Agente Rivera Parte 1
Con cariño para : Christian @ChrisRivera1116
De: Laura
Antes de leer debes meterte en el personaje ya que al final la decisión será tuya.
Estaba rodeado, podía sentir la respiración de su perseguidor acariciandole la nuca.
Con la mente fría dio un profundo respiro y sujetó la espada colocándola en posición para atacar.
Por su mente pasaron cientos de posibilidades a una velocidad vertiginosa, era necesario que estuviera preparado para lo que fuera.
Esperó pacientemente con las rodilla flexionadas y el cuerpo rígido a que apareciera. De la oscuridad salió a toda velocidad una criatura de aspecto repulsivo midiendo casi tres metros, con brazos largos y afilados iguales a los de un insecto, produciendo chirridos ásperos e intimidantes mientras intentaba alcanzarlo. Christian lo esquivaba tan rápido como le era posible. Sin embargo, éste logró herirlo en el brazo.
-Maldición - gruñó mientras retrocedía sujetándose la herida con enojo. No obstante aquella criatura no se detuvo, continuó moviéndose a una velocidad que era casi imposible de seguir, con un sonido repetitivo y mecánico al chocar sus patas contra su propio caparazón, marcando un ritmo que el guerrero usó para esquivarlo. Vencerlo parecía imposible, su cuerpo era impenetrable y sus movimientos demasiado veloces.
De pronto, sus ataques se detuvieron y la criatura se quedó de pié junto a él, sus 4 pares de patas producían movimientos espasmodicos e involuntarios causando que una flemosa y amarillenta sustancia se deslizase hasta el piso. Era evidente que se preparaba para otro ataque.
Christian se adelantó, esta vez no le daría oportunidad. Ajustó con fuerza la correa de su armadura para detener la hemorragia temporalmente y sin dudarlo atacó. Sus golpes no parecían dañar la coraza de aquel ser, pero no se detuvo, sus ataques debian igualar al de su agresor o no lograría vencerlo.
El brillo de su espada se vislumbraba como un destello en todas direcciones marcando un punto en la penetrante oscuridad. No tardó en encontrar un punto débil en la inserción de las patas. En pocos segundos dos de las largas y afiladas extremidades cayeron al fango con un pesado retumbar. La criatura exhalo un chillido agudo y siseante que duró varios segundos, haciendo retroceder al humano con un notorio dolor.
-Es hora -dijo Cristian para si mismo en el momento en que la criatura enmudeció, dio un fuerte silbido, a lo que un potente ladrido le respondió.
De la oscuridad salió un enorme ejemplar de lobo negro con los dientes pelados y baba escurriendose entre ellos, manteniendo su mirada fija en el objetivo. Sin dudarlo se lanzó contra el enemigo saltando sobre este e incrustadole sus enormes dientes en la cabeza.
-Ya lo tenemos -dijo Christian con júbilo mientras corría para dar el golpe final. Lamentablemente no logró llegar a su objetivo, aquella criatura no estaba sola, fue embestido por otra igual, que llegó a atravesar por completo su pecho. Miró a su derecha para contemplar como su compañero también caía con un grito lastimero.
Cerró los ojos con fuerza cerrando los puños con impotencia... era el fin.
-¡Ya es suficiente! -gritó entonces llevándose la mano a la cabeza y presionando el botón de apagado.- ¡¿Que esperaban que hiciera con esa cosa?! -continuó hablando con frustración desde el suelo mientras todo a su alrededor desaparecía regresandolo al oscuro cuarto de simulación.
Frustrado se frotó el brazo, aun podía sentir el dolor que los nocioceptores le habían transmitido, pero poco a poco se reducía hasta convertirse en un leve cosquilleo.
A los pocos segundos la cabeza peluda del lobo se apoyó en su brazo.
-Randall, lo hiciste muy bien muchacho. -lo felicitó pasando el brazo por su grueso y peludo cuello de forma fraternal. -Bueno creo que ya es hora de irnos, y sabes lo que significa.
El lobo lo miró por un momento y mientras lo hacía sus dientes de más de cuatro centímetros se hicieron más pequeños al igual que su nariz, sus orejas y todo su cuerpo, convirtiéndose en una versión más pequeña y adorable de sí mismo. Una vez su transformación se completó, lo miró ladeando la cabeza con sus ojos azules fijos, mostrándole que le daba toda su atención.
