B: 08

El tacto de la mano de Shownu posada en su mejilla era tan cálido que le quemaba, ese tipo de calor jamás lo tuvo y por eso sentía que era demasiado, pero al mismo tiempo se sentía como un pequeño queriendo acurrucarse en ese calorcito de afecto, que aunque no quisiera, se desvanecía entre sus manos.

Como un reflejo natural, con su mano apartó la de Shownu y se levantó para fingir que le interesaba el paquete qué Shownu había traído.

—No es nada, sólo tuve un caso difícil hace rato.—mintió.

Shownu se quedó perplejo, nunca había visto llorar a Kihyun por ningún caso, incluso cuando él mismo tuvo que apartarse a derramar un par de lágrimas, el doctor daba su mejor esfuerzo con un corazón cálido pero con un alma de hierro hasta el final.

—¿Tan malo fue? —preguntó intrigado. —Me fui apenas hace un rato y...

—No quiero hablar de eso. —dijo sin mirarlo. —Espero entiendas que fue algo difícil para mi, necesito procesarlo solo.

En ese momento dirigió su mirada hacia afuera, luego a su reloj de bolsillo y después de un suspiro, se dio la vuelta para ver a Shownu.

—Necesito salir por un asunto. —comentó en voz baja y evitando el contacto visual. —Además, creo que me servirá para despejarme la mente.

—Iré contigo. —dijo Shownu rápidamente.

Kihyun negó.

—No es necesario. En serio. —respondió con calma. —Necesito estar solo un momento, y me ayudas más si te quedas a recibir a quien venga a buscarme. Tú sabes que hacer en los casos más sencillos, y puedes hacer que esperen hasta que venga si es necesario. No tardaré.

Las palabras de Kihyun no sonaron para nada a una opción sino más bien una orden directa para Shownu, quien no se atrevió a cuestionar la decisión del doctor ya que, en todo caso, ese era su trabajo. Servirle en todo.

—Está bien. —respondió desanimado. —Abrígate y vuelve pronto. —Kihyun asintió en respuesta y empezó a prepararse mientras era seguido a través de la casa por el mayor. Entonces, cuando abrió la puerta una última palabra salio de la boca de Shownu. —Cuídate, por favor. —susurró.

Kihyun lo miró, asintió y sonrió débilmente.

—Tú también. —dijo en un susurro antes de irse y sentir que la voz se le rompía.

Entonces la puerta se cerró y Kihyun caminó por un largo rato antes de reaccionar, entonces lloró.

Lloró como nunca lo había hecho, como un niño anhelando el amor de madre, como sólo un corazón roto puede hacerlo. A ese punto ya había caminado sin rumbo por mucho tiempo en el frío invierno, pero nada se sentía más desolado qué su corazón, nada ardía más que su pecho, nada estaba tan frío como su alma.

En cambio Shownu se quedó en casa, pensando y pensando en tantas cosas que no podía procesar. Todo había sido una ruleta rusa desde que la palabra “Familia” salió de la boca de Kihyun. No sentía que fuera verdad, pero tener esperanza a esas alturas sólo lo hacía sentir iluso. Además el comportamiento de Kihyun había cambiado y tenía miedo de que todo fuera su culpa, pero no sabía como remediarlo, si cuando intentaba acercarse, Kihyun huía.

Los golpes en la puerta interrumpieron sus ruidosos pensamientos e inmediatamente se levantó para recibir a quien sea que viniera a buscar al doctor. Entonces se encontró con una figura juvenil, de unos veinte y tantos, más pequeño que él y muy bien vestido.

Como se le había enseñado, no perdió tiempo en invitarlo a entrar.

—Hola, por favor pasa. —comentó haciéndose a un lado. —¿Qué se te... —su boca se cerró a mitad de la pregunta cuando al entrar, pudo ver claramente un aura de un lobo a su alrededor.

No pudo disimular y se quedó en silencio viendo como aquella persona cerraba la puerta y se quedaba de pie frente a él.

