3: Apagón

Advertencia: Chuuaku
Para: Krxstnn

Era la noche mas fría que había vivido en su vida, la casa había perdido el aire acondicionado, las cosas estaban empezando a sentirse congeladas, y cada minuto dentro hacia que los miembros de la casa terminaran viviendo dentro de una tienda de campaña que compraron para ir a acampar, solo que en ves de acabar usandola afuera, la abrieron dentro de la casa.

Muchos dirán que no fue la mejor elección, pero para la familia Nakahara algo era algo. Mejor que congelarse si era.

Afortunadamente los vecinos tenían suficiente electricidad para hacer comida y mantenerse con el aire acondicionado, el único problema era que Chuuya tenía un gran crush en Ryuunosuke, el hijo mayor de la familia Akutagawa.

Tal vez era la mejor posición posible para cualquiera que tuviera un crush en alguien, pero para Chuuya no lo era.

Uno, porqué el pelirrojo roncaba mientras dormía; un sonido que molestaba a todos sus hermanos, así que le compraron un aparato que lo ayuda a respirar bien en las noches, pero se ve RIDÍCULO con él, parece que tuviera una nariz de payaso que tira humo.

Segundo, el habla dormido mientras patea todo a su alrededor, no sabe porqué a su subconsciente le da por hacerse el de artes marciales, pero lamentablemente no lo controla.

Tercero, tiene la mala costumbre de decir malas palabras cuando esta nervioso, y sabe que eso al chico lo asusta.

Por eso cuando su familia le dijo que pasarían viviendo con ellos hasta que la electricidad regresara en casa, fue una gran sorpresa, que conllevaba rezar a que los pusieran en cuartos separados y no pasar vergüenza, incluso prefería dormir con Yumeno en su misma cama rodeado de esos muñecos terroríficos a que terminara siendo tachado de raro.

No lo mal entiendan, él ama a su hermano, solo no le gusta dormir con él porqué siente que los muñecos los observan al dormir y él no es bueno pensando toda la noche en eso.

Intento convencer a la madre de Ryuunosuke, pero las habitaciones estaban decididas.

Así que tuvo que desampacar sus cosas en el cuarto, tratar de no ocupar tanto espacio y no hojear alrededor de la habitación.

Para cuando llego el dueño del cuarto, el se encontraba ayudando a preparar la cena con su familia.

—Ryuu ¿Puedes sacar de paseo a lya? Y lleva a Chuuya, él ama los perros.

El pelirrojo sintió su piel erizarse ante la mención de su nombre, pero respiro profundo antes de asentir y dejarle el resto a sus padres en la cocina, salió despidiéndose de la madre del chico y agarró la correo de la Golden retriever que tenían.

Era muy energética, y parecía amar al pelinegro, pasaba tratando de jugar con él o derribarlo –quitando la vez que si lo hizo, pero el chico termino lleno de babas de perro– según Ryuunosuke ella se porta mejor cuando no hay visitas, pero Chuuya no cree en eso, piensa que ella lo ama, y es tan simple como eso.

El pelinegro por una parte estaba confundido con todo el asunto, él llego a su casa un día y de repente los vecinos se mudaban con él, a lo que termino sin tener opinión respecto a eso, sin embargo, no quitaba el hecho de su pequeño problema con compartir habitación.

El chico es asmático, por lo que necesita las cosas establecidas, ademas de que su tos empeoraba con ciertos objetos a su alrededor ¿Seria grosero preguntarle al pelirrojo sobre que objetos trajo a su casa? ¿Muy directo? sumado a eso, hace poco había descubierto su sexualidad, y no por algo lindo o romántico, fue al ver a su vecino con una camisa muy marcada, el mismo con él que ahora compartiría cuarto.

No iba a aparentar su nerviosismo, pero en terminos de pánico, él estaba en pánico, aunque por fuera estuviera bebiendo un latte y tomando fotos de los diferentes paisajes alrededor del parque.

—¿Te gustaría dar una vuelta por tu cuenta mientras cuido de Lya? —hizo una pausa el pelirrojo—, creo que será mas tranquilo para ti si termino el paseo con ella y después me uno a ti.