Christian salió del cuarto de simulación con el pequeño lobo tras el, moviendo su suave pelaje -ahora gris- al ritmo en que sus cortas patitas avanzaban.
-¿Que pasó Chris? ¿Te atraparon esta vez? -dijo en tono burlon el programador apenas lo vio en el pasillo.
-Ya verás la próxima vez Carlos, no tendrás truco que te salve.
-Bueno, pero mientras tanto mi estómago espera.
-Si, si -continuó Christian en tono de derrota -vamos, que yo si cumplo mis apuestas.
Unos minutos después ambos salían de la oficina central de seguridad limitrofe dígitovirtual.
Caminaron entre bromas unas cuantas calles, mientras Carlos le recordaba de manera incansable las maniobras que había tenido que hacer para lograr emboscarlo, a los que Christian solo a sentía con paciencia intentando no perder los estribos. Esperando llegar pronto y acabar con todo ese asunto.
Una vez en el restaurante, con la comida en frente y Carlos en silencio, Christian pudo respirar tranquilo. Comenzó a comer su sandwich superlab de pollo, no era igual a comer un sandwich de pollo orgánico, pero no le molestaba el sabor.
A los pocos minutos a través de la amplia ventana cubierta por ologramas publicitarios logró ver un conglomerado de personas que parecían concurrir en una marcha, no sabía la razón, pero no era su asunto.
—¿Y tú estas de acuerdo? —preguntó Carlos haciendo pasar su última calabazita frita con jengibre. Christian lo miró sin comprender — en eso de la igualdad de derechos entre máquinas y humanos.
—Ah, eso, en realidad no tengo problema con que vivan entre nosotros, pero hacerlos parte de nosotros no me parece normal. Ellos son máquinas, nosotros humanos, somos diferentes, y eso es bueno.
—¿Tu crees? ¿Y que hay de Randall?
—¿Que con él?
—Pues el tampoco es lo que digamos "normal".
—Es... diferente... Los robots no son como nosotros —esas palabras sonaban como un eco en su mente, se las había dicho a su hermano hace muchos años atrás, antes de que desapareciera.
Eran las 3 de la mañana cuando una voz irrumpió en la oscuridad.
—Lamento molestarte Chris, pero acaba de llegarte un mensaje de clase 3. ¿Chris? —silencio — Chris necesito que despiertes, acaba de llegarte un mensaje de clase 3, el remitente menciono que es de suma importancia que lo escuches.
—Bien... ya me desperté —respondió un momento después con voz adormilada desde la suspensión antigravitacional de su cama.
—Agente Rivera, lamento informar que hicimos un allazgo importante que pienso será de gran interés para usted y requerimos de su presencia en la estación de manera inmediata. —fin del mensaje.
—¿Iras ahora Chris? ¿Quieres que encienda las luces y prepare café? —pregunto la amable voz de su asistente virtual.
—Si hazlo, y selecciona mi ropa de servicio 02, parece que tendré acción hoy. Ah y prepara a randall también.
—Enseguida.
Automáticamente la luz se encendió, la máquina de café comenzó a funcionar y el armario se abrió dejando a la vista un conjunto negro con azul iluminado con una suave luz azul.
Una vez se vistió, bastó con presionar un botón y la ropa se ajustó a su cuerpo, informando de su temperatura corporal, y ritmo cardíaco automáticamente, además de su posición actual en el globo. Tomó la taza de café recién preparado, dió un silbido y se apresuró en hacia subir al garaje. Una vez en el auto, seleccionó la opción de piloto automático y se acomodo para beber el café, mientras la puerta se convirtia en una masa transparente y el automóvil despegaba suavemente para atravesarlo con dirección a la ruta aerea más directa.
El viaje fue rápido, sin embargo eso no evitó que pudiera ver los destellos luminosos de todos aquellos edificios y generadores de energía flotando sobre el cielo reflejando luces estravagantes sobre el mar ademas enormes y molestas imágenes olograficas que publicitaban nuevos productos y servicios, por otro lado Randall parecía ser el único en disfrutar de aquella vista.
Una vez ingresó a la estación un androide lo recibió, Christian rápidamente activo su visor mientras caminaba hacia la oficina, la información apareció ante sus ojos de inmediato: imágenes, fechas, datos y nombres, pero uno en particular llamó su atención; el de su hermano.
—Bienvenido agente Rivera — saludo un hombre de voz seca y formal. —recibimos información sobre un ataque a la base de datos personal, la de...
—Edsel Rivera.
