Después de soltar el grito más fuerte de su vida Kihyun se desmayó y antes de que se diera cuenta ya estaba siendo sostenido por los brazos de Shownu quien le daba aire con un papel agitadamente.

—¡Lo siento! —decía una y otra vez. —¡De verdad lo siento!

Kihyun quien aún respiraba agitado, miró a su acompañante todavía desconcertado.

—Shownu, ¿Qué demonios fue eso? —dijo sin aliento.

El mayor puso cara de arrepentimiento.

—Soy yo. —dijo, confundiendo aún más al doctor. —Me refiero a que el oso, soy yo. Literalmente. —Kihyun estaba a punto de volverse loco pero Shownu lo interrumpió de nuevo. —¡por eso tenía miedo de ser sincero contigo! soy... Una bestia. Aunque también sea humano y sienta como uno. —Shownu soltó el papel para arreglar el pelo de Kihyun que se había desacomodado debido a su desmayo. —Mi pasado es un tema difícil del que hablaré despacio, mi familia es mi manada, ellos son... Como yo.

—¡¿Osos?! —preguntó asustado.

—¡No, claro que no! —dijo Shownu. —Hay un tigre, un león, un guepardo... ¡oh, si! lo olvidaba, el guepardo tuvo crías con el tigre así que...

Kihyun estuvo a punto de desmayarse de tan solo escuchar la explicación de Shownu.

—Detente, por favor. —suplicó. —Tienes razón, no estoy preparado.

Shownu se entristeció.

—Esto soy. —dijo con tristeza. —Y no espero que me ames, solo te pido que me des la oportunidad de ser sincero contigo, en la medida que lo soportes. —soltó un suspiro. —escuché que el consultorio está cerrado, y al entrar aquí supe que planeas irte, te conozco bien para entenderlo a la primera... Y sé que será atrevido de mi parte, pero por favor no te vayas. —dijo estrujándo el pequeño cuerpo del doctor junto al suyo, de la forma más íntima que habían estado nunca.

Kihyun que apenas estaba procesando todo lo que estaba ocurriendo, no pudo evitar sentir una ola de paz al tener ese calor y aroma tan cerca que sentía que podía derretirse en sus brazos ahí mismo.

—Parece que no soy el único perceptivo aquí. —susurró cerca de su oído.

—Por favor no te vayas. —volvió a pedir Shownu al darse cuenta que su suposición fue confirmada. —Yo haré que funcione. No habrá diferencia como si fuera un humano totalmente. No me convertiré si no te gusta, haré el té para ti y recogeré la leña. —susurró casi desesperado. —Puedo ayudar en el consultorio como antes, iremos a tu ritmo.

El doctor no se movió ni un centímetro.

—¿Cómo sabes que va a funcionar? —preguntó con duda.

—Porque ya ha funcionado antes. —contestó rápidamente. —El señor alcalde con Changkyun quien es un lobo negro, Wonho el que acabas de conocer, es un león, y su pareja un humano. Y no he visto a nadie más enamorados que a ellos, entonces, yo sé que si yo... Y si tú... Por favor.

El silencio reinó después de la petición en medio de aquel envolvente abrazo que los mantenía cálidos, pero no por mucho tiempo ya que Kihyun remojó sus labios para poder decir lo que quizá sería la mayor locura de su vida.

—Esta bien, me quedaré contigo. —susurró. —Solo si prometes estar conmigo para siempre.

Contrario a lo que Kihyun pensó, no hubo una respuesta escandalosa. En realidad el silencio fue reconfortante, porque incluso si no había sonido, sus cuerpos estaban unidos en un abrazo fuerte y Shownu acariciaba su cabello como si fuera la joya más hermosa que había visto. Su corazón estaba agitado y el doctor lo sabía, ya que él mismo estaba apoyando su cabeza en el pecho del mayor.

Kihyun no necesitó ninguna palabra de regreso, aquel enorme corazón ya le había recitado mil versos de amor y la lagrima qué descendió por la mejilla del mayor confirmó su idioma.

Al sentir como caían pequeñas gotas tibias sobre su cuerpo, Kihyun volteó a ver la cara del hombre que todavía lo sostenía en sus brazos, mientras que él también lo miraba con una sonrisa de labios titubeantes.

