17. Relleno

El barco se mecía lentamente. No era ningún movimiento brusco, de modo que casi toda la tripulación yacía en los brazos de Morfeo. Casi toda. Y Adrien despertó por enésima vez aquella noche.

Salió a la cubierta no sin antes ponerse una de sus camisas blancas para cubrir su torso desnudo. Se quedó arrimado a un borde. De no haber sido por la luz de luna, estaría completamente a oscuras. Minutos después, escuchó pasos. Desenvainó rápidamente su espada y apuntó detrás suyo.

Era Marinette, quien había subido el último escalón, y con los ojos bien abiertos miró la espada, y luego a su portador. Lentamente se dió la vuelta e inició su descenso.

- ¡Espera!- gritó Adrien guardando la espada que siempre llevaba con él y cogió a la peliazul de un brazo.

- ¿No vas a apuñalarme?- preguntó sarcástica.

- Muy graciosa- le respondió. - Fue un impulso, es de noche y no me esperaba que alguien estuviese despierto - sonrió rascándose el cuello. - ¿Y por qué estás despierta?- preguntó mirándo los ojos azules de la chica, que brillaban como dos estrellas reflejadas en el mar. Aquello le encantaba.

- No conciliaba el sueño- respondió encogiéndose de hombros.

- ¿Y por qué saliste a deambular?-

- Porque estaba aburrida- contestó de mala gana. Adrien se rió.

- ¿La falta de sueño te vuelve más amargada?- Marinette rodó los ojos.

Volvieron a arrimarse en el borde del barco. Cada uno mirando a la nada, con las mentes en blanco y con el único sonido de las pequeñas olas reventando. Marinette miró al cielo. Adrien igual.

- Es un cielo estrellado- mencionó Marinette agarrando una de las cuerdas que llegaban hacia donde ella se encontraba.

- Lo único bueno de la noche- murmuró Adrien. Sin embargo, la peliazul logró oírlo.

- ¿Por qué? ¿Le temes a la noche?- preguntó dándole un leve codazo en broma.

- Claro que no- contestó el pirata cruzándose de brazos. Marinette esbozó una sonrisa seguida de un bostezo.

- Vaya, el temido Chat Noir le asusta la oscuridad- dijo sin borrar su sonrisa.

- Di lo que quieras-

- No lo negaste, entonces es verdad- rió. - Ya, no es nada malo, todos le tememos a algo. Yo le temo a las tormentas- mencionó enfocando su vista en la luna reflejada en el océano.

- Como si me importara- masculló el rubio sin verla. Marinette frunció el ceño molesta.

- Hey, intento ser amable contigo y me tratas como a un petardo- 

- No te pedí ser amable, y no lo necesito. Creí dejar claro desde un inicio que no esperaras nada de mí ni de mi tripulación-

- Según recuerdo, dijiste nada de lujos- lo corrigió y Adrien entrecerró los ojos al recordar que era verdad.

- El punto es...- exclamó - que deberías dejar de ser la niñita amable de la ciudad y ser una fuerte luchadora. Digamos...- en un abrir y cerrar de ojos, Adrien tenía sujetada a Marinette de la cintura con un brazo, y con otra mano tenía una gran navaja rozando el níveo cuello de la azabache. Esta se sorprendió y no lograba moverse.

- Podrías encontrarte en situaciones como esta en un futuro si no aprendes a ser más veloz y lista- iba a soltarla hasta que una idea cruzó por su mente. - Y ahora, ¿cómo planeas liberarte?- sonrió malicioso.

- ¡N- no es justo! Estoy vulnerable por el sueño- se quejó Marinette. Adrien la volteó, quedando frente a frente con ella.

- Esa no es ninguna excusa- susurró mientras acercaba sus labios a los de ella. Marinette aprovechó a que había aflojado su agarre, y lo pateó en la entrepierna. Adrien ahogó un grito de dolor y retrocedió hasta chocar con el borde. Sin darse cuenta, se fue para atrás.