—Presisamente, al parecer su sistema neuronal fue jaqueado y su cuerpo llevado a la zona 1116 del distrito 21, nuestros intentos por rastrearlo fueron en vano.
—¿Quieren que vaya a buscarlo?
—Precisamente, al parecer era uno de los líderes de el grupo de lucha por los derechos igualitarios de la la inteligencia artificial, es probable que esa fuera la causa de su desaparición.
Christian se quedó en silencio, sabía que su hermano luchaba por sus creencias pero nunca imaginó que llevaría esa obsesión tan lejos.
—¿Agente Rivera? —preguntó el hombre ante aquel silencio —¿prefiere que reasigne la misión?
—No, yo me encargo, envieme la información del grupo al que pertenecía y comenzaré de inmediato. —ambos se despidieron con un asentimiento apresurado al tiempo que Christian salía a toda prisa de la oficina.
La mente del agente era un complemento caos, repleto de ideas y sentimientos que no podía diferenciar. Sus pasos eran pesados e indecisos mientras se dirigía a la sala de operaciones especiales, donde un selecto escuadrón lo esperaba.
—Lo esperábamos agente Rivera. —dijo con educación uno de los agentes.
—Disculpen la tardanza.
—Activén la comunicación interneuronal, comenzaremos con la misión. —todos lo hicieron de inmediato, excepto Christian, que detestaba el sonido incesante de los pensamientos ajenos, le gustaba la privacidad de su mente, pero no tenía otra opción.
—Esta es la zona en la que desenderemos —dijo la voz de la agente Vélez en su mente al tiempo que varias imágenes del lugar le llegaban de pronto. La explicación continuó de manera detallada. Mientras la habitación se mantenía en completo silencio y todos asentian a las indicaciones proporcionadas.
Tres minutos despues todas las dudas habían sido aclaradas, pues el intercambio de pensamientos es mucho más veloz que las palabras habladas. Aquella red neuronal era un circuito cerrado cuidadosamente codificado y protegido, sin embargo Christian no se sentía cómodo con éste.
Todos subieron al vehículo de transporte, y tomaron sus respectivos lugares, Christian se sentó junto a Randall que aún mantenía su aspecto de cachorro.
—Christian, calmate, verás que todo saldrá bien —Le dijo Makayla con una mirada desde su asiento.
—Lo intento —respondió de igual manera Christian sabiendo que no podía esconder sus verdaderos pensamientos en ese momento.
—Llegaremos al punto de descenso en 1.5 minutos —anunció la voz del operador de vuelo virtual rompiendo el silencio.
Todos se miraron dándose ánimos y gritos de victoria que nadie que no estuviera conectado a su red neuronal podía oír.
—Randall es momento —anunció Christian mediante la conexión telepática que mantenía con él, y enseguida este se transformó en un gigantesco lobo negro —mantén un bajo perfil. —Le indicó segundos antes de bajar.
La zona 1116 era una especie de frontera con un área montañosa y cubierta de bosque salvaje, donde la tecnología funcionaba de forma errática, por lo que era habitada sólo por aquellos que no querían ser encontrados en la red.
Se separaron de manera ordenada, esperando que la red neuronal que había codificado Carlos funcionará tan bien como lo había anunciado.
Randall caminaba por delante buscando cualquier olor que le indicará que había alguien más cerca de ellos.
—Creo que escuche algo delante —dijo Ana —pero mis sensores no reaccionan.
—Me dirijo a tu posición. —respondió Karla con cautela.
—Aún no encontramos pistas del enemigo ¿tenemos las coordenadas correctas? —la voz de Makayla sonaba más fuerte en la mente de los demás que durante una conversación hablada.
—Según las grabaciones este fue el último lugar donde fue visto. —contestó Ana rápidamente.
—Si, están en el lugar correcto —Una voz masculina resonó en sus cabezas con una frecuencia que parecía estar al límite de causar dolor —Pero no se lo llevaran.
Randall gruño con ferocidad ante una nueva presencia.
—¡No permitiremos la aberración que este hombre quiere crear! —continuó aquella voz, enviando imágenes de Edsel inconsciente en una habitación hermética que bloqueaba todo intento de rastreo. —Este será un ejemplo para todos los que quieren tener a los robots como iguales.
Christian se tensó ¡su hermano sería sacrificado para enviar un mensaje a la humanidad!
—¡Lo tengo! La señal provino de este lugar —exclamó Karla enviando la información a la red neuronal de todos —solo espero que no me equivoque...