—No tienes que hablar si no quieres. —dijo en un susurro, mientras limpiaba sus mejillas.

—Es que... —su voz se cortó. —Por fin lo siento. —dijo. —Esto que está revoloteando en mi pecho, eso era justo... Lo que necesitaba. Lo que hacía falta cuando vi a mi familia. Faltabas tú. No podía ser nada ni nadie más.

El menor lo miró un poco confundido.

—¿De qué se trata? —preguntó curioso mientras seguía limpiando afanosamente las lágrimas de su amado.

Shownu trató de recobrar el aliento.

—Desde que era muy joven, sentía que mi vida era una especie de rompecabezas. —comentó. —En el camino recogí piezas y piezas, pero nunca logré sentir que estuviera completo. Después, lo perdí todo. —dijo con voz quebrada. —Pensé que moriría sin realmente pertenecer a nada, sin completar mi rompecabezas. De hecho, perdí las esperanzas, pero luego llegaste tú y me devolviste la esperanza. —sonrió acariciando el rostro de Kihyun. —Pero pensé que al recuperar a mi familia me sentiría pleno y con eso bastaría, sin siquiera darme cuenta que estaba dejando atrás a mi última pieza. Entonces cuando estuve con ellos, todavía faltaba algo, pero ahora ya no más.

Kihyun suspiró.

—No te lo dije, pero me sentía exactamente igual. —respondió. —Con la única diferencia de que tú no eres mi última pieza, sino la única.

Shownu lo abrazó de nuevo al recordar que lo había dejado solo.

—Voy a ser el hombre que necesites. —susurró.

El doctor rió por lo bajo.

—Tú ya eres lo que necesito. —contestó. —No hay nada que cambiaría de ti.

El mayor se sonrojó enormemente al escuchar sus palabras, y lo vio directo a los ojos por unos segundos.

—Kihyun, ¿puedo... —susurró con vergüenza, mirando hacia sus labios.

El doctor no se molestó en responder verbalmente porque antes de que pudiera terminar de preguntar, ya había juntado sus labios a los de Shownu, y aunque ninguno era realmente experto en besar, se dejaron llevar por su propio ritmo hasta que aquel beso lento se consumó como un pacto de su promesa de aquel día en el que todo parecía perdido.

Ambos sabían que delante tenían un largo camino porque eran como adolescentes conociendo el amor por primera vez a una edad adulta, sin embargo ninguno de los dos tenía prisa en ser amado. Al contrario, querían que todo fluyera de la forma más natural posible y aunque de momento solo se hubieran dado un beso, un primer beso, no sería el único ni el último. Habrían más. Más suaves, más rápidos, más ardientes, más dulces y más llenos de amor que nunca.

Y de los cambiaformas se podría decir que ninguno sabía realmente su origen o por qué eran como eran, pero ahora todos tenían algo en común; todos habían encontrado su tan ansiada libertad.

‿︵‿︵ʚɞ『 𝕱𝖎𝖓 』ʚɞ‿︵‿︵

¡Hola!
Les quiero dejar una pequeña nota:

Esta historia comenzó con una idea fuerte
hace mucho tiempo, de hecho hace AÑOS.
Cuando esta historia comenzó, muchas
cosas de mi vida eran diferentes.
Vivía en mi país y no en uno extranjero,
me tenia que comunicar al 100% en español,
estaba estudiando en la universidad,
ni siquiera había conocido al hombre con que ahora comparto mi vida 😅

Han sido años de altas y bajas, que a pesar de
no estar activa muy seguido, esta historia sobrevivió.
Así que si has llegado hasta aquí, déjame
agradecerte sinceramente por ayudarme
a darle un cierre digno a esta historia.
Espero que te haya gustado leerla,
tanto como a mi me gustó escribirla.

Mil gracias por cada estrella en los capítulos
y cada comentario en los párrafos.

De momento no hay un epílogo planeado, pero no descarto la idea de publicar uno más adelante.

Como siempre,
¡nos leemos en otras historias!

— ClariLovesWonho
^_^