Era un buen chico, sin embargo no había una pizca de tranquilidad en cada fibra de su cuerpo, era energía pura y rebosante, por eso el hecho de que estuviera convertido en un pequeño gatito simplemente viendo de lejos a quienes consideraba como sus padres era una actitud más que sospechosa para los mayores.

— ¿Qué estás tramando? —preguntó Wonho tomándolo en brazos y mirándolo fijamente— acordamos que usarías otra forma solo cuando fuera necesario para no agotar tus energías, además recuerda que ante todo debes ser un temible guepardo, no un pequeño gatito. En este sitio debemos sobrevivir como depredadores no en forma de presas.

Guardó silencio esperando la tipica respuesta en reproche de parte del menor, sin embargo todo lo que recibió a cambio fue un asentimiento, una caricia y un leve ronroneo.

Los mayores se miraron entre sí totalmente extrañados, sin embargo Shownu se encogió de hombros dándole a entender a Wonho que Minhyuk era impredecible y así había sido siempre.

— Ve tranquilo. —le dio una palmadita en la espalda y le quitó al pequeño felino de las manos— estaremos bien.

Wonho asintió y lanzó una rápida mirada al gatito para finalmente cambiar de forma y salir del refugio que habían tomado como su hogar desde hacía un par de años.

Entonces casi inmediatamente de que uno de los mayores abandonara el refugio en busca de una ración de comida, la luz amarilla brilló por toda la estancia y el joven adulto quedó sentado encima de Shownu.

— Papá... —comentó con voz tierna a lo que Shownu respondió con un suspiro al descubrir que detrás de aquellas palabras había algo escondido— no me mires así, sabía que si Wonho estaba aquí no me daría permiso de ir.

Shownu negó y se puso de pie dejando a Minhyuk en el suelo.

— Por milésima vez, no iras solo a cazar. —le regañó.

Minhyuk bufó molesto.

— Pero si puedo hacerlo... —cruzó los brazos y se sentó en el suelo como un niño haciendo una rabieta— hace mucho quiero mostrarles de lo que soy capaz... ¿Por qué no me dejan ir solo?

Shownu suspiró y se dio la vuelta para mirarlo.

— Porque somos una familia y está familia se mantiene junta, eres el menor así que debes estar bajo al cuidado de alguno de nosotros. —le comentó señalandolo— Ponte de pie, nos vamos al río ahora.

Minhyuk negó.

— Soy un adulto ahora. —gruñó— ¡ya tengo tres años!

Shownu soltó una risita.

— Gracias a que te hemos criado como un guepardo tu cuerpo humano ha evolucionado con la misma rapidez, si fuera por tu propia cuenta, siendo humano a esta edad apenas podrías hablar y lo harías mal... —informó mirando a su alrededor cuidando que todo estuviera en orden antes de partir y luego de una breve pausa continuó— en el remoto caso de que siguieras con vida viviendo en un lugar así y alimentandote solo, lo cual es imposible. Hora de irnos.

Minhyuk bufó al ver a Shownu convertirse en un guepardo y gruñirle para que también lo hiciera.

Y obedeció, no porque amara ir al río con Shownu a cazar pescados convertido en oso, sino porque no quería simplemente desobedecer y tener problemas con Wonho luego.

Al llegar al lugar que Shownu había elegido, sus formas cambiaron nuevamente, la de Shownu a un bonito oso negro y la de Minhyuk a humano.

— Odio el pescado. —le comentó a Shownu quien simplemente lo miró con cara de molestia y se dispuso a hacer lo que había planeado— iré por ahí... Si cazo más allá podré hacerlo mejor... —rapidamente recibió una mirada amenazante de su mayor, entonces suspiró— no planeo escaparme, lo juro...

Shownu volvió a su forma humana antes de dejar que él se fuera.

— Minhyuk, si nos obedeces te aseguro que todo estará bien. —le dijo en tono tranquilo— además no entiendo por qué el afán de hacer las cosas solo, sabes que teniendo un compañero puedes ser más fuerte, incluso podemos defenderte en caso de alguna amenaza.

El menor asintió cabizbajo.