—Son hakers con un alto nivel de habilidad, necesitamos asegurar la red.
—Enseguida, añadiré un par de capas a la codificación actual —Respondió Carlos desde la central.
—En caso de que esto no funcione, deberíamos desconectarnos y hacerlo a la antigua —comentó Christian con la prisa acelerando su caminar.
—No te adelantes, sin comunicación la misión podría ser una catástrofe. —le respondió rápidamente Makayla.
***
Cuando llegaron al punto desde donde la señal había sido transmitida todos estaban tensos, alertas y preocupados por no poder usar las herramientas que solían aplicar en estas situaciones.
Randall gruñó con más fuerza indicando a Christian que había encontrado enemigos.
Todos se prepararon.
La humedad en el ambiente, el sonido del viento al mecer los árboles y el aroma a barro y hojas secas tenía a todos con sus sentidos dispersos.
—¡Cuidado! —escuchó Christian al tiempo que recibía las imágenes de una extraña y gigantesca criatura — ¡Necesito ayuda! —al tiempo qe pedía ayuda se oían sus gritos desde el otro lado del perímetro.
Makayla que era la más cercana corrió en ayuda de Ana, pero no logró siquiera acercarse, fue atrapada por una red que salió de abajo de la tierra aprisiona doña varios metros sobre la tierra. Con las manos temblorosas accionó su láser para cortar su prisión, pero no podía hacer funcionar sus herramientas.
—Makayla tendrás que usar el cuchillo de la llave de herramientas en el compartimento posterior del cinturón. —dijo Christian mientras avanzaba a toda prisa para ayudae a Ana.
Las imágenes que compartía no eran claras, era difícil saber que tipo de criatura era la que los atacaba.
El agente Rivera caminaba con cuidado sabiendo que todo el perímetro era una trampa. Iba detrás de Randall mirando en todas direcciones, con el arma en una mano y una granada antigravitatoria en la otra.
Al encontrarse a pocos metros de Ana Christian pudo finalmente ver a la criatura que los atacaba.
—Debe ser una broma —pensó el agente Rivera al ver a la criatura que acechaba.
—¿Sabes lo que es? —preguntó Karla desde el otro extremo.
—¿Carlos puedes explicar esto? —preguntó Christian alterado.
—Yo, no, no lo entiendo, quizá entraron a mi red... ¡No es posible!
Randall se detuvo de pronto en estado de alerta, olfateando en todas direcciones.
—Tendremos que rodearlo y... –el agente Rivera fue atacado de pronto por una criatura idéntica a la que había visto durante la simulación que cayó sobre él desde los árboles. —¡Nos emboscaron!
Christian se defendió como pudo, pero su espada no parecía resistir lo suficiente.
Las afiladas patas del insecto lo atravesaron por el flanco derecho debilitando su defensa casi por completo. Randall saltó sobre la criatura en ese instante sujetandose con sus afilados dientes de la coraza que cubría la cabeza de la criatura, en ese momento el agente giró su espada y esta se separó en varios pedazo unidos por un hilo de luz que envolvieron por completo el cuerpo de ese ser.
—¡aléjate! —le gritó al lobo y dos segundos después aquel insecto estalló en cientos de pedazo cubiertos de una viscosa flema azul que lo cubrió a él y a varios árboles a la redonda.
—nos deshicimos del monstruo —dijo la agitada voz de Ana.
—Bien, aun hay más en el perímetro —el lobo podía transmitirle algunas sensaciones que Christian lograba traducir en palabras —Randall los siente, pero también encontró algo más adelante, creo que es mi hermano.
—Nos encargaremos, de esto, ve a buscarlo—contestó Makayla ya en tierra intentado escanear la zona.
Christian respiró profundo sintiendo un inmenso dolor, pasó la mano sobre la herida y su traje se apretó sobre la herida liberando adrenalina en su sistema. Se puso de pié y corrió tras el lobo hasta llegar a un pequeño bunker que parecía ir bajo tierra.
Encontró la cerradura e intrudujo su mano.
—Carlos es tu oportunidad, abre esta puerta.
En ese instante el hombre se puso a trabajar busca del código para acceder, en cuanto lo obtuvo envío la señal que viajo por su traje hasta la mano del agente que sujetaba la cerradura.
—Buen trabajo, gracias —comentó en el momento que entraba a esa estancia. No obtuvo respuesta, el comentario burlon y orgulloso de Carlos se perdió en el camino.