—Hola Shownu, sé que tienes preguntas. —dijo con calma. —Pero ya tendrás tiempo para hacerlas después de que me presente. —en ese momento extendió su mano en cortesía. —Me llamo Im Changkyun. Cómo pudiste notar, también soy un cambiaformas, precisamente un lobo negro. Y vine aquí para que puedas reunirte con tu familia.

Shownu se quedó en silencio por un largo rato.

No sabía si era porque llevaba mucho tiempo lejos de un cambiaformas, o porque una persona desconocida venía a hablarle de su familia qué todo aquello lo hacía sentir inmensamente extraño.

—¿D-de qué hablas? —dijo finalmente.

Changkyun explicó con paciencia.

—Hablo de tu familia. Jooheon, Wonho y Minhyuk. —respondió.

Sus ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente.

—¿Minhyuk? —cuestionó con la voz temblorosa.

Changkyun asintió.

—Minhyuk y sus tres hermosos cachorros, por supuesto. —dijo con calma. —Todos están ansiosos por verte.

Al oír la respuesta, las piernas de Shownu flaquearon y tuvo que sostenerse en el escritorio y sentarse en la silla más cercana antes de que pudiera desplomarse al suelo. Él siempre creyó que era un hombre más que fuerte, pero en realidad bastaban un par de nombres para que las piernas de un hombre fuerte y alto temblaran como gelatina.

—No... —negó con la cabeza. —No es posible... —susurró. —Minhyuk, él, la gente... Y Wonho, también Jooheon. No...

Changkyun se conmovió con su reacción y puso una mano en su hombro.

—Lo sé. Todos pasaron momentos duros. Sé que tú también. —mencionó ya que notó que el mayor había quedado lesionado de forma permanente en su pierna. —En realidad todo ha sido una coincidencia muy grande. Conocí a Jooheon antes de que los conociera, él y yo... Bueno, nos hemos llevado bien, así que cuando lo encontré no pude no hacer nada, pero claro, él ya era parte de una familia a la cual quería encontrar y reunir. —comentó ante él perplejo Shownu. —No ha sido fácil, pero gracias a que el señor alcalde es mi pareja, he usado todos los métodos que he tenido a mi alcance para poder encontrarlos. Sólo tú eres la pieza faltante.

—No puede ser posible. —repetía Shownu, una y otra vez.

—¿Me creerías más si los vieras? —preguntó con una sonrisa.

Shownu se puso de pie y asintió.

—¡Si, por favor! —dijo entre lágrimas. —Necesito... —en ese momento, Kihyun vino a su cabeza. —Pero, Kihyun.

Changkyun frunció el ceño.

—¿No te lo dijo? —Shownu expresó confusión así que él procedió. —Bueno, el doctor y yo nos encontramos la otra vez y tuvimos una conversación poco amable, pero logré explicarle el motivo por el cual te buscaba, y parece que no le sentó del todo bien, así que intercambiamos un par de cartas y acordamos que hoy vendría, a esta hora. —explicó. —Dijo explicitamente que no quería estar presente cuando te fueras.

Shownu intentó hablar pero las palabras no salieron de su garganta.

Se dio cuenta que todo tenía sentido.

Kihyun realmente se fue, para que él se fuera, sin despedirse.

¿Acaso estaba tan seguro de que él simplemente podría irse con su familia y olvidarse de él como si nada? ¿Acaso su afecto no era recíproco qué ni siquiera intentó acompañarlo en una etapa tan importante en su vida?

Sus pensamientos volvieron a estar revueltos, más que antes pero al menos tenía una buena noticia que no quería perderse, así que con un gran suspiro miró a su alrededor y luego a Changkyun.

—Llévame a verlos. —susurró. —Por favor.

Changkyun asintió con una sonrisa, y señaló hacia la puerta, donde afuera esperaba su transporte especial.

La puerta se cerró y no se volvió a abrir hasta horas después cuando un desaliñado Kihyun entró para encontrar la que antes era una cálida vivienda, fría, sola y oscura.

El fuego se apagó porque nadie puso más leña en la chimenea, y Kihyun se acurrucó en su cama porque hacía más frío en su corazón.

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