— Sólo quiero cazar como papá Wonho... —admitió con tristeza.

Shownu suspiró.

— Te entiendo... —susurró tocando su hombro— Eres rápido pero no eres fuerte, no voy a arriesgarme a que algo te pase... ¿Puedes entenderme también?

— Sólo una vez, por favor. —suplicó.

El mayor se quedó en silencio un momento, pensando en que quizá era momento de dejar que Minhyuk tuviera más libertad, pero rápidamente vino a su mente el recuerdo de cuando era apenas un cachorro y un tigre real intentó acabar con él hasta que él y Wonho lo defendieron. Así que la respuesta estaba clara.

— No. —dijo quizá en tono más serio de lo que quiso— lo siento.

El mayor extendió su mano hacia él y luego cambió su forma de nuevo volviendo a ser un oso. Minhyuk suspiró, sin embargo fue con él y tambien se convirtió en un oso, aunque más pequeño.

El oso tomó al pequeño oso y lo ayudó a llegar a una parte del río en la que creía que habría una buena cantidad de pescados para cazar, pero antes se encargó de ayudarlo a bañarse con el agua fresca.

Después del fresco baño, ambos se quedaron en el sitio cazando como debían. Debía admitir que aquella actividad en realidad le divertía, pero seguía un poco decepcionado por el constante rechazo a su promesa.

Ayudó a Shownu apenas en lo mínimo y al darse cuenta que el mayor estaba muy concentrado en hacer las cosas bien, una idea vino a su mente; escaparse.

Fingió demasiado bien que estaba concentrado en el agua y en los pescados, sin embargo cada cierto tiempo se alejaba apenas un poco de quien consideraba su padre. Era sin duda un plan de escape bastante lento y aunque ser paciente no se le daba bien por ser una persona demasiado energética, lo estaba haciendo bien. Lo supo cuando estaba a una enorme distancia de Shownu y él no se había percatado de ello.

Mantuvo su forma de oso y aprovechó a ir por el río sabiendo que si era descubierto tendría la ventaja de mentir diciendo que no se había dado cuenta que se estaba alejando, sin embargo al alcanzar más distancia, saldría del río, cambiaría de forma y siendo un rápido guepardo iría tras una presa fácil. Al menos esos eran los planes hasta que vio algo que no estaba en su agenda.

Había un humano en el río.

Se sorprendió demasiado ante aquella imagen porque a pesar de tener forma humana al igual que sus dos amigos, no había visto algún otro humano tan cerca.

Con mucho sigilo, se escondió lo mejor que pudo y decidió mirar sus acciones. Parecía tranquilo, como si simplemente se estuviera dando un baño. El agua fresca recorría su blanquecina piel que junto a los rayos de sol daban la impresión de que aquella lechosa piel brillaba.

Su cabello totalmente claro se pegaba a su frente y aquellas traviesas gotas acariciaban la tersa piel de sus mejillas sin pudor alguno hasta fundirse en unos bonitos hoyuelos que pese a la distancia había logrado reconocer.

Era una imagen casi mágica, algo que nunca había visto antes.

Pero en ese momento, antes de que pudiera hacer algo una feroz mirada se posó en él. Había sido descubierto por aquel humano que aparentaba ser angelical a simple vista, pero que podía lucir tan feroz como un depredador de aquel lugar. Fue entonces cuando recordó las palabras de su papá Wonho advirtiéndole una y otra vez que los humanos podían ser una amenaza.

No tardó en ponerse a la defensiva, pues aunque no le habían dicho qué debía hacer en esos casos, sabía muy bien por palabras de su papá Wonho que debía lucir como un depredador y no como una presa ante cualquier amenaza y aunque ser un oso no era precisamente su fuerte, lo intentó.

Soltó un gruñido intentando comunicarle a aquel humano que ese era su territorio y que no estaba dispuesto a compartirlo con él, sin embargo ocurrió lo más inesperado que pudo haber ocurrido.

Ante sus ojos el humano desapareció y simplemente se convirtió frente a él en un oso aún más temible.

¿Acaso su familia no era la única
con aquel don de la naturaleza?