—Finalmente llegas —habló el mismo hombre que antes había interferido con la comunicación.
—¿¡Dónde está mi hermano!?
—Esta aquí ¿Pero estas seguro de que aún lo puedes llamar "hermano"? —dió un paso al costado dejando ver al fondo el cuerpo de su hermano, no podía negar que se veía diferente, había comenzado a adaptar su cuerpo para ser un cyborg.
<<¿En que estabas pensado?>> se lamento Christian al verlo.
—Ahora todos sabrán la verdad y los peligros de querer convertirse en una máquina, nosotros somos superiores, no podemos dejar el mundo en manos de estos seres inferiores. —se giró a la derecha rápidamente y presionó un botón.
Rivera había estado tan distraído con la visión de su hermano en el suelo que no pudo escapar de la trampa que les habían tendido y tanto el lobo como él quedaron atrapados en una jaula de energía eléctrica.
—Serán testigos de esta demostración de lo equivocada que está la humanidad y finalmente entiendan que han perdido el camino. —habló con energía a una cámara digital muy antigua que lo apuntaba desde una esquina de la habitación.
Tomó un cuchillo de acero de una mesa cercana, para continuar con un monólogo sobre lo descarriada que estaba la humanidad y lo peligroso de los robots.
Mientras tanto Christian y Randall daban vueltas en busca de una salida en su prisión, no tenía mucho conocimiento sobre electricidad dado que ese tipo de energía se había vuelto obsoleta hace varios siglos, pero comprendía el mecanismo necesario para invertir la polaridad y salir.
—¡... Este será el primero! —gritó el hombre bajando el puñal contra Edsel.
En ese momento Christian logró salir de la prisión, pero estaban muy lejos para llegar a tiempo.
La cuchilla bajó con tal rapidez que a pesar de que Christian disparó contra el hombre, la trayectoria del puñal era imposible de desviar. Sin embargo la hoja afilada atravesó una estructura sintética rellena de cables y energía magnetica.
Christian se quedó helado por un momento, el cuerpo del agresor cayó pesadamente al tiempo que Randall lo alcanzaba. Sin embargo el cuerpo atravesado que chispeaba se levantó lentamente para colocarse frente a él.
—A-ayúdalo porfavor —dijo la androide que había salvado a su hermano, con notables fallas en su sistema.
Christian reaccionó entonces y corrió a verlo, el puñal no lo había alcanzado, sin embargo continuaba inconsciente.
—Intenté escanearlo, pero hay demasiada interferen-n-n-ncia en la zona, par-r-r-rece tener daño cerebral.
—Gracias —logró articular el agente finalmente.
Levantó a su hermano sobre el hombro y salió del lugar, sin embargo no sería tan sencillo. Una alarma programada comenzó a sonar de manera insesante, con un contador que retrocedía de 30. La puerta era de acero reforzado sin cerraduras internas.
—¡No es posible! ¿Alguien me escucha? —gritó con fuerza, pues en el momento en que entró perdió la conexión neuronal. –¿Me escuchan? —intentó una vez más sin éxito.
La androide se acercó tambaleante, con una pesada placa de metal en las manos.
—cubrans-s-s-se con esto, yo me encargo —dijo ella entregándole una pequeña memoria y besando la frente de Edsel con cariño. —Te amo. —le dijo antes de alejarse.
Christian no sabía que decir, era la primera vez que veía algo similar, algo tan...humano.
—Es una gran persona, n-n-n-no dejes que lo pierda— dijo ella girandose una última vez antes de sujetar la bomba programada y envolverla en su cuerpo para reducir el impacto.
La explosión provocó un hoyo en la pared por donde pudieron salir, afuera estaba su equipo, agotado, herido pero a salvo.
Un vez pasaron la frontera un equipo médico los esperaba.
Después de realizar un escaneo completo a su hermano, el humanoide le informó sobre su situación :
—El señor Edsel Rivera sufrió un serio daño a nivel cerebral, podemos realizar una microcirugia pero no sabemos si habrá algún cambio en su personalidad. —hizo una pausa— la otra solución sería realizar un escaneo completo de su cerebro y transferirlo a un cuerpo artificial, sin embargo es aún un procedimiento experimental. Debe decidir ahora por qué cada segundo el daño en su cerebro es mayor.
Este es el momento en que Christian decidirá cuál es la mejor opción para su hermano.
¿Aceptará la microcirugia para su hermano o lo convertirá en inteligencia artificial?
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