volteó, teniendo una expresión de amargura en su rostro.
— A traer al otro responsable de todo esto. —respondió sin esconder su enojo— no es justo que estés pasando por esto tú solo. ¡Él debe ser un apoyo para ti y ayudarte a buscar una solución!
Dispuesto a marcharse sin más plática, cambió de forma, convirtiéndose en el temible león que era.
— ¡Wonho! —le llamó Minhyuk desde el lugar donde todavía estaba recostado, deteniendolo por segunda vez— yo... —suspiró— Jooheon no lo sabe...
Cuando sus palabras salieron de su boca, fue muy tarde para darse cuenta que realmente no estaban tan solos como pensaban.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top