- ¡Adrien!- gritó Marinette corriendo a auxiliarlo. Su sonrisa se transformó en un gesto de preocupación. Sin embargo, al ver al rubio, apretó los puños.

- Awww, si te importo después de todo- sonrió. Estaba agarrado a una de las cuerdas sueltas de los obenques, perfectamente sano y seco.

- ¡Te odio!- gritó furiosa la peliazul. Se volteó y vió la navaja en el suelo. La cogió y cortó la cuerda de donde Adrien se agarraba. El rubio, horrorizado, abrió los ojos como platos.

- No te atrevas- amenazó. Pero sus palabras se hundieron junto con él en el agua. Y fue el turno de Marinette para reír. Para cuando Adrien había subido a la cubierta, el sol estaba saliendo, y el capitán de aquel barco aún en movimiento tiritaba de frío. Los animales marinos finalmente se dispersaron tras su arduo trabajo de acelerar el rumbo del navío hacia América.

- Estúpida niña- maldijo Adrien por lo bajo. - Ahora si vas a ver- dijo y se tiró sobre ella empapándola por completo. Marinette soltó un jadeo, y se echó a reír. La tontería de todo aquello contagió al rubio, quien se unió a la carcajada de Marinette. Escucharon varias voces aclararse la garganta. Vieron a Nino, Alya (apoyada sobre Nino) y Kim frente a ellos, con los brazos cruzados. Los morenos sonreían, mientras que Kim ponía una cara de disgusto.

- Háganlo en otro lado - Marinette entrecerró los ojos mientras que Adrien seguía riendo, - pero ya quítense de ahí. Obstruyen el paso- dijo alejándose de ellos. Marinette se paró rápidamente.

- Ehh, ¡Kim! ¡No es lo que piensas! ¡Yo solo...- el castaño le hizo un gesto con la mano, que daba a entender que no le interesaba lo que Marinette tuviese que decir.

- Ya déjalo a ese idiota. Su vida es tan insignificante que fastidia la tuya- rió levantándose. - Voy a cambiarme- le dijo a Nino antes de dirigirse a las escaleras. Marinette fue detrás de él para devolverle la navaja.

- Ah, quédatela. En un futuro podrías necesitarla-

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- Ah, pues lo de bandido no le falta- rió la morena arrimada a la vigota. Estaba sentada con la peliazul y sus espaldas pegadas a la madera, bloqueando el sol.

- Ni sabes- suspiró la azabache. Se quedaron calladas. Miraron al cielo con el silencio apaciguando el momento. Los demás estaban abajo o durmiendo, dejándolas solas.

Inconscientemente, Marinette empezó a murmurar una melodía, estuvo a punto de cantarla, pero Nino bajó de la cofa con una cuerda. No prestó atención y solo infirió lo que la conversación trataba cuando Alya desapareció de su lado. Apoyó la cabeza en la vigota y cerró los ojos suspirando. Sintió una presencia delante suyo, y los abrió.

- Ah hola Nath- sonrió haciendo un gesto de saludo con la mano. El pelirrojo se sonrojó y estiró su brazo. En su mano se encontraban unas flores amarillas.

- Uh, yo ah, e- e- en la ostra, ¡isla! estaban estos...- Marinette se paró y las recibió con dulzura.

- Muchas gracias, están preciosas- dijo oliendo a las flores. Le volvió a sonreír antes de retirarse hacia las escaleras. El pelirrojo se acercó a la borda y controló su respiración, ya que había comenzado a hiperventilar.

Marinette bajó hacia el cuarto donde se hallaban los tesoros y artefactos. Cogió lo que le pareció un jarrón de cobre y se encaminó a su cuarto para poner agua. En la puerta de su habitación estaba nada menos y nada menos que su capitán. Rodó los ojos y cogió aire.

- ¿Qué haces?- preguntó apartándolo con el brazo derecho. Entró y fue al baño.

- Yo hago lo que quiera- escuchó su respuesta a sus espaldas.