—La verdad, creo que ya tengo suficientes fotos, no te preocupes, además es un hobby que tengo —guardo su cámara el pelinegro y señalo por donde vinieron—. Esta anocheciendo, creo que es mejor volver a casa.

Pero al volver a casa, no habían luces encendidas, ni siquiera las de la cocina, mas encontraron una nota en el refrigerador diciendo que volverían pronto debido a que fueron a comprar una pieza para hacer funcionar la electricidad de nuevo. Sumado a una flecha que indicaba la comida que prepararon antes de retirarse.

Ambos adolescentes se observaron, perplejos ante la situación, debido a que otros en el vecindario si tenían luz.

Para empeorar las cosas, a penas pudieron leer la nota debido a una linterna del celular que llevaba akutagawa.

Así que terminaron cenando juntos mientras se escuchaba a los grillos cantar de fondo, ambos no sabían que decir pero querían cortar el silencio de alguna forma, asi que cuando ambos tuvieron el valor de hacerlo, terminaron hablando al mismo tiempo, lo que ocasiono que se miraran avergonzados una vez más.

—Habla tu primero. Lo mio no era tan importante. —dijo Chuuya.

—No, la verdad lo mio tampoco lo es, prosigue.

—¿Seguro?

—Si, muy seguro.

—Probablemente pienses que es tonto, pero ¿Tienes alguna cosa favorita en el mundo?

—Eso es difícil, pero si —se detuvo un poco al pensarlo—, cuando nació mi gato, yo estaba presente y ayude a su mamá. Fue la primera vez que hacia algo por mi cuenta, además el nombre se lo puso mi hermana, se llama Jengibre.

Y tal cual como fue mencionado, el gatito naranjo con rayitas a su alrededor de un tono mas obscuro había subido a la mesa, anunciando su llegada con un maullido, pidiendo la atención de su dueño.

—Gracias por acogerme en tu casa —de repente dijo Chuuya—, tu familia ha sido muy amable, antes de esto estábamos congelados.

—No es nada, creo que mis padres merecen esas gracias, yo solo llegue y la decisión estaba hecha.

—Bueno, acceder compartir cuarto conmigo ya es algo por lo que debería agradecer ¿No crees?

Asintió el pelinegro.

Ambos se miraron un rato, hasta que Chuuya volvió a preguntarle algo.

—¿Tienes algún lugar favorito en el mundo?

El pelirrojo lo observo, y antes de que el otro respondiera, en lo mas profundo de su ser quería responderle a lo que dijera el pelinegro con un "¿Te gustaría ir juntos", mas sabía que de alguna forma el otro se sentiría incómodo, así que se lo guardo como un pequeño deseo en su subconsciente.

—El miradero que esta en la única montaña de la ciudad —hizo una pequeña pausa— me transmite mas tranquilidad de lo que alguna vez pensé, lo descubrí cuando me diagnosticaron mi enfermedad. Creo que es un buen lugar para relajarse ¿Te gustaría que te lo enseñe?

El corazón del pelirrojo empezó a saltar de forma aleatoria, se sentía nervioso y por alguna razón sin palabras, así que solo asintió, mientras aun se quedaba mirando los ojos grisáceos del contrario iluminado por la linterna sobre la mesa.

Ese día ambos compartieron cuarto, aunque en ves de pasar sin hablar durante la noche, terminaron hablando entre susurros mientras eran iluminados por la misma pequeña linterna, de alguna forma ambos se sentían muy cómodos, y sin saber el uno del otro, sus corazones estaban a la par de felices por la compañía del contrario.

Finalizando la noche con el rastro de nieve fuera de la casa.

.
.
.
.
.

.

PD: Primero, si, ME DEMORE UN CHINGO Y SE QUE NO ES NAVIDAD YA, PERO, espero te haya gustado, intente hacerlo no tan apresurado el como avanzaban, pero cada vez que agregaba ese toque me daban ganas de hacer 718283 capítulos #triste. Muchas gracias por estar en mi vida, esta es nuestra primera navidad siendo amigas y estoy feliz por eso, te quiero mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top