- No me sorprende- murmuró bajo su aliento. Llenó hasta poco más de la mitad el jarrón y puso las flores en el. Adrien ojeó la.planta con detenimiento cuando Marinette se volteó hacia él.

- ¿De dónde las sacaste?-

- Me las dió Nathaniel- sonrió. - Él si es un caballero- dijo enfocando su mirada en los ojos esmeraldas del rubio. Adrien se quedó callado por unos momentos.

- Es el más... considerado de todos, no me extraña que se comporte tan delicado contigo- se excusó cruzándose de brazos.

- Deberías aprender modales de él-

- Como si me importara-

- Ahhhh- Marinette soltó un jadeo de fastidio tras dejar el jarrón en una pequeña encimera de madera. - Cuando te pones así no te soporto-

- Yo tampoco te soporto- le sonrió Adrien jugando con un mechón de su pelo. - Y tampoco soporto esa bonita cara tan cerca de la mía- la peliazul rodó los ojos. - Ahora que lo pienso, ese jarrón es mío-

- Como nada te importa, no debería molestarte prestármelo-

- Mmm, mejor un intercambio- sonrió malicioso. - Te doy ese jarrón y tú...- rodeó el rostro de la azabache con sus manos. - un beso- dijo y plantó sus labios sobre los de Marinette.

La azabache dejó sus ojos abiertos unos segundos. Los movimientos sincronizados de su boca con la de él la obligaron a cerrarlos. Una parte de su mente se exasperaba por corresponder ese estúpido beso con ese estúpido pirata con su estúpida actitud. Simplemente hacía lo que quería, y puede que aquel beso no significara nada para él, solo Dios sabía a cuantas mujeres había besado y hecho algo más.

Sin embargo, la gran parte de cordura (si es que le quedaba alguna) le valía la vida entera. Aunque no lo admitiera, Marinette adoraba tal atrevimiento de Adrien, y en especial cuando se encontraban así. No tenía argumento alguno, solo se podía defender diciendo cuanto adoraba besarlo.

Adrien la empujó a la pared, intensificando el beso. Se separó al quedarse sin aire pero no la soltó. No estaba seguro si iba a seguir de esa forma o si Marinette iba a propinarle un golpe en la cara. Marinette puso una mano en la mejilla de Adrien, obligándolo a mirarla. Este tenía la respiración cortada. Rápidamente, Marinette colocó ambas manos detrás del cuello del chico para apegarlo a su rostro, al darse cuenta que no quería separarse de él.

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Ok ok ok. me he tomado mi tiempo no? jaja. Pero bueno, no es mi culpa. Es culpa de un anime q estoy viendo y me falta demasiado para terminarlo. Y ese anime se ha robado gran parte de mi tiempo. Yyyyyy, escribí mil veces este cap tras largas modificaciones.

¿les gustó? 😊 ni yo imaginaba poner el Adrinette del final.

Y hablando de Adrinette...
















Por favor, díganme q ya se vieron el episodio, sino, FUERA, Q HAY SPOILER.


DIOOOOOOOOOOOS. mi alma no pudo con tanto Adrinette que lloré y morí y reencarné. en serio q ha sido lo más canon q ha pasado entre Adrien (q al fin coopera) y Marinette. Sanro cataclismo, en serio q morí.

Tbien

Ninalya. No entiendo q esperan esos dos tampoco. Harían un buen dúo.

Yyyyyyy

Por favor, Alya se merece el premio a la Cupido del siglo.

Y al final pero no menos importante.

mi pobre Chloe. Yo me pregunto q habrá hecho su madre? Y me rompió el corazón cuando Adrien "dejó" (temporalmente) d ser su amigo. Eso tbien trajo lágrimas a mis ojos.

No seé ustedes, pero yo morí al ver este episodio. en serio. tabien me mató el Ladynoir del primer cap.

mi OTP, tbien causó mi muerte y mi reencarnación. Solo se q probablemente nunca termine d escribir este fanfic porq moriré d verdad con la temporada 2 y 3. ¿me acompañan a la otra vida?

Y nos vemos en el próximo cap.
Miraculousteen

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